[Génesis 2:7, 1 Juan 3:9]
16-04-2010 | Rev. Jaerock Lee
Antes de que un hombre reciba el Espíritu Santo, la semilla de vida permanece como si estuviese muerta, y por ende el espíritu dentro del corazón permanece quieto, sin fuerza alguna.
En lugar de eso, el alma gobierna el corazón, y el cuerpo se mueve de acuerdo al deseo de la carne.
No obstante, existe un ser que puede controlar el alma del hombre.
Este es Satanás.
Satanás es el corazón de Lucifer, y cuando controla el corazón de un hombre le hace pensar de mala manera, no de buena manera.
No lo motiva a perdonar ni amar a los demás.
Más bien lo incita a odiar y tener resentimiento contra los demás; lo motiva a envidiar, juzgar, y condenar a los demás.
Una vez que un hombre es incitado por Satanás, el diablo empieza a obrar e instigar para poner aquella idea en acción.
Luego, al no poder controlar sus sentimientos, el individuo empieza a criticar a los demás, a insultarlos, o a usar la violencia en su contra de ellos.
De acuerdo al deseo establecido en el corazón, este lleva una vida intemperante o de libertinaje.
Esta es la forma de vida de un hombre cuyo espíritu no tiene fuerza ya que la semilla de vida no ha retoñado.
Ya que su espíritu no obra, su alma se convierte en su amo.
Y su alma es incitada por Satanás, que es un ser espiritual de las tinieblas.
Aquellos que no reciben el Espíritu Santo piensan que son ellos mismos quienes juzgan y toman decisiones, pero están confundidos y equivocados.
No se dan cuenta que están siendo astutamente engañados por Satanás.
No obstante, una vez que viene el Espíritu Santo y la semilla de vida retoña, la situación cambia.
El espíritu que había estado quieto, como si estuviese muerto, llega a tener vida, y comienza la obra de vida.
Ahora, este espíritu es controlado por Espíritu Santo.
Ya que el Espíritu Santo es el espíritu de verdad, Él nos guía a la verdad.
Si existe un hombre a quien no pueden perdonar fácilmente, el Espíritu Santo les recuerda acerca del perdón y el amor del Señor, de modo que pueden perdonar a aquel hombre.
Al obedecer la supervisión del Espíritu Santo y perdonar al hombre, el amor espiritual entrará en su corazón, y su espíritu crecerá más aún en esa medida.
Digamos que usted ha llegado a ser una persona que puede guardar promesas o cumplir compromisos, incluso en circunstancias muy adversas.
Entonces, el corazón voluble y astuto desaparecerá, y el espíritu crecerá al punto que el corazón se tornará más veraz y sincero.
En otras palabras, en espíritu dentro de su corazón crecerá activamente a la medida en que usted obedezca la Palabra de Dios mientras gobierna el Espíritu Santo.
Mientras el espíritu crece de este modo, y la maldad desaparece del corazón, su corazón estará llamado a convertirse en el corazón del espíritu.
Aún más, si su corazón está completamente lleno de bondad y amor, este llegará a ser un corazón con plenitud de espíritu.
Un hombre cuyo corazón se torna un corazón de espíritu o de plenitud de espíritu, se convierte en un ser de la dimensión espiritual, aunque vive en el mundo natural.
Ya que su mente es controlada por el espíritu, cualquier idea de la carne no puede salir en el pensamiento en cualquier situación.
Este hombre solamente piensa en bondad y verdad.
Además no tiene duda alguna con respecto a la obra de Dios.
Y su cuerpo físico no se conduce por el fluir natural, sino que es controlada en la dimensión del espíritu.
Permítanme decirle la razón de esto.
Mientras el corazón llega a ser el corazón de espíritu, el tamaño del espíritu (espiritualmente) llega a ser lo suficientemente grande para cubrir todo el núcleo de la célula que es el punto central de su cuerpo.
El tamaño del espíritu de un hombre con plenitud de espíritu, es mucho mayor que el núcleo, esto es más que suficiente para cubrir el núcleo.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
¿Qué sucede luego de que el espíritu cubre el núcleo que es la parte más central del cuerpo?
El control de todas las funciones del cuerpo será gobernado en la dimensión espiritual, no en la dimensión natural.
Les dije anteriormente que aquellos que viven en el Huerto del Edén son controlados por el aliento de vida, que es el poder original de Dios, incluso desde el momento de su concepción.
Por lo tanto, todos los niños recién nacidos son saludables, y crecen bien para tener la apariencia más hermosa y bella.
Y ellos crecen sólo hasta pasar la edad de un hombre joven, y no envejecen más, sino que se mantienen en ese estado.
Esto es posible porque el Huerto del Edén es un lugar espiritual, y la gente del Huerto del Edén son todos seres vivos.
Ahora, incluso aquellos que viven en este mundo también se conducen en el fluir espiritual desde el momento que obtienen el corazón de espíritu.
El control de todas las funciones del cuerpo se maneja en la dimensión espiritual.
Permítanme presentarles el fenómeno del cuerpo controlado por la dimensión espiritual.
Primero, todos los órganos del cuerpo empiezan a funcionar normalmente.
Por ejemplo, supongamos que un hombre tiene un estómago que no funciona bien y constituye un problema.
No puede digerir bien los alimentos, y le causa dificultades todo el tiempo.
Al vivir de acuerdo a la Palabra de Dios y cultivar su corazón en lo espiritual, su estómago empezará a funcionar bien y el hombre quizás ni siquiera se de cuenta de ello.
Esto también se aplica a otras partes de su cuerpo.
Ya que el control de su cuerpo se maneja en la dimensión espiritual, él puede mantener la mejor condición.
Aunque no duerma bien, podrá fácilmente superar cualquier posible fatiga.
¿Qué sucede cuando el control del cuerpo se maneja en la dimensión natural?
Si no duerme bien por una noche, sus ojos estarán adoloridos y su cuerpo sentirá pesadez.
Ya que su cuerpo no estará metabolizando los alimentos de manera correcta, perderá la habilidad para concentrarse así como el deseo de trabajar bien.
Es por eso que en el mundo se dice que "dormir bien es una buena medicina", y que "el sueño profundo promete un cuerpo sano".
No obstante, si el control del cuerpo se maneja en la dimensión espiritual, incluso si las horas de sueño son cortas, podrá mantener una buena condición mental y física.
Las personas del mundo dicen que se necesita dormir por lo menos 7 u 8 horas cada día.
No obstante, una vez que ustedes se sumergen en lo espiritual, 2 o 3 horas serán suficientes.
¿Por qué no es posible dejar de dormir en lo absoluto? ¿Por qué es necesario dormir por los menos 2 o 3 horas?
La razón de esto es que ustedes viven en el mundo natural.
Si van al Cielo más tarde, no necesitarán dormir por la eternidad porque el Cielo es un espacio espiritual.
Sin embargo, aunque se logre tener el corazón de espíritu, mientras se viva en este mundo natural, no podremos ignorar la justicia del mundo natural.
En mi caso, no me molesta mucho no dormir por un par de días.
No obstante, si es que no duermo por demasiado tiempo, parece que no puedo pensar las palabras apropiadas tan rápido como es posible normalmente.
Bien, si duermo por una o dos horas, pronto me recupero y vuelvo a la normalidad.
Una vez que el control del cuerpo es manejado en la dimensión espiritual, ustedes podrán mantenerse saludables al comer simplemente la cantidad necesaria de alimentos.
Las personas naturales buscan carne y otros alimentos de vez en cuando para mantenerse saludables.
Sin embargo, las posibilidades son que, incluso las personas que se alimentan con la llamada "comida saludable", se enfermarán.
Incluso aquellos que han sido saludables se enferman instantáneamente.
No importa cuán fuertes son en un sentido natural, no pueden protegerse a sí mismos de todas las enfermedades.
No obstante, una vez que el control del cuerpo se maneja en la dimensión espiritual, ustedes podrán mantenerse saludables incluso si se alimentan únicamente con alimentos básicos.
En Marcos 1:6 está escrito que Juan el Bautista, quien preparó el camino para el Señor, se alimentó de langostas y miel silvestre.
Hasta que llegó el día señalado, Juan el Bautista había permanecido en el desierto y se había preparado para su ministerio futuro.
Ya que era difícil encontrar buena comida en el desierto, él se alimentó de langostas y miel, y se mantuvo saludable.
¿Y qué tal el caso de Daniel y sus tres amigos?
Ya que ellos estaban cautivos en Babilonia, y vivían en un palacio, se vieron en una situación en la que se suponía debían comer la comida del gusto del rey así como beber el vino.
Por temor a comer alimentos que habían sido sacrificados a los ídolos o alimentos que Dios prohibía que comieran, Daniel solicitó al supervisor que les permitiera comer solamente vegetales y beber agua.
El supervisor decidió escucharlo, probarlo y tomar luego la decisión de acuerdo a los resultados.
Daniel 1:15-16 dice: "Al cabo de los diez días su aspecto parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey. Así que el mayordomo siguió suprimiendo los manjares y el vino que debían beber, y les daba legumbres".
Asimismo, si el control del cuerpo se maneja en la dimensión espiritual, incluso si se come solamente vegetales, se puede estar saludable.
Y en realidad no irán tras los "alimentos saludables".
No obstante, tampoco el hombre de espíritu debe quebrantar el orden de la carne.
Ya que el hombre de espíritu tiene la habilidad de controlarse a sí mismo, no come demasiado, aunque la comida esté muy deliciosa.
Aún así, si no come por un período extendido de tiempo, las posibilidades son que su cuerpo se debilite.
Podemos vivir sin comer en el Cielo, pero en este espacio natural debemos ingerir la cantidad mínima de nutrientes.
Especialmente cuando se inicia un período largo de ayuno, ya sea de 21 o 40 días, Dios proporciona el aliento de vida del Cielo para que se pueda sobrevivir.
Además, si se ingiere los alimentos de recuperación apropiados, su cuerpo se recuperará en pocos días.
Segundo, si el control del cuerpo se maneja en la dimensión espiritual, los gérmenes y virus no podrán entrar en su ser.
Aunque un germen o virus logre entrar en su organismo, no podrá hacerle daño.
Hablando metafóricamente, es semejante a una substancia que se coloca en un horno ardiente, inmediatamente se quema o derrite, y desaparece.
Asimismo, el cuerpo del hombre de espíritu o de plenitud de espíritu está rodeado por el poder de Dios, y por ende, ninguna enfermedad puede deslizarse en aquel cuerpo.
1 Juan 5:18 dice: "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios le guarda y el maligno no lo toca".
Desde el momento que acepté al Señor hasta ahora, jamás he tenido un resfriado.
En cierta ocasión, cuando no era pastor, sentí que estaba teniendo un resfriado.
Pero entonces oré con fe y el resfriado se alejó.
Asimismo, los gérmenes y virus no pueden entrar en el cuerpo de un hombre de espíritu o de plenitud de espíritu.
Además, el hombre de plenitud de espíritu no será lastimado, ni siquiera si bebe algo mortífero.
Por supuesto, esto es si no lo toma voluntariamente sino en contra de su voluntad, o cuando lo ha hecho por error.
Por ejemplo, hay un incidente relatado en Hechos 28, donde una víbora se prendió en la mano del Apóstol Pablo.
Los nativos del lugar que conocían el tipo de víbora, esperaban que él "comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto".
Pero nada de esto le ocurrió al Apóstol Pablo.
En una ocasión, por desconocimiento yo comí alimentos que estaban dañados.
Si eso le hubiera ocurrido a un hombre normal, quizás habría sufrido de intoxicación alimentaria o habría tenido serios problemas estomacales.
No obstante, cuando algo que no es bueno para mi cuerpo, ingresa a mi cuerpo, yo lo elimino inmediatamente y a mi cuerpo no le ocurre nada malo.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Tercero, una vez que el control del cuerpo se maneja en la dimensión espiritual, ustedes no envejecerán sino que además recobrarán su juventud.
Desde el momento que alcancen un corazón de espíritu, y tan pronto como el espíritu cubra el núcleo de las células, el envejecimiento de un cuerpo no tiene lugar.
Por lo tanto, es mejor entrar en el espíritu cuando se es joven que cuando se está en los 40 o 50 años, ¿no es así?
Incluso si ya son mayores, no necesitan preocuparse por nada.
Esto es así porque pueden recobrar su juventud cuando entren al estado de plenitud de espíritu.
Yo anhelo que ustedes comprendan correctamente lo que es recobrar la juventud en este estudio.
No significa que su apariencia física en lo externo llegará a ser la misma de un joven de 20 años si usted recobra su juventud a los 60 años.
Usted sí se va ver más joven; quizás como de unos 40 o 50 años, estando a los 60 años.
Pero aún así, todas las partes de su cuerpo alcanzarán el estado perfecto.
Por ejemplo, incluso los padres de la fe quienes alcanzaron la plenitud de espíritu, no tenían la apariencia de hombres jóvenes cuando se los observa a través de los ojos espirituales.
Ellos quizás tengan cabello gris, o quizás una barba larga, pero tienen una apariencia digna sobre ellos.
Además, aunque el Profeta Elías y el Apóstol Pablo tuvieron mucho cabello cuando eran jóvenes, se tornaron calvos al envejecer.
La calvicie no es una enfermedad sino un rasgo genético.
Sucede lo mismo con los ojos que tienen o no doble pliegue en los párpados.
No significa entonces que la apariencia llegará a ser la misma de una persona de 20 años si se recobra la juventud a los 60, pero cada parte del cuerpo sí funcionará mejor.
Por ejemplo, se dice que la presbicia (visión corta) llega de manera natural con la edad.
Una persona debe ser capaz de poner cierta distancia entre un objeto y sus ojos, y debe enfocarlo, pero con la visión corta decae la habilidad para enfocar un objeto a poca distancia.
Sin embargo, esta visión corta no afecta la visión del hombre de plenitud de espíritu en lo absoluto.
Por ejemplo, Deuteronomio 34:7 dice: "Aunque Moisés tenía ciento veinte años cuando murió, no se habían apagado sus ojos, ni había perdido su vigor".
Moisés fue llamado por Dios a la edad de 80 años para sacar de Egipto a los israelitas en el Éxodo, y luego ellos pasaron 40 años en el desierto.
Ya que él era el guía de 2 millones de personas, él no podía encontrar un día para descansar.
Mas ciertamente Deuteronomio 34:7 dice: "Aunque Moisés tenía ciento veinte años cuando murió, no se habían apagado sus ojos, ni había perdido su vigor".
Aún a la edad de 120 años, Moisés no se vio afectado por la presbicia o visión corta, sino que en realidad él era saludable.
La razón de esto la encontramos en Números 12:3, donde Dios mismo dice:
"Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra".
En otras palabras, el cuerpo de Moisés estuvo controlado en la dimensión de espíritu desde que entró a la plenitud de espíritu.
Ahora, ¿cuál es la razón por la que el envejecimiento no sucede cuando el espíritu cubre el núcleo de las células que controlan las funciones corporales?
Para conocimiento de ustedes, voy a hablarles sobre el fenómeno que ocurre en el núcleo de las células.
Les dije que, dentro del núcleo de las células de un hombre está un cromosoma que contiene toda su información genética.
Este cromosoma tiene su extremo acortado a medida que continúa la división celular.
Este extremo final del cromosoma se denomina "telómero".
En general, mientras todas las células normales del cuerpo humano pasan por la división celular entre 50 a 100 veces, el telómero es acortado.
Entonces la célula ya no puede cumplir la división celular, luego envejece y eventualmente muere.
Existe un trastorno llamado progeria, que es una condición genética en la que los síntomas de envejecimiento se manifiestan a edad muy temprana. El término de vida de una persona que padece de este trastorno es de 12 años y 8 meses.
Aquellos que nacen con progeria tienen el telómero acortado por naturaleza.
Y entonces, podemos ver que la extensión del telómero está íntimamente relacionada con el envejecimiento o el tiempo de vida.
Dolly, la primera oveja clonada, envejeció más rápido que las ovejas que nacen de manera normal.
Dolly fue clonada de una célula somática de una oveja de 6 años.
Por lo tanto, Dolly nació con el cromosoma de una oveja de 6 años.
Ya que el telómero del cromosoma de Dolly era más corto que el de otras ovejas, su tiempo de vida se acortó.
Por cierto, entre las células de nuestro cuerpo existen algunas células que realizan constante división celular.
Por ejemplo, el cabello y las uñas de manos y pies continúan creciendo, incluso cuando envejecemos.
Además, las células cancerígenas no mueren, sino que mantienen la división celular.
La característica común de estas células es que el extremo de su cromosoma no se acorta.
Esto es posible porque estas células producen una enzima que ayuda a las células a recuperarse de los telómeros acortados.
Esto se denomina "enzima telomerasa".
Por lo tanto, si usted desea ser sanado de un tipo de cáncer, todo lo que tiene que hacer es prevenir que la célula cancerígena regenere esta enzima telomerasa.
Por otro lado, si usted no desea envejecer, lo puede lograr generando la cantidad apropiada de este enzima.
Algunos científicos recibieron el Premio Nobel 2009 en Psicología o Medicina por el descubrimiento del telómero y la telomerasa que puede ser una clave para no envejecer y una cura contra el cáncer.
Basándose en ese estudio se desarrolló una medicina contra el cáncer, pero esta muestra malos efectos secundarios al igual que buenos efectos.
Aunque la medicina se inyecta en las células meta específicas, las cuales tienen división celular activa al igual que las células cancerígenas, esta mata no sólo a las células cancerígenas, sino también a las células que producen el cabello, y las uñas de manos y pies.
Es por eso que los pacientes que reciben ese tratamiento para cáncer demuestran efectos colaterales tales como la pérdida del cabello, y de uñas de manos y pies.
No obstante, si Dios obra, la luz de Su poder obra precisamente en esas células cancerígenas.
Si se previene que una célula cancerígena produzca telomerasa, el cáncer morirá naturalmente.
Además, si las células de envejecimiento son forzadas a crear la telomerasa de manera adecuada, se podrá prevenir el envejecimiento.
Al envejecer se obtiene arrugas en el rostro, y la piel pierde su elasticidad.
Sin embargo, una vez que se sumerge en el espíritu, las arrugas ya no aparecerán.
Y si se sumerge en la plenitud de espíritu, las arrugas más finas quizás desaparezcan.
Las células que forman su piel se activarán de modo que su piel se tornará más suave y más elástica.
Les dije que ustedes ya no envejecerán sino que quizás también recobren su juventud una vez que se sumerjan en la plenitud de espíritu.