• Conferencia sobre 1 Juan (3)

    [1 Jean 1:6-9]

    23-05-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      1 Juan 1:6-9
      "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".


      En 1 Juan, el apóstol Juan está entregándonos lo que él ha visto, oído, y vivenciado sobre Jesucristo. Cuando nosotros escuchamos y creemos lo que Juan nos está dando, nosotros tendremos comunión con Dios y con el Señor, así como Juan tuvo comunión con el Señor.
      Este día, empezaré con 1 Juan 1:6.
      Este versículo dice, "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad".
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, aquellos que escucharon el evangelio y han aceptado al Señor tienen comunión con Él. Pero aun cuando ellos han escuchado el evangelio y dicen creer en el Señor, no todos ellos realmente tienen comunión con Dios.
      No es solamente decir que conocemos a Dios lo que cuenta; Dios tiene que reconocer que Él también nos conoce.
      Entonces, ¿cómo podemos nosotros conocer a Dios y qué podemos hacer para que Dios también nos reconozca? La respuesta se encuentra en el versículo 6 del pasaje de este día. Éste dice que si nosotros decimos que tenemos comunión con Dios pero andamos en tinieblas, mentimos. En otras palabras, nosotros tenemos comunión con Dios cuando caminamos en la luz, la cual es opuesta a las tinieblas.
      Cuando llega la luz, la oscuridad desaparece. Si ustedes tienen comunión con Dios quien es luz, también tienen que apartarse de las tinieblas, y las tinieblas dentro de ustedes tienen que irse. Esta es la evidencia que ustedes tienen comunión con Él.
      Las tinieblas pertenecen al enemigo el diablo y Satanás. Aquellos que caminan en tinieblas también pertenecen al enemigo el diablo, a Satanás. Por lo tanto si aquellos que caminan en tinieblas dicen que tienen comunión con Dios quien es luz, quiere decir que están hablando mentiras.
      Ahora, ¿Qué significa específicamente 'caminar en la luz' o 'morar en la luz'?
      Esto es obedecer la palabra de Dios, quien es luz. Si ustedes continúan practicando la palabra de Dios, no solamente se apartarán de las tiniebla sino que también ustedes mismos se convertirán en la luz que brilla en el mundo. Además, mientras vivan en la luz a través de la obediencia a la palabra de Dios, ustedes producirán los frutos de la luz en su corazón.
      Efesios 5:9-9 dice, "...Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad)".No solamente 'toda bondad y justicia y verdad' en este versículo sino todos los nueve frutos del Espíritu Santo y el fruto del amor espiritual pueden todos ser llamados el fruto de la luz. Después de todo, estos son los frutos que ustedes pueden producir al grado en que vivan en la luz.
      Al grado en que vivan en la luz y produzcan el fruto de la luz en su corazón, ustedes podrán escuchar claramente la voz del Espíritu Santo y se podrán comunicar con Él. Comprenderán claramente el corazón y la voluntad de Dios que está en la Palabra y la oración.
      Si ustedes piden en su oración, Dios escuchará y les responderá. Serán guiados por caminos de prosperidad por la dirección del Espíritu Santo en cada día de sus vidas. Ustedes podrán comunicarse con Dios a través de las obras del Espíritu Santo y podrán llevar una vida bendecida si moran en la luz y tienen comunión con Dios.
      Por otro lado, morar en las tinieblas es vivir en el pecado, en desobediencia a la palabra de Dios. La codicia, la envidia, el enojo, el asesinato, el adulterio, la idolatría, las enemistades, los pleitos, las borracheras, la difamación y la crítica a otros, la arrogancia y la presunción, y las cosas de esa clase que pertenecen a las tinieblas. No solamente las obras de la carne que se cometen en acción, sino los pecados en el corazón, los cuales son las cosas de la carne, también pertenecen a las tinieblas.
      Por supuesto, solamente con creer en Dios y aceptando al Señor no podemos desechar todas las clases de oscuridad justo desde el principio. Sino que los hijos de Dios tienen que luchar continuamente para deshacerse de tal tiniebla. Cuando ellos se esfuerzan, pueden finalmente santificarse y convertirse en hijos de luz que reflejan a Dios.
      Mateo 7:21-23 dice, "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad".
      Aun cuando nosotros digamos, 'Señor, Señor', y que asistamos a todos los servicios de adoración y las reuniones de oración, y aunque tomemos responsabilidades en la iglesia, si practicamos la maldad entonces nosotros no tenemos nada que ver con Dios.
      Dios dirá, "nunca los conocí".
      Hermanos y hermanas, si alguien camina en las tinieblas y dice que tiene comunión con Dios, como ya dije, él está diciendo mentiras. Como les continuaré explicando, la palabra 'mentiroso' aparece muchas veces el libro de 1 Juan.
      1 Juan 2:4 dice, "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él".
      Este versículo tiene un significado similar con el pasaje de este día.
      Luego, 1 Juan 2:22 dice, "¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo".
      Además, 1 Juan 4:20 dice, "Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?".
      Si ustedes solamente recuerdan el contenido sobre los mentirosos en 1 Juan, hasta cierto grado podrán comprender la esencia del libro de 1 Juan.
      Yo revisé brevemente el marco histórico del libro de 1 Juan en la 1 sesión, ¿lo recuerdan ustedes? En el tiempo de la iglesia primitiva había algunos que estaban engañando a los creyentes con ideas heréticas llamadas Gnosticismo.
      Ellos no reconocían a Jesús como el Hijo de Dios que vino a esta tierra hecho carne. También negaban el hecho que Él nos salvó a través de Su crucifixión y que resucitó y ascendió. Además, decían que ellos no tenían que vivir una vida moral si simplemente tenían el conocimiento de Dios. Ellos declaraban que el espíritu y el cuerpo están separados, y que el espíritu puede ser salvado aun cuando el cuerpo cometa pecados.
      Refutando esta declaración, Juan el apóstol continuó enfatizando que Jesucristo es el Hijo de Dios que vino a esta tierra en forma de hombre. Además, él enseña continuamente que los creyentes pueden tener fe verdadera y ser salvados cuando caminan en la luz, la cual es la verdad. Y establece un punto diciendo que aquellos que estaban haciendo esas declaraciones heréticas estaban engañando a los creyentes con sus mentiras.
      Apocalipsis 22:15 dice que todo aquel que ama y practica la mentira estará fuera de la ciudad.
      Como está escrito, aquellos a quienes les agradan y crean estas mentiras heréticas estarán fuera de la ciudad, lo cual significa que ellos no serán salvados.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, se dice que nosotros tenemos comunión con Dios solamente cuando caminamos en la luz. Otra razón por la que tenemos que caminar en la luz es porque solamente aquellos que caminan en la luz reciben perdón de sus pecados.
      1 Juan 1:7 dice, "pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado".
      Nosotros escuchamos este versículo 7 casi siempre cuando celebramos la Santa Cena. Debido a que Jesús no teniendo pecado derramó Su preciosa sangre, los pecadores pueden ahora ser perdonados de sus pecados y recibir salvación y vida eterna.
      Pero hay una condición para ser perdonados de nuestros pecados a través de la sangre de Jesús y vivir una vida eterna.
      Juan 6:53 dice, "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros".
      Jesús dijo que nosotros tenemos vida eterna solamente cuando comemos y bebemos la carne y la sangre del Hijo del Hombre.
      En un sentido físico, para que un hombre continúe viviendo, él tiene que ingerir alimento y ser alimentado. Cuando comemos alimentos, también tenemos que tomar líquidos. De esta forma, los nutrientes en la comida pueden ser digeridos bien y el desperdicio puede ser desechado fácilmente.
      Para que un hombre continúe su vida espiritual, él tiene que comer el alimento espiritual y tomar la bebida espiritual, que son la carne y la sangre del Hijo del Hombre.
      Comer la carne del Hijo del Hombre es aprender la palabra de Dios. Beber la sangre del Hijo del Hombre es practicar con fe la palabra de Dios que hemos aprendido.
      Nosotros no deberíamos simplemente conocer la palabra en nuestro cerebro sino que tenemos que realmente ponerla en práctica. Tenemos que hacer las cosas que la Biblia nos dice que hagamos y viceversa. Tenemos que guardar lo que ella nos dice que guardemos y desechar lo que nos dice que desechemos.
      Cuando nosotros obedecemos y practicamos la palabra de la Biblia, las naturalezas pecaminosas en nosotros pueden ser expulsadas tal como se expulsa el desperdicio humano. Las tinieblas del corazón desaparecerán y éste será llenado con los frutos de la luz.
      Aquellos que no conocen muy bien la verdad podrán decir que nosotros somos salvos por medio de la fe del Nuevo Testamento, y cuestionan el por qué yo pongo tanto énfasis en las obras.
      Sí, ellos están en lo correcto. Nosotros podemos ser perdonados de pecados y recibir salvación por medio de la fe en Jesucristo. Nosotros nunca podemos ser salvos simplemente por las obras.
      Pero lo importante es que la verdadera fe siempre está acompañada por las obras.
      Santiago 2:14 dice, "Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?".
      Romanos 2:13 también dice, "porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados".
      Es decir, cuando nosotros nos separamos de las tinieblas y caminamos en la luz que es la verdad, nuestra fe se convertirá en fe verdadera con la cual podemos ser salvos y seremos justificados por la sangre de Jesús.
      Aun cuando hayamos aceptado al Señor y hayamos recibido al Espíritu Santo, nosotros estaremos lejos y más lejos de la salvación si no moramos en la luz.
      1 Tesalonicenses 5:19 dice, "No apaguéis al Espíritu", y si nosotros apagamos al Espíritu Santo morando en las tinieblas, nosotros no podemos ser salvados.
      Hermanos y hermanas, 1 Juan 1:8-9 dice, "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad".
      Excepto por Jesús, quien fue concebido por el Espíritu Santo, todos los seres humanos son descendientes de Adán y todos herederos del pecado original de Adán. Además, ellos cometen muchos pecados por sí mismos. Aun cuando digan que viven honestamente, ellos comprenderán que cometen innumerables pecados si reflexionan sobre sus vidas con la palabra de Dios.
      Por ejemplo, imagínense que alguien los abofetea justo en su mejía derecha sin ninguna razón, pero que ustedes simplemente contienen su ira. La gente del mundo diría que esto es bueno, pero a la vista de Dios esto también es maldad. Aun cuando ustedes no exteriorizaron su maldad, aun tienen sentimientos malos y eso también es pecado.
      Ya sea el pecado original o el pecado cometido por sí mismo, un pecador no puede resolver el problema de su propio pecado. Por esta razón, para poder resolver el problema del pecado de la humanidad, Dios envió a Su único Hijo Jesucristo a esta tierra.
      Dios nos perdona cuando nosotros creemos en el poder de la preciosa sangre de Jesús. Pero para que nosotros recibamos el perdón de nuestros pecados y la salvación a través del poder de esta sangre, primero tenemos que confesar que somos pecadores.
      Cuando nosotros confesamos nuestros pecados delante de Dios en oración, Dios nos da al Espíritu Santo en nuestros corazones. Entonces, por la inspiración del Espíritu Santo, podemos comprender totalmente que éramos terribles pecadores.
      Entonces, algunas veces incluso por días, nosotros nos arrepentimos de todos nuestros pecados e incluso de los pecados que cometimos mucho tiempo atrás. De acuerdo a la personalidad de cada persona, ellos podrán rodar por el piso o golpear el suelo mientras lloran cuando se han arrepentido.
      La suciedad en una habitación oscura no se ve con facilidad, pero ésta será revelada claramente cuando la luz brilla. De la misma forma, si nosotros aceptamos la verdad en nosotros, la luz revelará las falsedades en nuestro corazón.
      Cuando la luz es derramada por las obras del Espíritu Santo, nosotros llegamos a comprender claramente nuestros pecados y nos arrepentimos totalmente. Esto es lo que quiere decir 1 Juan 1:8 cuando dice, "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros".
      Nosotros podemos reconocer nuestros pecados, confesarlos, y arrepentirnos de ellos solamente cuando reflejamos sobre nosotros la palabra de Dios, la cual es luz. Entre más esté lleno su corazón con la verdad, más sensitivos se volverán con respecto a los pecados y la maldad.
      Antes, ustedes podían simplemente haber cometido algunos pecados sin pensar profundamente en ellos, pero cuando desechan la maldad y llenan su corazón con la verdad, considerarán ese pecado muy grande, (como si lo estuvieran viendo con un microscopio).
      Así que, entre más verdad tengan en ustedes, más fácilmente podrán reconocer y confesar sus pecados y recibir la fortaleza para desecharlos.
      Aquí, ustedes deberían tener un correcto entendimiento del significado de confesar sus pecados. Esto no es solamente decir con palabras, "cometí un error. Por favor perdóname". Algunas personas asisten a la iglesia pero pecan tanto como quieren. Ellos creen que pueden ser perdonados de todos sus pecados cuando se arrepienten de ellos el día Domingo.
      Nosotros no podemos ser salvos simplemente confesando solamente con nuestros labios después de pecar deliberadamente. Este es un arrepentimiento falso. Si nosotros solamente nos arrepentimos de labios y continuamos pecando, esto es una abominación delante de Dios, y es como cuando un perro regresa a su propio vómito.
      El verdadero arrepentimiento no es solamente de labios, es rasgar nuestro corazón con lamento. Nosotros cometimos un pecado, que es aborrecible para Dios, por lo tanto hemos contristado el corazón del amado Padre. Así que, ¡cuan arrepentidos y avergonzados estamos! Por lo tanto, decidimos no pecar de nuevo y nosotros no tenemos que cometer el mismo pecado nunca más.
      Cuando nos arrepentimos verdaderamente de esta forma, Dios se olvidará de ese pecado y lo alejara tanto como está de lejos el oriente del occidente.


      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, Mateo 5:14 dice, "Vosotros sois la luz del mundo", y Mateo 5:16 dice, "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".
      En el Cielo, no hay ninguna tiniebla; el Cielo está lleno solamente con luces.
      Pero en esta tierra donde nosotros estamos siendo cultivados, hay luz y hay tinieblas. Los hijos de Dios obviamente deberían morar en la luz y cumplir con el todo de los hombres. De esta forma, nosotros tenemos que convertirnos en luz en el mundo de tinieblas.
      Cuando ustedes moran en la luz más brillante, tendrán una comunión más profunda con Dios. Podrán comunicarse con Dios más profundamente, y podrán comprender el corazón y la voluntad de Dios más claramente.
      Serán bendecidos físicamente y espiritualmente, y habrá evidencia que Dios está con ustedes y los confirma.
      ¡Yo creo que ustedes están experimentando ya, que tener comunión con Dios es tan grande bendición y enorme gozo!
      Aun cuando ustedes pueden obtener un gran placer y gozo físicamente, esto no puede siquiera ser comparado con el gozo espiritual que pueden disfrutar en la comunión con Dios. Cuando se niegan a ustedes mismos y desechan su viejo hombre, el gozo y la felicidad que vendrá de lo alto será simplemente inexplicable.
      Es más, por la guía del Espíritu Santo, ustedes son dirigidos a la prosperidad en cada momento, y ¡cuan felices tienen que estar! Están llenos con agradecimiento y testimonios, y pueden darle gloria a Dios en todo lugar donde vayan. Son prosperados en sus lugares de trabajo, y su familia será rápidamente evangelizada. Si ustedes tienen una luz brillante, también pueden echar fuera las tinieblas de aquellos que la tienen en su interior.
      Por ejemplo, ustedes pueden resolver los problemas que otras personas tengan por medio de su consejería espiritual, así que ellos se sentirá muy felices. Además, ustedes pueden echar fuera de otras personas los pensamientos carnales y los sentimientos negativos y pueden motivarlos a actuar dentro de la verdad.
      Especialmente, si ustedes son pastores o líderes, tienen que anhelar mucho esta clase de autoridad.
      Entonces, yo les insto a que reflejen a Dios que es la luz tratando de esforzarse por morar en la luz completamente.
      Yo oro en el nombre del Señor para que, al hacer esto, ustedes disfruten de la comunión con Dios y el Señor tal como lo dice las letras del himno, "¡Es tan dulce caminar con Jesús!".


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