[Mateo 13:3-9]
11-04-2010 | Rev. Jaerock Lee
[Pasaje bíblico]
Mateo 13:3-9
[3] Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. [4] Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
[5] Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
[6] pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
[7] Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
[8] Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
[9] El que tiene oídos para oír, oiga.
Este pasado invierno se sintió frío de manera inusual, tanto en el cuerpo como en la mente de la mayoría de personas.
Pero mientras este invierno pasa, la primavera finalmente llegará.
Podemos sentir el cambio de estación más vívidamente en las áreas rurales que en la ciudad.
En la primavera, nuevos brotes salen a la luz uno por uno, y las colinas y los terrenos se ponen de color verde.
Aquellos granjeros que pudieron tomar un descanso luego de las cosechas de otoño, estarán ocupados nuevamente preparando el nuevo año de cultivos.
Ellos repiten lo que han estado haciendo durante los años pasados.
Primero, ellos cultivan la tierra para prepararla bien para sembrar las semillas.
Ellos remueven la tierra endurecida y suavizan el suelo.
Recogen las rocas y las piedras
También fertilizan el campo.
Para tener una cosecha abundante, tienen que esforzarse al máximo en cada uno de estos procesos.
Por supuesto, aunque ellos se esfuercen al máximo, quizás no tengan una buena cosecha porque la cantidad de luz solar, viento, lluvia y temperatura no sea la correcta.
Es por eso que los granjeros siempre están nerviosos aunque ellos trabajen duro.
Pero es un poco diferente cuando cultivamos nuestro corazón.
Si cultivamos nuestro corazón en una buena tierra, tendremos abundante cosecha cada vez que sembremos las semillas.
Cosecharemos 100, o 60 o por lo menor 30 veces más en el cultivo.
Una abundante cosecha de fruto está garantizada, por lo tanto no tenemos que preocuparnos acerca de que los cultivos sean arruinados.
Ya no tenemos que cultivar la tierra.
¡Que bueno es esto!
Se necesita de un gran esfuerzo en el proceso de cultivar la tierra, pero una vez que la cultivamos en buena tierra, podemos sentir el gozo de cultivar la tierra de nuestro corazón.
Siempre nos podremos gozar por sembrar y cosechar.
¿Hay alguien entre ustedes que simplemente mantiene su tierra del corazón como la de junto al camino, con pedregales, o espinos; que no produce ningún fruto y sufre todo el tiempo?
Si ese es su caso, le animo a que se esfuerce un poco más por cultivar la tierra de su corazón en buena tierra.
Aquellos que tengan una buena tierra, tendrán un corazón que obedecerá todo lo que escuche en la Palabra.
Isaías 1:19 dice: "Si queréis y obedecéis, comeréis lo mejor de la tierra".
En este año, espero que ustedes llenen la tierra de sus corazones con buena tierra para que puedan cosechar hermosos frutos en espíritu y cuerpo.
Oro en el nombre de nuestro Señor que ustedes tengan abundante gozo por cultivar la tierra de sus corazones.
Mensaje
Amados hermanos y hermanas en Cristo, ¿qué tipo de terreno es aquel que tiene buena tierra?
Mateo 13:8 dice: "Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno."
Un terreno con buena tierra es aquel que produce fruto abundante cuando las semillas son sembradas.
Es decir, si ellos escuchan la Palabra de Dios, la ponen en práctica y producen mucho fruto.
La buena tierra no tiene elementos que impidan que la raíz crezca. Por lo tanto, la fuerza vital de la tierra estará vigente al grado más alto.
Una semilla puede producir fruto 100, 60 o por lo menos 30 veces más fruto.
En contraste a la tierra junto al camino, con pedregales y con espinos que hasta ahora hemos aprendido, les hablaré acerca de las características de la buena tierra.
Hasta ahora ustedes han cultivado diligentemente la tierra de sus corazones.
Al escuchar este mensaje, quiero pedir que examinen cuán cerca está su tierra de ser buena tierra.
Primero, la buena tierra no es dura como la de junto al camino, sino que es suave.
El corazón que es como la tierra junto al camino esta llena de arrogancia y marcos de pensamientos que se han endurecido en un período de tiempo.
Es por eso que ellos no pueden aceptar la Palabra de Dios en sus corazones.
Ellos dudan o juzgan la Palabra.
Pero a diferencia de esta tierra junto al camino, la buena tierra es suave.
Cuando las semillas son sembradas en buena tierra, la tierra blanda abraza la semilla para ser plantada adecuadamente.
También, la tierra contiene aire y agua, por lo tanto las semillas no sólo pueden ser plantadas sino que crecen muy bien.
De la misma manera, el corazón de buena tierra acepta toda la Palabra de Dios muy bien.
No hay tal cosa como que ellos aceptan la palabra si es que les gusta y no la aceptan si es que no les gusta.
No hay oportunidad para el ave, llamada Satanás, para comerse la Palabra.
Por ejemplo, el estudio de Génesis que estoy compartiendo en estos días contiene conocimiento espiritual muy profundo.
¿Y cómo están escuchando este mensaje?
¡Muchas personas absorberán el mundo como la esponja absorbe el agua!
Por supuesto, el contenido es muy profundo, y quizás tome algún tiempo para entenderlo completamente.
Pero yo creo que ustedes no juzgarán o serán incrédulos respecto al mismo.
Ya que ustedes anhelan el reino espiritual, se regocijan más cuando escuchan acerca de nuevas cosas y cosas más profundas del reino espiritual.
Aún para mí, había algunas cosas que eran desconocidas cuando Dios me explicaba de los asuntos en la Biblia.
Pero yo simplemente creía todo lo que Dios me explicaba.
Aun cuando Él me hablaba acerca de reino espiritual, del cual no había escuchado anteriormente, nunca lo dude.
Es porque creo en todos los 66 libros de la Biblia.
Si no lo aceptaba era sólo porque eran desconocidas y no las podía entender, ¿cómo podía entender el reino espiritual?
Salmos 119:103 dice: "¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!, más que la miel a mi boca".
Aquellos que tienen la buena tierra en el corazón harán una declaración como la que está en este Salmo sobre cada vez que ellos escuchen la Palabra de Dios.
Oro en el nombre del Señor que esta declaración sea también su confesión.
Hermanos y hermana, al haber escuchado hasta ahora, hay alguno de ustedes que piensan: "¡Oh, yo siento que la Palabra de Dios es dulce como la miel, ¡por lo tanto mi corazón debe estar cerca de ser buena tierra!"
Entonces, me gustaría que también ustedes examinen los próximos puntos.
Segundo, la buena tierra no tiene piedras en ella.
Como ustedes ya han escuchado anteriormente, aquellos que tienen pedregales también aceptarán la Palabra con gozo.
Aunque lo de ellos es fe carnal, creen en la Palabra, pero no la ponen en práctica.
La buena tierra es diferente a esta tierra con piedras. Aquellos con buena tierra no sólo creen sino que también la ponen en práctica.
La buena tierra no tiene pedregales, por lo tanto la Palabra hará raíz rápidamente.
Es decir, no tienen ningún obstáculo en poner en práctica la palabra que escuchan.
Ya que ellos no aman al mundo, no dudan o batallan en contra de ellos mismos en obedecer la Palabra.
Ya que no tienen falsedad en sus corazones que les impide poner en práctica la verdad, no es difícil para ellos poner en práctica la Palabra de Dios.
No importa lo que quizás escuchen de la Palabra, ellos sólo obedecen con un "Sí" y "Amén".
Aún en persecuciones, o aunque se sientan que están parados en el filo de una cima, sus responsabilidades no cambiarán.
Es debido a que ellos son felices tan sólo obedeciendo la Palabra de Dios.
¿A quién recuerdan ustedes cuando oyen las palabras "Sí" y "Amén"?
2 Corintios 1:19 dice: "Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, que fue predicado entre vosotros por nosotros (por mí y Silvano y Timoteo) no fue sí y no, sino que ha sido sí en El".
Quizás piense que es obvio que Jesús obedezca ya que Él es el Hijo de Dios.
¿Pero en realidad es así? En el punto de vista físico, la vida de Jesús fue una continuidad de situaciones donde la obediencia era muy difícil.
Voy a comenzar justo con su venida a la Tierra.
Jesús es uno en origen con Dios, y tuvo que nacer teniendo un cuerpo natural en este mundo.
Aún durante Su ministerio, no tuvo ningún privilegio sólo por ser el Hijo de Dios.
Sino al contrario, las reglas de la justicia se aplicaban más estrictamente.
El enemigo diablo y Satanás incesablemente incitaron a personas malvadas a buscar una justificación para matarlo.
Cuando Jesús, quien es la luz en sí mismo, predicó la verdad, aquellos que se encontraban en autoridad lo persiguieron.
Pero Jesús simplemente vivía por la Palabra de Dios y servía a las almas.
Él tenía compasión aún por aquellos que tenían pensamientos malvados, he intentaban enseñarle a Él con la verdad.
Él no se estremeció por ninguna clase de amenaza. Simplemente obedecía la voluntad de Dios hasta la muerte.
Él se entregó a sí mismo como un sacrifico expiatorio para aquellos pecadores que lo estaban crucificando.
Como mencioné antes, aquellos con el corazón como buena tierra obedecerán la Palabra de Dios en cualquier tribulación, prueba, o persecución.
Para aquellos que aun tienen una fe débil, quizás se les haga difícil vivir sólo por la voluntad de Dios.
Pero en realidad esto no es algo para nada difícil.
Si tan sólo ustedes remueven las piedras de sus corazones, no será para nada difícil.
Es difícil obedecer la Palabra porque aun tienen piedras en sus corazones.
Supongamos que algunas autoridades del gobierno vinieran aquí y me amenazaran si yo no detuviese el servicio de adoración, ¿me estremecería por eso?
¿Estaría tentada mi mente si me ofrecieran millones de dólares? No me estremecería para nada.
Es porque el amor de Dios el Padre y el del Señor son más preciosos que cualquier tesoro o incluso mi propia vida.
Este tipo de cosas no pueden ser una tentación para mí ya que no son ni siquiera una razón para incluso dudar.
Yo creo que la mayoría de ustedes tiene el mismo tipo de pensamiento.
Es debido a que ustedes han sido diligentes en remover las piedras de sus corazones.
Es decir, han desechado su amor hacia el mundo y las falsedades que les impiden vivir por medio de la Palabra.
Como ustedes desechan esas piedras, ustedes considerarán el Cielo más precioso que ninguna otra cosa.
Si ponen en práctica la Palabra, no sólo ganarán el Cielo, sino que podrán mantener un mejor lugar de morada en el Cielo. Por lo tanto es su gozo vivir de acuerdo a la Palabra.
Aquellos que tienen buena tierra en sus corazones practicarán la Palabra con gozo y entonces tendrán fruto abundante de bendiciones en sus vidas.
Este tipo de personas practicarán la Palabra aun más diligentemente en las pruebas que estando sin ellas.
De esta manera, ellos destruyen el campo del enemigo diablo y Satanás que trata de hacerlos tropezar.
En Juan capítulo 4, cuando Jesús se dirigía a Galilea desde Jerusalén, Sus discípulos le instaron a comer el alimento que ellos habían traído.
Pero en Juan 4:34 Él dijo: "...Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra".
En algunas ocasiones Jesús iba sin comer.
Pero aún así, ¿no estaría lleno y feliz sólo por hacer la voluntad de Dios y cumplir con su responsabilidad?
Yo espero que ustedes también estén felices y gozosos sólo por practicar la Palabra de Dios, a pesar de la situación que estén enfrentando.
Oro también en el nombre del Señor que ustedes estén llenos de gozo debido al fruto abundante dado por Dios cuando practican Su Palabra.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
En tercer lugar, la buena tierra no tiene espinos.
La tierra de espinos, es la situación donde la persona no puede producir cosecha debido a las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas.
Aunque los hijos de Dios viven por Su Palabra, no pueden cosechar frutos si es que siguen anhelando las cosas del mundo o la avaricia.
Ellos dicen que practican la Palabra de Dios, pero de hecho, no pueden hacerla de acuerdo a la voluntad de Dios.
Sólo pueden usar sus pensamientos carnales en todas las cosas.
Por ejemplo, cuando oran a Dios para recibir una repuesta de algo, primeramente usarán sus propios pensamientos y métodos si es que ellos son avaros.
Si se enfrentan a una tentación de riquezas del mundo, ellos incluso interpretan la Palabra de Dios de acuerdo a sus deseos y luego actúan de acuerdo con eso.
Dicen que trabajan para Dios, pero si tienen deseos de fama, quizás estén trabajando para su propia gloria.
Por lo tanto, aunque dicen estar viviendo por la Palabra, no producen ningún fruto espiritual ni físico.
Aquellos que tienen buena tierra en sus corazones, obedecerán la Palabra de Dios tal como la escuchan.
No utilizan ninguno de sus pensamientos carnales.
Ya que ellos han desechado la mente carnal de raíz, la cual es la fuente de los pensamientos carnales, ya no tienen ningún pensamiento carnal.
Ya que ellos actúan de acuerdo a la Palabra, seguramente producirán fruto en cada aspecto.
Cuando cumplen algunas tareas, lo harán de una manera hermosa y darán la gloria a Dios.
Si se están preocupando por otras almas, producirán el fruto del evangelismo y salvarán muchas almas.
Si trabajan para Dios con sus cuerpos, Él les dará salud. Si ellos dan su ofrenda monetaria, Dios les devuelve 30, 60 o 100 veces más.
Por supuesto, practicar la Palabra de Dios no puede hacerse sin ningún tipo de pensamiento.
Mateo 13:23 dice: "Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende, éste sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta".
Como ya dije, aquellos con buena tierra entenderán el corazón de Dios contenido en las Palabras que ellos escuchan.
Ellos obedecen a Dios y entienden Su voluntad en todas las cosas.
Pueden discernir la voluntad de Dios claramente y escuchar la voz del Espíritu Santo claramente ya que ellos no tienen pensamientos carnales en sus mentes.
También, hacen todo para la gloria de Dios, ya sea que coman, beban o cualquier cosa que ellos hagan.
Por esta razón, ellos pueden producir fruto abundante como ellos siembran y actúan.
El corazón que tiene buena tierra es un corazón como este.
En el próximo estudio, les hablaré acerca de tres cosas que tenemos que hacer para poder cultivar nuestro corazón en buena tierra.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, cuando Dios le mandó a Abram diciendo: "Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré", él simplemente obedeció.
Pero qué hubiera pasado si él se decidía ir, pero luego se arrepentía pensando: "¡Todo lo que he logrado en este lugar se perderá!"
O, si él hubiera dejado el hogar de su padre y se hubiera dirigido al lugar que Dios le mostró, pero a él le gustaba otra dirección y cambiaba de curso a mitad de camino. ¿Qué hubiera ocurrido?
Cuando Dios le ordenó que entregara a su único hijo Isaac, ¿qué hubiera pasado si él no podía obedecerle porque apreciaba mucho a su hijo?
Entonces la genealogía de la fe hubiera sido muy diferente.
En vez de su nombre Abraham, el nombre de otra persona hubiera sido mencionado como el padre de la fe.
Abraham pudo obedecer a Dios completamente porque el llegó a tener una buena tierra. Y por medio de él fue formada la nación escogida por Dios.
Abraham se convirtió en un verdadero hijo de Dios quien brilla como el sol en los Cielos, y recibió bendiciones sobreabundantes aquí en la Tierra.
De la misma manera que Dios el Padre llamó a Abraham, Él también los ha llamado a ustedes en este tiempo tan importante.
También quiere que ustedes den un paso adelante como buena tierra y producir fruto abundante.
Ahora, ¿Cuán lejos ha llegado usted en su marcha de fe?
¿Está seguro que dejó su país, el hogar de su padre?
¿Dice usted siempre "Sí" y "Amén" a la Palabra de Dios?
¿O, aún siente que puede ir mucho más allá?
Aun así, la distancia del viaje puede acortarse a merced de cómo usted toma una decisión.
Oro en el nombre del Señor que ustedes se decidan con firmeza y que produzcan frutos hermosos para Dios de la buena tierra; 30, 60, o 100 veces más de lo que han sembrado.
[Amén]