• Estudio basado en Génesis (45)

    [Génesis 2:4-7]

    20-08-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Escritura:

      Génesis 2:4-7
      [4] Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
      [5] y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,
      [6] sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.
      [7] Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:

      Este es el 45º estudio de Génesis.

      En el estudio anterior les hablé acerca de cómo descansó Dios en el séptimo día, tras terminar la obra de la Creación.

      Ahora, en Génesis 2:4 leemos: "Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos".

      El primer capítulo de Génesis explica con gran detalle las obras de la Creación de cada día.

      Y Génesis 2:5-6 explica brevemente una vez más cómo se veía la Tierra antes de que Dios creara al hombre.

      Asimismo, Génesis 2:7 muestra cómo creó Dios al hombre, y en Génesis 2:8 en adelante se ilustra detalladamente el Huerto del Edén.

      El resto del segundo capítulo de Génesis explica cómo Adán y Eva vivieron en el Huerto del Edén.

      Y Génesis 3 habla sobre cómo entró en pecado en la humanidad, y el resultado de cometer el pecado.

      Aquí empieza en realidad el proceso de cultivación humana.

      En pocas palabras, la Creación de los cielos y la tierra y todas las cosas se describe en el primer capítulo de Génesis. La creación del hombre y del Huerto del Edén se describe en el segundo capítulo de Génesis. Y el principio de la cultivación humana está descrito en Génesis 3.

      El propósito de Dios mediante la cultivación humana es el de obtener hijos verdaderos.

      Para esto, Génesis 2 y 3 se enfocan en explicar con detalle la esencia de la cultivación humana; esto es, la creación del hombre, y el curso de cometer el pecado del hombre.

      Anhelo que ustedes recuerden este panorama general al empezar el estudio de esta noche.

      En Génesis 2:5-6 se describe brevemente la apariencia de la Tierra antes de la creación del hombre.

      Dice así: "y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra."

      Aquellos que conocen el primer capítulo de Génesis saben fácilmente de qué día de la Creación se trata.

      ¿A partir de qué día de la Creación llovió en la tierra-

      Les dije que con la creación del sol, la luna, y las estrellas en el cuarto día, empezaron a tomar lugar los fenómenos atmosféricos en la Tierra.

      Ahora, ya que Génesis 2:5 dice: "Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra", esto se dio antes del cuarto día de la Creación.

      Además dice: "toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese".

      Las plantas de la Tierra se crearon durante el tercer día de la Creación, ¿no fue así-

      Génesis 2:6 habla acerca de "la tierra" y "la faz de la tierra".

      Esto significa que la tierra seca ya había aparecido.

      Hasta el segundo día de la Creación, toda la tierra estaba bajo las aguas.

      Al tercer día las aguas se juntaron en un lugar para convertirse en mares, y apareció la tierra seca.

      En ese tercer día, mientras aparecía la tierra seca que había estado debajo de las aguas por un largo tiempo, la superficie de la tierra se cubrió con vapor producido por la humedad que guardaba la tierra.

      Por lo tanto, se trata del tercer día de la creación, antes de la creación de las plantas, cuando los mares y la tierra aún no se dividían.

      Por cierto, a partir de Génesis 2:6, donde se lee que "subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra", encontramos algo importante.

      Esto es, el suelo de la tierra interactúa con la atmósfera, y esta vive y respira.

      Mientras Dios creaba la expansión durante el segundo día, Él creó la atmósfera de modo que esta contenga los componentes apropiados para las criaturas vivientes.

      Esta atmósfera contiene no sólo los componentes físicos que son necesarios para las criaturas vivientes, sino también los "componentes espirituales", que constituyen la fuerza de la vida.

      Lo mismo sucede con aquello que llamamos "suelo".

      El suelo estuvo sumergido bajo el agua de vida por mucho tiempo.

      Y por ende, el suelo también llegó a tener vida por medio de la "fuerza de vida".

      En Génesis 2:6 leemos: "sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra". Esto describe el fenómeno que resultó de la interacción entre la tierra viviente y la atmósfera.

      La gente dice: "El suelo está vivo".

      Cuando se planta una pequeña semilla, el suelo causa que esta brote y crezca.

      Y ayuda a la semilla a producir cientos y miles o muchos frutos de su tipo.

      La Biblia dice que si se planta una semilla en tierra fértil, esta puede producir su fruto en 30, 60 o 100 veces más.

      No obstante, un árbol frutal, como el manzano o el árbol de pera que nacen de una semilla, producen mucho fruto cada año.

      Así, la suma de todos sus frutos es mayor a "miles de veces".

      Es el suelo el que hace el trabajo para que la semilla brote, crezca y produzca fruto.

      Aunque el suelo no tiene un órgano respiratorio en realidad, ciertamente funciona de manera biológica.

      Cuando Dios creó la Tierra, Él puso aquella habilidad en el suelo.

      Y permitió que las cosas vivas sobrevivan en este suelo.

      Lo más probable es que, si un hombre tuviera que vivir continuamente en un lugar donde no hay suelo, tendría problemas con su cuerpo.

      Por supuesto, aquellos que controlan su cuerpo en lo espiritual no tienen relación alguna con esto.

      Pero aquellos que no, quizá tengan problemas en su cuerpo si es que no tienen contacto alguno con el suelo por un largo tiempo.

      A medida que respiran mientras pisan sobre el suelo que está vivo, la fuerza de vida contenida en el suelo tendrá efectos beneficiosos para ellos.

      Cuando yo era joven hice algo varias veces porque me resultaba muy interesante.

      Cuando encontraba una rana, la lanzaba al suelo y parecía morirse, y sus extremidades no se movían en lo absoluto.

      Entonces yo la enterraba en el suelo.

      Pero después de 30 minutos, la rana que yo había asumido como muerta, recuperaba su fuerza y saltaba fuera del suelo.

      A los ojos de un jovencito, la rana ciertamente y sin duda alguna estaba muerta, pero al ser enterrada en el suelo por un momento, esta revivía. Esto era muy interesante y misterioso para mí.

      Al observar esto, yo pensaba: "El suelo debe tener algún poder asombroso".

      A través de los estudios de Génesis, Dios me dijo que Él hizo el suelo para mantener la fuerza de vida.

      Lo mismo sucede con la atmósfera.

      En la atmósfera, no sólo hay componentes físicos tales como el oxígeno y el dióxido de carbono, los cuales son necesarios para las cosas vivas, sino que también hay fuerza de vida que Dios ha puesto en la atmósfera.

      Gracias a la interacción en y con el suelo, además de la atmósfera y todas las cosas vivas, el fenómeno de vida es capaz de perpetuarse en la Tierra.

      Ahora, ¿cuál es la razón por la que Dios describe brevemente las obras de la Creación como lo hace en Génesis 2:4-6-

      Es para enfatizar que es Dios mismo quien creó todas las cosas en la Tierra donde no había nada más que vapor.

      AQUEL quien creó el fenómeno de vida para que ocurriera por la interacción entre el suelo y la atmósfera. AQUEL que hizo crecer los árboles y plantas en la Tierra, y los vegetales en los campos; este es AQUEL que es Dios mismo.

      Esto es para enfatizar el hecho de que AQUEL que también creó al hombre para cultivar el campo y la tierra, no es otro aparte de Dios.

      Asimismo, Él menciona una vez más que el Creador de todas las cosas es Dios, y luego Él avanza hacia la creación del hombre.

      Esto es, en Génesis 2:7 leemos: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente".

      "El SEÑOR (Jehová) Dios", en otras palabras, "Dios el Padre", creó al hombre ante los ojos de Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo y muchos ángeles.

      Él no creó al hombre solamente con Su palabra, sino que Él mismo formó al hombre.

      El material principal que Dios usó para crear al hombre no fue el oro que jamás cambia, ni el hierro que es muy duro.

      Fue el "polvo de la tierra".

      Dios me dijo que este "polvo" era de hecho "arcilla de tierra pura".

      Ahora, ¿cómo hizo Dios al hombre con este polvo-

      De la manera que se hace cierto tipo de figura con la arcilla en una clase de arte, ¿hizo Dios toda la forma del hombre con el polvo-

      Aunque Él creó la forma de ese modo, ¿cómo hizo los intestinos, el sistema nervioso, y los vasos sanguíneos-

      Incluso la forma en sí no se ve como algo muy sencillo.

      El cabello, las cejas, el vello en la piel, la detallada textura de la piel; todos estos aspectos deben ser hechos del polvo.

      ¿Cómo fue posible incluso hacer estas partes con el polvo, de manera tan elaborada-

      Ustedes quizá piensen sencillamente: "Todo es posible con el poder de Dios".

      Eso es correcto, todo es posible con el poder de Dios.

      De ahora en adelante, déjenme decirles cómo creó Dios al hombre.

      Dios tenía toda la información concerniente a la criatura llamada "hombre".

      Él tenía un "diseño" con un plan de cómo crearía al hombre.

      Cuando Dios hizo la figura del hombre de acuerdo a aquel diseño, la luz original salía continuamente de las yemas de los dedos de Dios.

      Mientras Dios hacía la cabeza del hombre, esta ya no era un montón de polvo, sino la perfecta cabeza de un hombre.

      Él no hizo cada parte por individual; cabello, ojos, nariz, boca y orejas, una por una.

      Dos ojos en la parte superior del rostro, una nariz en el centro del rostro, una boca debajo de la nariz, dos orejas, una a cada lado del rostro, y así por el estilo.

      Tal como Dios lo había diseñado de antemano, el número de partes, su ubicación, y sus funciones fueron creadas por la luz original que salía de las yemas de los dedos de Dios.

      Desde la cabeza, el cuello, el torso, los brazos y manos, hasta las piernas, el hombre llegó a ser una figura perfecta gracias al toque de las yemas de los dedos de Dios, de las cuales salía la luz original.

      Incluso antes de que Dios soplara el aliento de vida en Adán, él ya tenía esta forma.

      Su piel no era de color marrón oscuro como el polvo, sino que era de hermoso color lechoso.

      El largo de su cabello era un poco más corto que el del cabello de Dios el Padre; este alcanzaba casi la base de su cuello.

      En pocas palabras, su cabello era rubio.

      Pero para ser más específico, este se veía blanco a simple vista, pero también tenía un tenue color dorado.

      Adán tenía una figura fuerte, pero no era delgado ni gordo.

      Él medía 175 cm de alto.

      Era perfecto de pies a cabeza; tenía una figura muy hermosa.

      Hubo unas palabras que Dios el Padre dijo mientras hacía a Adán con Su amor y corazón.
      Permítanme compartirles parte de ellas:

      "En realidad, mi ansiado deseo y mi esperanza están contenidos en esto.

      Anhelo que todo lo que he esperado y diseñado se cumpla perfectamente por medio de las obras hermosas que hago.

      Mi poder y toque hacen posible la creación de estos órganos y de todo.

      Seré glorificado a través de este hombre que es creado de manera hermosa.

      Por medio de sus hijos, y de todos sus descendientes, se proclamará mi belleza, bondad, dulzura, así como mi amor y poderío.

      De forma preciosa he creado su boca, y con hermosura he hecho sus labios, sus oídos, sus manos, sus piernas y todo en él.

      Con su nacimiento se hará realidad mi ansiado deseo y esperanza.

      ¿Entenderá él mi corazón- ¿Sentirá él mi corazón-

      ¿Entenderá él alguna vez este corazón amoroso de Padre que hace cada órgano y cada célula en su cuerpo-

      Mi ansiado deseo hace posible su nacimiento, y todo esto durará hasta el final de mi gloria".

      Ustedes pueden entender con cuánta esperanza y amor hizo Dios a Adán, el primer hombre.

      Por cierto, Dios el Padre tuvo grandes expectativas, no sólo cuando creó a Adán, sino también cuando ustedes fueron concebidos en el vientre de su madre.

      Una nueva vida se concibe con la unión de un espermatozoide y de un óvulo de los padres, es Dios quien concede el espermatozoide y el óvulo.

      Además, es también Dios el Padre quien los hizo crecer a ustedes en el vientre de su madre, y permitió que nacieran y crecieran en este mundo.

      Por encima de todo, es Dios el Padre quien puso la semilla inmortal y eterna de vida en el espíritu, y quien la plantó en ustedes.

      Por consiguiente, tanto en un sentido físico como espiritual, Dios el Padre es nuestro Padre y el Padre verdadero.

      Aquel Dios el Padre desea recibir gloria de parte de ustedes, tal como deseó recibirla de parte de Adán.

      Dios el Padre anhela que ustedes entiendan Su corazón y Su amor.

      Yo ciertamente aspiro que ustedes hagan que Su ansiado deseo se haga realidad.


      Amados hermanos y hermanas,

      Después de que Dios el Padre hizo a Adán con Su amor y corazón, Adán ya tenía la imagen perfecta de hombre, incluso antes de que Dios soplara aliento de vida en él.

      Lo único que él aún no tenía era vida.

      Para comprenderlo mejor, era como un cuerpo después de que su espíritu y alma han salido de él.

      Luego Dios sopló el aliento de vida en su nariz.

      Aquí, el "aliento de vida" es el "poder de Dios contenido en la luz original".

      Cuando este aliento de vida entró en el cuerpo de Adán, él llegó a tener vida y empezó a moverse.

      Su corazón empezó a latir, la sangre empezó a circular por todo su cuerpo, y todos los órganos y células del cuerpo comenzaron a funcionar.

      Era semejante al hecho de proporcionar la electricidad y ver que todas las partes que no están funcionando, al igual que la máquina, empiezan a funcionar.

      Si es la electricidad la que da vida a una máquina, es el aliento de vida el que da vida al cuerpo de un hombre.

      Cuando el aliento de vida, que es el poder original de Dios, entró en el núcleo que es el punto central del cuerpo de Adán que Dios hizo con el polvo de la tierra, Adán llegó a tener vida y empezó a moverse.

      Sus ojos pudieron ver las cosas, sus oídos lograron escuchar sonidos, y él pudo levantarse y caminar.

      Su cerebro también empezó a funcionar.

      Él podía retener lo que veía, escuchaba y aprendía en el sistema de memoria de su cerebro.

      Ya que Adán vivió en un lugar en el que no había maldad, ninguna falsedad o maldad entraba en él.

      Dios el Padre también le enseñó sólo el conocimiento de la verdad.

      Todos los pensamientos, es decir, la recuperación de lo que está almacenado en las células cerebrales, se define como "alma".

      Ahora, ¿tomó lugar la obra del alma en Adán, un ser viviente-

      Adán vio, escuchó y aprendió la verdad también, y él recuperó la verdad como pensamiento y habló la verdad aprendida.

      En otras palabras, él también tuvo la obra del alma que pertenecía a la verdad.

      No obstante, la parte de él que supervisa la obra del pensamiento que pertenece a la verdad no era su alma, sino su espíritu.

      Cada momento, la obra del alma que pertenecía a la verdad no tomaba lugar por voluntad propia, sino de manera automática por dirección del espíritu.

      El "alma" era como un siervo que simplemente obedece a su amo, el "espíritu".

      Por lo tanto, cuando Adán era un ser viviente, no había necesidad de separar el espíritu del alma.

      Todo funcionaba bajo la dirección del espíritu.

      No obstante, después de que Adán cometió el pecado de desobediencia, su espíritu murió de acuerdo a la ley del reino espiritual, y desde ese entonces, su alma empezó a obrar en calidad de amo.

      Les hablaré con más detalle sobre los resultados de esto cuando lleguemos al tercer capítulo de Génesis.

      Dios el Padre hizo al primer hombre, Adán, como un fuerte hombre joven.

      Este hombre joven, Adán, creció después de un momento.

      No puedo explicar con precisión cuánto tiempo tomó esto, pero él creció un poco más hasta poder engendrar hijos y criarlos.

      Él creció hasta llegar a ser un hombre maduro, y luego mantuvo esa condición, estado y estatura.

      Su cuerpo no envejeció, y ninguna parte de su cuerpo se degradó.

      En el tiempo que Adán vivió en el Huerto del Edén, el aliento de vida que Dios sopló en él rodeó todo su cuerpo.

      Además, el Huerto del Edén en el que vivió Adán es un lugar espiritual, y no se conduce en el fluir natural.

      Por eso, aunque Adán fue creado con el polvo de esta tierra, él estaba lleno del aliento de vida, y pudo mantener su cuerpo sano y saludable.

      Lo mismo sucedía con los descendientes de Adán y Eva, quienes nacieron después de Adán.

      Yo ya expliqué el por qué en el estudio sobre la "Semilla de vida".

      El aliento de vida que Dios sopló en Adán fue heredado automáticamente por los descendientes de Adán que nacieron en el Huerto del Edén.

      E hizo que todos los descendientes de Adán en el Huerto del Edén fueran seres vivos.

      Los descendientes de Adán en el Huerto del Edén son aquellos seres vivientes, y por eso, mientras nacen y crecen, todo el tiempo son afectados por el aliento de vida.

      Con el desarrollo y crecimiento de las partes de su cuerpo, los núcleos que forman cada parte producen el mejor resultado gracias al aliento de vida.

      No hay manera de que algo resulte mal durante la división celular, o algo erróneo con el ADN.

      Por lo tanto, en el Huerto del Edén no existen bebés deformes o con enfermedades de nacimiento, solamente nacen bebés saludables.

      Además, mientras los niños crecen, ellos son afectados por el aliento de vida, y así ellos crecen bien y permanecen saludables también.

      Esta es la razón por la que todas las personas en el Huerto del Edén son altas y hermosas.

      Les dije que el largo del cabello de un hombre llega al borde de su cuello; el largo del cabello de la mujer es el doble.

      Los hombres no se dejan crecer la barba ni el bigote.

      Las personas en el Huerto del Edén crecen hasta alcanzar la edad de un hombre joven.

      Y en cierto momento, ellos dejan de crecer, y su cuerpo no envejece después de eso; de este modo pueden mantener su condición en ese punto de madurez.

      La razón de esto es que el poder original de Dios controla y gobierna todo el núcleo que controla fundamentalmente el cuerpo.

      Continuaré explicando acerca de los "seres vivientes" que están llenos del aliento de vida en el siguiente estudio.

      También les explicaré cuán diferente es este ser viviente del cuerpo santo; el cuerpo resucitado que vestirán aquellos creyentes cuando el Señor regrese en el aire. Y les hablaré sobre la razón espiritual por la que Dios creó al hombre con el polvo de la tierra.


      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      En este estudio he revisado brevemente la obra de la Creación, y he explicado cómo Dios creó a Adán, el primer hombre.

      Cuando Dios el Padre hizo a Adán, Él lo hizo con Su amor y corazón, con gran esperanza y expectativa.

      Cuando hizo sus labios, Él deseaba que cantara alabanzas con ellos.

      Cuando hizo sus oídos, Él deseaba que diera oído a la Palabra de Dios el Padre y que la obedeciera.

      Cuando hizo sus ojos, Él anhelaba que mirara hacia Dios el Creador con ellos, y que observara la belleza de todas las cosas.

      Tal como acabo de decir, Dios el Padre anhela ser amado por el hombre a quien creó a Su propia imagen.

      Él también desea escuchar alabanzas y recibir gloria.

      Anhelo que ustedes puedan sentir aquel corazón de Dios el Padre.

      Ruego en el nombre del Señor Jesucristo, que ustedes lleguen a ser Sus hijos agradables, que puedan cumplir Sus expectativas y hacer que Su esperanza se haga realidad.

      [Amén]


    • Language
    • x