[Juan 11:25-26]
04-04-2010 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Juan 11:25-26]
"Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?"
¡Celebremos la resurrección del Señor!
Para las personas nuevas que han llegado y los nuevos creyentes, podría ser algo desconocido el saludar a las personas con el saludo de Pascua.
Pero la Pascua es una verdadera festividad de bendición la cual todos los creyentes festejan.
Es porque hemos ganado la vida eterna y esperanza por el Cielo por medio de la resurrección del Señor. ¡Esto es algo de mucha alegría!
La resurrección es también el mejor de todos los regalos para los creyentes en la Tierra. Tiene un significado muy importante.
Pero el significado incluido en la resurrección no es solamente la vida eterna en el Cielo.
En este mensaje les hablaré acerca de los tres significados importantes de la resurrección.
Imagínense que ustedes tienen una gema muy preciosa.
Un día, un gemólogo les dice cuán preciosa es realmente esa gema.
El valor es mucho más alto que el que usted había imaginado.
Entonces, ustedes se emocionarían aun más por poseer esa gema.
Ahora, ustedes han recibido un regalo precioso llamado "resurrección".
Si ustedes se dan cuenta de cuán precioso es, tendrán mayor gozo y esperanza de resurrección.
En este momento, espero que ustedes se den cuenta profundamente en sus corazones del significado de la resurrección, y que le den gracias y gloria a Dios el Padre quien nos ha dado la esperanza de la resurrección.
[Mensaje principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Aparte de la vida eterna y el Cielo, ¿qué otros significados tiene la resurrección?
Primero: La resurrección representa el poder que le pertenece solamente a Dios el Padre.
Nadie en este mundo puede revivir a una persona muerta.
Recientemente, científicos y doctores anunciaron que la clonación de seres humanos sería posible en un futuro no muy lejano.
Ya que la ciencia y la medicina se desarrollan tanto, algunas personas han llegado a pensar que los seres humanos quizás un día puedan controlar la vida y la muerte.
¿Pero cuál es la realidad?
Aún con la ciencia médica y el equipo más sofisticado, nadie puede revivir a los muertos.
Por lo tanto, intentan vivir por más tiempo. Intentan todos los métodos para extender sus vida.
Aquí, el revivir a una persona muerta no se refiere a traer de nuevo a la vida a alguien que está momentáneamente muerto a través de métodos como el RCP.
Jesús revivió a Lázaro quien había estado muerto por cuatro días.
Cuando Él ordenó hablando hacía el sepulcro, "¡Lázaro, ven fuera!", el cuerpo en descomposición y con mal olor fue traído de vuelta a la vida.
Es decir, Jesús revivió cada una de las células que habían parado el metabolismo y el deterioro. Hubiera sido imposible revivir tales células.
Esto es algo imposible con el poder humano.
Pero sí es posible para Dios.
En el capítulo 37 de Ezequiel, Dios le muestra a Ezequiel la visión de los huesos secos traídos a la vida.
En la visión, Dios le dice a Ezequiel que proclame las siguientes palabras de Dios a los huesos secos:
"Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el SEÑOR" (Ezequiel 37:6).
Cuando Ezequiel profetizó la Palabra de Dios a los huesos secos, los huesos se comenzaron a mover, y cada coyuntura se junto y los huesos fueron conectados.
Los tendones fueron formados sobre los huesos y la carne creció, y fueron cubiertos con piel.
Pero esto no significa que los huesos ya tenían vida.
Cuando Ezequiel profetizó la Palabra de Dios al decir que el aliento de vida vendría al hombre muerto y lo haría vivir, el aliento de vida realmente entró al cuerpo.
Entonces los cuerpos revivieron y formaron un gran ejército.
Por supuesto, fue un simbolismo revelado en una visión para mostrar que Israel, el cual había sido destruido por los países gentiles, sería luego reconstruido.
Pero en esto podemos entender el poder de Dios que puede hacer de las cosas imposibles cosas posibles.
Cuando el Señor regrese en el aire, la resurrección realmente sucederá.
De hecho, algo más asombroso ocurrirá.
La escena se describe detalladamente en 1 Tesalonicenses 4:16-17.
Dice lo siguiente: "Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre".
Los "muertos en Cristo" son aquellos que mueren mientras son creyentes en el Señor.
Algunos de ellos han muerto cientos o miles de años atrás.
El cuerpo humano se deteriora completamente tan sólo unas cuántas décadas.
Por lo tanto, cuando el Señor regrese en el aire, no sólo los huesos secos sino los cuerpos totalmente deteriorados revivirán.
La forma del cuerpo será recobrada, y el espíritu, el cual es el dueño del cuerpo, se combinará con el cuerpo.
Lo que es más asombroso es que el cuerpo que será revivido en ese momento será arrebatado al aire, e incluso podrá permanecer en el segundo cielo donde los Siete Años del Banquete de las Bodas se llevará a cabo.
Es decir, el cuerpo que es hecho del polvo de la tierra se convertirá en un cuerpo espiritual que podrá ir al espacio espiritual.
Y es Dios quien hace todas estas cosas con Su poder por el cual creó todas las cosas en los Cielos y en la Tierra.
Con este poder, Dios resucitó a Jesús quien había sido crucificado.
Y el registró la historia de la resurrección del Señor en la Biblia, para que nosotros podamos entender las características del cuerpo resucitado.
Él nos mostró las evidencias de la resurrección para que así los creyentes pudieran creer que la resurrección realmente ocurrió.
Además, Dios el Padre nos está mostrando las obras de Su poder aún en la actualidad para que podamos creer en la resurrección.
Por ejemplo, Él crea nueva piel para reponer aquella que ha sido totalmente quemada.
Él da vida a los nervios que han estado completamente muertos.
Muchas personas llegan a ver, escuchar, y caminar nuevamente por el poder de Dios.
Incluso aquellas personas que han dejado completamente de respirar y sus cuerpos se han endurecido nuevamente vuelven a la vida.
Él nos ha mostrado innumerables evidencias, por lo que no podemos dudar en lo absoluto.
Dios nos mostrará más obras de Su poder por medio de esta iglesia para demostrar que la obra de la resurrección sí es verdadera.
Él le mostrará al mundo que Dios el Creador, quien puede revivir a los muertos, está realmente vivo.
Él ya nos ha mostrado suficientes evidencias para creer, pero aun así hay personas que siguen dudando, debido a que esta generación está llena de pecado.
Cuando Lázaro murió de una enfermedad, una persona dijo: "¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera?"
Incluso después de mirar la gran señal de hacer que el ciego vuelva a ver, había personas que no podían creer completamente en el poder de Jesús.
Por lo tanto, Jesús mostró una gran obra de poder al revivir a una persona muerta.
Este es el corazón del Señor, y del Padre Dios. Él quiere que todas las almas en absoluto tengan fe verdadera y que reciban salvación.
La resurrección sólo puede realizarse por el poder de Dios, en quien nosotros creemos.
Ruego en el nombre del Señor que siempre que recordemos Su resurrección, y cuando veamos las obras poderosas, nuestra fe en la resurrección y la esperanza por el Cielo pueda aumentar.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
¿Qué representa la "resurrección"?
En segundo lugar, la resurrección representa la gloria que Dios nos ha dado.
1 Timoteo 6:16 dice: "el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El sea la honra y el dominio eterno. Amén".
¡Dios el Padre es un ser hermoso!
Él existe desde la eternidad hasta la eternidad, y Él habita en la luz que es inaccesible para el hombre natural.
Dios en sí no tiene tinieblas, y el espacio en el cual Él habita en un espacio de luces hermosas.
Es un lugar tan bello y misterioso e indescriptible.
Dios gobierna sobre todo el universo morando en ese lugar espiritual.
Él es digno de recibir toda la gloria.
Pero Dios el Padre deseó compartir esta gloria con nosotros en lugar de disfrutarla sólo.
El planificó la cultivación humana para que podamos también habitar en el espacio de luces hermosas eternamente sin morir por siempre.
Dios creó al primer hombre Adán como un espíritu vivo, y lo puso en el Huerto del Edén para vivir ahí, el cual es un lugar espiritual.
Pero la vida en el Huerto del Edén no le podía dar al hombre la gloria completa que Dios nos quería dar.
Dios el Padre quería que Adán habitara en el espacio de luz donde Él moraba y deseaba compartir amor con Él.
Adán experimentó la relatividad de las cosas sólo luego de cometer pecado. Entonces llegó a disfrutar la felicidad eterna en el Cielo luego de llegar a ser un hijo que entendió el amor de Dios.
El Cielo es completamente diferente al Huerto del Edén en sus dimensiones.
Pero también en el cielo hay diferentes glorias.
Comenzando con el Paraíso, hay el 1er, 2do, y 3er reino de los cielos y la Nueva Jerusalén.
La gloria que Dios el Padre quiere darnos finalmente es la gloria de la Nueva Jerusalén.
Él quiere guiarnos al lugar que tiene la gloria y el honor más hermoso y grandioso.
Por lo tanto, Dios nos envió su Hijo unigénito, Jesús, y también sin ninguna duda nos envió al Espíritu Santo.
Nos redimió de nuestros pecados por medio de la sangre de Jesús, y nos dio la gloria de no morir jamás, y aún si morimos corporalmente, Él nos permite vivir de nuevo si hemos creído en el Señor.
¡Que honor tan grande es para un cuerpo muerto volver a la vida una vez más!
También, aquellos que creen en el Señor y están vivos, se pondrán el cuerpo espiritual sin ver la muerte y ser arrebatados con vida al espacio espiritual.
¡Cuán glorioso será para un cuerpo perecedero ser transformado a un cuerpo espiritual e imperecedero!
Además, cuando vayamos al Cielo en el reino espiritual, disfrutaremos la magnificencia y hermosura del reino espiritual, compartiendo nuestro amor con Dios.
¡Por lo tanto, cuán bueno es nuestro Padre Dios!
Dios el Padre nos bendijo de una manera que también podemos disfrutar tal gloria celestial en esta Tierra hasta cierto punto.
Él permite que nos demos cuenta y experimentemos las cosas que pueden ocurrir sólo en el espacio de la luz de Dios a la medida que habitemos en la luz, es decir en la verdad.
Jeremías 33:3 dice: "Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces".
Cuando nuestra iglesia creyó en las promesas de Dios y le clamó, Él nos mostró las cosas secretas, las cosas espirituales.
Él nos ha hablado acerca de los asuntos espirituales con detalle.
Él siempre nos permite experimentar el asombroso poder de Dios.
Y también nos permite manifestar el asombroso poder de Dios.
Juan 14:12 dice: "En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre"; este verso se cumple en la actualidad.
Mientras el fin se acerca, se está predicando a Dios el Creador a numerosas almas a través de estas obras de Dios.
Aquellos que se dirigían hacia la muerte están recibiendo salvación.
Y le estamos dando toda la gloria a Dios.
Una vez que Dios recibe la gloria, entonces Él quiere compartir Su gloria con Sus hijos.
Él quiere que nosotros estemos en posiciones gloriosas, brillando como el sol, no sólo en este mundo sino también en el Cielo. Él desea esto más de lo que nosotros lo deseamos.
Jesús dijo lo siguiente en Juan 13:32: "Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida".
Ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan participar no sólo en la gloria de la resurrección, sino también en la gloria, brillando como el sol.
Apreciados hermanos y hermanas en Cristo,
En tercer lugar, la resurrección representa el gran amor de Dios el Padre.
Nosotros éramos el tipo de personas que ni siquiera podíamos imaginar vivir en el Cielo.
Una vez que nuestras vidas se terminaban en la Tierra, nuestros cuerpos se convertían en polvo, y estábamos destinados a ser arrojados al fuego eterno del Infierno.
Pero ahora, podemos disfrutar una vida feliz en el Cielo eternamente.
Es porque Dios el Padre entregó a Su Hijo unigénito Jesús a la muerte.
Jesús, quien es Dios en origen, no tuvo ninguna razón para tomar el cuerpo humano o para sufrir la muerte.
Pero Él se sometió a todos los sacrificios para salvarnos de la muerte.
El fue asesinado miserablemente en la cruz.
Pero debido a que Él no tuvo ningún pecado en sí, fue resucitado por el poder de Dios.
Juan 11:25-26 dice: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás".
Por medio de Su resurrección, nos dio la esperanza para tener cuerpos espirituales y entrar al reino espiritual.
Todo esto es el gran amor de Dios el Padre.
Dios el Padre adoptó a los enemigos que mataron a Su Hijo unigénito, Jesús, como Sus hijos.
El limpió con la sangre de Su hijo sus corazones y cuerpos manchados por el pecado.
Luego, les permitió que lo llamaran Abba Padre, el Dios que es tan grande, hermoso y bueno.
También Él nos dio moradas hermosas para tener descanso eterno.
Tal como los padres decorarían las habitaciones de sus hijos, Él está preparando nuestras moradas, las cuales están llenas de las cosas que nosotros deseamos.
No sólo el segundo Cielo, donde se realizarán los 7 Años de las Bodas del Cordero, sino también el cuarto Cielo donde Dios habita y el tercer Cielo, el cual es el Reino de los Cielos; son todos espacios misteriosos y gloriosos.
Anteriormente, no podíamos ir a estos lugares o vivir allí.
Pero cuando llegue el momento, Dios nos vestirá con el cuerpo espiritual y lino blanco, y nos llevará a las Bodas del Cordero.
Después de las Bodas y el Reino Milenario, nos llevará al lugar de morada en el Cielo que Él ha preparado para nosotros.
Allí viviremos por siempre compartiendo nuestro amor con el Dios Trino.
Para que nosotros podamos recibir este tipo de amor, Dios el Padre ha estado esperando mientras considera mil años como un día y un día como mil años.
La resurrección es el fruto de esta espera.
Sólo para retribuir este gran amor, librémonos de cualquier rastro de los pecados, que causó que Jesucristo sea crucificado.
Al hacer esto, ruego en el nombre del Señor que ustedes estén en el seno del Señor teniendo un cuerpo resucitado más brillante.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
En 1 Corintios 15:3-6 el apóstol Pablo dijo lo siguiente: "3Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5que se apareció a Cefas y después a los doce; 6luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen".
Como ya mencioné, muchas personas fueron testigos de la muerte y la resurrección del Señor.
Los discípulos esparcieron las buenas nuevas a Judea, Samaria, Asia Menor, y Roma, y luego muchos predicadores lo esparcieron a todo el mundo.
Esas buenas nuevas también llegaron a nosotros.
Y ahora, las buenas nuevas regresaron a la tierra de Israel, donde el Señor resucitó, con las obras poderosas que confirmaron que la resurrección fue verdadera.
Por medio de estas obras poderosas, muchas almas fueron reafirmadas en la resurrección del Señor.
Mientras más vivan ustedes para otras almas en vez de sus propias vidas, que volverán a ser un puñado de polvo, tendrán fe más firme en la resurrección.
También, tendrán ojos espirituales más claros para que puedan ver en la resurrección el poder eterno y la naturaleza divina de Dios, la gloria que Él nos dará, y el gran amor de Dios el Padre.
Si nos damos cuenta de los significados contenidos en la resurrección, no podemos hacer nada más que darle las gracias y gloria a Dios el Padre.
Desde hoy, ruego en el nombre del Señor que ustedes siempre estén agradecidos y den gloria a Dios el Padre todos los días de su vida, y también en el Reino Celestial.
[¡Amén!]