• Amor - Maestros de Escuela Dominical

    [1 Corintios 13:7]

    11-07-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      1 Corintios 13:7
      "[El Amor] Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".

      [Introducción]

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Demos toda la gloria y el agradecimiento a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este Servicio Devocional del 2010 para los Maestros de Escuela Dominical. Yo le doy las gracias a todos los devotos que se han preparado para este servicio con todo su corazón, toda su mente y toda su alma.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, en Jerusalén, hay un museo llamado Yad Vashem, el Auditorio para el Recuerdo de los Mártires y los Héroes del Holocausto. En este lugar se encuentra la estatua de un hombre que está sosteniendo muchos niños. Y ésta representa a un maestro polaco llamado Korczak y a los huérfanos a quienes él enseñaba.
      En el tiempo que los nazis ocupaban Europa, Korczak era bastante renombrado y muchas personas le pedían que buscara refugio en otro país.
      Algunos de ellos incluso le extendieron una visa de otro país, y él podía escapar en cualquier momento. Sin embargo, Korczak no podía simplemente dejar a sus niños a quienes enseñaba, solamente para salvarse él. Finalmente, los nazis llegaron, cerraron el orfanato y se llevaron a los niños a bordo de un tren.
      Los aterrorizados niños se aferraron a su maestro, y él rehusó cualquier oferta para salvarse. Él dijo, "¿Cómo puedo simplemente enviar a mis niños a morir ellos solos?" y abordó el tren junto con los niños. Hasta que todos ellos habían muerto en la cámara de gas, él los consoló y oró por ellos.
      Korczak pudo haberse salvado, pero él entregó su vida para cuidar de sus niños hasta el último momento.
      Ustedes devotos han recibido ya esta clase de amor. Han recibido el amor de nuestro inocente Señor Jesucristo quien dio su vida por nosotros.
      Yo creo que ustedes se han ofrecido para convertirse en maestros de la Escuela Dominical para dar ese amor a las pequeñas almas.
      Ahora, ¿qué clase de amor tienen ustedes realmente? ¿Realmente tienen amor espiritual y verdadero del que han recibido de nuestro Señor? O ¿De casualidad es amor carnal y egoísta?
      El amor nunca busca lo suyo ni obliga a otra persona a seguir su camino. Éste no es amor si ustedes se desalientan o se rinden después de tratar por algún tiempo simplemente porque los demás no aceptan su corazón. El versículo dice, que si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. Si ustedes ponen primero su egoísmo, codicia y su celo personal, no pueden producir frutos aun cuando se esfuercen por los demás.
      Amar es ser paciente y soportar por mucho tiempo comprendiendo el corazón de los demás. Además, amar es hacer cualquier clase de sacrificio voluntariamente, con la esperanza de producir bellos frutos. Si ustedes cumplen con su deber de esta forma, ciertamente podrán producir buenos frutos.
      A través de este mensaje, yo espero que ustedes revisen qué clase de amor han demostrado y qué clase de frutos han producido.
      Yo también espero que tengan un verdadero amor espiritual y que entren en la Nueva Jerusalén junto a las almas que les fueron confiadas, orando por ellos, consolándolos y sosteniendo sus manos. Al hacer esto, yo oro en el nombre del Señor para que ustedes reciban los elogios de Dios.

      [Mensaje Principal]

      Amados devotos, el aspecto que ustedes tienen que revisar para cultivar amor espiritual es, en primer lugar, la paciencia.
      La lectura de este día en 1 Corintios 13:7 dice, que el amor todo lo soporta y todo lo cree. Por supuesto, ustedes tienen que haber estado soportando con oraciones mientras cuidaban de las almas. Pero la mayoría de personas tienen cierto límite en su paciencia. Ellos esperan que las otras personas hayan cambiado después de haber estado soportando junto a ellas hasta cierto punto. Pero cuando ven que los resultados no son como esperaban, se decepcionan.
      Ellos se desalientan pensando, "Yo he orado por él intensamente, pero no ha cambiado. Parecía que estaba mejorando por algún tiempo, pero aun continúa morando en la falsedad. Yo no puedo ayudarlo realmente".
      Por supuesto, ustedes no pueden hacerlo por ustedes mismos, es por eso que dependen de Dios. Si dependen de Dios, tienen que esperar con una fe invariable, hasta que reciban la respuesta. Si ustedes obligan a sus estudiantes a seguir lo que parece ser bueno a su punto de vista, y luego se vuelven impacientes pensando que han soportado lo suficiente y que por ahora deberían poder ver alguna clase de resultados, entonces, quiere decir que ustedes no tienen ni fe ni amor.
      Si tienen amor, hasta que la paciencia alcance la mediad que Dios desea, ustedes nunca se rendirán ni se desilusionarán. Continuamente mostrarán sus obras hasta que el fruto sea producido y sea reconocido por Dios.
      Esto se aplica no solamente cuando enseñan a sus estudiantes como maestros de escuela Dominical, sino también cuando cuidan de las almas en las parroquias; cuando evangelizan a sus esposos o padres; y cuando crían a sus hijos en la verdad.
      También es igual cuando ustedes se están santificando. Aun cuando han sido fieles y han orado por mucho tiempo, aquellos que son impacientes pronto se decepcionarán. Aun cuando digan que aman al Padre, ellos tienen altas y bajas en su fe porque no son pacientes.
      Si parece que sus metas no se logran rápidamente o si encuentran alguna situación inesperada, ellos pierden su fortaleza. Pierden su fortaleza pensando, "Yo he orado y he ayunado para cambiar, y ¿por qué no puedo ver ningún resultado? Otros maestros parecen estar llenos de la gracia de Dios y estar fluyendo bien en el espíritu, pero ¿por qué yo no he obtenido tanto así?".
      Ellos tratan de soportar tanto como pueden, pero cuando llegan al límite, no pueden seguir conteniendo sus corazones. Podrán incluso quejarse con algo de resentimiento.
      Si ustedes cambian su actitud de esta forma, la relación de confianza con Dios será demolida. Así como el fruto que ya está maduro repentinamente cae a causa de la helada, los frutos espirituales también caerán cuando estén madurando.
      Por supuesto, no es algo fácil ser paciente por mucho tiempo pues todos tenemos límites. Pero si nosotros realmente amamos a Dios y confiamos en Él, no es realmente difícil ser paciente. De hecho, nosotros ni siquiera tenemos que decir la palabra, 'paciencia'. Nosotros podemos simplemente entregar todo lo que tenemos una y otra vez y simplemente esperar con paciencia.
      Cuando hay una promesa de Dios, ustedes pueden continuar dando una y otra vez hasta que la promesa sea realmente concedida, a fin de que preparen su vasija para recibir la bendición más apropiadamente.
      Además, aun cuando ustedes no puedan recibir nada en esta tierra, pueden continuar dando porque creen que Dios los recompensará en el Cielo.
      Esa es la clase de persona que yo he tratado de ser todo este tiempo, y cuando la medida de paciencia estaba llena, Dios me daba aun más de lo que yo pedía.
      Gálatas 6:9 dice, "No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos".
      Entre más tiempo y esfuerzo invirtamos en esperar con paciencia, Dios lo aceptará como un intenso aroma y nos permitirá cosechar fruto más abundantes. Cuando Dios es paciente con nosotros los seres humanos, Él no soporta solamente por un par de años o por una década. Él no soporta solamente por cien o por mil años. Él soporta una y otra vez por miles de años.
      Es más, hay muchas personas que siguen el pecado y la maldad del mundo aun cuando Dios ha entregado a Su único Hijo por ellos y les ha enseñado la verdad. Hay muchos que se oponen a Dios aun cuando Él nos ha mostrado evidencias del Creador en la naturaleza y a través de muchos hombres de Dios.
      Si Dios llegara a perder Su paciencia después de llegar hasta cierto punto, entonces el diluvio de Noé hubiera sucedido frecuentemente. Sin embargo Dios ha sido paciente con nosotros por miles de años. Él ha estado esperando pacientemente hasta que las personas se puedan convertir en Sus verdaderos hijos.
      Ahora, ¿qué tiene esto que ver con ustedes maestros de escuela Dominical?
      Hay alguno que piensa negativamente, "Yo he sido paciente no por uno, sino por dos años, y ¡aun no hay frutos! ¿Qué puedo hacer?".
      Si ustedes han sido pacientes por un año o dos con amor, deberían ser capaces de soportar por 3 o 4 años más. Entonces, Dios puede cambiar las almas confiadas a ustedes y también darles la fortaleza para que ustedes cambien.
      Amados devotos, el segundo aspecto concerniente al amor que tienen que revisar es, los atributos de esperanza y resistencia.
      El pasaje de este día en 1 Corintios 13:7 dice que el amor todo lo espera y todo lo soporta.
      El apóstol Pablo pudo vencer todas las pruebas y persecuciones porque él había visto el Cielo, y tenía la esperanza por el Cielo.
      Pero él no podia entrar al Cielo inmediatamente. Y no recibió la promesa del tiempo exacto cuando las dificultades terminarían. Él tenía que pasar cada día en medio de muchas dificultades, sin saber nada sobre el mañana.
      Pero debido a que tenía esa esperanza tan firme por el reino celestial, él pudo vencer todas las veces.
      Lo mismo se aplica a sus vidas cristianas y al cumplimiento de sus deberes.
      Ustedes no deberían decir, "Yo voy a soportar un poco más porque esta dificultad pronto pasará, y esta meta pronto será alcanzada".
      Ustedes no deberían decir, "Yo puedo soportar en esta situación, pero no en aquella", o "Yo puedo tolerar a este estudiante pero no a ese".
      Ustedes deberían soportar sin cambiar de actitud esperando por el mejor resultado posible en todas las áreas y con todas las personas.
      Esto es amor.
      Unos investigadores llevaron a cabo un experimento.
      Ellos tenían dos clases de estudiantes. Ellos dijeron a los maestros que la primera clase consistía de estudiantes altamente intelectuales, mientras que la segunda clase estaba compuesta de estudiantes de poco rendimiento.
      Pero en realidad, los estudiantes en ambas clases estaban más o menos en el mismo nivel.
      Muchos meses más tarde, ellos examinaron a las dos clases, y obtuvieron un resultado sorprendente. No solamente en el desempeño académico, sino también en los aspectos de personalidad, la primera clase estuvo mucho mejor. Los investigadores descubrieron que la actitud de los maestros hizo esta clase de diferencia.
      Cuando los maestros fueron a la primera clase, pensaron que los estudiantes eran aquellos que se desempeñaban con excelencia y notaron sus buenos puntos primero. Ellos los elogiaron y les enseñaron con empeño, pues esperaban progresos en ellos.
      Los estudiantes también estudiaron intensamente siendo influenciados por las actitudes de sus maestros. Ellos tenían mayor interés en el estudio y mayor confianza en sí mismos.
      Por otro lado, cuando los maestros fueron a la segunda clase, ellos pensaron que los estudiantes eran menos que excelente, y vieron sus puntos negativos primero. Así que, con facilidad los regañaban aun por pequeños errores.
      Cuando vieron los defectos de los estudiantes, con facilidad aceptaron que ellos no eran más de lo esperado. Los estudiantes en la segunda clase perdieron su seguridad, y desarrollaron actitudes negativas.
      Con el paso del tiempo, surgieron enormes diferencias tanto en los aspectos académicos como de personalidad.
      Amados devotos, lo mismo puede suceder espiritualmente.
      Si ustedes ven a los estudiantes con esperanza, entonces cada una de sus palabras e incluso una simple expresión facial mostrará las expectativas y el amor que ustedes tienen. Ustedes verán y recordarán sus buenos puntos, los reconocerán, los elogiarán y los motivarán.
      Por encima de todo, cuando ustedes oren por los niños, orarán por ellos con una fe firme. Entonces, tendrán una relación fuerte y de confianza con sus niños. Ellos sentirán el amor de Dios más vívidamente a través de ustedes maestros.
      Por otro lado, aquellos que no pueden ver a los estudiantes con fe, pronto se rendirán si ven que los niños van más allá del límite que ellos pueden soportar. Sentirán la carga si esos niños les son confiados a ellos.
      En ocasiones, ustedes tratan a los estudiantes con frialdad, y podrán sentir incluso molestia pensando que ese niño puede afectar a los otros niños también.
      Ahora, ¿qué creen ustedes que el niño pensará de esta situación?
      Él se sentirá decepcionado una vez más pensando, "esta maestra es simplemente igual a las otras personas que me han ocasionado dificultades. Ella no me ama verdaderamente". Él no puede confiar en esta maestra, y tendrá la misma actitud cuando se encuentre con otros maestros o pastores también.
      Amados devotos, ustedes no deben tratar a los niños con el punto de vista de los maestros, adultos u obreros que solamente tienen fe. Ustedes deben ser capaces de comprender su corazón desde el punto de vista de ellos y desde su medida de fe.
      Miren las infinitas posibilidades que son halladas en cada uno de los niños. Miren hacia el futuro y véanlos a ellos en la Nueva Jerusalén.
      Muchos esfuerzo es necesario por parte de los padres para darles la vida y criar a sus hijos físicamente. Ningún bebé dormirá, se despertará y jugará, y comerá exactamente cuando los padres desean que lo hagan. Obviamente los padres cuidarán de sus hijos en su posición, sacrificándose a ellos mismos. Debido a que ellos aman mucho a sus hijos, y debido a que tienen la esperanza por el futuro de sus hijos, ellos no piensan que esto es duro o difícil.
      Yo les insto a que cuiden de cada alma confiada a ustedes con este corazón de los padres.
      Amados devotos, para que ustedes cumplan con su deber con amor, en tercer lugar, tienen que cubrir sus faltas.
      Cubrir sus faltas no significa que ustedes simplemente las ignoren, más bien significa que ustedes tienen almacenar bondad delante de Dios hasta que ellos cambien.
      En la mayoría de los casos, cuando los hijos se extravían, esto no sucedió simplemente de la noche al día o en un corto período de tiempo. Ellos se extravían cuando no han sido instruidos apropiadamente o cuando no recibieron suficiente amor. Cuando tales influencias negativas son acumuladas por cierto tiempo ellos lentamente se extravían.
      Por lo tanto, tanto esfuerzo es necesario para sanar los corazones heridos de los niños y para corregir el camino que han tomado. ¿No es esto lo mismo con los maestro de la escuela Dominical?
      Ustedes no pueden simplemente cambiar y santificarse rápidamente justo después que aprendieron la verdad y recibieron la gracia de Dios. Dios ha sido paciente con ustedes por mucho tiempo, mientras han estado orando y esforzándose por cambiar.
      Muchos pastores y obreros cuidaron de ustedes y les ayudaron con oraciones y ayunos. En el caso de los niños, aun mayores esfuerzos son necesarios para cuidar de ellos. Así que, aun cuando ellos se han descarriado y han cometido errores, ustedes deberían cubrir sus faltas. Deberían comprender el por qué ellos no pudieron evitar hacer lo que hicieron y tener misericordia de ellos. Pero esto no significa que ustedes puedan simplemente seguir esperando con la esperanza que ellos de alguna forma cambien algún día.
      Incluso sin amor, ustedes pueden simplemente ignorar las faltas de alguien. En la actualidad, cuando algunos adultos ven a los estudiantes haciendo algo incorrecto en las calles, ellos no quieren intervenir. Temen salir lastimados, así que simplemente ignoran la situación y se alejan.
      Pero si ustedes realmente aman a alguien, dejarán de ser solamente un curioso más. Si ustedes ven a sus propios hijos extraviarse, tratarán de corregir la situación incluso castigándolos. Si ustedes tienen verdadero amor, no deben solamente cubrir sus faltas sino también ayudarlos a llevar una buena vida en fe. Ustedes deben sembrar fe en ellos.
      Si ellos toman el mal camino, ustedes deben aconsejarlos y servirlos con amor. Si ellos no están en una situación que les permita escuchar sus palabras, es el tiempo para que Dios obre en ellos para que sus corazones puedan cambiar. Y a fin que esto suceda, la medida de justicia tiene que ser cumplida.
      Alguien tiene que orar por ellos con lágrimas y arrepentimiento y ayunar por esos niños. Por supuesto, los padres deberían hacer esto, pero algunos padres son inconversos, y en algunos casos la fortaleza de los padres no es suficiente.
      Por lo tanto, yo espero que ustedes almacenen bondad delante de Dios por los niños, con el corazón de los padres y con el corazón del Señor.

      [Conclusión]

      Amados devotos, para que un árbol crezca y produzca frutos, el agricultor tiene que trabajar por mucho tiempo. Él tiene que proteger el árbol de desastres naturales tales como la sequía, huracanes o granizos, y de las enfermedades y los insectos.
      Él no puede simplemente darles un puñado de fertilizantes de una vez para hacerlos que produzcan fruto rápidamente. Tampoco puede simplemente halar del árbol para hacerlo crecer más rápidamente.
      Él tiene que cuidar del árbol de acuerdo a las características de cada árbol y esperar por el tiempo de cosecha pacientemente.
      Lo mismo sucede con las almas.
      Yo me he encontrado con muchas almas y me he esforzado por guiarlas a todas hacia la Nueva Jerusalén.
      Algunas de ellas diligentemente obedecieron, pero algunas otras no cambiaron sin importar cuánto yo traté. Aun cuando les enseñé con la verdad y les mostré el poder de Dios, algunos se opusieron a Dios, pecaron repetidamente, y se dirigieron al camino de muerte.
      Hubo otros que me traicionaron, actuando con maldad y pagaron la gracia con maldad. Pero, yo pude vencer todos esos dolores porque tenía esperanza.
      Yo tengo la esperanza y las expectativas de vivir con el Señor por siempre en la Nueva Jerusalén después de esta vida en la tierra. Además, tengo la seguridad que muchos de ustedes cambiarán y estarán allí conmigo en ese lugar.
      Yo siempre me conmuevo mucho cuando pienso en el tiempo cuando nosotros alabemos juntos a Dios en una sola voz, recordando nuestra vida en la tierra.
      Yo les insto a que amen a cada una de las preciosas almas que Dios les ha confiado con esta clase de esperanza.
      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes se conviertan en buenos maestros que guían a innumerables almas hacia la Nueva Jerusalén con el amor que es paciente, que todo lo espera y todo lo soporta.

      [Amén]


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