Pasaje

1 Juan 1:5
"Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él".

[Introducción]

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Demos toda la gloria y el agradecimiento a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este Servicio Devocional de la misión Pablo y María. Yo también le doy las gracias a todos los devotos que se han preparado para este servicio con todo su corazón, toda su mente y toda su alma.
Amados devotos, la bondad es uno de las características de Dios Padre. Una vez nosotros cultivamos esta bondad en nuestros corazones, podemos ser reconocidos como hijos de Dios que se parecen a Él y que reciben sumo amor de Dios.
Al grado en que nosotros cultivemos la bondad, podemos disfrutar de mucho honor en el Cielo y podemos recibir todas las recompensas completas por todo lo que hacemos en la tierra. Debido a que conocen este hecho, ustedes devotos y la mayoría de ustedes miembros de la iglesia, siempre están orando para cultivar la bondad.
Pero de hecho, hay pocos que realmente han cultivado la bondad de Dios completamente. Por supuesto, en comparación con la gente del mundo, ustedes tienen mayor bondad. Ustedes también tienen más bondad que cuando no habían escuchado aún este evangelio de santidad.
Sin embargo, lo que Dios quiere no es solamente que ustedes tengan más bondad que la gente del mundo o que tengan más bondad de la que tenían antes.
El pasaje de este día dice que Dios es luz y que en Él no hay tinieblas. Como antes dije, ustedes tienen que cultivar la bondad que está libre de toda maldad.
Para poder cultivar esta bondad libre de toda maldad, tenemos que ser capaces de reflejarla sobre nosotros desde el punto de vista de Dios y en la luz del Espíritu Santo. Si se miran a ustedes mismos solamente desde su propia arrogancia y sus esquemas de pensamiento, no podrán encontrar dentro de ustedes aquellas cosas que no pertenecen a la bondad.
Yo espero que ustedes devotos, se auto examinen para ver cuánto de esta bondad que puede ser reconocida por Dios han cultivado. Yo oro en el nombre del Señor para que al hacer esto, puedan alcanzar la bondad completa libre de toda maldad.

[Mensaje Principal]

Amados devotos, para que ustedes puedan ser reconocidos por Dios por ser 'buenos', en primer lugar tienen que aborrecer y despreciar completamente y totalmente la maldad.
Esto podrá parecer algo demasiado obvio.
Para cultivar la bondad, obviamente tienen que odiar la maldad ya que la maldad es lo opuesto a la bondad. Las personas dicen que anhelan la bondad, pero en realidad tienen un fuerte aferramiento a la maldad y la atesoran. Con sus labios oran porque desean santificarse, pero en sus vidas diarias no desechan la maldad. Ellos simplemente continúan con sus viejos hábitos.
Por ejemplo, si alguien desea ser sincero, tiene que odiar la maldad llamada falsedad. Él no debe pensar solamente, 'no voy a mentir más'. Sino más bien, tiene que aborrecer totalmente la naturaleza pecaminosa de mentir. De lo contrario, podrá orar que desea ser sincero, pero cuando regrese a su rutina diaria, pronto olvidará la petición en su oración. Si se involucra en una situación donde pueda obtener algún beneficio, volverá a mentir. Por supuesto, después de mentir, podrá sentir algún remordimiento y orará de nuevo, pero en su momento, simplemente se comprometerá con cualquier situación pensando que solamente será 'la última vez'.
Sin embargo, si él realmente aborrece la naturaleza en su interior, nunca volverá a decir una mentira aun cuando tenga que sufrir una gran pérdida.
De igual forma, ustedes primero tienen que comprender cuán sucia e la maldad, y tienen que saber cuan dañina y vergonzosa es para ustedes. Entonces, podrán aborrecerla y desecharla, y a ese mismo grado, podrán anhelar la bondad y la podrán cultivar.
Cuando alguien atraviesa por una prueba a causa de su maldad, él grabará en su corazón cuán dañina es esa maldad.
Por ejemplo, cuando un niño pequeño ve una tetera hirviendo, él es curioso por naturaleza y le podrá parecer algo divertido. Pero una vez se quema con ésta, sus sentimientos cambiarán completamente. La tetera nunca más parecerá algo atractivo para jugar, sino más bien será algo caliente, aterrador y doloroso. Debido a que él ha experimentado lo doloroso de esto, ya no será algo agradable ni interesante, y se mantendrá alejado de la misma.
De la misma forma, para que ustedes cultiven la bondad, primero tienen que odiar la maldad completamente. Para odiar la maldad, tienen que reconocer cuan dañina es para ustedes.
Permítanme darles un ejemplo. Imagínense que una persona se enoja por algo y que luego sufre de una terrible gripe por varios días. Aun cuando él ha recibido la oración por los enfermos, continúa teniendo una fiebre alta. Mientras tanto, recuerda que se enojó y se arrepiente. Después de esto, cuando recibe la oración por los enfermos, imagínense que la fiebre y el resfrió desaparecen. Después de tener tal experiencia, esta lección quedará grabada en su corazón.
Él comprenderá profundamente que enojarse es muy dañino y que si exterioriza la maldad, no estará protegido por Dios, y por lo tanto Satanás le traerá dificultades. Así que, ahora tratará con sinceridad de desechar el enojo.
Esto es igual con otras naturalezas pecaminosas. Ya sea una mente adúltera, arrogancia, odio, envidia o celos, una vez que hemos atravesado una gran prueba por esta causa, comprenderemos cuánto daño nos ocasionan.
Es por eso que el Salmo 119:71 dice, "Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos".
Pero si nosotros somos lo suficientemente sabios, podremos desechar esas naturalezas pecaminosas, sin tener que pasar dolorosas pruebas. Esta es la lección aprendida en los ejemplos que nos dejan las diferentes situaciones de las personas, reconocer nuestra propia maldad, y luego desecharla.
Es más, si después de pasar por una prueba, nosotros reconocemos que cierta forma de maldad es mala, podremos reconocer que otras formas de maldad también son muy malas. ¡Cuan absurdo es si tenemos que pasar aflicciones del corazón y sufrir cada vez, antes de aprender a desechar ciertas formas de maldad!
Dios aborrece mucho la maldad y ésta nunca es de beneficio para ustedes. Y no solamente es carente de beneficio, sino también obstaculiza sus bendiciones y ocasiona que tengan que pasar por pruebas y dificultades. Ésta se convierte en obstáculo para llegar a un mejor lugar de morada en el cielo, y puede incluso llevarlos al infierno.
Romanos 12:9 dice, "Aborreced lo malo y seguid lo bueno". Como está escrito, nosotros tenemos que odiar profundamente la maldad.
Yo espero que ustedes no acepten ni aun la más pequeña porción de maldad sino que desechen todas las formas de ella.
Amados devotos, para ser reconocidos por Dios por ser 'buenos', en segundo lugar, tenemos que desechar los pensamientos carnales.
Aquellos que son buenos, no solamente sus acciones, sino también todos sus pensamientos y palabras son buenos.
Nosotros podremos conocer la palabra de Dios y enseñarla bien, y podremos hacer muchas obras de Dios, pero, lo que Dios considera más importante es nuestro corazón.
Aun cuando tratamos de hacer algo bueno, si nuestro corazón no es bueno, nuestras obras no pueden ser reconocidas por Dios como buenas. Los pensamientos que no son buenos y los pensamientos que no provienen de la verdad, todos son pensamientos carnales.
Romanos 8:6-7 dice, "El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz, por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios, porque no se sujetan a la Ley de Dios, ni tampoco pueden".
Por supuesto, aquellos de ustedes que anhelan la bondad tienen que estar tratando de evitar cualquier pensamiento malo y tener solamente pensamientos de bondad. Aun cuando otros hagan algo malo contra ustedes, ustedes no albergan malos sentimientos sino que tratan de comprenderlos y perdonarlos.
Ustedes no hacen juicios con solamente ver la apariencia externa; más bien ven los puntos buenos en lugar de los malos y tratan de pensar desde el punto de vista de la otra persona. Pero, algunas personas pierden la paz a causa de los pensamientos carnales y sin embargo no reconocen que están teniendo pensamientos carnales. Ellos dicen que están tratando de actuar con bondad pero realmente no agradan a Dios porque actúan dentro de sus propios pensamientos carnales.
Permítanme darles un ejemplo.
Imagínense, con su celo, a una líder de un grupo pequeño que ha establecido como meta el avivamiento en su grupo. Ella motiva a los miembros de su grupo a que se reúnan y participen en el evangelismo y cuidado de las almas. Pero hay algunos miembros que parecen estar indiferentes a la pasión ardiente de la líder, y realmente no se reúnen con un corazón dispuesto.
Incluso en esta situación, si la líder tiene pensamientos espirituales, no estará impaciente ni decepcionada. Simplemente pensará, "Ellos tienen que tener una razón. Yo voy a orar por ellos con más amor para que puedan ser llenos del Espíritu". Luego, espera por ellos con fe hasta el final. Ella se esfuerza por el avivamiento del grupo, pero deja el resultado en las manos de Dios.
Por otro lado, ¿qué pensaría ella si solamente usara sus propios pensamientos carnales? Podría juzgar a esos miembros pensando, "Ellos dicen que aman a Dios, y ¿cómo es que no pueden ser fieles?".
Podrá incluso impacientarse con algunos malos entendidos pensando, "¿Están los miembros dejando de ayudarme intencionalmente porque tienen algo contra mí?". Ella podrá comparar su grupo con otros grupos y desarrollar resentimiento pensando, "Los miembros de otros grupos valientemente ayudan a su líder, por lo tanto ¿por qué los miembros de mi grupo no me están ayudando? ¿De qué sirve que solamente yo esté entusiasmada? Es tan difícil porque los miembros del grupo no me siguen".
Ella se siente decepcionada incluso antes de recoger algún fruto de avivamiento.
Todos estos pensamientos son pensamientos carnales que nos obstaculizan para que cultivemos la bondad. Nosotros podremos tratar de hacer algo bueno, pero tenemos pensamientos que no son buenos al grado en que tengamos pensamientos carnales.
Ustedes dicen que tendrán avivamiento en su grupo, pero de hecho, no confían en Dios. Esto se debe a que han puesto su celo delante de lo que Dios está haciendo. Mostraran muchos atributos carnales, tal como su propio deseo de obtener el resultado que ustedes desean, su arrogancia y esquemas de pensamiento que buscan lo que parece ser bueno a su propio criterio, juzgando a las personas, y no siendo pacientes cuando las cosas no salen como ustedes quieren.
Muchos pensamientos que no provienen de la verdad están derivados de estos atributos carnales. No obstante, ustedes simplemente creen que aman a Dios y que están diligentemente trabajando para Él. Ustedes simplemente piensan que están cultivando la bondad.
Yo espero que todos ustedes estén alertas todo el tiempo y revisen si realmente están teniendo pensamientos espirituales o pensamientos carnales. Al hacer esto, yo les insto a que desechen todos los pensamientos carnales y que solamente tengan pensamientos de bondad.
Amados devotos, para ser reconocidos por Dios por ser buenos, en tercer lugar, ustedes tienen que cultivar el amor espiritual.
Romanos 13:10 dice, "El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor".
Como está dicho, si tenemos amor, nosotros no haremos mal sino que produciremos buenos frutos en todas las cosas. Por supuesto, el amor aquí se refiere al amor espiritual.
El amor carnal es después de todo un amor ambicioso, aunque parece muy fervoroso. Si las cosas no son personalmente beneficiosas, una persona podrá incluso hacer daño a otra persona.
En la parábola del hijo pródigo en Lucas capítulo 15, podemos comprender muy bien que nosotros podemos cultivar bondad solamente cuando tenemos amor espiritual.
Un hijo recibe por adelantado el dinero de la herencia de su padre. Él llevó una vida espléndida y derrochadora y regresó a casa como un mendigo. El padre estaba tan agradado porque su hijo había regresado con un corazón arrepentido que ofreció una fiesta en su honor.
Pero el hijo mayor, el hermano de este hijo pródigo, regresó a casa después de haber trabajado todo el día en el campo. Él estaba muy disgustado al ver esta escena, pues su padre nunca había realizado ninguna fiesta para él a pesar que siempre trabajaba duro obedeciendo cada palabra de su padre. Para él su hermano merecía una gran reprensión, pero en lugar de eso su padre dio a este hijo una gran fiesta como si fuera algún héroe. Así que, este hijo mayor no podía comprender a su padre.
Él trató de pensar de buena forma, pero entre más trataba, más sentía que él merecía estar enojado por esta situación. Se sintió victimizado pues creía que él merecía más de lo que se le había dado. Su pensamiento pudo haber sido, "Tengo que ser un tonto por haber trabajado para la casa de mi padre mientras mi hermano tomó el dinero de mi padre y lo disfrutó. He trabajado tan duro pero ¿por qué mi padre ama más a mi hermano que a mí? ¡Él ya gastó todo el dinero de su herencia y mi padre le dará una porción de su riqueza la cual yo he incrementado para él!".
Si este hermano quiere pensar sobre lo que es bueno o malo, él no podrá cambiar sus pensamientos. Solamente pensamientos carnales llegarán a su mente, él no podrá pensar nada dentro de la bondad.
Entonces, si ustedes estuvieran en sus zapatos, ¿Cómo actuarían? A pesar de sentirse decepcionados por su padre y de querer reprender severamente a su hermano, ¿simplemente ocultarían sus sentimientos y mostrarían una sonrisa? O, aunque realmente no pueden comprender a su padre, tratarían de comprenderlo con bondad pensando, "Trataré de no quejarme porque esto es lo que mi padre está haciendo. Lo que mi hermano hizo es incorrecto, pero es bueno que haya regresado con bien a casa".
Pero, aun esto no es bondad. Ustedes tratan de actuar con bondad, pero no podemos decir que realmente son buenos. Esto simplemente quiere decir que ustedes no comprenden el buen corazón del padre, y esa actitud es meramente reprimir su maldad.
Imagínense que el hermano mayor está tratando de manejar sus sentimientos de esta forma, pero la actitud del padre no cambia por varios días. Él continúa consolando al hermano menor diciendo, "Tú no estás en buen estado de salud. Aliméntate bien, descansa un poco más. ¿Cómo te sientes?".
Entonces, ¿se enojaría cada vez más el hermano mayor? Pero, si él tiene amor, no se sentirá de esa forma. Él no pensará, "Esto es bondad, y es mi deber como hijo, así que lo soportaré". Si este hermano mayor ama a su hermano menor como su padre lo ama, no juzgará ni se desilusionará.
Él no calculará nada pensando en las ganancias y las pérdidas que le ocasionará su hermano. Simplemente así como el corazón del padre, él estará tan agradecido por el regreso de su hermano a casa. Sentirá lástima por su hermano que parece un mendigo, y simplemente querrá consolarlo.
Si desea pensar en lo que es bueno o malo, o si tiene sentimientos de incomodidad, es porque él no tiene amor. Y debido a que no tiene amor, tiene que tratar de soportar esta situación, y si no puede, entonces actuará con maldad.
El amor no tiene envidia. El amor busca el beneficio de los demás.
Si ustedes aman a alguien, desearán que esta persona prospere. Aun si hace algo malo, ustedes continuaran confiando en él. Entregarán las buenas cosas que tienen y se sacrificarán y servirán.
Si alguien a quien aman les pide que vayan con él 1 milla, ustedes estarán agradados de ir con él 2 millas. Si alguien a quien aman les pide su camisa, ustedes no darán solamente su camisa sino también le preguntarán si necesita un abrigo.
Aun cuando ustedes sufren sin causa alguna, simplemente tratarán de comprender desde el punto de vista del otro y perdonarán a esa persona. Ustedes desean actuar con bondad, pero ¿Cuánto amor espiritual tienen en su corazón?
Si en algún momento no pueden decidir si están actuando con maldad o con bondad, simplemente pueden pensar sobre cual opción es realmente 'amor'.
Al hacer esto, yo oro en el nombre del Señor para que ustedes actúen en la bondad que agrada a Dios.

[Conclusión]

Amados devotos, Mateo 5:48 dice, "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto".
Ya que ustedes están escuchando este evangelio de santidad, yo espero que alcancen la perfección y que reflejen a Dios, para que no tengan nada que pueda ser usado para traer acusaciones en su contra.
Cuando ustedes cultiven la bondad, no deberán simplemente cultivarla hasta cierto punto y luego detenerse, sino que tienen que cultivar la bondad completa que está libre de toda maldad.
Para hacer esto, en primer lugar, tienen que odiar profundamente la maldad.
En segundo lugar, tienen que desechar los pensamientos carnales.
En tercer lugar, tienen que cultivar amor espiritual.
Si ustedes simplemente cultivan un corazón como ese, podrán recibir todas las bendiciones espirituales y materiales que Dios promete en la Biblia.
Yo espero que conserven este mensaje en su corazón, que lo pongan en práctica y que lo cumplan; y también espero que sean llenados con el aroma de la bondad como el apóstol Pablo y María Magdalena.
¡Yo oro en el nombre del Señor para que Dios Padre esté agradado con ustedes y les lleve más cerca del trono del Dios!

[Amén]