• Cultivar la tierra del corazón (7)

    [Mateo 13:3-9]

    18-04-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      Mateo 13:3-9
      [3] Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. [4] Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
      [5] Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; [6] pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
      [7] Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
      [8] Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
      [9] El que tiene oídos para oír, oiga.

      Este es el último estudio del tema "Cultivar la tierra del corazón".
      En este Año de Cosecha, les estoy hablando acerca de cómo cultivar la tierra del corazón y también acerca de la ley de la siembra y la cosecha.
      Durante el tiempo que estos mensajes han sido predicados, he escuchado muchos testimonios de los miembros diciendo que han recibido bendiciones al obedecer la Palabra.
      El cosechar tantas bendiciones significa que la tierra de su corazón se ha convertido más y más en buena tierra del corazón.
      Por supuesto, algunos de ustedes han cultivado buena tierra por completo.
      Las bendiciones financieras son ciertamente una gran bendición, pero el hecho de que la tierra de sus corazones se convierta más en buena tierra, es una bendición mucho más grande.
      Dios les da abundante fruto aunque ustedes no hayan cultivado buena tierra por completo debido a las cosas que nuestra iglesia ha logrado.
      Debido a esto, ustedes pueden cosechar fruto abundante al sembrar las semillas delante de Dios con fe, esperanza y amor.
      Si nosotros sembramos para el reino de Dios, Él ciertamente nos recompensará con bendiciones.
      Hasta ahora, muchos de ustedes han sembrado por diferentes ocasiones una y otra vez.
      En muchas ocasiones han dado todo lo más precioso para ustedes, como por ejemplo, el último puñado de harina en la tinaja.
      ¡Pero esa harina dentro de la tinaja nunca se acabó!
      Dios llenó la tinaja una y otra vez, y ustedes también podían dar una y otra vez.
      Dios también les ha suplido las cosas que necesitan para vivir.
      El reino de Dios fue engrandecido por medio de ustedes al sembrar de todo corazón y mente.
      Muchas almas han recibido vida y Dios ha recibido gran gloria.
      Cada vez, Dios también nos ha dado gloria y alabanza.
      Además, Él ha permitido que nosotros cultivemos justicia en nuestros corazones de manera más rápida.
      Por lo tanto, si sólo cultivamos la buena tierra en nuestros corazones, ¿cuántas cosas más nos dará Dios?
      Si ustedes sólo preparan la vasija de la bendición, Él derramará sobre nosotros todas las bendiciones que ha preparado.
      Ruego en el nombre del Señor que cada uno de ustedes puedan dar testimonios de las bendiciones.

      [Mensaje principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En el último estudio les hablé acerca de la buena tierra.
      Revisemos juntos las características de la buena tierra.
      Primero, a diferencia de la tierra dura que está junto al camino, la buena tierra es blanda.
      La tierra del corazón semejante a la que está junto al camino no puede aceptar la Palabra de Dios debido a la arrogancia, los patrones de pensamiento personales y la maldad.
      Por otro lado, la buena tierra del corazón fácilmente aceptará toda la Palabra de Dios.
      Segundo, la buena tierra del corazón no tiene piedras.
      Es decir, no tiene falsedad, la cual impide a las personas poner en práctica la verdad.
      Por lo tanto, no solamente escuchan la Palabra sino que también la obedecen con "Sí" y "Amén".
      Actúan de acuerdo a al Palabra de Dios inclusive en pruebas, dificultades o persecución.
      Tercero, la buena tierra del corazón no tiene espinos.
      Por lo tanto, obedecen la Palabra de Dios tal cual la escuchan, y no utilizan ningún pensamiento humano.
      Es debido a que ellos han desechado por completo todos los deseos de la carne, incluyendo las preocupaciones de este mundo y la avaricia por el dinero.
      La buena tierra no tiene los deseos carnales, y pueden comprender por completo el significado de la Palabra.
      Escuchan la voz del Espíritu Santo con claridad, por lo tanto obedecen la Palabra con entendimiento del corazón y la voluntad de Dios en cada aspecto.
      Ya sea que coman o beban, o cualquier cosa que hagan, lo hacen todo para la gloria de Dios, sin tener motivaciones egoístas.
      Por esta razón, cosechan fruto abundante de acuerdo a sus acciones y a lo que han sembrado.

      Hermanos y hermanas,
      ¿Se han puesto a pensar cuánto de la buena tierra tienen en sus corazones?
      En este estudio, quiero hablarles acerca de las tres cosas que necesitamos para cultivar nuestro corazón en buena tierra.
      Si ustedes tan sólo hacen estas cosas constantemente, sus corazones ciertamente se llenarán con buena tierra.
      La primera es su adoración en espíritu y en verdad ante Dios.
      Cuando Dios creó a Adán en el principio, su corazón era uno de buena tierra.
      Pero cuando Adán desobedeció la Palabra de Dios y comió del fruto prohibido, su corazón se volvió tierra infértil.
      Además, fue expulsado del Huerto del Edén y tuvo que vivir en este mundo físico.
      Ahora, ya no podía comunicarse claramente con Dios como lo solía hacer.
      Por lo tanto, Dios abrió una manera para que Adán se comunicara con Él.
      Fue por medio del ofrecimiento de sacrificios.
      El pueblo de Dios ofrecía sacrificios para comunicarse con el Dios santo y perfecto, hasta cierto punto.
      Abraham, Isaac y Jacob se comunicaron con Dios al edificar altares delante de Dios.
      Salomón conoció a Dios en sus sueños y recibió grandes bendiciones cuando él ofreció mil sacrificios.
      Al ofrecer sacrificios, los hijos de Israel fueron perdonados de sus pecados, los cuales impedían la comunicación con Dios.
      También fueron separados como el pueblo de Dios y recibieron Su guía.
      En la actualidad nosotros no ofrecemos sacrificios. En lugar del sacrificio, ofrecemos servicios de adoración.
      Jesús habló acerca de la adoración, el nuevo sacrificio, de la siguiente manera:
      Juan 4:23 nos dice: "Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad...".
      Aquí "la hora" se refiere al momento cuando el Espíritu Santo hace Su ministerio luego de la resurrección y ascensión del Señor.
      Jesús dio Su vida como el sacrificio expiatorio para reconciliarnos con Dios.
      Redimió a toda la humanidad de sus pecados con un sacrificio.
      Desde entonces, el pueblo de Dios ofrece servicios de adoración en espíritu y en verdad en lugar de sacrificios con la sangre de los animales.
      Podían comunicarse con Dios, quien creó a Adán con buena tierra en su corazón, más claramente al adorar a Dios en espíritu y verdad.
      Para tener comunicación con Dios por medio de la adoración, nuestra adoración debe ser ofrecida en espíritu y en verdad.
      Jesús nos dijo cómo los adoradores de Dios lo deben adorar, como dice a continuación:
      Juan 4:24 dice: "Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad".
      Dios es espíritu. Podemos comunicarnos con Dios sólo cuando adoramos en espíritu y en verdad.
      Aquí, adorar en espíritu significa que debemos adorar a Dios con todo nuestro corazón, junto con el Espíritu Santo en nuestro corazón.
      Es el escuchar la Palabra de Dios en la llenura del Espíritu y hacerlo nuestro pan espiritual.
      El adorar en verdad es adorar con todo nuestro cuerpo, corazón, mente y alma.
      Es darle a Dios el aroma del gozo y el agradecimiento en nuestros deberes de ofrecer oraciones, alabanzas, y ofrendas con nuestro amor por Dios.
      Cuando adoramos de esta manera, podemos recuperar rápidamente la buena tierra del corazón a través de la ayuda del Espíritu Santo.
      La rapidez con la que se cultiva el corazón será completamente diferente de acuerdo a si una persona rinde adoración en espíritu y en verdad o si no lo hace.
      Por ejemplo, si escuchan el sermón en la inspiración del Espíritu Santo, pueden entender muy bien qué tipo de corazón es el corazón de buena tierra.
      También, pueden ver claramente qué tipo de tierra tienen al reflexionar en la Palabra.
      Cuando reciben gracia especial, no sólo descubren el estado de la tierra de su corazón, sino que, mientras escuchan el mensaje, las piedras o los espinos en sus corazones son removidos.
      Por lo tanto, les animo a que examinen si es que están adorando en espíritu y en verdad o si no lo están haciendo.
      Si ustedes adoran en espíritu y en verdad, estarán felices al adorar a Dios.
      Estarán alegres al escuchar la Palabra, alabar a Dios y orar a Él.
      Por lo tanto, siempre estarán esperando por los servicios de adoración y se prepararán para los mismos con anticipación.
      Escucharán los sermones muy cuidadosamente para no perder ni una sola palabra.
      No tendrán ningún tipo de pensamientos ociosos o carnales.
      Aunque ustedes estén cansados, no tardarán en controlar el cansancio por la llenura del Espíritu.
      Cuando canten las alabanzas, ustedes le darán sus corazones a Dios en la alabanza, y orarán fervientemente.
      En cada servicio, alegremente darán ofrendas que contengan su devoción.
      Estas personas tienen diferente brillo en sus ojos, así como una actitud diferente.
      En algunas ocasiones, los televidentes de Manmin TV o GCN, testifican que se impresionan mucho por la manera en la cual nosotros adoramos en el santuario principal.
      Si ustedes no están adorando en espíritu y en verdad en este momento, les animo a alinear su modo de pensar.
      Aquellos que adoran en espíritu y en verdad continuarán haciéndolo cada día de sus vidas.
      En Romanos 12:1 dice: "Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto racional". Como ya mencioné, ellos ofrecen toda su vida como un sacrificio vivo.
      Si ustedes adoran en espíritu y en verdad, guardarán las palabras que han escuchado en sus mentes, y esa palabra será activada en su diario vivir.
      Recordarán la Palabra que han escuchado en sus vidas, por lo tanto será fácil seguir la Palabra. Mientras ustedes siguen la Palabra, ustedes experimentarán el poder en la Palabra.
      Ustedes estarán llenos del Espíritu a través del servicio de adoración, por lo tanto siempre podrán ofrecer a Dios la fragancia del gozo y del agradecimiento.
      De esta manera la tierra de sus corazones será cultivada.
      Ruego en el nombre del Señor que ustedes ofrezcan todos los servicios de adoración en las 52 semanas del año en espíritu y en verdad, para que ustedes puedan cultivar sus corazones en buena tierra.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      El segundo aspecto que nosotros necesitamos para cultivar la tierra de nuestro corazón en buena tierra es la oración ferviente.
      1 Timoteo 4:5 dice: "porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración".
      Sólo con reconocer que ustedes tienen muchas piedras y espinos a través del mensaje, no pueden desechar estas cosas por completo.
      De hecho, no podemos sacarlas por nuestra propia fuerza de voluntad.
      La tierra de nuestro corazón y la falsedad en la tierra de nuestros corazones pertenecen al reino espiritual, el cual es invisible.
      Por lo tanto, podemos desechar la falsedad de la tierra de nuestros corazones sólo a través de medios espirituales.
      Es decir, tiene que haber algún funcionamiento espiritual a través de las oraciones, de modo que podamos desechar por completo las falsedades en nosotros.
      Cuando Dios sacó a Adán y a Eva fuera del Huerto del Edén, dijo lo siguiente:
      Génesis 3:17-19 dice: "Entonces dijo a Adán: Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: "No comerás de él", maldita será la tierra por tu causa; con trabajo comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y abrojos te producirá, y comerás de las plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres; y al polvo volverás".
      Estos versos no sólo se aplican al campo físico.
      En el espíritu, esto también se aplica a la tierra de nuestros corazones.
      Podemos cultivar la tierra de nuestro corazón y cosechar fruto abundante sólo por medio del arduo trabajo de las oraciones fervientes.
      Si nosotros oramos ardientemente, podemos recibir la fortaleza para seguir la Palabra de Dios.
      La tierra de nuestro corazón también se cultiva cuando oramos.
      Es decir, el fuego del Espíritu Santo quizás derrita las piedras o queme completamente los espinos.
      Las raíces de la falsedad, es decir la naturaleza pecaminosa, es quemada. Aun las raíces delicadas y profundas serán quemadas.
      Así como removemos las piedras con excavadoras y removemos la maleza con herbicidas, podemos cultivar nuestros corazones con menor esfuerzo.
      Podremos cultivar la tierra de nuestros corazones con más rapidez si podemos hacer este trabajo todos los días.
      Por lo tanto, le animo a orar fervientemente, y también a hacerlo sin cesar.
      ¡Cuán triste sería que usted dejara de orar a la mitad del camino, cuando las piedras y los espinos están casi afuera!
      Si usted no es un nuevo creyente y si tampoco está orando, entonces debe saber que no está cultivando la tierra de su corazón.
      El rey David, a quien muchos de ustedes aman, recibió muchas pruebas hasta que pudo ser perfecto.
      Y durante eso días de pruebas duras, él siempre clamó a Dios.
      Él confesó en el Salmo 145:18 lo siguiente: "El SEÑOR está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan en verdad".
      David pudo alcanzar un corazón perfecto a través de tales oraciones veraces.
      Dios estará cerca de ustedes cuando oren de manera ferviente y ardiente con anhelo por cultivar la tierra del corazón en buena tierra.
      Él les dará alivio y responderá sus oraciones.
      Por lo tanto, les animo a orar hasta el final, hasta que cultiven un campo de buena tierra por completo.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      El tercer aspecto que se necesita para cultivar buena tierra, son sus esfuerzos por seguir la Palabra de Dios.
      Adorar en espíritu y en verdad y orar fervientemente son también actos de seguir la Palabra; estas son las tareas más básicas.
      Mientras ustedes examinan la tierra de sus corazones en el servicio de adoración, ustedes sacan las piedras y los espinos por medio de las oraciones.
      Es decir, que tienen que seguir la palabra que nos dice qué cosas no hacer o desechar.
      Dios nos dice que no debemos odiar a nuestros hermanos, por lo tanto no debemos odiarlos. Él nos dice que no debemos calumniar, por lo tanto no debemos hacer tales cosas.
      También nos dice que debemos despojarnos de la maldad, por lo tanto nos despojamos de la maldad.
      Entonces, la tierra de nuestro corazón con piedras o con espinos se convertirá en buena tierra. ¡Esto es muy cierto!
      Al mismo tiempo, tienen que sembrar. Esto significa que nosotros debemos seguir lo que la Palabra nos dice sobre hacer y guardar ciertas cosas.
      Por ejemplo, tenemos que amar, servir y ser fieles.
      Si sembramos trigo mientras cultivamos la tierra con pedregales, la tierra con piedras se convertirá en un trigal.
      Si sembramos esquejes de uvas mientras cultivamos una tierra con espinos, la tierra se convertirá en un viñedo.
      De la misma manera, si siembran la semilla de la Palabra mientras cultivamos la tierra del corazón, sus corazones de convertirán en buena tierra.
      Si ustedes ponen en práctica la Palabra de manera abrumadora, se convertirán en una mejor tierra.
      Romanos 1:17 nos dice: "Porque en [el evangelio] la justicia de Dios se revela por fe y para fe...".
      Santiago 2:22 dice: "Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada".
      Si practicamos la Palabra con fe, nuestra fe será perfecta por medio de tal acción. Esto significa que alcanzamos fe por medio de la fe.
      Es decir, aunque todavía no somos buena tierra por completo, podemos convertirnos en buena tierra si es que diligentemente practicamos la Palabra como si tuviéramos buena tierra.
      Los miembros de Manmin son testigos de ello.
      Yo creo prácticamente que ninguno de ustedes ha conocido a Dios teniendo una buena tierra desde el comienzo.
      Pero debido a que ustedes han puesto en práctica la Palabra diligentemente, sus corazones se asemejan mucho a la buena tierra. Muchos de ustedes han cultivado completamente la buena tierra.
      Por lo tanto, les animo a que diligentemente practiquen la Palabra teniendo esperanza, fe y amor.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En Lucas 8:15 se registra lo que Jesús dijo acerca de la buena tierra, como sigue:
      "Pero la semilla en la tierra buena, éstos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia".
      Como está escrito, aquellos que tienen buena tierra retienen la Palabra con corazones rectos.
      Ellos no piensan que practicar la Palabra es difícil ni dudan acerca de por qué tienen que elegir el camino angosto.
      Ellos sienten el corazón de Dios quien quiere darnos lo más precioso de la Nueva Jerusalén, por lo tanto con gran gozo retienen la Palabra.
      Para que ustedes puedan cultivar aquella buena tierra, ustedes necesitan mucha fuerza para resistir.
      Sólo aquellos granjeros que vencen el clima caliente del verano y las tormentas pueden cosechar frutos 30, 60 o 100 veces más de lo que sembraron.
      Si trabajamos diligentemente con persistencia en cada momento, seguramente tendremos nuestra temporada de cosecha.
      Para nuestra iglesia, ya hemos comenzado el tiempo de la cosecha.
      Les insto a animarse un poco más y también tener un tiempo de cosecha personal.
      Si ustedes adoran en espíritu y en verdad, oran fervientemente y diligentemente retienen la Palabra, el tiempo será más corto.
      Para el momento cuando entremos al Santuario Canaán, espero que ustedes puedan ofrecer en el altar del santuario frutos abundantes en espíritu y en cuerpo, incluyendo los frutos de la luz y los frutos del Espíritu Santo.
      Ruego en el nombre del Señor Jesús, que ustedes también los puedan ofrecer ante el trono del Padre en la ciudad de la Nueva Jerusalén.


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