• La Ley de la Siembra y la Cosecha (3)

    [Gálatas 6:7-9]

    14-03-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      Gálatas 6:7-9
      "No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos"

      Esta es la tercera sesión sobre la Ley de la Siembra y la Cosecha.
      Para que ustedes puedan cosechar abundantemente sin importar lo que hayan sembrado en este año de cosecha 2010, en la última sesión les expliqué dos cosas que ustedes deberían hacer.
      Primero, nosotros tenemos que cultivar nuestro corazón, y tenemos que santificar el Domingo para el Señor y entregar los diezmos apropiados. Una cosa que tendremos que recordar es el principio básico de recibir bendiciones. Y este es que todas las cosas nos saldrán bien así como prospera nuestra alma.
      Si nosotros llevamos una buena vida de fe, recibiremos no solo bendiciones financieras, sino también toda clase de bendiciones. Pero el propósito de llevar una vida en fe, no es solamente para recibir bendiciones en esta tierra.
      Nosotros no cultivamos nuestro corazón, santificamos el Domingo y entregamos los diezmos apropiados solamente para recibir bendiciones financieras. Nosotros solamente cumplimos con nuestro deber como hijos salvos de Dios porque lo amamos a Él.
      Pero cuando los hijos cumplen con sus deberes como hijos, los padres no pasan por alto este hecho, sino más bien se sienten felices y agradecidos.
      Dios Padre también se sentirá feliz y bendecirá a Sus hijos cuando aman a Dios y moran en la verdad. Sin embargo, Dios generalmente no da bendiciones incondicionalmente a Su voluntad. Él da bendiciones de acuerdo a lo que se ha sembrado y de acuerdo a la leyes de justicia.
      Yo espero que ustedes siembren la semilla y la cuiden de la forma que agrada a Dios y de acuerdo a las leyes de justicia, para que puedan recibir abundantes bendiciones.
      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes experimenten en sus vidas diarias la gracia de Dios Padre quien está lleno de amor.

      [Mensaje principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, el tercer secreto para cosechar lo que hemos sembrado es que no tenemos que pedir con codicia.
      Hay un dicho que dice:
      Si quieres ser rico, no tienes que seguir el dinero, sino que tienes que hacer que el dinero te siga a ti. Si tenemos obsesión por el dinero, nos volveremos impacientes. Entonces, perderemos nuestro sentido de juicio y nos apartaremos de la forma correcta de hacer las cosas. Como resultado, estaremos expuestos a sufrir una gran pérdida.
      Para que nosotros recibamos bendiciones financieras en la vida cristiana, primero tenemos que deshacernos de la codicia.
      La codicia es idolatría, la cual Dios aborrece.
      Mateo 6:24 dice, "Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas".
      Nosotros solamente tenemos que escoger un lado, ya sea Dios o el dinero. En nuestra vida cristiana, podremos enfrentar una situación donde tengamos que escoger entre buscar nuestro beneficio, o escoger lo que es bueno y apropiado, a pesar de la pérdida que pueda ocurrir.
      En esta situación, pensando erróneamente que Dios nos entenderá, estamos predispuestos a hacer lo que no está de acuerdo con la verdad, si tenemos codicia. Además, nosotros vemos a algunas personas que cambian su fe a causa de su codicia.
      Por ejemplo, cuando el ingreso es pequeño, ellos entregan los diezmos apropiados. Pero, cuando su ingreso incrementa, sus diezmos parecen mucho más dinero y ellos se vuelven tacaños para entregar los diezmos apropiados y dejan de entregarlos.
      Dios estaba bendiciéndolos al ver su diligencia en la vida Cristiana, pero ahora Dios no puede más que dejar de bendecirlos.
      La razón por la cual nosotros pedimos bendiciones financieras no es para que nosotros mismos disfrutemos de más cosas.
      1 Timoteo 6:7-8 dice, "porque nada hemos traído a este mundo y, sin duda, nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos ya satisfechos".
      Incluso si nosotros acumulamos mucha riqueza y las almacenamos en esta tierra, éstas serán innecesaria una vez vayamos al Cielo. Por lo tanto, solamente tenemos que darle gloria a Dios para recibir bendiciones y pedir riquezas para salvar más almas.
      Nosotros debemos pedir bendiciones financieras, pero no con codicia, sino por el reino de Dios. Entonces, ¿Qué clase de corazón necesitamos tener para no pedir con codicia?
      Primero, nosotros no tenemos que desear nada que no nos pertenezca. Si tenemos codicia, estaremos interesados cuando escuchemos que podemos obtener ingresos sin trabajar, o que podemos obtener una gran cantidad de dinero con facilidad. De esta forma estamos propensos a ser engañados por la gente malvada.
      Si nosotros realmente dependemos de Dios, nuestro corazón no tiene que ser agitado por esas palabras que agitan nuestra codicia. Supongan que una pieza de oro tan grande como una pelota de futbol está en la calle. Sin embargo, nosotros no debemos siquiera empezar a desearla si no es nuestra.
      Entonces no seremos tentados por nada sino más bien solamente caminaremos por el camino que Dios nos muestre.
      Segundo, nosotros tenemos que pensar en lo que deseamos gastar el dinero cuando hayamos recibido las bendiciones.
      Cuando yo recibí la sanidad divina por primera vez, mi deseo era llegar a convertirme en un rico anciano de la iglesia. Esto no era para que yo comiera, vistiera ni para poseer buenas cosas, sino que era porque así podría ayudar a los necesitados tanto como deseara. De hecho, a pesar que no recibía grandes bendiciones, esto no me molestaba para nada.
      Así como dijo Pablo él sabía lo que significaba estar con los humildes, y también cómo vivir en prosperidad, mi vida estaba llena de la gracia de la salvación, y yo me sentía agradecido con o sin las bendiciones financieras. Sin embargo, oraba con el deseo de darle gloria a Dios, de ayudar a los necesitados, y también de extender el reino de Dios al recibir las bendiciones financieras.
      Mucho tiempo ha pasado desde entonces, pero mi corazón nunca cambió. Yo estoy agradecido ya sea que Dios me de o no me de, pero la mayoría de las cosas que Dios me da, yo las entrego para el reino y la gloria de Dios. Difícilmente gasto algo para mí mismo.
      Por esta razón, siempre me siento confiado delante de Dios aun cuando le pido algo muy grande.
      Tercero, si nosotros no tenemos codicia, pediremos de acuerdo a la justicia recibiendo la dirección del Espíritu Santo, pero sin impaciencia.
      Algunas personas dan 100,000 won como diezmo mensual, pero ellos reciben mi oración para que esto se convierta en un diezmo de 1 millón de won. Por supuesto, es bueno tener fe para recibir grandes bendiciones, pero ellos no pueden simplemente recibir tales bendiciones de inmediato. Necesitan pasar por cada paso incrementado el diezmo a 200,000 won, 300,000 won y así sucesivamente.
      No es fe pedir a Dios si estábamos presionando a Dios, ignorando los pasos con nuestros pensamientos e impaciencia.
      En algunos casos, debido a que sus negocios están prosperando, ellos obtienen un préstamo e incrementan su negocio sin considerar el asunto cuidadosamente. O, ya que una cosa está saliendo bien, ellos inician otra. Simplemente están tratando de expandir su negocio de esta forma sin pensar en la situación. Al tener tantas ocupaciones, ellos no pueden enfocarse en una sola cosa, y finalmente se enfrentan a situaciones difíciles.
      Por supuesto, esta gente dirá, "Nosotros queremos entregarlas a Dios tan pronto recibamos las bendiciones". Pero a pesar que desean darle a Dios, expandir su negocio precipitadamente prueba que tienen codicia.
      Ellos tienen que ser capaces de discernir si son ellos los que están decidiendo las cosas o si es Dios quien los está guiando.
      Si nosotros estamos sobre motivados, o si queremos hacer todo lo que se dice ser bueno, entonces en las mayoría de los casos, es nuestra codicia la que bloquea la voz del Espíritu Santo.
      Santiago 4:2-3 dice, "Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, pero no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
      Yo espero que ustedes conserven este mensaje en mente, que desechen la codicia, y que siembren en fe siguiendo la dirección del Espíritu Santo.
      Entonces, Dios también los guiará por el camino de las bendiciones y les responderá cuando ustedes le pidan.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, el cuarto secreto para cosechar lo que hemos sembrado es que tenemos que caminar por el camino correcto. Nosotros tenemos que actuar solamente con integridad y con fidelidad. Tenemos que guardar y respetar no solamente las leyes de Dios sino también las leyes del país.
      Solamente entonces, Dios podrá protegerlos también.
      Nosotros no tenemos que utilizar un expediente, engañar a otros, o alejarnos de la verdad a fin de obtener ganancias fáciles.
      Incluso en este mundo, para aquellos que no caminan por el camino correcto es difícil que tengan éxito. Por ejemplo, en una tienda de arroz, o de telas, los vendedores pueden utilizar medidas deshonestas. Ellos actúan como que están dando más por el precio pagado, pero en realidad dan menos de lo apropiado haciendo uso de engaños. Ellos podrán obtener una ganancia extra por el momento, pero a la larga se convierte en una pérdida. Pronto su deshonestidad será descubierta, y los clientes se alejarán de sus tiendas.
      Por otro lado, piensen en aquellas tiendas donde hacen uso de medidas honestas. Por la mañana podrá parecer que tienen pocas ganancias, pero con el paso del tiempo, las noticias se divulgarán y ellos tendrán más y más clientes regulares.
      Así como en el caso de los negocios del mundo, la integridad y la fidelidad son incluso más importantes en el Señor. Ustedes han escuchado muchas veces sobre lo fiel que fue Jacob cuando cuidaba el rebaño de su tío. Él cuidaba del ganado durante el tiempo de calor y de frío, de día y de noche, sin dormir lo suficiente, y si algún animal era robado o arrebatado por las bestias, él pagaba por el daño. No era ni su propio rebaño, pero él era muy fiel en su trabajo. Es por eso que podía recibir las bendiciones de Dios.
      José el hijo de Jacob, también fue un hombre muy fiel. Él fue vendido y llevado a otro país como esclavo, sin embargo, no era la clase de persona que hacía solamente lo que se le asignaba sin una medida de esmero. Él era tan fiel y sabio en su trabajo que el amo ni siquiera revisaba lo que se había confiado a José. Y debido a que era tal clase de persona, Dios pudo abrir el camino de una gran bendición para él. Después de hacer de José una vasija adecuada a través de las pruebas, Dios lo estableció como Primer Ministro de toda la tierra de Egipto.
      Colosenses 3:23-24 dice, "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís".
      Aún cuando él servía a gentiles, caminó por el camino correcto y fue fiel creyendo en Dios, y Dios lo recompensó con bendiciones.
      Sin embargo, aun cuando conocemos mucho de la verdad y oramos mucho, Dios no puede bendecirnos si no caminamos por el camino correcto. Aquellos que son fieles en lo poco también lo serán en lo mucho. Aquellos que son honestos y fieles delante de las personas también pueden ser reconocidos por ser fieles delante de Dios.
      Dios siempre quiere abrir el camino de bendición para nosotros, pero si no tenemos honestidad y fidelidad, no podremos obtener nuestras bendiciones.
      Hermanos y hermanas, yo les insto a que conserven dos cosas en mente en este punto. Esto es algo que siempre les aconsejo.
      Primero, en la iglesia nosotros no tenemos que intercambiar dinero entre los hermanos en fe. No tenemos que dirigir negocios ni hacer peticiones tales como, "Hay un negocio con buen futuro, así que préstame algo de dinero", o "Invierte tu dinero conmigo", y nosotros tampoco tenemos que responder a tales proposiciones.
      Nosotros no estamos supuestos a hablar de negocios del mundo en la iglesia. Si hay algún intercambio de dinero entre los miembros de la iglesia, Satanás con seguridad traerá acusaciones a causa de esto.
      A pesar que ustedes lo iniciaron con una buena intención, más adelante tendrán situaciones incómodas, podrán incluso caer en pruebas o dificultades. ¿Cómo puede Dios estar agradado con tales personas y bendecirlos?
      La segunda cosa es que ustedes no tienen que ser fiadores de nadie. La Biblia nos dice en muchas ocasiones que no seamos fiadores. Veamos un par de pasajes.
      Proverbios 11:15 dice, "La ansiedad aflige al que sale fiador de un extraño; el que aborrece las fianzas vive seguro". Proverbios 22:26 dice, "No seas de aquellos que se comprometen, de los que salen fiadores de deudas ajenas".
      Proverbios 6:1-5 también dice que si ustedes han salido de fiadores de su amigo, rápidamente tienen que ir a buscar a su prójimo y continuamente y repetidamente tienen que pedirle que los libere del compromiso. Nos dice que nos escapemos como una gacela de un cazador, o como un ave es liberada de la red de cautividad.
      Sin embargo deshacer la garantía es mucho más difícil que rehusar a ser fiador, así que no tenemos que aceptar tales proposiciones en primer lugar.
      Esto no aplica solamente a los incrédulos, sino también a los hermanos en la fe. Y tampoco tenemos que pedir a ningún hermano que sea nuestro fiador.
      Sin embargo, a pesar que les aconsejo muchas veces, hay personas que se meten en situaciones difíciles al convertirse en fiadores. Ellos dicen que no pudieron evitarlo por causa de su amistad, o porque esa persona estaba en una situación tan desesperante y que era digno de confianza.
      Pero, ¿quién conoce el futuro? Si ellos se convierten en fiadores porque no pueden evitar la simpatía momentánea, entonces, sufrirán por mucho tiempo. Vienen a mí para que ore por ellos, pero las dificultades los siguen porque no guardan la palabra de Dios.
      No poder rehusar a esta petición de ninguna manera es bondad. Más bien es desobediencia a la palabra de Dios. Es algo tan absurdo como los juegos de azar, pues están poniendo su dinero y la seguridad de su familia en riesgo.
      Si ustedes son lo suficientemente adinerados, simplemente pueden dar dinero, sin esperar recibir dinero a cambio.
      Para recibir bendiciones y también para evitar calamidades, yo les insto a que no salgan de fiadores en nada.
      Hermanos y hermanas, permítanme leerles un testimonio que fue publicado en Noticias Manmin, de entre muchos otros testimonios de bendición.
      "Yo había trabajado en un taller de reparación de automóviles y durante mi estancia allí, fui reconocido por mi diligencia y por mi integridad. Sin embargo, el ingreso no era mucho. Motivado por las palabras del Pastor General, "Si una alma prospera, continuará recibiendo las bendiciones de Dios sin importar cuan terrible esté la economía", yo renuncié a mi trabajo para iniciar mi negocio propio.
      A partir de este punto, hice del crecimiento de mi fe una prioridad e hice cada esfuerzo por agradar a Dios sin involucrarme en pensamientos carnales. Traté de apartarme de una vida ociosa en Cristo mientras leía el libro del Pastor General Infierno, y solidifiqué mi fundamento espiritual a través de la oración en la Reunión de Oración de Daniel.
      Al principio, yo deseaba hacer un gran negocio y recibir bendiciones. Sin embargo, mientras escuchaba los mensajes del Pastor General, reconocí que prestar dinero imprudentemente y expandir un negocio proviene de la codicia. Así que, dejé todo en las manos de Dios orando por Su dirección.
      Entonces el jefe del taller donde yo había renunciado me pidió que retomara el trabajo, y realmente me ofreció un buen pago. Seguro que esta era una respuesta de Dios a mi oración, retomé el trabajo en el taller en julio de 2007.
      En lugar de albergar la codicia por obtener tanto dinero como pudiera, me esforcé por obedecer la palabra de Dios que había escuchado a través del Pastor General, incluyendo "Siempre busquen la bondad y sigan el camino correcto", y "Asegúrense de obedecer la ley de este mundo".
      Incluso en las ocasiones que eran desventajosas para mí, realicé cada transacción con honestidad. Algunos clientes decían, "Otros talleres simplemente hacen lo que los clientes piden. ¿Por qué no es este el caso aquí?", y demandaban algo inapropiado. Sin embargo, he visto clientes regresar muchas veces incluso después que yo había rechazado corresponder a tales peticiones.
      Cuando los clientes trataban de reducir el precio del servicio, yo prefería no argumentar con ellos sino que hacía lo que pedían y buscaba la paz. Después de tales ejemplos, Dios siempre se aseguraba de darme más situaciones beneficiosas.
      Seguir el camino correcto al dirigir el negocio no era tan difícil como yo había pensado. Al principio, yo sentí una desventaja pero Dios me mostró el camino de las bendiciones mientras me mantenía concentrándome en continuar por este camino.
      Cerca de seis meses después de iniciar el negocio en el cual diligentemente busqué aplicar la Palabra, casi el 70 al 80% de clientes se convirtieron en regulares y la base de clientes ha continuado incrementando a través del testimonio de los clientes satisfechos.
      Incluso si yo no acepto invitaciones a cenar con los clientes ni realizo campañas de propaganda, Dios me ha enviado un gran número de clientes así que mis diezmos han incrementado diez veces más.
      Recientemente, distribuidores de vehículos extranjeros han confiado en mi firma con muchos trabajos de pintura y yo estoy esperando una fuente aun mayor de ingreso.
      Los clientes dicen frecuentemente, "Yo se que ustedes no estafan a los clientes así que puedo confiar en ustedes. ¡Además, son muy buenos en lo que hacen!"
      Algunos de los empleados incluso dicen, "Gracias a mi jefe que cree en Dios de todo corazón, este negocio está bendecido".
      Todo esto se debe a la gracia y el amor de Dios, y al Pastor General que me ha enseñado la verdad y me ha guiado por el camino de las bendiciones. Yo también le agradezco a mi pastor asignado y a mis hermanos de la congregación por su oración".

      Hermanos y hermanas, con solamente escuchar este testimonio, podemos comprender cómo Dios bendice a Sus hijos que guardan su fe y que caminan en rectitud. Yo espero que ustedes también actúen en la verdad y siembren las semillas de integridad y fidelidad, para que puedan cosechar abundantes frutos. [Conclusión]
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, algunas personas critican a los que piden bendiciones a Dios, como si esto fuera algo malo.
      Ellos dicen que nosotros no tenemos que pedir ninguna bendición material, sino que solamente tenemos que mirar hacia el Cielo.
      Pero 2 Corintios 8:9 dice, "Ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico, para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos"
      Jesús nos redimió de la maldición del pecado derramando Su sangre y muriendo en el madero. De la misma forma, Él nos redimió de la pobreza viviendo Él mismo una vida de pobreza. Él hizo posible que nosotros podamos recibir todo lo que pidamos en el nombre del Señor. Solamente que no debemos pedir con codicia sino para la gloria de Dios.
      Además, tenemos que actuar con integridad y fidelidad mientras caminamos por el camino correcto con fe.
      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes actúen en esta forma y reciban abundantes bendiciones en esta tierra, que contribuyan en el reino de Dios y que llenen sus bodegas en el cielo al sembrar y cosechar diligentemente.


    • Language
    • x