[nos 8:12-16]
27-06-2010 | Rev. Jaerock Lee
[Pasaje]
[Romanos 8:12-16]
[12] Así que, hermanos, somos deudores, no a la carne, para vivir conforme a la carne,
[13] porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
[14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
[15] Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
[16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
[Introducción]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Había una creyente que dio el testimonio que compartiré a continuación.
El bus que ella había estado esperando finalmente llegó, pero de repente tuvo un fuerte presentimiento que le instó a no subirse en el bus.
Si ella no tomaba ese bus, tenía que esperar hasta que el siguiente bus pasara, pero aún así ella no lo tomó.
Por lo tanto se fue en el siguiente bus. Luego vio que el bus en el cual ella no se había subido anteriormente, había sufrido un accidente de tránsito muy grave.
Esta fue la voz del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios.
El Espíritu Santo sabía lo que le sucedería al primer bus y le instó a Su hija amada que no se subiera en el mismo, por consiguiente la salvó de un gran peligro.
El Espíritu Santo continuamente está ayudando a los hijos de Dios en una manera asombrosa, delicada y sutil.
Él los protege y los guía a la prosperidad. El guía a los obreros de Dios para que la providencia de Dios pueda llevarse a cabo.
En 1 Corintios 2:11 dice: "Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios".
Las personas no conocen de las cosas que han de venir.
Pero si el Espíritu Santo mueve nuestro espíritu, podremos obtener previsión y estar listos para las cosas que vienen.
También, sólo el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios, conoce la voluntad de Dios.
Si estamos aptos para escuchar la voz y recibir la guía del Espíritu Santo, nuestras vidas pueden sobreabundar con bendiciones.
También nosotros podemos cumplir con el Reino de Dios de mejor manera como obreros de Dios.
Este es el segundo estudio sobre "La voz y guía del Espíritu Santo".
Ruego en el nombre del Señor que cada uno de ustedes guarde el mensaje en sus mentes y puedan escuchar la voz y recibir la guía del Espíritu Santo.
[Mensaje principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, rápidamente repasemos los contenidos del último estudio.
Es totalmente natural que los hijos de Dios se comuniquen con Él.
Aquellos que hacen esto pueden ir por el camino de la prosperidad y las bendiciones.
En cualquier cosa que hagan, Dios los dirige a tomar el mejor curso de acción posible.
De esta manera, tendrán paz en sus hogares y trabajos. Sus vidas serán bendecidas.
También, aquellos que se comunican con Dios pueden cumplir bien con sus responsabilidades y producir fruto.
Las maneras de comunicarse con Dios son: escuchar la voz de Dios el Padre, la del Señor o la de los ángeles.
Pero en realidad no es algo común en la mayoría de la vida de los creyentes el escuchar estas voces.
El método más común para comunicarnos con Dios, es por medio del Espíritu Santo.
Es decir, es el oír la voz o recibir la guía del Espíritu Santo.
La voz y la guía del Espíritu Santo no provienen de afuera sino de adentro, esto es, del interior del corazón.
Esto es porque la voz y guía del Espíritu Santo es dada por el Espíritu Santo quien habita en nuestros corazones.
Ahora, permítanme explicarles cómo se escucha la voz del Espíritu Santo, y qué significa recibir el llamado urgente y la guía del Espíritu Santo.
Primero: ¿Cómo escuchamos la voz del Espíritu Santo? Existen dos categorías principales.
La primera es el caso en el que el Espíritu Santo nos recuerda la Palabra de Dios escuchada previamente.
En Juan 14:26 Jesús les dice a sus discípulos que el Espíritu Santo les recordaría todo lo que Él les había enseñado.
Juan 16:13 dice: "Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad".
Todas las palabras de Dios en la Biblia, así como las palabras del Señor, son verdaderas.
Por ejemplo, supongamos que alguien demanda algo irrazonable de parte de usted para beneficio propio.
En ese momento se le recuerda la Palabra de Dios que dice que se debe dar cuando se nos pide y que debemos amar a nuestros enemigos, y que el que sirve es el mayor.
También vienen a su memoria los contenidos de los sermones. Esta es la voz del Espíritu Santo.
No es difícil escuchar aquella voz del Espíritu Santo.
Por tanto, mientras más equipado está usted con la Palabra y mientras más medite en ella, más fácil le será escuchar la voz del Espíritu Santo.
Esta es la razón por la que yo siempre digo que debemos leer por lo menos un capítulo y memorizar un verso de la Biblia cada día.
El segundo caso en el que escuchamos la voz del Espíritu Santo es cuando este nos habla con respecto a algo específico en el corazón.
Él nos explica acerca de las cosas por venir o nos dice qué debemos hablar o hacer.
En Lucas 2:26 leemos que el Espíritu Santo le reveló a Simeón que no vería la muerte sin antes haber visto al Cristo.
Tal como el Espíritu Santo le había revelado, luego Simeón conoció al bebé Jesús, durante sus últimos días.
A pesar de que el Espíritu Santo aún no había venido al corazón de las personas, Simeón pudo recibir la revelación del Espíritu Santo porque él era justo y fiel.
Los apóstoles o los obreros de la Iglesia Primitiva también escucharon claramente la voz del Espíritu Santo.
Hechos 8:29 dice: "Y el Espíritu dijo a Felipe: Ve y júntate a ese carruaje".
Esta es la voz que el Espíritu Santo le dio a Felipe, a fin de que le predicara el Evangelio al eunuco etíope.
En 1 Timoteo 4:1 el apóstol Pablo dice que el Espíritu Santo le ha revelado las cosas por venir. Dice: "Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios".
Asimismo, los profetas y maestros de la iglesia de Antioquia escucharon la voz del Espíritu Santo quien les instruyó con respecto a lo que debían hacer para difundir el Evangelio.
Hechos 13:2 dice lo siguiente: "Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado".
Jesús enseñó a Sus discípulos que el Espíritu Santo nos habla como una persona y que ellos tenían que depender de él.
En Marcos 13:11 leemos: "Y cuando os lleven y os entreguen, no os preocupéis de antemano por lo que vais a decir, sino que lo que os sea dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo".
Pero, como expliqué en el estudio anterior, nosotros debemos discernir bien la voz del Espíritu Santo.
Les dije que luego de escuchar la voz del Espíritu Santo algunas personas piensan que han escuchado la voz de Dios o del Señor.
Asimismo, otras personas reciben las obras de los espíritus malignos y erróneamente piensan que es la voz del Espíritu Santo.
Algunas personas usan mal esto para exaltarse a sí mismos o para engañar a los creyentes.
Por lo tanto, debemos discernir las voces con la verdad.
El primer caso en el que el Espíritu Santo nos recuerda acerca de la Palabra de Dios sucede de manera relativamente fácil.
Incluso los nuevos convertidos pueden escuchar esta voz si es que oyen la Palabra de Dios con atención.
Pero el segundo caso en el que escuchamos la voz es más difícil que el primero.
Aquellos que tienen la verdad en sus corazones, aquellos que han desechado los pecados y llegan a santificarse pueden escucharla claramente.
Podemos ver que los obreros de la iglesia de Antioquia escuchaban la voz del Espíritu cuando se santificaban a sí mismos por medio del ayuno.
Hermanos y hermanas,
Ahora, ¿qué significa el "llamado urgente" del Espíritu Santo?
Significa que el Espíritu Santo en nuestro corazón nos impulsa a realizar acciones específicas.
Por ejemplo, sentimos la urgencia de orar o ayunar. O sentimos un fuerte impulso a ayudar a cierta persona o a predicarle el Evangelio.
Si nosotros obedecemos este llamado urgente del Espíritu Santo, podremos producir los frutos espirituales al recibir las respuestas a nuestras oraciones o al llevar a las almas a la salvación.
Filipenses 2:13 dice: "porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito".
Quizá parezca que somos nosotros quienes tenemos el deseo en el corazón y trabajamos a fin de conseguirlo.
Pero en realidad es Dios quien nos inspira a trabajar por su beneplácito, siempre y cuando recibamos el llamado urgente del Espíritu Santo.
Por lo tanto, si nosotros seguimos la inspiración del Espíritu Santo, cumpliremos el buen beneplácito de Dios.
Por ejemplo, en Hechos 16:6 vemos que el apóstol Pablo dice que el Espíritu Santo le prohibió que predicara el Evangelio en Asia.
Pablo había planificado ir a Asia Menor en su segundo viaje misionero.
Pero él recibió el llamado urgente del Espíritu Santo para que no lo hiciera.
Poco después pudo confirmar que eso fue lo correcto por medio de una visión.
Él vio una visión en la que aparecía una persona de Macedonia y le pedía a Pablo que fuera hasta allá y les ayudara.
De modo que Pablo obedeció y fue a Macedonia. Cuando él predicó el Evangelio se establecieron muchas iglesias y muchos llegaron a ser creyentes.
Él visitó Asia menor en su tercer viaje misionero y predicó el Evangelio mayormente en Éfeso.
El Espíritu Santo sabía cuál iba a ser el mejor tiempo para predicar el Evangelio en Asia Menor.
Por tanto instó a Pablo a predicar el Evangelio ahí en el momento más apropiado.
Cuando Jesús predicaba el Evangelio lo hacía de manera abierta ante los judíos, y en otras ocasiones lo hacía de manera individual.
Él trabajaba en cada momento de acuerdo al llamado urgente del Espíritu Santo.
Ya que Jesús ministró 100% según el llamado urgente del Espíritu Santo, Él pudo cumplir completamente con la providencia de Dios.
Cuando yo me encontraba dirigiendo el ministerio en Israel por tres años, recibía de vez en cuando el llamado urgente del Espíritu Santo.
Cuando nosotros fuimos ahí para predicar el Evangelio, el ambiente local fue muy hostil con respecto al cristianismo.
Además tuvimos que cumplir la voluntad de Dios manteniendo conversaciones cortas con aquellos que conocíamos por primera vez.
Pero cuando predicamos el Evangelio por la guía del Espíritu Santo, Dios cumplió Su providencia para Israel de manera hermosa y completa.
Ustedes también han dado testimonio de las bendiciones recibidas cuando han seguido el llamado urgente del Espíritu Santo.
Ustedes han dicho que al obedecer la voz del Espíritu Santo han llegado a ser prósperos en sus negocios, o que vendieron sus casas y terrenos.
Muchos de ustedes han dicho que han sido rescatados de accidentes de tránsito o de incendios por medio de la voz del Espíritu Santo.
El primer testimonio mencionado al principio de este servicio es uno de estos casos.
Hermanos y hermanas,
Les he explicado lo que es escuchar la voz del Espíritu Santo y lo que es recibir el llamado urgente del Espíritu Santo.
[AMÉN]