[1 Juan 1:3-5]
09-05-2010 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
1 Juan 1:3-5
"lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo. Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él"
[Introducción]
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, miembros de más de 9,000 iglesias filiales en Corea y alrededor de todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay, Argentina, Chile, Japón, Mongolia, China, Taiwán, Tailandia, Vietnam, Las Filipinas, Malasia, Indonesia, Nepal, India, Sri Lanka, Samoa, Fiji, Australia, Pakistán, Kazakstán, Israel, Palestina, Egipto, Sudán, Etiopía, Kenia, Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania, RD del Congo, Gabón, Angola, Botsuana, Suazilandia, South África, Burkina Faso, Liberia, Costa de Marfil, Gana, Nigeria, el Reino Unido, Irlanda, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Italia, Grecia, Rusia, Suecia, Finlandia, Estonia, Belarús, Ucrania, Daguestán, y los miembros de los santuarios locales, así como aquellos que están asistiendo al servicio a través del Internet alrededor de todo el mundo, y los televidentes de GCN y de Manmin TV,
1 Juan 1:1-4 es la introducción al libro de 1a Juan, y este texto hace mención al propósito por el cual fue escrito.
Antes que lleguemos al versículo 3, primero revisemos brevemente los versículos 1 y 2 que estudiamos la semana pasada.
1 Juan 1:1-2 dice, "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida --pues la vida fue manifestada y la hemos visto, y testificamos y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó".
'La Palabra de Vida que estaba desde el principio' es Jesucristo el Hijo de Dios. Jesucristo, quien es el Hijo de Dios, permaneció al lado de Dios Padre por mucho tiempo y luego vino a esta tierra para dar vida eterna a los pecadores, que no tenían nada más que esperar sino la muerte.
Los discípulos, incluyendo a Juan, vieron a Jesucristo quien es la vida eterna. Ellos también vieron la providencia de la salvación siendo consumada a través de Jesucristo. Fueron testigos de todo, empezando con Su ministerio público, Su crucifixión y hasta Su resurrección y ascensión. Es por eso que Juan dice que él está proclamando a los demás, lo que ha visto y escuchado con absoluta certeza.
El siguiente versículo 3 dice, "...lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo". Cuando los discípulos escucharon el evangelio y aceptaron a Jesús como su Salvador Personal, Jesús los llamó "hermanos" o "amigos". Ellos dejaron de ser gente común para el Señor. Jesús reconoció que tenían comunión unos con otros.
Estos discípulos que tenían comunión con el Señor predicaron el evangelio, y aquellos que escucharon este evangelio y tenían fe llegaron a tener comunión con estos discípulos. Esto significa que ellos se convirtieron en hermanos y hermanas en el Señor.
Así como Jesucristo es el Hijo de Dios, nosotros también nos hemos convertido en hermanos de Jesucristo y en hijos de Dios Padre al escuchar el evangelio y haber creído en el Señor.
Debido a que tenemos esta relación con Dios, nosotros podemos vivir una vida de hijos de Dios en esta tierra y también disfrutar de honor en el reino de los cielos.
Esto es algo realmente sorprendente.
Por ejemplo, hace mucho tiempo cuando había reyes, era inimaginable que los reyes tuvieran alguna amistad con los plebeyos. Y Dios es un ser que no puede ser comparado con ningún rey de este mundo. Él es el omnipotente y omnisciente Dios. Él es el Creador y Gobernador de todas las cosas. Por lo tanto, ¿Cuán sorprendente es que nosotros que somos simples criaturas tengamos una comunión con el glorioso Dios, y que seamos llamados hermanos y hermanas de Jesucristo?
La razón por la cual somos hermanos y hermanas es porque hemos escuchado el evangelio y hemos creído. A pesar que Dios nos está entregando tan inmenso amor como este, muchas personas desprecian Su amor. Ellos escuchan el evangelio pero no creen, más bien entorpecen las obras del evangelio.
Hay algunas personas que podrán decir que ellos creen, pero en realidad son negligentes con el amor de Dios y desagradan a Dios. Ninguno de ustedes debería caer en esta categoría. Lo que ustedes tienen que recordar aquí, es que no todos aquellos que dicen que creen en el evangelio tienen amistad con Dios. Las personas podrán decir que conocen al Señor y a Dios, pero Dios podrá decir que Él no los conoce a ellos.
Yo les explicaré cómo podemos nosotros tener una verdadera comunión cuando revisemos el versículo 6.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, el versículo 4 dice, "Estas cosas os escribimos para que vuestro gozo sea completo".
Esto significa que si aquellos que han escuchado la palabra de Dios predicada por el apóstol Juan, llegan a tener comunión con los discípulos y una relación con Dios, entonces Juan estaría lleno de gozo por ello. Si ustedes predican el evangelio o dan consejería espiritual a otros, comprenderán lo que esto significa. Predicar el evangelio los llenan de mucho gozo.
Si ustedes al predicar el evangelio salvan un alma, o si brindan gracia y fortaleza a un creyente resolviendo su problema a través de una consejería espiritual, ustedes que llevan la palabra de Dios tendrán el mayor gozo. Por supuesto, aquellos que escuchan el evangelio y son salvados, y aquellos que reciben la solución a sus problemas, también serán llenados de gozo.
Los momentos más felices en mi vida son cuando nosotros le damos gloria a Dios. Mi gozo está completo cuando ustedes son transformados día a día y sus almas prosperan, y cuando escucho sus testimonios de las bendiciones recibidas. También soy muy feliz cuando ustedes oran, cuando predican el evangelio, y cuando diligentemente hacen cosas buenas para el reino de Dios. Cuando veo uno por uno a los obreros llegar al espíritu con fe, mi gozo está más allá de la explicación.
Lucas 15:7 dice, "Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento".
Como está escrito, cuando pienso en los creyentes que pecan, me paso toda la noche llorando, pero si ellos se arrepienten y viven de nuevo en la verdad, me siento feliz de nuevo.
3 Juan 1:4 dice, "No tengo yo mayor gozo que oír que mis hijos andan en la verdad".
Si ustedes cultivan esta palabra en su corazón para amar y servir al rebaño del Señor con el corazón del Señor, entonces el Señor también los considerará a ustedes muy valiosos.
Yo espero que ustedes propaguen diligentemente el evangelio e instruyan a las almas, para que también sean llenados del gozo que proviene de esas almas.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, como dije ante, 1 Juan 1:1-4 es la introducción al libro de 1a Juan.
El apóstol Juan vio, escuchó, y tocó a Jesucristo, el Hijo de Dios que vino a esta tierra, y él dice que proclamará esto a los demás. También dice que aquellos que creen en esta palabra tendrán comunión con Dios y que a través de esta comunión su gozo estará completo.
Ahora, demos inicio al contenido principal de 1a Juan.
1 Juan 1:5 dice, "Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él".
Dios existió como luz en el principio, como una bella luz parecida al arcoíris; como el destellar que proviene de un rimero de muchas clases de piedras preciosas, tan grande como una montaña. Con esa luz, Él tenía la voz resonante en su interior. También en un sentido espiritual, Dios es la luz perfecta que no tiene tinieblas en Él. Es decir, Él es la bondad perfecta y la verdad misma que no tiene pecado ni maldad de ninguna clase.
Santiago 1:17 dice, "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación".
En el mundo físico, donde hay luz, también hay sombras. Pero Dios es la luz perfecta, y Él no tiene tinieblas, como ya se dijo, "el cual no hay mudanza ni sombra de variación".
Y sin embargo, Él sabe de tinieblas mejor que nadie más. Y no es porque haya experimentado maldad o que tenga alguna naturaleza pecaminosa. Él conoce todo sobre la maldad, pero tiene solamente naturaleza de bondad en Él.
En la última parte de Marcos 10:18 Jesús dijo, "Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios".
Dios sabe a cerca de lo bueno y lo malo desde el principio y sin embargo Él es solamente bueno. Pero a diferencia de Él, los seres humanos que son simples criaturas no sabían a cerca de lo bueno y lo malo en el principio. El hombre tuvo que experimentar por sí mismo lo que es la maldad para que pudieran comprender en el corazón la bondad de Dios. Solamente entonces, (a través de esta experiencia), la gente puede convertirse en buenos y verdaderos hijos que reverencian y aman a Dios con el corazón.
(La razón por la cual Dios permitió que la rebelión de Lucifer se realizara y que el mundo de espíritus malignos fuera creado se encuentra aquí).
Dios, quien existía como luz y sonido en el principio, llegó a tener una forma y se separó a Sí mismo en la Trinidad con el propósito de la cultivación de la humanidad. Dios creó al primer hombre Adán para obtener alguien que pudiera comprender el corazón de Dios y compartir verdadero amor con Él.
Pero Adán no pudo comprender el corazón de Dios, ya que él nunca había experimentado ninguna tiniebla o maldad, realmente no comprendía lo que era la bondad. Por esta razón, él no pudo agradecerle verdaderamente a Dios ni amarlo con el corazón.
Si nosotros no experimentamos el dolor de una enfermedad, realmente no podremos comprender lo agradable que es estar sano. Aquellos que nunca han experimentado la pobreza no pueden comprender realmente cuan grande bendición es ser adinerado.
Cuando son enseñados por sus padres, aun los niños pequeños pueden besar y abrazar a sus padres diciendo, "Mami, papi, te amo". Pero nosotros no podemos decir que estos niños tienen verdadero amor y agradecimiento hacia sus padres.
De la misma forma, debido a que él nunca había experimentado ningún dolor, el primer hombre Adán no comprendía cuan agradecido debía haber estado por todas las cosas que Dios le había dado. Él no sabía cómo amar a Dios con el corazón. Él no sabía cuán feliz era realmente la vida que tenía en el jardín del Edén.
Para que Adán comprendiera la verdadera felicidad y el verdadero amor, Dios permitió que tuviera algo de tiempo para experimentar el concepto opuesto, el cual era la maldad.
Esto es la cultivación de la humanidad, y el mundo de los malos espíritus era necesario para esto. Por esta razón Dios no destruyó a Lucifer sino que lo dejó, aun cuando sabía que se corrompería y traicionaría a Dios. Es más, Dios le dio a Lucifer y a los espíritus malignos la 'autoridad del aire' para que pudieran controlar a los hombres carnales. De esta forma, después que Adán cometió el pecado de la desobediencia y se corrompió en carne, él quedó bajo la autoridad del enemigo el diablo y Satanás y experimentó pecados y dolores.
Hermanos y hermanas, a pesar que las tinieblas son muy densas, éstas tienen que huir cuando la luz llega.
Aun cuando una habitación está completamente en oscuridad, si ustedes encienden una lámpara, la oscuridad se irá. De la misma forma, aunque el poder de las tinieblas sea muy fuerte, no puede oponerse a Dios quien es la luz misma.
Dios puede controlar todos los poderes de las tinieblas incluyendo a Lucifer, y Él puede incluso destruirlos en un instante si quisiera hacerlo. De hecho, Él los confinará a todos en lo profundo del abismo en el Juicio Final.
Pero durante el período de la cultivación humana, Él no controla las tinieblas como Él quisiera hacerlo. Él gobierna sobre éstas estrictamente de acuerdo a la justicia. Dios simplemente permite que los poderes de la oscuridad hagan lo que desean dentro de la autoridad que Él les ha dado. El enemigo el diablo y Satanás gobierna sobre la gente carnal, y esto fue permitido por la justicia de Dios.
Génesis 3:14 dice, "Y Jehová Dios dijo a la serpiente: --Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás todos los días de tu vida".
Además, Dios dijo a los hombres en Génesis 3:19, "Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás".
Aquí, para la serpiente que engañó a Adán, 'comer polvo' no significa que una serpiente realmente come polvo. El 'polvo' hace referencia a los hombres carnales que cometen pecados. La 'serpiente' representa al enemigo el diablo y Satanás, el gobernador de las tinieblas que incitó a la serpiente en el Jardín del Edén.
Es decir, el enemigo el diablo y Satanás capturará a los hombres carnales y corruptos como si fueran su presa y les traerá pruebas y dificultades. Este es el significado de la serpiente que 'come polvo'.
Romanos 6:16 dice, "¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia?".
Como está escrito, aquellos que cometen pecados y moran en las tinieblas serán esclavos del enemigo el diablo y Satanás que gobierna sobre el pecado.
Incluso si Satanás trae pruebas y desastres sobre aquellos que pertenecen al pecado, esto está justificado por la ley del reino espiritual. Incluso si Satanás los lleva finalmente a la muerte, Dios no puede evitarlo.
Pero dentro de la ley de justicia, Dios también tiene que darle a la humanidad un camino para ser liberados del poder de las tinieblas. Es decir, ellos tienen que creer en Dios y apartarse de las tinieblas y vivir por la palabra de Dios. Entonces, ellos no serán más esclavos del pecado, y por lo tanto, el enemigo el diablo y Satanás no puede traer ninguna prueba ni desastres sobre ellos. Dios los cuida con Sus ojos como llamas de fuego, para que los espíritus malignos no puedan incluso tocarlos.
Por otro lado, aun cuando ellos creen en Dios, aquellos que moran en la oscuridad no pueden ser protegidos por Dios. El enemigo el diablo y Satanás, el gobernador de las tinieblas, dirá que esos son sus esclavos, y Dios no tiene más recursos que entregárselos.
Hermanos y hermanas, el enemigo el diablo y Satanás pensaron que podían conservar su autoridad aun después de la crucifixión de Jesús. Pero aun cuando Jesús abrió el camino de la salvación al morir en lugar de los pecadores, esto no significa que todo el mundo creerá en ese hecho.
Por ejemplo, Dios no le dice a todo el mundo, "Si ustedes no creen en el Salvador Jesucristo, caerán en el Infierno", escribiéndolo con fuego en el cielo. Cuando la gente escucha el evangelio, ellos tienen que abrir su corazón y aceptarlo con fe para que puedan ser salvados.
Por lo tanto, el enemigo el diablo y Satanás pensaron que ellos podían incrementar las dudas en las mentes de las personas para evitar que ellos creyeran en el evangelio, y también pensaron que podían engañar incluso a los creyentes para que pecaran y no pudieran ser salvados. Ellos también pensaron que podían evitar que los predicadores propagaran el evangelio persiguiéndolos severamente. Y de esta forma pensaron que el plan de Dios fallaría y que ellos obtendrían la victoria.
Pero Dios salva a las almas a través de las obras del Espíritu Santo mientras sigue estrictamente las leyes de la justicia. Él da fe a las personas para que puedan escuchar y creer en el evangelio a pesar de los obstáculos de Satanás. Él los guía a vivir por la palabra, les da entendimiento en el corazón a través del Espíritu Santo. Les muestra la evidencia de Su poder a través de Su gente. Dios hace brillar la luz sobre la vida de cada uno para que puedan apartarse de las tinieblas.
Cuando los verdaderos hijos de Dios aparezcan al perseverar en las leyes de justicia, la justicia de Dios brillará más intensamente.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, Juan 15:14-15 dice, "Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer".
Si Dios hubiera deseado hacerlo, Él pudo haber evitado que los hombres fueran engañados por la serpiente. Además, cuando Adán desobedeció a Su mandamiento, Dios estaba tan desconsolado, que fue como si Él hubiera sido traicionado por Su propio hijo. Él se lamentó pensando en los sufrimientos que los seres humanos tendrían que atravesar a partir de ese momento. No obstante, no apartó por la fuerza a Adán de la desobediencia. Y esto es porque Dios quería que él disfrutara de la verdadera felicidad.
En ese momento Adán no conocía la infelicidad, pero Dios no quería que él viviera por siempre sin comprender la verdadera felicidad. Dios quería que él comprendiera la verdadera bondad, el verdadero amor y la verdadera felicidad a través de la cultivación de la humanidad.
Pero, una vez la humanidad peca y experimenta la maldad, ellos no tienen forma de ser redimidos por ellos mismos. Aun cuando ahora conocen la maldad, ellos ahora son pecadores y están destinados a ir al Infierno.
Es por eso que Dios entregó a Su único Hijo a quien había preparado de antemano para nosotros.
Para que la gente desobediente que peca pueda llegar al reino de los cielos, Jesús Mismo tomó el castigo de la muerte. Es más, si alguien acepta ese amor y vive en la verdad, Jesús le llama 'amigo'. Él le enseña la providencia de la salvación e incluso las cosas secretas del espíritu con el deseo que compartan todo como mejores amigos.
¿Pueden ustedes decir firmemente que son amigos del Señor?
Yo espero que ustedes aprecien mucho el amor de la cruz, el amor del Señor al más alto grado, y que moren completamente en la verdad.
Yo oro en el nombre del Señor, para que al hacer esto, ustedes se conviertan en hijos de la luz que pueden ser reconocidos como los amigos del Señor y los amigos de Dios.
[Amen]