• La Creación - El Sexto Día - Parte II

    [Génesis 1:26-27]

    30-07-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Escritura:

      Génesis 1:26-27
      [26] Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
      [27] Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      Este es el estudio No. 42 de Génesis.

      Les hablaré acerca de la creación del hombre, que es lo más destacado de los 6 días de la Creación.

      La creación del hombre se menciona nuevamente en el capítulo dos de Génesis.

      Por tanto, les hablaré sobre este evento en base al pasaje bíblico para hoy.

      Dios dice en Génesis 1:26: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza".

      Y en Génesis 1:27 dice: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó".

      En este verso, el término "hagamos" involucra a Dios la Trinidad; Dios el Padre, Dios el Santo Hijo, y Dios el Espíritu Santo.

      El agente principal de la Creación es Dios el Padre. No obstante, la Biblia claramente indica aquí que Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo también participaron en las obras de la Creación.

      Job 38:7 también dice: "[Cuando Dios establecía las bases de la Tierra] alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?

      Al hablar de "las estrellas del alba" se está refiriendo a los Arcángeles Lucia y Luciel, y "los hijos de Dios" son Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo.

      Además, Juan 1:10 dice: "En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho… (Dios el Santo Hijo)"

      Asimismo, Dios la Trinidad, es decir, Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo, realizaron juntos todas las obras de la Creación.

      Por lo tanto, ellos ciertamente estuvieron juntos al crear al hombre, que fue la obra más importante de la Creación.

      Cuando Dios la Trinidad creó al hombre, lo hicieron "a Su imagen y semejanza".

      Les dije que Dios el Origen existió en el espacio original en forma de luz que contenía el sonido.

      En cierto momento en el tiempo, Él se adhirió al vértice del Reino espiritual.

      De esta luz se originaron y separaron dos luces más, llegando a ser tres luces en total.

      Cada una de estas tres luces obtuvo una forma y llegaron a ser Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo.

      Dios la Trinidad creó al hombre a la imagen y semejanza de la forma que adquirió en ese momento.

      En otras palabras, la imagen que Dios la Trinidad asumió al adquirir una forma fue la del hombre.

      Fue la imagen del hombre: una cabeza arriba, un torso bajo la cabeza, dos brazos con una mano al extremo, y parado sobre dos piernas.

      ¿Por qué no adquirió Dios una forma que se vea más "celestial"? -quizá alguno entre ustedes piensa de esta manera.

      La razón por la que Dios adquirió la forma de hombre es porque esta es la imagen más hermosa.

      Como pueden ver en la pantalla ahora, la imagen del hombre es más hermosa que la de cualquier animal.

      Les dije que la razón por la que Dios creó al hombre fue para obtener hijos verdaderos.

      Ahora, un padre y su hijo deben asemejarse el uno al otro.

      Por esto Dios creó al hombre a Su misma imagen.

      Otra razón por la que Dios creó al hombre es porque quiere recibir la alabanza de Sus hijos.

      Es justamente lo que está escrito en Isaías 43:21 que dice: "Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará".

      El cuerpo del hombre tiene la estructura idónea para rendir alabanzas a Dios.

      Tiene una boca, que es la mejor para abrir y elevar alabanzas. Tiene manos, que son lo mejor que podemos elevar para glorificar a Dios.

      También tiene dos piernas que se adaptan perfectamente para danzar glorificando a Dios. Esta es la razón por la que la imagen de Dios y del hombre tienen la misma estructura.

      Dios sabía que el hombre sería más hermoso al tener esta imagen, por eso Él la adoptó primero.

      Si el hombre tuviera la imagen de un animal que se mueve sobre sus cuatro patas, sus danzas y cánticos de alabanza no se verían hermosos en ese cuerpo.

      Solamente la imagen del hombre, la cual consta de un cuerpo con dos manos y la habilidad para moverse libremente mientras se encuentra parado sobre dos pies, puede expresar varios movimientos de manera hermosa.

      Sin importar cuán hermoso sea el canto de las aves, estas no pueden cantar alabanzas a Dios de la manera que lo hace el hombre con varias palabras y melodías.

      Además, gracias a su estructura actual, el hombre puede levantar su rostro y ver fácilmente hacia el cielo.

      Dios creó la estructura corporal de modo que el hombre pueda siempre buscar a Dios y pensar en el Dios del Cielo.

      Dios formó el cuello del hombre de manera que este pueda fácilmente mirar a su alrededor, hacia arriba y hacia abajo.

      De este modo el hombre puede contemplar el cielo azul y deleitarse al ver el sol y las estrellas.

      El hombre puede ver el recorrido de las nubes, de los arcoíris hermosos, de las libélulas que descienden desde los cielos.

      Ahora, ¿alguno de los animales observa el cielo de la misma manera que lo hace el hombre?

      Ellos no ven el arcoíris que está en el cielo, ni tampoco ven hacia dónde se dirigen las nubes.

      Ellos no necesitan saber, y tampoco les interesa.

      Ya que los animales caminan sobre sus cuatro patas, a ellos les es más fácil mirar al piso que a los cielos.

      Ellos siempre vagan buscando algo que les sirva de alimento.

      Es por esto que en Colosenses 3:2 dice: "Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra".

      El hombre fue creado para mirar al cielo, para poner su mira en las cosas de arriba, y para buscar las cosas de lo Alto.

      Por lo tanto, el hombre no debe mirar o buscar las cosas de la Tierra.

      Asimismo, la estructura del hombre fue creada de manera diferente a la de los animales.

      Podemos ver que los animales están en una dimensión más baja que los hombres, incluso en su estructura corporal.

      Esto demuestra que todos los animales están bajo los pies del hombre.

      Por cierto, Dios les dio alas a las aves; esto algo que no tienen los hombres.

      Pero esto no significa que las aves estén en una dimensión superior a los hombres.

      Aunque las aves tengan alas, el hombre domina sobre ellas.

      Entonces, ¿cuál es la razón por la que Dios les dio alas a las aves y permitió que ellas vuelen por el aire?

      Cuando el hombre observa un ave volando por el aire, Dios el Padre anhela que el hombre supere los límites del espacio natural.

      Aunque Dios creó al hombre para que ponga sus pies sobre la tierra, Él deseaba que este se diera cuenta de que hay otro mundo que es diferente al mundo natural.

      ¿Por qué Dios dio alas a los ángeles que ya tenían manos y pies?

      Por medio de los ángeles que pueden caminar, al igual que volar, Dios demuestra que hay un Dios que todo lo puede.

      Al crear al hombre sin la habilidad para volar, Dios permitió que el hombre notara que es un ser inferior a Él.

      Los ángeles parecen ser mejores que los hombres en lo exterior, sin embargo, ellos no son mejores que los hombres porque no tienen humanidad ni libre albedrío.

      Dios creó todo esto en justicia, de acuerdo a un orden.

      Amados hermanos y hermanas,

      Cuando Dios creó al hombre, Él no lo hizo para que se asemejara solamente a la imagen externa de Dios.

      Dios no formó solamente la estructura externa del hombre, sino que sopló dentro de esta estructura la substancia de Dios que constituye Su espíritu.

      En Génesis 2:7 leemos: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente".

      En este verso el "aliento de vida" significa el "poder original de Dios".

      Ya que Dios sopló este aliento de vida en la nariz del hombre que Dios había creado con el polvo de la tierra, el hombre llegó a ser un "ser viviente".

      Adán, el primer hombre, no fue un ser natural, sino un ser viviente, un "espíritu vivo".

      Anteriormente les expliqué que los hijos de Adán que nacieron en el Huerto del Edén heredaron automáticamente este aliento de vida.

      No obstante, cuando Adán fue expulsado del Huerto, la mayor parte del aliento de vida le fue quitado, y solamente quedó su rastro en forma de una pequeña semilla.

      Por esto, a diferencia de sus descendientes que permanecieron en el Huerto del Edén, sus descendientes en la Tierra no pueden heredar el aliento de vida.

      Por esta razón, en el 6º mes de embarazo, Dios planta el espíritu en los hijos y descendientes de Adán que han nacido en la Tierra.

      Para ser exactos, Dios planta el espíritu que contiene la semilla de vida en una célula que está en el corazón del feto.

      Por lo tanto, el espíritu que le ha sido dado no sólo a Adán sino también a todos sus descendientes, es en realidad otorgado por Dios.

      Hablaré acerca de esto con mayores detalles cuando lleguemos al segundo capítulo de Génesis.

      Lo que ustedes deben recordar es que la apariencia externa del hombre se asemeja a la imagen de Dios, y su espíritu, (la parte eterna) en su esencia misma, también proviene de Dios.

      Por lo tanto, ustedes deben entender cuán preciosos son.

      Salmos 82:6 dice lo siguiente: "Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo".

      No obstante, muchas personas han perdido esta imagen del Dios Santo.

      Esto es porque han nacido con el pecado original, y también porque han cometido pecados.

      En 1 Juan 3:8 leemos: "El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio".

      El diablo enemigo y Satanás incita a las personas a cometer pecado por todo medio posible a fin de que pierdan la imagen de Dios.

      Y conduce a las personas a asemejarse a los espíritus de las tinieblas.

      Ahora, 1 Juan 3:8 continúa diciendo: "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo".

      La razón por la que Jesús, el Hijo de Dios, vino a este mundo es para prevenir que la gente que fue creada a la imagen de Dios se asemeje al diablo.

      Otra razón es el permitir que sean perdonados de sus pecados y que lleguen a ser hijos de Dios.

      Al convertirse a Sí mismo en un sacrificio expiatorio, Jesús redimió a todos los pecadores de sus pecados.

      Luego el Espíritu Santo puede entrar en el corazón de la gente que acepta a Jesucristo, de modo que puedan recuperar la imagen (perdida) de Dios.

      Por esto, en Gálatas 4:6-7 dice: "Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo".

      Dios el Padre desea dar Su herencia a todas las personas.

      Es por eso que Él sacrificó a Su Hijo unigénito, Jesús, y también envió al Espíritu Santo.

      Dios mismo dio Su gran amor a los pecadores de modo que pudieran recibir vida eterna, y que pudieran entrar en el Cielo.

      En Gálatas 4:19, el apóstol Pablo dice: "Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros".

      En calidad de Pastor, yo mismo me esfuerzo al máximo por ayudarles a ustedes a asemejarse a Dios el Padre y al Señor.

      Una de las razones por las que me he sometido a entrenamiento espiritual para manifestar mayor nivel del poder de Dios es mi anhelo de que ustedes posean la fe perfecta al ser testigos de ese poder de Dios.

      Por lo tanto, les animo a que recuperen la imagen de Dios completamente a fin de alcanzar el nivel de espíritu completo.

      En Mateo 7:8 Jesús dijo: "Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá".

      Anhelo que ustedes recuperen la imagen perdida de Dios, y que lo hagan por completo.

      Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes hereden de parte de Dios el Padre la Nueva Jerusalén en el reino celestial.

      Apreciados hermanos y hermanas en Cristo,

      Hasta el momento les he explicado el hecho de que Dios la Trinidad creó el hombre a Su propia imagen de Dios.

      En Génesis 1:27 leemos: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó".

      Ustedes quizá se confundan al leer que Dios creó a varón y hembra al mismo tiempo.

      Pero si leen el capítulo 2 de Génesis entenderán claramente que Dios no creó a varón y hembra al mismo tiempo.

      Dios hizo al varón; Adán fue el primero, y luego formó a Eva de una de las costillas que tomó de Adán.

      Lo que Génesis 1:27 significa es que, tanto hombres como mujeres fueron creados a la imagen de Dios.

      Por supuesto, un hombre y una mujer tienen diferencias físicas entre sí, pero ambos comparten la misma estructura básica, la imagen del hombre.

      Esta imagen básica proviene de la imagen de Dios.

      Cuando lleguemos al segundo capítulo de Génesis explicaré con gran detalle cómo formó Dios a Eva de una costilla de Adán.

      Amados hermanos y hermanas,

      El pasaje bíblico de hoy, el cual describe la creación del hombre en el 6º día, contiene muchas implicaciones.

      Todas ellas se explican en el segundo capítulo de Génesis.

      Los contenidos de Génesis 2 abarcan no sólo las obras de la creación del 6º día, sino también la creación del Huerto del Edén.

      Dejemos de lado la creación del Huerto del Edén por ahora, pero explicaré brevemente lo que dice la Biblia en base al pasaje bíblico de hoy.

      En el 6º día, Dios creó a Adán en la Tierra, pero no permitió que viviera en la Tierra.

      Él tomó a Adán y lo ubicó en el Huerto del Edén, que está localizado en el segundo cielo.

      ¿Recuerdan ustedes en qué día de la Creación creó Dios el Huerto del Edén que está en el segundo cielo?

      En el 2º día de la creación, cuando se creó una expansión en medio de las aguas, se creó el Huerto del Edén en el espacio del segundo cielo.

      Y Dios hizo que las aguas sobre la expansión llegaran a ser la fuente del río del Huerto del Edén.

      Adán fue un "ser viviente", un espíritu viviente que estaba lleno del aliento de vida de Dios.

      El espacio adecuado para aquel Adán era preferiblemente el espacio espiritual en el segundo cielo sobre este espacio físico natural.

      Aunque las condiciones de vida en el Huerto del Edén eran similares a las de la Tierra, ningún animal o planta del Huerto del Edén muere debido a que es un mundo espiritual.

      Por otro lado, las plantas y animales que son creadas en la Tierra mueren al finalizar su tiempo promedio de vida de acuerdo al orden natural.

      Mientras Adán vivió en el Huerto del Edén, las cosas vivas de la Tierra, que es un espacio natural, vivieron de acuerdo al orden natural (Ley física).

      Por supuesto, los animales en aquellos días comían césped y bebían agua, pero no comían otros animales.

      Ya que ellos no tenían maldad, tampoco mataban otros animales.

      No obstante, de acuerdo al orden y principios naturales, ellos morían al finalizar su tiempo de vida; su cadáver se descomponía por acción de los microorganismos y regresaba a la tierra.

      Aquella muerte, tanto de animales como de plantas, no tiene relación alguna con la ley del reino espiritual, la que dicta que "el pago del pecado es la muerte".

      No tiene sentido discutir el pecado de animales o plantas, pero si lo tenía antes de que la Tierra fuera maldecida.

      Por lo tanto, ningún animal o planta tenía atributos malignos.

      Ya que la Tierra estaba gobernada por la ley natural, los animales y las plantas morían al finalizar su tiempo de vida.

      Por otro lado, Adán fue creado del polvo de la tierra, pero no tenía pecado y era un ser viviente, por lo tanto él no tenía relación alguna con la ley natural.

      Esta fue la razón por la que Dios no permitió que Adán viviera junto a las demás cosas vivientes en la Tierra, las cuales eran gobernadas por la ley natural.

      Dios guió a Adán al Huerto del Edén, que es un espacio espiritual en el segundo cielo.

      Apreciados hermanos y hermanas en Cristo,

      ¿Por qué creó Dios a Adán como un ser viviente y lo guió al Huerto del Edén?

      A fin de poder obtener hijos verdaderos por medio de Adán, Dios tuvo que permitir que Adán pasara por el proceso de cultivación humana.

      Dios tuvo que permitir que Adán experimentara sufrimiento, dolor y tristeza mientras vivía en la Tierra, el espacio natural.

      Solamente así Adán podría llegar a ser un ente que pudiera apreciar la felicidad verdadera.

      Por ejemplo, aquellos que han padecido enfermedades pueden apreciar la importancia de la salud.

      Para que Adán pudiera convertirse en un verdadero hijo de Dios, tuvo que experimentar un sentido de relatividad mientras vivía en el espacio natural.

      Solamente así él lograría entender el corazón de Dios, darle gracias a Él por lo que le había dado y amarlo verdaderamente.

      Dios el Padre entiende mejor este hecho.

      El deseo de Dios de obtener hijos verdaderos era muy grande.

      Entonces, ¿por qué no causó Dios que Adán fuera cultivado en la Tierra apenas lo creó, sino que lo guió primero al Huerto del Edén?

      Fue todo a causa del amor de Dios el Padre.

      ¿Qué fue lo que sintió Dios al ver a Adán, el primer hombre?

      Se trataba de Adán, quien fue creado a la imagen de Dios para reflejar perfectamente a Dios.

      De la manera que la gente dice: "Mi hijo es la niña de mis ojos", para Dios ese ser tan amado era Adán.

      Además, Dios el Padre sufrió mucho en Su corazón al ser traicionado por Lucifer, a quien tanto había amado.

      Para Dios el Padre, Adán, quien había sido creado tan delicadamente a la imagen de Dios mismo, era muy hermoso y amado.

      Dios deseaba darle Su amor a Adán, y deseaba que Adán retribuyera aquel amor.

      Anhelaba ser consolado por Adán, y quería recibir paz y descanso al observarlo.

      Cerca de Dios el Padre estaban innumerables ángeles y querubines que no conocían nada más que la obediencia.

      No obstante, lo que Dios deseaba verdaderamente era el amor y consuelo de parte de Adán, a quien Dios había creado a Su propia imagen.

      Él anhelaba recibir las alabanzas de Adán, y quería sanar la herida de Su corazón tras la traición de Lucifer, así como llenar el vacío de Su corazón por medio de la libre comunicación con Adán.

      Ya que Dios el Padre creó a Adán con tales expectativas y amor, ¿cómo podría permitirle vivir en la Tierra después de haberlo creado?

      Ni siquiera los padres naturales dejan que sus hijos salgan al mundo inmediatamente.

      Ellos permiten que sus hijos salgan después de haberlos educado con amor, y de haberles enseñado con pasión.

      Dios conocía bien acerca de la cultivación humana por la que Adán pronto tendría que pasar en la Tierra.

      Adán experimentaría momentos difíciles como la tristeza, el dolor, el sufrimiento, las enfermedades, la separación, y la muerte durante el período de cultivación humana.

      Cuando Adán fue creado, él no sabía nada con respecto al mundo natural en el que sería cultivado.

      Aunque él ya tenía la apariencia física de un adulto, era como un niño sin conocimiento alguno.

      ¿Cómo podía Dios el Padre permitir que Adán viviera en el espacio natural inmediatamente?

      Para obtener hijos verdaderos, Adán tenía que ser expulsado del Huerto y llevado a la Tierra, donde tenía que someterse a la cultivación humana en el futuro. Pero Dios no causó que todo esto se de a la fuerza.

      Él primero llevó a Adán al Huerto del Edén, le enseñó muchas cosas, y le dio gran autoridad y poder.

      Dios permitió que Adán disfrutara de muchas cosas ya que eso era digno de un hombre que había sido creado a la imagen de Dios.

      Ahora, ¿qué autoridad y poder le dio Dios a Adán? Explicaré esto en el siguiente estudio.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Hoy les expliqué cómo creó Dios al hombre a Su propia imagen.

      El hombre recibió de parte de Dios no sólo la imagen externa, sino también el espíritu, que es la parte eterna en su esencia misma.

      Este "espíritu" que Dios otorga jamás se extingue.

      Aunque el cuerpo del hombre perezca, el espíritu que se le ha dado al hombre jamás desaparece.

      Es por eso que aquellos que no son salvos son lanzados en el inextinguible fuego del Infierno.

      Por otro lado, aquellos que son perdonados de sus pecados para unirse con el Espíritu Santo al creer en Jesucristo, son salvos y van al Cielo para vivir una vida eterna.

      Además, la eterna morada celestial en el Cielo se adjudica dependiendo de cuánto ha recuperado un hombre su imagen perdida de Dios, y cuánto aquel hombre refleja el corazón de Dios.

      A través de este estudio de Génesis ustedes han escuchado con cuánta pasión se preparó Dios para la cultivación humana.

      En el nombre del Señor Jesucristo yo ruego que ustedes alcancen el corazón de espíritu completo y que reflejen al Padre de manera perfecta a fin de llegar a ser Sus hijos verdaderos, así como frutos preciosos de la cultivación humana.

      [¡Amén!]


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