[Gálatas 6:9]
30-05-2010 | Rev. Jaerock Lee
[Pasaje]
Gálatas 6:9
"Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos".
[Introducción]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
No es fácil para un hombre comprender claramente el corazón de otra persona.
Pero las personas usualmente piensan que pueden comprender el corazón de otra persona con tan sólo ver su apariencia externa.
Pero Dios conoce claramente lo más profundo del corazón de todas las personas.
Cuando las personas cometen pecados, Dios no mira la acción que cometieron en sí. Dios mira el corazón de cada individuo para juzgar la severidad del pecado.
Por ejemplo, dos personas respectivamente roban el dinero de otra persona.
Ciertamente, robar es un pecado.
Uno de ellos robó el dinero debido a su ambición por el mismo.
Pero el otro tenía un amigo cuya madre estaba muriendo pero no podía pagar ningún tratamiento, y robó ese dinero para la madre de su amigo.
Él no robó debido a la ambición por el dinero, sino por la simpatía y por el deseo de ayudar a su amigo y a la madre del mismo.
Aunque ellos cometieron el mismo pecado, llamado robo, Dios considera cada caso de diferente manera.
Es porque sus motivaciones fueron totalmente diferentes.
Dios quizás muestra misericordia sobre aquel que robó el dinero para ayudar a su amigo, aunque esto sea un pecado.
Por esta razón quizás parezca que ellos cometieron el mismo pecado, pero el castigo es completamente diferente para cada uno de ellos.
En Juan 7:24 Jesús dice: "No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con juicio justo". Como está escrito, Dios juzga de manera justa.
Pero esto no significa que podemos cometer pecados si es que lo hacemos por buenas motivaciones.
Cualquiera que sea la motivación que nos lleva a cometer un pecado, el pecado es pecado.
También, si hacemos algo con buenas motivaciones, Dios quizás diga que sigue siendo algo malo a menos que nosotros completamente nos parezcamos a Dios. Entonces, sigue siendo un pecado que es malo.
Asimismo, el castigo por el pecado será más grande cuando la maldad en el corazón de la personas es mayor.
Por lo tanto, lo más importante es que debemos tener un buen corazón a los ojos de Dios.
Por medio de este mensaje, espero que ustedes puedan escudriñar cuánta bondad del corazón tienen a los ojos de Dios, quien ve los corazones.
Al hacer esto, ruego en el nombre del Señor que ustedes se den cuenta de la manera para recibir una respuesta de parte de Dios, y que también cultiven un mayor nivel de bondad.
[Mensaje principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, desde el último estudio les he estado hablando acerca de los casos en los cuales es muy difícil para ustedes recibir una respuesta.
Hay casos en los cuales ustedes cometen pecados que son muy difíciles de ser perdonados, y crean un muro de pecado delante de Dios.
En el último estudio, les hablé acerca de la blasfemia en contra del Espíritu Santo, y acerca de los pecados en relaciones entre el hombre y la mujer en medio de las obras evidentes de la carne.
Aunque ustedes cometan las mismas obras de la carne, les expliqué que, la medida de justicia que ustedes deben completar para ser perdonados de los pecados y para recibir una respuesta, es diferente de una persona a la otra.
De acuerdo al corazón de la persona que comete el pecado; el mismo acto cometido por una persona quizás sea un pecado grave, mientras que quizás, para otra persona, sea considerado un pecado no tan grave.
En consecuencia, el castigo y las pruebas que sigan al pecado también serán diferentes.
En el último estudio, les di el ejemplo de un caso de asesinato donde el asesino podía ir a la ciudad de refugio y salvar su vida.
En el capítulo 22 de Deuteronomio, podemos hallar diferentes castigos por el adulterio de acuerdo a la situación de cada caso.
En el Antiguo Testamento, las obras externas eran la norma de juicio para el castigo de las personas.
Ellos no eran castigados por los pecados que ellos cometían con sus pensamientos.
A diferencia del Nuevo Testamento, donde el Espíritu Santo nos ayuda, era difícil desechar los pecados del corazón en los tiempos del Antiguo Testamento.
Pero cuando cometían pecados en acción, eran estrictamente castigados.
Sin embargo, Dios aún consideraba el corazón de cada uno de ellos.
Por ejemplo, si ellos cometían intencionalmente actos de maldad Dios no los perdonaba.
Si una mujer que no era casada cometía adulterio o si un hombre cometía adulterio con una mujer casada, Dios dice que debían morir para remover la maldad.
Esto nos dice que era un acto de maldad porque ellos seguían su lascivia e intencionalmente cometían el acto de pecado.
También, cuando un hombre tenía relaciones íntimas con una mujer casada, era un gran pecado porque destruía la relación matrimonial que se supone debía mantenerse solemnemente.
Hoy hay tantas personas que se juntan con otras del sexo opuesto para satisfacer su lascivia.
Dios permitió la relación sexual entre un hombre y una mujer sólo para parejas casadas que están legalmente vinculados el uno al otro.
Es la voluntad de Dios mantener la castidad antes del matrimonio y mantener su fidelidad a su pareja después del matrimonio.
Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres.
Pero algunas personas tienen relaciones sexuales incluso antes del matrimonio.
Ellos dicen que se aman el uno al otro, pero realmente no lo hacen. Ellos no quieren casarse, pero se piden en matrimonio para tomar sus cuerpos y servirse de ellos.
Luego, se van con otras personas.
Dicen amarse entre sí, pero se engañan el uno al otro debido a su lascivia y luego llegan a odiarse entre sí.
Incluso entre aquellos que asisten a la iglesia y quienes, al contrario de las personas del mundo, conocen acerca de Dios, hay algunos que cometen este pecado repetidamente.
Este es un gran pecado a los ojos de Dios.
Estos tipos de pecados son muy difíciles de ser perdonados.
Por otro lado, algunas personas cometen obras de la carne, pero Dios considera sus pecados menos severos.
Por ejemplo, en Deuteronomio 22, Dios puede o no hacerlos responsables a pesar de que son capturados mientras cometen adulterio.
Dios hace que las personas consideren si fue o no intencional, para decidir el tipo de castigo.
Deuteronomio 22:23-24 dice: "Si hay una joven virgen que está comprometida a un hombre, y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, entonces llevaréis a los dos a la puerta de esa ciudad y los apedrearéis hasta que mueran; la joven, porque no dio voces en la ciudad, y el hombre, porque ha violado a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti".
Dice que la mujer tiene que morir porque no dio voces en la ciudad.
Es decir, debido a que ella no se opuso, sino que se acostó con el hombre con su consentimiento, ella debía morir.
Deuteronomio 22:25-27 dice: "Pero si el hombre encuentra en el campo a la joven que está comprometida, y el hombre la fuerza y se acuesta con ella; entonces morirá sólo el que se acuesta con ella, no harás nada a la joven; no hay en la joven pecado digno de muerte, porque como cuando un hombre se levanta contra su vecino y lo mata, así es este caso; cuando él la encontró en el campo, la joven comprometida dio voces, pero no había nadie que la salvara".
Las fuerzas físicas de una mujer son normalmente más débiles que las de un hombre.
Por lo tanto, es muy difícil escapar de esa situación si no hay alguien que ayude.
En este tipo de casos, Dios les dijo que no mataran a la mujer, a menos que ellos tengan la evidencia de que ella voluntariamente cometió el pecado, por lo tanto la mujer, que era inocente, no era condenada a muerte.
Pero Dios hacia que el hombre pagara el precio por el pecado.
Aunque la mujer no fuera casada, mientras ella estuviera comprometida, Dios lo consideraba igual que cometer adulterio con una mujer casada.
Por otra parte, si un hombre se acostaba con una mujer soltera, Dios habría el camino para que sea perdonado.
Dios le permitía arrepentirse y pagar el precio por su pecado.
Deuteronomio 22:28-29 dice: "Si un hombre encuentra a una joven virgen que no está comprometida, y se apodera de ella y se acuesta con ella, y son descubiertos, entonces el hombre que se acostó con ella dará cincuenta siclos de plata al padre de la joven, y ella será su mujer porque la ha violado; no podrá despedirla en todos sus días.
Claramente es un pecado tener relaciones físicas antes del matrimonio.
Sin embargo, si el hombre se casa con la mujer y asume plena responsabilidad por el resto de su vida, Dios lo perdona.
Al hacer esto, tanto el hombre como la mujer que fue violada, podían ser salvos.
Recientemente, pude sentir el amor de Dios quien quiere perdonar incluso a aquellos que cometieron pecados y que quiere permitirles vivir.
Cierta hermana adquirió una enfermedad y se acercó a mí para recibir oración.
Pero su condición no mejoró aún después de la oración.
Finalmente, ella confesó que tubo relaciones sexuales con su novio.
Entonces pensé: ahora sí ella podía ser sanada debido a que se arrepintió de corazón, pero no se sanó.
Entonces le pregunté a Dios en oración acerca de este caso.
Entonces, Dios me hizo saber que el novio de esta señorita también debía acercarse y juntos debían arrepentirse.
Cuando les dije esto, ambos vinieron y se arrepintieron delante de Dios.
Les pregunté si aún se querían casar aunque ella estuviera enferma, ellos me dijeron que sí querían hacerlo.
El amor entre ellos no había cambiado.
Una mente invariable y mantener la promesa es lo que a Dios le agrada.
Ellos cometieron pecados porque no pudieron controlar su propia lascivia en el momento, pero debido a que ellos tienen un tipo de corazón bueno, Dios aceptó su arrepentimiento.
Cuando oré para que reciba sanidad, ella fue sanada inmediatamente y ahora esta pareja está casada y llevan una vida diligente en la fe.
Pero esto no significa que ustedes pueden continuar y cometer obras de la carne porque ustedes se estén por casar y su corazón no cambia.
Como ya les he mencionado, ¡esta hermana sufrió mucho debido a su pecado!
Si ustedes en realidad se aman, deben cuidarse el uno al otro.
También, incluso en el mismo caso, la magnitud de ese pecado será diferente dependiendo del nivel de fe de la persona que cometa el pecado.
Por ejemplo, si un obrero de Dios, quien diligentemente ha marchado hacia el Cielo comete este tipo de pecado, la gravedad del pecado es mayor.
Y mayores pruebas vendrán.
También, en algunos casos, aunque no hayan cometido obras de la carne, obtienen una grave enfermedad y sufren por largo tiempo.
Aunque ellos se arrepientan, no son sanados instantáneamente. Esto en realidad es una bendición.
Aunque ellos no cometieron ninguna obra de la carne, Dios permite este tipo de pruebas para que ellos puedan sacar las raíces del adulterio de sus corazones.
Por ejemplo, suponga que una persona es amable en su corazón y ha sido fiel por el reino de Dios por su amor por Dios.
Pero aunque no ha cometido una obra de la carne, desobedece la Palabra de Dios, por ejemplo, al ir con una mujer a solas en su automóvil.
Le dio su corazón a esa mujer. Así que la enfermedad vino porque Dios no lo protegió.
Dios permite una prueba para este hombre. Es debido a que si él estaba solo, podría haberse también desarrollado una obra de la carne.
Dios ve el corazón de cada uno y Él conoce la naturaleza pecaminosa de cada persona.
Dios sabe que él tiene un buen corazón, incluso lo suficientemente bueno para ir a la Nueva Jerusalén, si desecha una mente adúltera y se mantiene puro.
Por lo tanto, Dios interviene a medio camino para mantenerlo puro y permite que él deseche la maldad a través de la prueba.
Algunas veces Dios permite pruebas en el corazón en lugar de enfermedades que pueden verse en lo exterior.
Dios les permite odiar el pecado mientras están atravesando por la prueba, para que puedan desechar el pecado completamente.
Las pruebas vendrán no sólo por el adulterio sino también por las obras de la carne tales como el aborto.
Por lo tanto, si ustedes han cometido tal hecho deben arrepentirse por completo.
Las personas adultas adquieren una seria enfermedad y oran por ello, y luego recuerdan que ellos hicieron tales cosas décadas atrás y se arrepienten de ellas.
Si ellos no derriban esta pared de pecado, Dios ciertamente los hará responsables en el Día del Juicio.
Por lo tanto, al permitir tales pruebas, Dios les hace dar cuenta de sus pecados y desechar la naturaleza pecaminosa de sí mismos.
Las pruebas son el amor de Dios.
Por lo tanto, espero que ustedes se den cuenta en qué tipo de categoría han caído, y que pasen a través de la prueba en amor y paciencia, para que puedan recibir la respuesta que ustedes quieren.
Entonces, sólo marchen con fervor, y tengan la esperanza de la Nueva Jerusalén.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, el tercer caso en el cual es difícil recibir respuestas de parte de Dios, es en el caso de la idolatría.
La segunda parte de Éxodo 20:5 dice que la maldición causada por la idolatría pasará por cuatro generaciones.
Como ya he explicado, la idolatría es un pecado muy grave.
A menos que ustedes se arrepientan totalmente y se aparten por completo, es muy difícil escapar de su maldición.
Por ejemplo, algunas personas reciben obras perturbadoras en los servicios de adoración o de oración. El poder de las tinieblas les da pensamientos ociosos y somnolencia.
Aunque crean en Dios, quizás adquieran una enfermedad o enfrenten algún desastre.
Todas las cosas deberían ir bien para ellos pero no es así, aunque ellos crean en Dios.
Llevan una vida en la fe sin ningún tipo de gozo o llenura del Espíritu.
Pero piensan que se han arrepentido, y ya no están ligados a los ídolos.
Dicen que se deshicieron de todos los ídolos y amuletos y todos los restos de idolatría, y se enfocaron solamente en la iglesia.
Pero, de hecho, en muchos casos no se arrepintieron de corazón, y sus muros de pecado no se han derrumbado todavía.
Es debido a que no pueden arrepentirse totalmente de corazón porque no se dan cuenta de la magnitud de sus pecados.
La idolatría nunca puede ser considerada como un pecado insignificante.
No puede desaparecer simplemente si ustedes se arrepienten con sus labios.
Por ejemplo, supongamos que un hijo odia mucho a su padre, y lo culpa de todo lo que le va mal a él.
Se queja de su padre y dice que ha fracasado en su vida debido a que su padre no lo ha educado, o que no lo ha apoyado lo suficiente.
Maldice a su padre, e incluso amenaza a su padre con un cuchillo para que le de dinero.
Pero un día, ese hijo le dice que lo lamenta y le pide perdón a su padre. Luego consigue un trabajo y trabaja arduamente.
También intenta servir a sus padres. Entonces, ¿estará el padre dispuesto a aceptar a su hijo inmediatamente?
Observará a su hijo por lo menos por un tiempo para saber si la actitud de su hijo es genuina.
Pero pronto, este hijo muestra el mismo tipo de actitud que antes. Los padres no pueden sentir más amor por este hijo.
Luego, el padre pensará que su hijo nunca cambiará y que sólo tendrá más desconfianza con referencia a su hijo.
Sólo cuando la nueva actitud del hijo no cambie en absoluto, podrá entender que el hijo está realmente arrepentido y que realmente ama a su padre.
Pero la idolatría es incluso un pecado mayor que lo que hizo este hijo a su padre.
Dios el Padre siempre quiere darnos bendiciones y buenas cosas. Como prueba de esto, Él nos dio Su Hijo Unigénito.
También, Dios es bueno, intachable y puro. Él es un Ser perfecto.
Las personas lo han negado, se han puesto en contra de Él, y lo han maldecido por muchas generaciones.
Entonces, simplemente porque ellos ahora asisten a la iglesia, ¿pueden sus muros de pecado ser derrumbados enseguida?
Ellos tienen que demostrar que completamente se han apartado de la idolatría y demostrar que su amor por Dios es genuino.
Para lograr esto, primeramente todos los miembros de su familia tienen que amar a Dios. Es decir, deben seguir desechando el pecado y ser santificados.
Solo así Dios puede conocer su fe.
Si Dios reconoce a una persona, el diablo enemigo y Satanás se irán. Cualquier tipo de enfermedad grave será sanada.
Pero se duermen en el servicio de adoración, y tampoco oran con el corazón.
No desechan la ira por muchos años. Tampoco tienen paz en sus familias.
Entonces, no podemos decir que realmente ellos aman a Dios.
Por esta razón Dios no puede contestarles aun cuando Él quiere hacerlo.
Si es que Él les responde, ellos simplemente se quedarían donde están, o la fe de ellos volverá a caer.
En lugar de ser algo bueno para ellos, darles las respuestas que ellos desean sería algo dañino.
También, si Dios les responde cuando ellos no son calificados, estaría en contra de la justicia y el diablo enemigo y Satanás se opondrá a ello.
Por lo tanto, primeramente ellos deben demostrar amor verdadero por Dios y conmover Su corazón.
No se trata sólo de la idolatría, sino también con los casos en los que estaban en contra de Dios en gran medida y almacenaron tanto mal.
Ustedes tienen que demostrar que son realmente hijos de Dios, que verdaderamente lo aman.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, si ustedes tienen algunos problemas, yo creo que ustedes quieren recibir la respuesta para ello lo más pronto posible.
Desde la apertura de la iglesia, yo también he querido que todos los que han estado enfermos reciban sanidad, y que los que tenían problemas recibieran las respuestas lo antes posible.
Es por eso que he estado ayunando y me he quedado despierto muchas noches orando, por casi los últimos 30 años.
Como resultado de mis oraciones fervorosas y paciencia, Dios me ha dado el poder que ahora tengo.
Dios ha llenado la medida de justicia para que ustedes puedan ser sanos de cualquier enfermedad seria, y para que puedan recibir la respuesta a cualquier problema dificultoso.
¡Cuan dichoso es que ustedes puedan tener la esperanza de ser sanos y recibir la respuesta a cualquier tipo de problemas y bendiciones!
Pero para recibir la respuesta, ustedes deben cultivar la bondad que Dios desea de ustedes.
Aunque ustedes no la puedan cultivar inmediatamente, deben ser capaces de mostrar los frutos de lo que cumplen cada vez que puedan.
Esta regla de justicia nunca cambiará.
También, si ustedes reciben bendiciones sin un cambio espiritual y crecimiento, puede ser bastante perjudicial para ustedes.
El deseo de Dios el Padre, quien quiere que ustedes se conviertan en verdaderos hijos y reciban bendiciones, es mucho mayor que el deseo que ustedes tienen por recibir una respuesta de parte de Dios.
Isaías 30:18 nos dice: "Por tanto, el SEÑOR espera para tener piedad de vosotros, y por eso se levantará para tener compasión de vosotros. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¡cuán bienaventurados son todos los que en El esperan!
Anhelo que ustedes recuerden el profundo amor de Dios que espera darles a ustedes las mejores cosas.
Ruego en el nombre del Señor que ustedes pacientemente esperen para recibir sus respuestas.
[Amén]