• La voz y guía del Espíritu Santo (8)

    [Romanos 8:12-16]

    15-08-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Romanos 8:12-16]
      [12] Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
      [13] porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
      [14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
      [15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!
      [16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios".

      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      En 1 Corintios 13:11, el apóstol Pablo escribió lo siguiente a los miembros de la iglesia de Corinto.

      "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño".

      Aquí, ser un niño se refiere a vivir en la Tierra con un cuerpo físico.

      Comparando este tiempo, con el tiempo en el cual tengamos nuestro cuerpo espiritual y vivamos en el reino espiritual, las palabras y pensamientos que tengamos ahora están al nivel de un niño.

      La carne y el espíritu son tan diferentes.

      También, mientras vivamos en este Tierra, al punto que cultivemos nuestros corazones en lo espiritual, tendremos diferentes niveles de cuán claramente entendamos y pensemos.

      Incluso los niños serán diferentes en sus palabras, y sus pensamientos estarán en diferentes etapas, dependiendo de si son un bebé, un niño pequeño o un niño en edad escolar. Igualmente, las palabras y pensamientos son diferentes de acuerdo a la medida de la fe.

      ¿Qué tipo de pensamientos, palabras y obras tienen ustedes-

      ¿Son ustedes como los bebés que sólo lloran y que no pueden comunicarse bien con los demás-

      O, ¿son más como hijos adultos, quienes entienden las palabras de Dios el Padre y las obedecen-

      Romanos 8:8 dice: "y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios".

      No podemos obedecer la Palabra de Dios a la medida en que tengamos pensamientos carnales.

      No podremos evitar el comportarnos como un niño desobediente, que no comprende el corazón de sus padres.

      Por lo tanto, anhelo que ustedes puedan derribar todos sus pensamientos carnales y que lleguen a ser hijos que hayan crecido por completo en la fe y que obedezcan la voz del Espíritu Santo.

      Ruego en el nombre del Señor, que ustedes siempre puedan sentir la expresión de amor que Dios el Padre les está mostrando, y que continúen viviendo agradecidos.


      Mensaje principal

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Este es el octavo estudio sobre "la voz y guía del Espíritu Santo".

      Mientras tengamos pensamientos carnales, no podremos escuchar la voz del Espíritu Santo con claridad.

      Es debido a que los pensamientos carnales bloquearán la voz del Espíritu Santo.

      Escucharemos la voz de Satanás a la medida en que tengamos pensamientos carnales.

      Por lo tanto, primeramente debemos darnos cuenta qué tipos de pensamientos carnales tenemos y debemos demolerlos.

      Aunque hay diferencias entre los individuos, aún los pensamientos carnales pueden clasificarse en función de la medida de la fe.

      En el último estudio, hablé sobre el primer nivel de los pensamientos carnales, que nos impide creer en Dios.

      Es el nivel más básico de los pensamientos carnales que debemos romper para escuchar la voz del Espíritu Santo.

      Usualmente estos pensamientos carnales se derivan del conocimiento y teorías del mundo.

      Muchas personas en el mundo no creen en Dios debido a estos pensamientos carnales.

      Incluso hay personas que van a la iglesia, pero que aún no tienen la fe para recibir salvación. Estas personas también tienen esta categoría de pensamientos carnales.

      Es por eso que 2 Corintios 10:5 nos dice: "Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo".

      Dios golpea a la puerta de los pensamientos de cada individuo por medio de aquellos que predican el evangelio.

      Pero muchas personas piensan que el conocimiento de este mundo es noble y valioso, pero consideran el conocimiento del Señor, el evangelio, como locura.

      Incluso piensan que ustedes están locos o que están diciendo un mentira cuando les predican.

      Cuando el evangelio no tienen acuerdo con sus conocimientos y teorías no aceptarán los hechos como hechos.

      Yo también era uno de aquellos que no aceptaba el evangelio.

      Mientras estaba en mi lecho de enfermedad, mi hermana sintió lástima de mí y me predicó el evangelio de vez en cuando.

      Ella me decía que Dios sanaría mis enfermedades si es que yo iba a la iglesia.

      Pero estando en mi lecho de enfermedad, yo le decía a ella de manera obstinada: "Los hombres van a la luna en sus naves espaciales, por lo tanto ¿dónde está Dios- ¡Muéstramelo, si es que está vivo!"

      Sin embargo, no pude rehusarme al favor que ella me pidió, pues deseaba que la guiara en su camino a la iglesia, así es que fuimos a una reunión de la Señora Diaconisa Shin Ae Hyeon.

      Pero desde ese día, me he convertido en una persona totalmente diferente.

      Solía ser un ateo, pero me convertí en un predicador que hablaría del Dios vivo por cualquier lugar.

      Es porque el momento en el que me arrodillé en una iglesia, Dios me sanó de todas mis enfermedades, las cuales me habían torturado durante siete años.

      ¡Tuve un encuentro con el Dios vivo!

      Desde ese instante, mientras aprendía la Palabra de Dios, sentí mucho temor al pensar: "¡Yo podría haber ido por el camino de la muerte a causa de mi conocimiento y orgullo!"

      Yo no sabía qué hacer cuando pensé: "¿Qué hubiera sido de mí si no hubiera encontrado a Dios-"

      La razón por la cual he estado llevando a cabo este ministerio del poder de Dios sin cesar es porque yo mismo he experimentado milagros asombrosos.

      2 Corintios 10:4 dice: "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas". Como está escrito, me he dado cuenta que sólo las armas espirituales, el poder del Espíritu Santo, puede ser el instrumento divino para demoler todo conocimiento, teorías y pensamientos de este mundo.

      Con esta fe, cuando les permito a las personas ver las señales y los prodigios, junto con la predicación de la Palabra de Dios, los pensamientos de las personas son demolidos.

      Incluso aquellos que tienen pensamientos rígidos del conocimiento del mundo, son cambiados.

      Ustedes han recibido mucha gracia a través del pasado retiro de verano.

      Seguramente ustedes han sentido el espacio espiritual al ver los enjambres de las libélulas descender desde los alrededores del sol, y quizá sintieron el amor de Dios el Padre al ver aquellas libélulas amigables.

      Este es el tiempo más caluroso del año, pero Dios nos regaló un clima muy fresco.

      Asimismo, Él nos da la llenura del Espíritu al mostrarnos varias nubes, arcoíris, y el movimiento de las estrellas.

      Algunos experimentan la sanidad divina al mostrar al escuchar los mensajes, o durante sus oraciones, y otros reciben los deseos de su corazón.

      Si estas cosas no ocurrieran, no habría razón para que tantas personas de otros países vengan hasta Corea a participar del Retiro de Verano.

      Incluso cuando vienen nuevos creyentes, sus pensamientos carnales son destruidos, y adquieren fe.

      Asimismo, la arrogancia y los patrones de pensamiento de muchos miembros han sido destruidos y su fe ha crecido.

      Pienso que muchos de ustedes solían decir: "¿Dónde está Dios- ¡Muéstramelo!"

      Pero al tener varios problemas en la vida, quizá se sintieron indefensos e impotentes, y consideraron que el conocimiento de este mundo no sirve.

      Es por eso que buscaron a Dios y lo encontraron.

      Si ustedes abren su corazón, cuando este es pobre, entonces el Espíritu Santo entra en él.

      Desde ese momento en adelante, Él siempre estará con ustedes y los llevará por el camino de la prosperidad.

      Pero, qué bueno sería si con tan sólo ver el poder y la naturaleza divina contenida en todas las cosas del universo, y con tan sólo escuchar el amor de la cruz de nuestro Señor, pudiéramos abrir la puerta de nuestros pensamientos y corazones, antes de enfrentar varios problemas en la vida.

      Anhelo que todos ustedes destruyan todos estos pensamientos humanos sin sentido e inservibles.

      Al hacerlo, deseo que ustedes adquieran verdadera sabiduría con la dirección del Espíritu Santo, y que vivan vidas bendecidas.


      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      El siguiente nivel de pensamientos carnales es el de aquellos pensamientos que impiden que escuchemos la Palabra de Dios.

      Si rompemos los pensamientos carnales del primer nivel, es decir, los pensamientos que impiden que creamos en Dios, ¿podremos escuchar claramente la voz del Espíritu Santo-

      ¡No! Esto simplemente significa que hemos aceptado al Espíritu Santo en nosotros al demoler el primer nivel de pensamientos carnales.

      En este punto, el Espíritu Santo simplemente ha entrado en nuestros corazones.

      El entrenamiento para escuchar y obedecer la voz del Espíritu Santo recién iniciará después de haber aceptado al Espíritu Santo en nuestros corazones.

      Antes de recibir al Señor como nuestro Salvador, escuchábamos la voz de Satanás, que obra por medio de nuestros pensamientos.

      Por tanto, no podemos escuchar claramente la voz del Espíritu Santo, ni obedecerla por completo al momento que aceptamos al Señor.

      Nosotros deseamos obedecer los mandamientos que nos dicen lo que debemos hacer, no hacer, guardar, o desechar ciertas cosas, pero los pensamientos carnales impiden que obedezcamos.

      Por supuesto, hay algunos nuevos creyentes que pueden escuchar la voz del Espíritu Santo y obedecer la Palabra de Dios cuando están llenos del Espíritu.

      Cuando aceptan al Señor por primera vez y se arrepienten de todos sus pecados, su corazón se refresca y llegan a ser felices.

      Ustedes pueden sentir el amor de Dios el Padre en lo profundo de su ser. En ese momento, no usan sus propios pensamientos, sino que obedecen la Palabra en la Biblia, y los sermones que escuchan.

      Esto es así porque en esos momentos están llenos del Espíritu y controlan los pensamientos carnales.

      De este modo son guiados por el Espíritu Santo y reciben respuestas a sus oraciones.

      Pero el primer amor de muchos creyentes se apaga, y pierden la llenura del Espíritu Santo.

      Una vez que pierden la llenura, regresan al estado en el que no pueden controlar sus pensamientos carnales.

      A partir de este punto, ellos pueden escuchar la voz del Espíritu Santo solamente en la medida en que la verdad sea cultivada en sus corazones.

      Ahora, observemos el primer nivel de fe, que es el nivel justo después de aceptar al Señor.

      En el primer nivel de fe las personas tienen más falsedad que verdad en el corazón, de modo que no tienden a vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.

      Por ejemplo, aunque escuchen que recibirán bendiciones espirituales, así como materiales si guardan el Día del Señor como un día santo, ellos no pueden guardarlo en realidad.

      Consideran que guardar el Día del Señor es algo difícil, y piensan que deben trabajar para ganar más dinero, o que tienen que descansar.

      Pero para aquellos que guardan el Día del Señor como un día santo, este tipo de pensamiento es infantil; es un pensamiento carnal.

      Aquellos que experimentan el gozo y la paz de guardar el Día del Señor como un día santo, no tendrán ese tipo de pensamientos, sino que simplemente guardarán este día.

      Asimismo, en el primer nivel de fe, aún se tiene el conocimiento adquirido en el mundo.

      No se tiene mucho conocimiento de la Palabra de Dios, o la fuerza de voluntad para seguirla.

      Pero en el segundo nivel de fe las cosas son distintas. Se conoce la Verdad hasta cierto punto, y se hace el esfuerzo por seguirla.

      Comparando con el primer nivel de fe, en el segundo nivel de fe uno se esfuerza por obedecer la Palabra de Dios.

      Pero no se puede vivir según la Palabra de Dios obedeciendo la voz del Espíritu Santo al mismo tiempo. Algunas veces se sigue la voz de Satanás.

      Muchas veces no se obedece porque hay un bloqueo causado por los pensamientos carnales.

      Por ejemplo, Dios nos dice que no debemos juzgar a nuestro prójimo.

      En Santiago 4:12 dice: "Sólo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo-"

      Solamente Dios conoce el corazón del hombre.

      Por lo tanto, jamás se debe juzgar a los demás simplemente al ver su apariencia externa.

      En el segundo nivel de fe, se hace el esfuerzo por vivir de acuerdo a la Palabra, por lo tanto se medita en no juzgar o condenar a los demás.

      Pero en realidad, muchas veces no se hace lo que se piensa.

      Por ejemplo, se escucha noticias no muy buenas respecto a cierta persona. Se escucha que aquellas acciones y comportamiento no son aceptables.

      Quizá se escuche muchas cosas, pero lo importante es no ir más allá del hecho de escuchar.

      Pero deseamos escuchar más, y empezamos a preguntarnos si será verdad en realidad.

      No hemos visto por nosotros mismos a aquella persona realizando esas acciones, pero pensamos que sí es posible porque lo escuchamos de los demás.

      Además, las noticias se difunden sin siquiera verificar la información.

      Y a estas noticias se aumentan los sentimientos propios y la imaginación.

      Pero seguimos pensando que no hemos juzgado, sino que hemos hablado de hechos.

      Incluso pensamos que estamos discerniendo con la verdad.

      Pero estas personas no pueden ver su propio corazón a causa de los pensamientos carnales que tienen.

      De hecho, miran a los demás con maldad y tienen malos entendidos porque tienen maldad en su ser.

      Además juzgan y condenan a los demás fácilmente porque tienen odio en su ser.

      Aquellos que son buenos de corazón verán a los demás con un buen corazón.

      Aunque los demás hablen de cierta persona en una manera desfavorable, ellos simplemente no lo aceptan ni creen.

      Ya que tienen amor por aquella alma, anhelan que aquel rumor no sea verdad.

      Piensen simplemente en los padres. Ya que ellos aman a sus hijos, no quieren creer cuando escuchan cosas malas acerca de ellos.

      Aunque lo que se dice sea verdad, ellos primeramente piensan: "No puede ser verdad. Mi hijo es un buen chico".

      Sobre todo, debemos entender que el juicio y la condenación proceden de la arrogancia.

      Las personas humildes difícilmente juzgan a los demás.

      Con sinceridad consideran a los demás mejores que a sí mismos. Ni siquiera consideran el juzgar a los demás porque son temerosos de Dios.

      Algunas personas también juzgan los sermones.

      Piensan así: "El pastor está hablando justamente de mí". Malentienden pensando que el pastor está señalándolos y avergonzándolos por medio del sermón.

      Pero, ¿por qué tendría yo sentimientos personales en contra de ciertas personas y trataría de avergonzarlos-

      Sencillamente, estas personas tienen resentimientos dentro de sus propios pensamientos carnales.

      Además, durante la predicación, algunas personas dicen: "Esto es para tal persona".

      Concluyen que lo que se dice es para cierta persona y hablan de ellos con los demás.

      Todas estas cosas se derivan de los pensamientos carnales.

      Quizá parezcan cosas insignificantes, pero ante los ojos de Dios, estas no son cosas sin importancia.

      Es una lástima que juzguen a los demás con los pensamientos carnales, pero esto se da porque no hemos reconocido la maldad en lo absoluto.

      Por lo tanto, siempre debemos tratar de distinguir nuestros pensamientos carnales, y debemos despojarnos de ellos tan pronto como los identifiquemos.

      En el siguiente estudio hablaré acerca de los pensamientos carnales que impiden que escuchemos la Palabra de Dios.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Se dice que el fluir del espíritu y el fluir de la carne serán separados con mayor claridad cuando regrese el Señor.

      El espíritu fluirá en lo espiritual, y la carne fluirá en lo natural con más rapidez.

      En medio de esta situación, los pensamientos carnales lo pondrán en el fluir de la carne.

      Especialmente, si ustedes se juzgan a sí mismos pensando que son carnales de todas formas, y si se dan por vencidos, será igual que encaminarse al filo de un precipicio.

      Al igual que una cascada que desciende por el filo de un precipicio, esos pensamientos causarán que caigan en lo carnal cada vez más.

      Satanás es quien hace que ustedes piensen de esa manera por medio de sus pensamientos carnales.

      Esta es la razón por la que las personas carnales piensan que son abandonadas.

      Por lo tanto, si ustedes piensan diciendo: "Yo no puedo hacer esto. Es demasiado tarde para mí", simplemente entiendan que esa no es la voz del Espíritu Santo, y que tampoco son sus propios pensamientos, sino que es la voz de Satanás.

      El Espíritu Santo está diciendo: "No es demasiado tarde. Yo te puedo ayudar".

      Él está extendiendo Su mano mientras dice: "Arrepiéntete y cambia. Vayamos juntos por el camino de la vida y la paz".

      Simplemente diga "¡Sí!" y "¡Amén!" a esta voz del Espíritu Santo.

      Si usted sostiene Su mano y obedece Su voz, entonces podrá conducirse en el fluir espiritual.

      Yo ruego en el nombre del Señor, que ustedes avances rápidamente a través del 1º, 2º y 3º reino de los Cielos, y que alcancen la Nueva Jerusalén al entrar rápidamente en el fluir espiritual.

      [Amén]


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