[Filipenses 3:8]
11-04-2010 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Filipenses 3:8]
"Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo".
Este es el Servicio Devocional del 2010 para la Misión Canaán y para la Universidad.
Demos toda la gloria y el agradecimiento a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este servicio devocional. Yo también doy las gracias a todos los devotos que se han preparado para este servicio con todo su corazón, toda su mente y toda su alma.
Amados devotos, ustedes tienen mucho más potencial y libertad que aquellos que están casados. Ustedes no están ligados a esposas ni hijos. Así que, tienen más tiempo libre, lo cual quiere decir, que tienen total libertad para dirigir sus vidas en la fe.
Ustedes tienen más opciones para mejorar sus habilidades y para planificar su futuro. Sin embargo, cuando ustedes hacen planes o eligen hacer algo, hay una pregunta importante que tienen que hacerse a ustedes mismos, "¿Para qué estoy haciendo esto?".
Los estudiantes universitarios en estos días, tienen que tener no solamente un buen GPA (Índice Académico Promedio) sino que más que antes, tienen que prepararse para muchas otras cosas, para así poder obtener trabajo en buenas empresas. Incluso después de obtener un trabajo, ellos tienen que estudiar constantemente idiomas extranjeros u obtener otras clases de certificados por medio de entrenamientos personales. También creo que ustedes miembros de la misión Canaán y miembros de la universidad están haciendo su mejor esfuerzo.
Ahora, ¿Cuál es el propósito de hacer todas estas cosas? Si ustedes tienen fe, probablemente dirán que es por la gloria de Dios.
Y sí, esa es la respuesta correcta. Ustedes se han esforzado y han trabajado duramente no solamente para disfrutar de la gloria perecedera de esta tierra, donde permanecemos solamente por un instante. Ustedes trabajan duramente para darle gloria a Dios a través de sus vidas.
Además, ustedes se esfuerzan porque están esperando recibir las recompensas en el Cielo. Entonces, ¿Cuán profundamente están comprendiendo el valor del reino de los Cielos?
A través de este mensaje, quisiera hacerles las siguientes dos preguntas. "¿Cuál es la cosa más valiosa de su vida?". Y "¿Qué es lo que consideran de mayor valor en el presente?".
Algunas personas tienen conocimiento de la palabra de Dios y dicen que están viviendo por la gloria de Dios con la esperanza por el reino de los cielos. Más sin embargo, muchos de ellos siguen lo que ellos desean en lugar de seguir la voluntad de Dios.
Nosotros tenemos solamente una vida. Por lo tanto, no podemos invertir nuestras preciosas vidas en algo que es tan sin sentido y sin valor.
En este momento, permítanme presentarles algunos patriarcas de la fe que descubrieron lo que verdaderamente es lo más valioso y dedicaron sus vidas para obtenerlo.
A través de sus bellas historias de vida, yo espero que ustedes también tengan presente una vez más lo que tiene mayor valor.
Yo oro en el nombre del Señor para que cada uno de ustedes invierta toda su vida para poseer aquello que tiene más valor.
[Mensaje principal]
Amados devotos, el primer patriarca de quien les hablaré, es el apóstol Pablo.
Pablo era un judío, el elegido de Dios, y un Fariseo que guardaba estrictamente la ley. Él nació como ciudadano del Imperio Romano, y estudió bajo la tutoría de Gamaliel, quien era el mejor erudito de ese tiempo. Él tenía las más altas calificaciones tanto física como espiritualmente, y por lo tanto, tenía mucho orgullo propio. Gustaba mucho de ganar en los debates con otros haciendo uso de su conocimiento, y nunca aceptó que estaba equivocado. Estaba lleno de orgullo, pero a partir del momento que se encontró con Jesús durante su camino a Damasco, su vida cambió completamente.
Él consideró todas las cosas como basura, cosas que solía considerar como valiosas y que le eran agradables. Y esto fue porque él obtuvo la cosa más valiosa del mundo, que es el eterno reino de los cielos. Para él, Dios Padre, quien le había entregado el Cielo, era tan precioso, y creer en Jesucristo era tan precioso. Por esta razón, Pablo hizo su mayor esfuerzo para predicar el evangelio y así lograr que otras personas también pudieran alcanzar el Cielo.
Filipenses 3:7-9 dice, "Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él".
Como él dijo, Pablo lo entregó todo, y estimó todas las cosas, incluso las que solía considerar valiosas, como basura. Él entregó su riqueza, su fama, y su tiempo; y recibió lleno de gozo las duras persecuciones y los sufrimientos, si eran a causa de predicar el evangelio.
Hechos 20:24 dice, "Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios".
Amados devotos, incluso las cosas muy valiosas de este mundo cambian su valor con el paso del tiempo. El conocimiento, el dinero, el inmenso poder, o la fama no pueden durar por siempre.
La gente come tantas clases de comidas saludables, se ejercitan, usan maquillajes de buena calidad, e incluso se someten a cirugías cosméticas, más sin embargo nadie puede detener el envejecimiento. Todas las cosas en esta tierra finalmente cambiarán o perecerán. Pero si ustedes tienen el Cielo en su corazón, su valor nunca cambia.
Al grado en que el nivel de su fe y de la bondad de su corazón aumente, el valor del Cielo solamente aumentará. Mientras su alma prospera, todas las cosas irán bien, estarán saludables, y su poder espiritual aumentará.
Entre más desechen su codicia, mayor será la bendición que podrán recibir de Dios y más grande la gloria que podrán disfrutar en el Cielo. Aun cuando ustedes puedan disfrutar del más grande honor y esplendor en esta tierra, esto no puede ser siquiera comparado con la gloria del Cielo.
El apóstol Pablo vio el Paraíso y el Tercer Cielo, y esto fue más que suficiente para considerar todas las glorias de la tierra como basura.
Amados miembros de la universidad y de la Misión Canaán, ¿hay alguno entre ustedes que aun no haya desechado su amor por el mundo? ¿Existe la posibilidad que ustedes sigan la lujuria de los ojos, la lujuria de la carne, y el orgullo de la vida?
Si ustedes desechan la carne, se volverán muy felices. Comprenderán y pensarán, "La carne realmente es como basura. ¿Por qué no pude desecharla más rápidamente? ¡Yo debí haber llegado al espíritu mucho antes que esto!"
Pero si ustedes solamente saben que tienen que desechar la carne pero simplemente se aferran a ella, tendrán aflicciones y sufrimientos en su corazón. No son sus circunstancias ni las otras personas las que hacen que su vida cristiana sea difícil. Ustedes mismos están haciendo que sus vidas sean difíciles porque no desechan su persistente inclinación por el mundo.
2 Corintios 5:13-14 dice, "Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros. Porque el amor de Cristo nos constriñe,".
Yo espero que ustedes avancen hacia el más precioso Cielo con todo su corazón, mente y alma; estando en el amor de Cristo que nos constriñe. Al hacer esto, yo espero que ustedes puedan confesar que han vivido una vida sin reproches cuando pronto se encuentren con el Señor.
Amados devotos, en segundo lugar, permítanme hablar sobre Nicodemo y sobre los creyentes de la iglesia primitiva quienes reconocieron lo que tiene verdadero valor. El factor común aquí es que ellos no tenían temor porque conocían el verdadero valor.
Primero, Nicodemo era un Fariseo y un gobernante de los judíos. Él vino a Jesús durante la noche y escuchó sobre el nacer de nuevo y sobre el secreto de la vida eterna. Él pensó que Jesús era un hombre de Dios, pero él aún conservaba algo de temor en su mente. Así que, vino a Jesús de noche cuando nadie podía verlo.
Pero más tarde este Nicodemo cambió completamente. Él abiertamente y audazmente habló por Jesús delante de los Fariseos que estaban planificando matar a Jesús. Él señaló sus errores diciendo en Juan 7:51, "¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?".
Y después de la crucifixión, él llevó una mezcla de mirra y áloes para el funeral de Jesús. ¿Qué fue lo que trajo este cambio? Al conocer a Jesús, Nicodemo obtuvo la verdad que estaba anhelando desesperadamente, y él reconoció el verdadero valor de la vida.
Debido a que este verdadero valor era tan preciado, él obtuvo la valentía para decir que lo que era correcto aun cuando esto significaba que él podía perder su alta posición y su poder, o incluso su vida. Lo mismo se aplica a los mártires de la iglesia primitiva.
Desde la resurrección del Señor hasta que la cristiandad se volvió oficial en el Imperio Romano en el año 313 DC, hubo severas persecuciones en contra de los cristianos. Los creyentes tuvieron que enfrentar muchas persecuciones solamente para mantener su fe, aun cuando ellos no hacían ningún mal.
Nosotros también encontramos la siguiente clase de registro.
Durante una noche en el año 32 DC, cuarenta hombres estaban desnudos y de pie sobre un lago congelado. En una legión romana, 40 soldados desobedecieron la orden del Emperador Romano de inclinarse delante de un ídolo, y ellos fueron martirizados.
Ellos eran excelentes soldados con obras meritorias, así que tuvieron una oportunidad para vivir si solamente se inclinaban delante de un ídolo. Pero ellos simplemente se motivaron uno a otros y cantaron alabanzas a Dios. Mientras la noche oscurecía, el sonido de la alabanza se volvió más débil. Pero un guardia que estaba observándolos a la orilla del lago escuchó algo extraño. Él escuchó una alabanza que provenía desde arriba, ¡"40 buenos soldados de Cristo, 40 mártires, y 40 coronas"!
Pero entonces, la alabanza cambió repentinamente, ¡"39 buenos soldados de Cristo, 39 mártires, y 39 coronas"! En ese momento, este guardia vio a uno de los 40 que no pudo soportar el frío, caminando para salir del lago. Al ver a este hombre, él puso a un lado su arma y se despojó de sus ropas y caminó hacia el centro del lago. Él dijo, "Ponte esta ropa. ¡Yo te reemplazaré!". Entonces, este guardia pudo escuchar el sonido de la alabanza diciendo, ¡"40 buenos soldados de Cristo, 40 mártires, y 40 coronas"! Escuchando esta alabanza de ángeles, este guardia se convirtió en un mártir junto a los otros soldados.
Esta fue una experiencia momentánea, pero este guardia reconoció el verdadero valor, y tomó la decisión de entregar su vida.
Aparte de estas personas, muchos otros creyentes más vencieron persecuciones para mantener su fe. Sus posesiones eran arrebatadas, ellos eran encarcelados, eran exiliados y tenían que trabajar en campos de trabajo. O, tenían que esconderse en cavernas bajo tierra y vivir sin ver la luz del sol. Si ellos eran capturados, después de ser torturados se convertían en presa de leones o eran crucificados. Fueron tantas las clases de maldad que fueron infligidas que es difícil mencionarlas.
Algunos registros dicen que ellos quemaban a los creyentes para iluminar en medio de la oscuridad de la noche. Algunos de los mártires fueron generales militares o sus esposas, junto a granjeros pobres y esclavos. Algunos eran hombres jóvenes y saludables, otros eran débiles y viejos. Y otros incluso eran pequeñas niñas. Ellos se fortalecían unos a otros para conservar su fe. Aun cuando estaban delante de fieros leones, ellos aceptaban su muerte estando en paz, alabando a Dios.
Nosotros podemos comprender que reconocer el verdadero valor puede hacer que la gente sea muy valiente. Aun los niños pequeños o las débiles señoras no tendrán temor si tienen esperanza por el Cielo y por el verdadero amor.
Pero aquellos que siguen los deseos de esta tierra, no pueden tener esta valentía aun cuando son hombres jóvenes y fuertes. Además, incluso en medio de los creyentes, aquellos que tienen muchos pensamientos carnales, tendrán muchas agonías cuando traten de decidir algo. En el momento en que ellos tengan que tomar una decisión para agradar a Dios o a los hombres, o sacrificarse a sí mismos o buscar su propio beneficio, ellos tendrán dificultad decidiendo de acuerdo a la verdad.
Ellos pensarán así, "Yo estaré en una situación difícil si escojo este camino, y ¿es este el único camino de la fe? ¿Qué pensarán las otras personas sobre mi concerniente a esta decisión?". Pero finalmente, ellos escogen comprometerse con el mundo.
Sin embargo después de esto, ellos no están en paz ni tienen descanso. Ellos más bien sufren con otra clase de agonías.
"Yo no actué con fe, y me siento avergonzado delante de Dios. No me siento seguro e incluso no tengo fortaleza para orar". Pensando de esta forma, ellos pierden la llenura del Espíritu. Ellos no se arrepienten de no haber actuado con fe, sino que se siente desanimados y deprimidos en su corazón.
Pero si ellos realmente creen en la gloria del Cielo, no actuarán de esta forma. Ellos no se preocupan de llegar a perder sus posesiones, y no se comprometen con el mundo pensando en las opiniones de la otra gente mundana.
Ellos tienen fe y esperanza por el Cielo, y aman a Dios quien les ha dado esa esperanza. Así que, ellos pueden hacer todo con confianza y seguridad. Además debido a que creen en ese amor, ellos prontamente pueden darse la vuelta y cambiar cuando descubren sus defectos y sus faltas.
1 Juan 4:18 dice, "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor".
Yo espero que ustedes estén seguros como Nicodemo y como los creyentes de la iglesia primitiva. Yo les insto a que sean humildes y que busquen el beneficio de los demás todo el tiempo, y a que se vuelvan valientes como leones para la gloria de Dios.
Amados devotos, en tercer lugar, permítanme hablarles sobre los 'Dos Testigos' que han reconocido el verdadero valor.
Por supuesto, para ser más precisos, ellos habrán reconocido el valor verdadero. Su ministerio, el cual está escrito en el libro del Apocalipsis, será desarrollado durante los 7 años de la Gran Tribulación.
Desde su niñez ambos han sido creyentes del judaísmo, pero tienen sed por la verdad en sus corazones. Ellos mantienen un conflicto constante en su corazón pensando, "¿Es esta fe realmente verdadera? O ¿Es el Cristo de quien hablan los cristianos? ¿Es mi fe sin sentido?"
Ellos han estado orando a Dios para que les muestre lo que es la verdad y para que les de evidencia. Que ellos acepten a Jesucristo significa que tienen que abandonar todo lo que tienen en sus vidas y en su sociedad. Además, esto no es algo fácil de renunciar en esta tierra durante el período de los 7 años de tribulación, arriesgando su vida para predicar el evangelio.
Ellos darán muestra de un gran poder de Dios en su ministerio y la gente sentirá temor de ellos, pero cuando el tiempo llegue, serán capturados por los anti-cristianos y serán martirizados.
Cuando ellos sean martirizados, no serán solamente asesinados. Cuando Dios estaba explicando sobre el libro del Apocalipsis, una vez Él dijo lo siguiente.
Él dijo que si nosotros solamente pudiéramos ver cómo ellos superan las torturas infligidas en ellos, podríamos comprender cuan firmes son sus corazones internos.
Entonces, ¿Cómo aceptarán ellos al Señor?
En cierto momento cercano a los 7 años de Tribulación, ellos estarán en contacto con el evangelio de la santidad y con las poderosas obras del Dios, y entonces, comprenderán el verdadero valor.
Ellos reconocerán que Jesucristo es el verdadero Salvador de la humanidad y el Mesías por quien ellos habían esperado. Comprenderán que sus oraciones para comprender la verdad han sido contestadas.
Ahora, al llegar ellos a reconocer lo más valioso, decidirán entregar sus vidas por el Señor. Aun cuando son dejados sobre esta tierra para los 7 años de Tribulación, aun cuando sean perseguidos por el poder del anti-Cristo, su fervor por cumplir su deber nunca se enfriará.
Después de cumplir con su deber, ellos alcanzarán una posición en el Cielo que es gloriosa al más alto grado.
Amados miembros de la universidad y de la Misión Canaán, ustedes tienen ya toda la evidencia por la cual los Dos Testigos se aferrarán y se convertirán en mártires. De hecho, ustedes tienen más de lo que ellos tendrán. Ustedes han escuchado tantos mensajes espirituales, y han experimentado el sorprendente poder de Dios cada semana.
Yo espero que su corazón interno permanezca derecho y firme como ese de los Dos Testigos.
Yo espero que su confesión de amor por el Señor, sus promesas al Señor de santificarse, y su ardiente esperanza por la Nueva Jerusalén nunca cambien. No pierdan la gracia que han recibido a través de este servicio devocional.
Al hacer esto, yo les insto firmemente a que se reúnan conmigo en la Nueva Jerusalén.
[Conclusión]
Amados devotos, Hebreos 12:1-2 dice, "Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios".
Jesús nos prometió, a los creyentes, la más preciosa gloria del Cielo tomando los sufrimientos de la miserable cruz.
Muchos patriarcas que recibieron esta promesa del Cielo nos dieron muestra de un ejemplo de fe. Además, ustedes siempre me han visto desechando todas las cosas mundanas y solamente marchando hacia el precioso Cielo.
¿Cuál fue el momento más feliz en su vida? ¿Alguna vez han recibido tanta llenura del Espíritu y gozo en su corazón que han deseado que el tiempo se detenga justo allí? En el Cielo, hay felicidad y gozo, que no pueden ser comparados con esa felicidad, y ésta será eterna. Ustedes podrán disfrutar de todas las cosas que han deseado en esta tierra, pero con mucho más gozo.
Yo espero que ustedes estén llenos de este Cielo en su interior. No se olviden de la gloria de Dios Padre que pronto será revelada delante de sus ojos.
Yo oro en el nombre del Señor para que solamente marchen hacia el verdadero valor en cada momento de sus vidas.
[Amén]