• Conferencia sobre 1 Juan (7)

    [1 Juan 2:7-11]

    08-08-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      1 Juan 2:7-11
      (7) Hermanos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio.
      (8) Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya alumbra.
      (9) El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está todavía en tinieblas.
      (10) El que ama a su hermano, permanece en la luz y en él no hay tropiezo.
      (11) Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

      Introducción

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      La última sesión terminó mientras les explicaba sobre los mandamientos antiguos y los mandamientos nuevos en 1 Juan 2:7-8. Ya sea en los antiguos mandamientos del Antiguo Testamento o en los nuevos mandamientos del Nuevo Testamento, el corazón original de Dios en ambos mandamientos es el amor.

      Él desea que nosotros lo amemos con todo nuestro corazón y que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

      Así que, el Apóstol Juan dijo que lo que él estaba escribiendo, no era un mandamiento completamente nuevo sino que era el antiguo mandamiento que tenían desde el principio. Pero sin las obras del Espíritu Santo, es difícil para los hombres tanto comprender el amor de Dios como practicarlo con un corazón verdadero. Por esta razón la gente durante los tiempos del Antiguo Testamento, necesitaban la Ley de las obras.

      En la última sesión, les di el ejemplo de la Ley que dice 'ojo por ojo y diente por diente'.

      Originalmente, lo que Dios desea de nosotros es que actuemos sin ninguna maldad hacia nuestro prójimo. Aun cuando ellos hagan algo malo contra nosotros, nosotros no estamos supuestos a pagar mal por mal. Dios desea que nosotros perdonemos, comprendamos y que amemos a los demás.

      Pero aun cuando Dios ha permitido que esta voluntad Suya sea conocida por la gente, ellos no pueden comprenderla ni obedecerla sin las obras del Espíritu Santo. Esta es la razón por la que Dios tuvo que decirles que pagaran ojo por ojo y diente por diente.

      El deseaba que las personas se apartaran de hacer mal a otros por temor a ser castigados. Además, para aquellos que sufrieron siendo dañados por otros y deseaban pagar con maldad, Dios puso ciertos límites y restricciones sobre lo que podían hacer.

      Permítanme darles otro ejemplo.

      De acuerdo a la Ley del Antiguo Testamento, si un hombre encontraba falta en su esposa, él podía divorciarse de ella dándole carta de divorcio. Pero la voluntad original de Dios no es si dar certificado de divorcio o no, sino que nadie se divorcie.

      Malaquías 2:15 dice, "Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud".

      Pero en la realidad, muchas personas no conservan su matrimonio en santidad sino que cambian de ideas siguiendo sus propios deseos. En este caso, si el esposo simplemente abandona a su esposa solamente porque a él no le gusta ella, ella tiene que rehacer su vida. Pero, si el divorcio hubiera sido estrictamente prohibido, entonces habría puesto a las mujeres en una situación más difícil.

      ¿Qué si al esposo no le importaba su esposa para nada, incluso si no estaban divorciados? Ella no podría siquiera conocer a otro hombre, y esto sería en un gran problema. Así que, decirle a los esposos que dieran un certificado de divorcio era la mínima garantía de seguridad para una mujer.

      Esta es la Ley que refleja el corazón de Dios que no quería que los esposos actuaran con disipación y que deseaba que las mujeres fueran protegidas. Sin embargo, muchas personas mal interpretaron esta ley y simplemente se apegaban a las obras, por lo tanto aplicaban la ley contrariamente a la verdadera voluntad de Dios.

      Ellos repetidamente tomaban y dejaban esposas de acuerdo a su deseo, y pensaban que eran justificados porque habían dado a sus esposas certificados de divorcio.

      Jesús estableció la verdadera voluntad de Dios en este mandamiento.

      Mateo 19:8-9 dice, "Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera".

      De igual forma, los nuevos mandamientos establecen con mayor claridad, la voluntad de Dios que está contenida en los antiguos mandamientos.

      Ahora, Jesús no ordenó dar un certificado de divorcio. Él claramente nos dijo, "Divorciase no es la voluntad de Dios. Desechen la lujuria y la indecisión, y conserven su matrimonio con un corazón verdadero".

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, como he explicado los nuevos mandamientos no son algo completamente diferente de los antiguos mandamientos. Ustedes pueden comprender esto como los "antiguos mandamientos" a los cuales se les ha aplicado el amor.

      Sin embargo, el pasaje de este día en 1 Juan 2:8 dice, "Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando y la luz verdadera ya alumbra".

      Las 'tinieblas que se van desvaneciendo y la luz verdadera que alumbra' significan que Jesús quebrantó la autoridad de la muerte. Cuando Jesús murió en la cruz y resucitó, Él quebrantó la autoridad de la muerte. Aquellos creyentes que creen en esto pueden ser liberados de la autoridad de la muerte y obtener vida, y pueden caminar en la luz por el poder del Espíritu Santo.

      Como el Espíritu Santo nos ayuda, nosotros podemos comprender el corazón de Dios, y podemos cambiar nuestro corazón con la verdad. Podemos obedecer desde lo profundo de nuestro corazón reconociendo el amor de Dios contenido en la Ley.

      Es por eso que Juan dice que este nuevo mandamiento que él está escribiendo otra vez es verdadero en Él y en ustedes. Es decir, no es solamente Jesús que hizo la verdadera voluntad de Dios sino también nosotros los creyentes podemos seguir la verdadera voluntad de Dios y practicar la verdad.

      Hermanos y hermanas, en la actualidad, en nuestras vidas cristianas, nosotros no guardamos toda la Ley del Antiguo Testamento en obras. Sin embargo, esto no significa que nosotros abolimos el Antiguo Testamento. Esto quiere decir, que nosotros comprendemos el significado espiritual y lo guardamos.

      A pesar que nosotros no guardamos lo mandamientos antiguos literalmente, si tenemos que continuar aplicándolos con entendimiento espiritual.

      Por ejemplo, permítanme hablar sobre el Shabat por un momento.

      En el Antiguo Testamento, Dios prohibió trabajar, comerciar, y entretenerse en el Shabat. En el Nuevo Testamento, también, nosotros tenemos que comprender el significado del Shabat y santificar el Día del Señor. Pero no prohibimos incondicionalmente trabajar ni las transacciones de negocios en el Día del Señor.

      El verdadero significado de la prohibición de Dios de trabajar y comerciar en el Shabat es para que nuestras almas descansen en Dios en ese día. Jesús dijo que el Hijo del Hombre es el señor del Shabat, y dijo que las buenas obras que dan vida en el Señor son permitidas.

      Si ustedes pagan por el transporte público cuando vienen a la iglesia para asistir al servicio de adoración, no decimos que han realizado una transacción comercial. Es igual cuando se hace uso de un alojamiento o de restaurantes el día Domingo mientras están en un viaje misionero. Si no es para su beneficio personal o para disfrutar de algún entretenimiento mundano, sino que es algo necesario para el reino de Dios, Dios no dice que hemos quebrantado el Día del Señor.

      Pero ustedes deben aplicar el mandamiento no solamente en estas ocasiones sino también de acuerdo a la medida de fe.

      Por ejemplo, supongan que un nuevo creyente desea asistir al servicio del Domingo por la mañana y abre su tienda por la tarde. Si ustedes estrictamente le dicen que él no puede hacer eso porque tiene que santificar el Día del Señor, simplemente podría dejar de asistir a la iglesia.

      Para aquellos que no tienen suficiente fe, como en este caso, ustedes deberían permitirle asistir solamente al servicio de la mañana. Los mandamientos han sido dados para salvar vidas, es decir para salvar las almas.

      Nosotros no podemos hacer que un alma se aparte completamente de su estilo de vida forzándole a guardar los mandamientos. Al principio ustedes pueden permitirle que asista al servicio de la mañana, pero tienen que continuar sembrando fe en él para que pueda santificar todo el Día del Señor voluntariamente.

      Ustedes tienen que esperar a que él crezca en la fe y a que pueda guardar los mandamientos completamente a través de la ayuda del Espíritu Santo. Aquí, ustedes deben ser muy cuidadosos sobre el hecho que Dios ve el corazón de los hombres.

      Aun cuando dos personas diferentes compren algo el Día del Señor, esto podría ser una violación del mandamiento para uno, y el otro podría recibir la misericordia de Dios de acuerdo al corazón de cada uno.

      Por ejemplo, un nuevo creyente podría cenar fuera el día Domingo, pero los líderes de la iglesia tienen que preparar la comida con anticipación para el Domingo.

      Además, si ustedes no son nuevos creyentes y tienen fe para santificar el Día del Señor completamente, y continúan comprando algo usando la excusa que es para la iglesia, entonces es una violación del mandamiento. Además, también es una violación del mandamiento para aquellos que han experimentado al Espíritu Santo y la gracia de Dios, que trabajen el Domingo para obtener ganancias personales.

      Permítanme darles algunos ejemplos más.

      Primero, digamos que la iglesia está construyendo un santuario y que una empresa administrada por no creyentes está realizando la construcción.

      Aquí, supongan que ellos preguntan si pueden o no continuar su construcción los domingos. La iglesia necesita terminar la construcción tan rápidamente como sea posible pues el edificio actual es demasiado pequeño.

      Si la construcción se retrasa debido a que ellos dejan de trabajar los domingos, esto causará que los miembros de la iglesia tengan dificultades.

      Además, supongan que aquellos que están realizando el trabajo son incrédulos y que incluso si ellos no trabajan en ese día, no irán a la iglesia. En esta clase de casos, está bien continuar la construcción para terminarla rápidamente. Esto no es para un beneficio personal, sino por la vida de tantas almas y por la obra de Dios.

      Lo mismo sucede con los militares o con los policías que están trabajando por el país y tienen que trabajar en el turno del Domingo. No podemos decir que ellos quebrantan el Día del Señor.

      Esto es permitido porque ellos no están trabajando para su beneficio personal, sino que están obligados por el país.

      En esta clase de casos, ellos pueden asistir al servicio de adoración a través de otros medios tal como les he explicado antes. Por supuesto, si es posible, es mejor que ellos cambien su horario y que santifiquen completamente el Día del Señor.

      También hay exámenes nacionales realizados en día Domingo. Nosotros tenemos exámenes nacionales los Domingos porque éste no es un país cristiano.

      Supongan que aquellos que desean convertirse en abogados no pueden evitar tomar el examen porque se lleva a cabo un día Domingo. Aquí, lo que importa es su voluntad de santificar el Día del Señor teniendo reverencia por Dios. Ellos pueden asistir al servicio de adoración lo mejor que puedan y pasar el resto del día con una mente puesta en Dios.

      Pero si ustedes piensan, "Yo tengo que prepararme para el examen, así que solamente asistiré al servicio de la mañana y luego me iré a casa para estudiar", esto significa que realmente no tienen deseo de guardar los mandamientos.

      Si ustedes no santifican el Día del Señor buscando beneficios personales e inventando diversas excusas, esto significa que no tienen reverencia por Dios.

      Permítanme darles otro ejemplo. No es sobre un mandamiento escrito en la Biblia, sino que la iglesia en ocasiones establece ciertas reglas

      Por ejemplo, cuando ustedes desechan algunos materiales consagrados o las propiedades de la iglesia, se anuncia que tienen que hacerlo a través de aquellos trabajadores que están a cargo en un departamento en particular.

      La iglesia no ha hecho esa clase de reglamentos para ocasionarles inconvenientes. Más bien es para hacerlos comprender sobre la actitud reverente que debemos tener hacia Dios.

      De hecho, antes que la iglesia hiciera esos reglamentos, muchos miembros de la iglesia se habían cuestionado de cómo deberían ser desechadas adecuadamente tales cosas. Debido a que ustedes tienen un temor reverente hacia Dios, no se sentían cómodos con simplemente desechar los materiales sagrados junto con el resto de la basura. Pero debido a que la iglesia estableció una serie de reglamentos para ello, ustedes se sintieron tranquilos con respecto a la manipulación de tales asuntos.

      La iglesia no dijo que tenían que traer todo a la iglesia. Simplemente se les ha dado una serie de instrucciones. Las propiedades de la iglesia y tales cosas como los pañuelos de oración serán desechados por la iglesia, pero ustedes no deben traer toallas solamente porque están marcadas con el nombre de la iglesia. Cualquiera que sea la forma en que ustedes las desechen, lo que tienen que recordar es que tienen que tener temor reverente y respeto por Dios al manipular las cosas que están relacionadas con Dios. Si ustedes tienen temor reverente y amor por Dios, no es difícil guardar Sus mandamientos.

      Por otro lado, ustedes podrán sentir que están obligados y cargados por los mandamientos al mismo grado en que no reverencien y amen a Dios. Yo espero que amen a Dios con todo su corazón para que fácilmente puedan guardar todos los mandamientos.

      Veamos ahora los siguientes versículos de 1 Juan 2:9-11.

      "El que dice que está en la luz y odia a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz y en él no hay tropiezo. Pero el que odia a su hermano está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos".

      Previamente les dije que el corazón original de Dios, tanto en el antiguo mandamiento como en el nuevo mandamiento, es el mismo. El mandamiento en otras palabras es 'amor'.

      Deuteronomio 6:4-5 dice, "Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es."Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas".

      Además, Levítico 19:18 dice, "No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehová".

      Marcos 12:29-31 también dice,
      (29) Jesús le respondió: --El primero de todos los mandamiento es: "Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
      (30) Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". Este es el principal mandamiento.
      (31) El segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay otro mandamiento mayor que estos".

      El segundo de los dos principales mandamientos es que tenemos que amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

      Romanos 13:10 dice, "El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor".

      Pero algunas personas dicen que aman a Dios pero no aman a su prójimo ni a sus hermanos. Debido a que aman a Dios, todos ellos asisten al servicio de adoración y a las reuniones y al trabajo fielmente por el reino de Dios responsabilizándose de muchas tareas.

      Pero cuando tratan con los demás, actúan con celos, envidia, odios y peleas. Proliferan juicios y rumores, e incluso planifican hacer daño a otros. Ellos parecieran estar llevando una vida diligente en la fe, pero en la medida que no amen a sus hermanos, están caminando en las tinieblas.

      La naturaleza pecaminosa del odio es sembrada por Satanás, y pertenece a las tinieblas. La envidia, los celos, la arrogancia, la codicia, el orgullo, y otras naturalezas de las tinieblas están relacionadas con el odio.

      Si ustedes aman, no estarán celosos, y no tratarán en exaltarse a ustedes mismos con orgullo delante de otros. Si ustedes aman a los demás, no tratarán de tener más que ellos, y no insistirán en su orgullo.

      Ustedes odian porque están celosos. Ustedes odian porque otros tienen más que ustedes. Y las personas no disfrutan de paz mental a causa de este 'odio'.

      En muchos casos, ellos dicen que desean mucho llegar al espíritu, pero permanecen en el mismo lugar porque no desechan la raíz del odio. Ellos odian a sus colegas y a sus vecinos. Si tienen que reunirse con aquellos a quienes odian todos los días, ¡qué agonizante será para ellos!

      En ocasiones, ellos odian a sus conyugues, hijos o padres, y se hacen daño a ellos mismos morando en las tinieblas. Por supuesto, ellos tienen que tener sus propias razones.

      Otros podrán haber hecho algo que ustedes no pueden comprender. Podrán haber actuado con mucha maldad contra ustedes, y siempre parecen ocasionarles muchas dificultades. Pero el pasaje de este día dice que, al que odia a los demás las tinieblas le han cegado los ojos. Están ciegos y pueden ver desde el punto de vista de los demás. Ellos simplemente piensan desde su propio punto de vista porque no pueden comprender a lo otros. Están ciegos en el mismo sentido en que no pueden buscar el beneficio de los demás y solamente pueden buscar su propio bien.

      Si ustedes piensan con bondad en todas las cosas y comprenden a los demás desde sus puntos de vista, nunca odiarán a nadie.

      Antes que yo llegara a creer en Dios, fui muy despreciado por la familia de mi esposa porque estaba sufriendo de muchas enfermedades. Yo tuve que sufrir mucho por ellos pues no podía trabajar e hice que mi esposa sufriera mucho.

      Yo no quería enfermarme, pero tuve que sufrir en gran manera por esto. Esta situación me llevó a tener mucho rencor en mi corazón. Yo quería vengarme de ellos pensado que tomaría cierta clase de revancha a través de mi éxito, eso es, si lograba curarme. En ese tiempo, yo solamente estaba pensando en mis propios argumentos, y sentía que era natural tener tanto odio.

      Pero después de encontrarme con Dios y de llegar a conocer la verdad, todo este odio simplemente se desvaneció. Yo llegué a ver desde el punto de vista de los demás.

      Yo no quería hacer daño, pero desde el punto de vista de ellos, tenían que haber estado decepcionados y tristes, y es por eso que actuaban de tal forma en mi contra. En lugar de sentir el odio, me sentía triste por ellos e incluso me parecían muy tiernos.

      Yo espero que sus ojos estén bien abiertos para que puedan ver desde el punto de vista de los demás. Aun cuando ellos estén actuando con maldad, por favor comprendan sus corazones.

      Si ustedes pueden comprenderlos pensando, "Él no podía evitarlo. Su situación lo obligó a hacer eso. Tuvo que actuar de esa forma porque heredó esa clase de corazón y fue criado en tales circunstancias", entonces ustedes sentirán consuelo.

      En ocasiones, aun cuando traten a los otros con bondad, ellos continúan actuando con maldad en contra ustedes. Pero de hecho, aquellos que tienen maldad en su corazón sufrirán mucho más. Ellos no tienen paz, están atrapados en sus sentimientos enfermizos y ¡cuán infelices son!

      Pensando en estas cosas, aun cuando otros actúen con maldad contra ustedes, ustedes pueden tener misericordia con ellos en lugar de sentirse mal contra ellos. Yo espero que todos ustedes aquí presentes, amen, comprendan, acepten y sirvan a cualquier clase de alma. Al hacer esto, espero que cultiven en ustedes el amor del Señor completamente.

      Conclusión

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, el pasaje de este día, en 1 Juan 1:10 dice, "El que ama a su hermano, permanece en la luz y en él no hay tropiezo".

      'En él no hay tropiezo' quiere decir que puede estar espiritualmente confiado delante de Dios.

      Si nosotros amamos a nuestros hermanos y caminamos en la luz, con seguridad podemos decir que amamos a Dios. Podemos pedir a Dios confiadamente cuando oremos.

      Incluso sus hijos, si ellos son obedientes y tienen paz con ustedes, pueden pedirles cualquier cosa confiadamente cuando necesitan algo.

      Por otro lado, si ellos no son obedientes y si son problemáticos, no podrán pedir nada con confianza.

      También en el espíritu, aquellos hijos que caminan en la luz y se convierten en el gozo del Padre, estarán seguros del amor de Dios, y confiadamente podrán pedir todo lo que necesiten. Ellos podrán recibir todo lo que pidan y serán prosperados en todas las cosas.

      Yo espero que todos ustedes estén confiados delante de Dios y que no tengan causa de tropiezo.

      Al hacer eso, Yo oro en el nombre del Señor, para que estén llenos de testimonios al recibir las respuestas a sus oraciones y las bendiciones de Dios.

      [Amén]


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