• A su debido tiempo segaremos (4)

    [Gálatas 6:9]

    16-05-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      Gálatas 6:9
      "Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos".

      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Cuando los israelitas estaban a punto de entrar en la tierra de Canaán luego de haber estado en el desierto durante 40 años, Moisés les dio un sermón, que fue como su último deseo.
      Resumió los mandamientos y estatutos de Dios y les predicó eso una vez más.
      También les enseñó que incluso la vida en el desierto fue por la gracia grande de Dios.
      Escuchen los siguientes versos e imagínense que son uno de ellos.
      Deuteronomio 8:2-10 dice:
      [2] Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. [3] Y te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.
      [4] Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años.
      [5] Por tanto, debes comprender en tu corazón que el SEÑOR tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo.
      [6] Guardarás, pues, los mandamientos del SEÑOR tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle.
      [7] Porque el SEÑOR tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas;
      [8] una tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados; una tierra de aceite de oliva y miel;
      [9] una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará; una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes puedes sacar cobre.
      [10] Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que El te ha dado.
      Estamos en el tiempo de la cosecha y a punto de entrar en el Santuario Canaán. Ahora intentemos recordar los días pasados.
      Mientras luchaban contra los pecados y se examinaban a sí mismos a través del Evangelio de la santidad, podían sentir que estaban en el desierto.
      Cuando estaban peleando la buena batalla para alcanzar el Reino de Dios, a veces se cansaban, y sus brazos que se levantaban al orar, podían bajar.
      Pero si ustedes se hubieran dado por vencidos a medio camino debido a estas cosas, no podrían haber llegado hasta aquí.
      ¿Hay alguien entre ustedes que aún se siente como si estuviese caminando en el desierto?
      El hecho es que Dios el Padre le está sosteniendo en Su seno y llevándolo a través del desierto.
      Ruego en el nombre del Señor que, al confiar en Su amor, ustedes rápidamente lleguen a la tierra de Canaán, la tierra bendecida.

      [Mensaje principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En el último estudio les hablé acerca de los tres casos por los cuales ustedes no reciben la respuesta a sus problemas, aunque Dios haya abierto ampliamente el camino para recibir bendiciones.
      Primero, es porque ustedes no llenan la cantidad mínima de obras de fe para recibir la respuesta. Segundo, ustedes derriban lo que han completado con palabras negativas. Tercero, por juzgar a su pastor.
      Si ustedes se identifican con alguno de estos tres casos, espero que se arrepientan por completo y que agraden a Dios con mayor fe y amor que antes.
      Los casos que voy a explicar, comenzando hoy, son aquellos en los cuales no les es fácil recibir las respuestas de Dios.
      Son los casos en los que ustedes no pueden recibir las respuestas de Dios debido a que tienen muros de pecados que son difíciles de demoler.
      Entre esos pecados quisiera hablarles de tres situaciones principales las cuales son: la blasfemia contra el Espíritu Santo, las obras de la carne que conducen a la muerte y la idolatría.
      De hecho ya he explicado acerca de estos pecados en muchas ocasiones.
      La razón por la cual les estoy explicando acerca de estos pecados una vez más, es debido a que la mayoría de aquellos que aún no han recibido la respuesta corresponden a uno o más de estos casos.
      Especialmente en este mensaje, quiero que ustedes entiendan que aunque personas diferentes cometan quizás el mismo pecado, la magnitud de ese pecado será diferente para cada individuo de acuerdo al corazón de cada persona.
      Estos tres pecados son imperdonables, o es muy difícil ser perdonado.
      Primero, en Mateo 12 dice que la blasfemia en contra del Espíritu Santo no puede ser perdonada ni siquiera en esta época o en la venidera.
      Anhelo que ninguno de ustedes piense de la siguiente manera: "¿Por qué tiene que hablar nuevamente de tal pecado tan grande?"
      Hay creyentes que han cometido tal pecado pero se han arrepentido totalmente.
      Hay también aquellos que no tienen manera de recibir una respuesta o bendición de parte de Dios, pero están seriamente aferrados a Dios.
      Dios sí quiere darles a tales hijos las respuestas y las bendiciones así como también abrir el camino de la salvación.
      Es por eso que Dios me permite que yo predique acerca del pecado una y otra vez.
      Además Dios quiere que aquellos hijos que no están aferrados a Él con corazones sinceros, lleguen al arrepentimiento.
      Él constantemente extiende Su mano para hacer que un alma más reciba la salvación.
      La misericordia y la compasión que Dios nos da es mayor debido a que el fin se acerca.
      Sin esta gracia especial, ¿cuántas personas se salvarían en esta Tierra que está tan llena de pecado?
      Por lo tanto, deben estar agradecidos por este amor de Dios, y nunca tener pensamientos de maldad.
      Por supuesto, muchos creyentes están recibiendo la respuesta de Dios.
      Y estas personas deberían anhelar que los demás hermanos que están pidiendo respuestas también las reciban de parte de Dios.
      Este también es el deseo de Dios.
      Si hay algo de este mensaje que se aplique a sus vidas, anhelo que ustedes se arrepientan por completo y que tengan completa paz con Dios.

      Hermanos y hermanas,
      Entre los tres pecados que les he mencionado, el caso más difícil para recibir una respuesta es la blasfemia en contra del Espíritu Santo.
      Pero el hecho es que, aunque yo les haya explicado este asunto en varias ocasiones, algunos de ustedes no se han dado cuenta de su pecado y por lo tanto no se han arrepentido.
      Por consiguiente, deben entender claramente qué tipo de pensamientos y obras son blasfemia en contra del Espíritu Santo.
      Es muy probable que las cosas que ustedes consideran triviales, se conviertan en grandes muros de pecado.
      Dios dice en Hechos 2:17-18 que el derramará de Su Espíritu, es decir el Espíritu Santo, en toda la humanidad.
      Tal como prometió, muchas obras poderosas del Espíritu Santo están sucediendo en varios lugares.
      Sin estas obras del Espíritu Santo, es imposible abrir las puertas que están firmemente cerradas en los corazones de las personas.
      Al ver las obras del Espíritu Santo, manifestadas por Dios, si ustedes las juzgan o las condenan al pensar que son un error o herejías, todas estas palabras y acciones son blasfemia contra el Espíritu Santo.
      Hoy, la mayoría de los que niegan la obra del Espíritu Santo, sólo juzgan y condenan por escuchar algo de otra persona, sin tratar de comprobar los hechos.
      Es un gran pecado juzgar y condenar a las personas, ahora ¡cuánto más grande será el pecado si ustedes juzgan las obras del Espíritu Santo!
      A través del incidente de emisión en el año 1999 ustedes ganaron comprensión profunda de que nunca deben cometer este pecado.
      En ese entonces, muchas personas negaron las obras del Espíritu Santo, las señales y milagros, incluyendo las obras de sanidad divina que ocurrieron en esta iglesia.
      Hubo personas que falsamente incriminaron a un siervo de Dios inocente y luego abandonaron la iglesia.
      Como resultado de eso, la mayoría de ellos fueron por el camino opuesto a la salvación; muchos de ellos enfrentaron tragedias, tales como serias enfermedades o sus negocios y familias fueron destruidas.
      Pero aunque ustedes no hayan negado las obras del Espíritu Santo activamente o interrumpido el ministerio de esta iglesia, aún pudieron haber cometido blasfemia en contra del Espíritu Santo.
      Por ejemplo, como pastor yo he enfatizado en muchas ocasiones que no deben ver o escuchar nada que no sea cierto.
      Pero algunos de ustedes incluso miran programas en la TV, leen ciertas cartas, o reciben llamadas telefónicas y conversan con aquellos que intentaron destruir la iglesia.
      Entonces, ¿por qué es que sólo ver y oír es pecado?
      Es porque en la mayoría de los casos no se trataba sólo de ver y oír.
      Esas cosas quedan en sus pensamientos y es así que ustedes luego piensan: "¿Será cierto?" y también comienzan a juzgar pensando que podría ser cierto.
      Además, se puede desarrollar en un gran pecado al conversar de esas cosas con otras personas.
      Si ustedes realmente creen en las obras del Espíritu Santo manifestadas en esta iglesia, y si ustedes confían en esta iglesia y en su pastor, deben haber reprendido con severidad a los que estaban hablando de estas cosas.
      Pero si en lugar de hacerlo, ustedes escucharon lo que decían y luego lo divulgaron a los demás, es muy inadecuado.
      También, el hecho de que ustedes quieran ver y escuchar tales tipos de cosas, prueba que tienen dudas en sus corazones.
      Deben darse cuenta si es que tienen ese tipo de sentimientos.
      Pero aunque intente hacerles entender, algunos de ustedes se han arrepentido y han dicho que lo han hecho porque no sabían que estaba mal.
      ¿Pero cuántos de ustedes en realidad no sabían que estaba mal?
      La mayoría de ustedes escuchan la Palabra de Dios cada semana y son testigos de las señales y los prodigios y las obras poderosas de Dios.
      Además, esto sucedió durante la reunión de avivamiento, y fueron testigos de incluso más obras del Espíritu Santo de lo habitual.
      Por lo tanto, decir que ustedes no sabían no puede ser verdaderamente cierto.
      También, aunque demostraron las mismas acciones, la magnitud del pecado será diferente dependiendo de cada individuo y el corazón de cada uno en ese entonces.
      Por ejemplo, si aquellos que han sido creyentes durante muchos años, quienes recibieron mayor gracia, o quienes son obreros de la iglesia vieron las cosas que no debían haber visto, se constituye en un gran pecado.
      Por lo tanto, si ustedes no reciben respuestas a sus problemas, por favor examinen cuidadosamente si las acciones que ustedes consideran triviales han creado, o no, un muro de pecado.
      Si comparan su confianza con el amor y la confianza que Dios el Padre y el Señor les han dado a ustedes, pueden darse cuenta de sus corazones.
      De esta manera, pueden ver en la profundidad de sus corazones.
      Quiero una vez más instarles a que no deberían juzgar a un siervo de Dios que está acompañado por Dios.
      Es debido a que esto está directamente relacionado con la blasfemia en contra del Espíritu Santo.
      En los tiempos de la iglesia primitiva, Ananías y Safira creyeron que podían engañar a Pedro, pero él les dijo que habían querido engañar al Espíritu Santo.
      Como resultado de engañar al Espíritu Santo, enfrentaron un final miserable y no fueron salvos.
      Como ustedes siempre han experimentado, el poder de Dios sobre mí es cada vez mayor.
      Esto demuestra que Dios es la certificación de mi ministerio.
      Por lo tanto, deben confiar en el siervo de Dios y recibir bendiciones, pero ¿por qué siguen juzgándolo y condenándolo?
      Espero que ustedes se arrepientan y retroceder, para que todos ustedes puedan recibir respuestas y bendiciones de Dios.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      El siguiente caso es las obras de la carne que guían a la muerte, especialmente en relaciones entre hombres y mujeres.
      Por ejemplo, algunos de ustedes tienen enfermedades graves debido a que han cometido obras de la carne con sus novios o novias.
      Pero aunque ustedes están enfermos debido al mismo pecado, algunos son perdonados y reciben las respuestas tan pronto como se arrepienten.
      Son sanados de sus enfermedades fácilmente y recuperan rápidamente su fe y la llenura del espíritu.
      Pero algunas personas dicen que se arrepienten pero sin recibir las respuestas. Ellos no sanan.
      O en algunos casos Dios simplemente remueve el dolor o los sana en ciertas partes. ¿A qué se debe esto?
      Es debido a que ciertas obras de la carne son pecados graves mientras que otras son pecados triviales, aunque son obras de la carne.
      Esto depende del corazón de cada persona.
      La segunda parte de 1 Samuel 16:7 dice: "Pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón".
      Dependiendo del tipo de corazón que cada uno tiene cuando comete pecado, Dios lo considera grave o no, o en otras ocasiones un pecado menor.
      También en otros casos es imperdonable.
      De acuerdo a la magnitud, el precio por el pecado que una persona debe pagar también es diferente.
      Algunos reciben pruebas largas y grandes como castigo, mientras que otros reciben pruebas pequeñas.
      Es decir, aunque ustedes cometan las mismas obras de maldad, ustedes tienen diferentes medidas de justicia que deben llenar para recibir la respuesta.
      En los estatutos del Antiguo Testamento, podemos entender que Dios mira el corazón de las personas.
      En el Antiguo Testamento, las personas eran castigadas por sus acciones, y no por sus corazones.
      Dios, a través de Moisés, les dio instrucciones específicas del tipo de castigos que debían recibir por ciertos tipos de pecados.
      Pero también podemos comprender que Dios ordenó diferentes tipos de castigos incluso para el mismo pecado, de acuerdo a la intención de la persona.
      Por ejemplo, en un caso de asesinato, Dios les dijo que cuidadosamente investiguen la motivación del mismo.
      Dios ordenó diferentes tipos de castigo de acuerdo a si el asesino cometió el acto intencionalmente con odio, o si fue accidentalmente, o si fue por defensa personal.
      Si cometían el pecado en contra de otra persona intencionalmente y con odio, tal persona debía morir.
      Pero si una persona mataba a otra sin ningún tipo de intención mala, podía huir a la ciudad de refugio y salvar su vida.
      Deuteronomio 19:5 habla acerca de uno de esos ejemplos. Dice lo siguiente: "(como cuando un hombre va al bosque con su amigo para cortar leña, y su mano blande el hacha para cortar el árbol, y el hierro salta del mango y golpea a su amigo, y éste muere), él puede huir a una de estas ciudades y vivir"
      También Deuteronomio 19:11-12 dice: "Pero si hay un hombre que odia a su prójimo, y acechándolo, se levanta contra él, lo hiere, y éste muere, y después él huye a una de estas ciudades, entonces los ancianos de su ciudad enviarán a sacarlo de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera".
      Aquellos que mataban con intensiones malignas tenían que morir aunque huyeran a la ciudad de refugio.
      En el Antiguo Testamento, la regla era: "ojo por ojo, y diente por diente".
      Incluso en aquellos tiempos, Dios abrió un camino para que pudieran vivir aquellos que pecaban sin ningún tipo de intención maligna.
      Aun en diferentes actos de fornicación, Dios no consideraba a todos los actos de fornicación de la misma manera.
      Dios les dijo que los castigaran de diferentes maneras de acuerdo a cada caso en particular.
      Explicaré acerca de estos casos más detalladamente y con ejemplos específicos en el siguiente estudio.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      De acuerdo al tipo de actitud que ustedes tengan cuando escuchan la Palabra de Dios, la medida de bendición que se les otorgará será diferente.
      Por ejemplo, si ustedes creen en la Palabra de Dios sólo en un 50%, entonces recibirán sólo el 50% de la bendición.
      Si ustedes creen en la Palabra de Dios en un 100% y la ponen en práctica, recibirán el 100% de la bendición.
      En realidad son ustedes los que deciden el tamaño de la vasija para sostener las bendiciones.
      Y este principio no sólo se aplica a la Palabra de Dios sino también a las obras del Espíritu Santo.
      El Espíritu Santo es uno con Dios, y Él nos dirige a cada uno de nosotros a la salvación en esta era en la que es tan difícil hallar fe verdadera.
      También, el Espíritu Santo realiza cosas que son imposibles para el ser humano.
      Por ejemplo, Él sana las enfermedades incurables y nos libera de los dolores de las enfermedades y afecciones.
      También elimina los problemas que tenemos por delante en el camino de nuestras vidas y nos hace prosperar en nuestras vidas.
      Sobre todas las cosas, Él nos da la fe para que podamos sentir el Cielo como si en realidad lo estuviéramos tocando y viendo.
      Por lo tanto, dependiendo de cuánto ustedes confían y anhelan el poder del Espíritu Santo, sus vidas serán muy diferentes.
      Se decidirá cuánto se parecerán a Dios como hijos verdaderos y cuánta bendición podrán disfrutar en esta Tierra.
      El Salmo 81:10 es la palabra de bendición la cual contiene el amor de Dios el Padre para Sus hijos.
      Dice lo siguiente: "Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto; abre bien tu boca y la llenaré".
      En la medida en que se fijen en las obras del Espíritu Santo con un buen corazón, gozo y gratitud, su vasija de bendición se hará más grande.
      Ruego en el nombre del Señor que ustedes se deleiten en toda la Palabra de Dios explicada a través del Espíritu Santo y las poderosas obras del Espíritu Santo, para que puedan recibir grandes bendiciones.

      (Amén)


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