[Romanos 8:12-16]
26-09-2010 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Romanos 8:12-16]
[12] Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
[13] porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
[14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
[15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
[16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
[Introducción]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
En 1 Pedro 1:16 leemos lo siguiente: "…Sed santos, porque yo soy santo". Dios manda que Sus hijos sean santos.
También Mateo 5:48 dice: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto".
El proceso por el cual llegamos a ser perfectos es parte del proceso por el cual también nos convertimos en verdaderos hijos de Dios, un hijo semejante a Dios en su totalidad.
No solamente debemos desechar el pecado y la maldad, sino que también debemos corregir nuestras imperfecciones y refinar nuestras asperezas para perfeccionar nuestras vidas.
Podemos llegar a ser verdaderos hijos que se asemejan a Dios cuando nos humillamos y vencemos nuestras propias limitaciones.
Este es el décimo primer estudio de la serie "La voz y guía del Espíritu Santo".
Continuando con el último estudio, les hablaré acerca de los ejemplos de los pensamientos carnales que surgen de la justicia propia y los patrones de pensamiento sin que nos demos cuenta. Este es el tercer nivel de los pensamientos carnales.
Los pensamientos carnales que se derivan de la justicia propia y los patrones de pensamientos de cada persona, normalmente comienzan a surgir luego de desechar, a cierto punto, la evidente falsedad que hay en nosotros.
Romper este tipo de pensamientos carnales es uno de los procesos para alcanzar la perfección además de la santidad.
Por medio de este mensaje, anhelo que ustedes lleguen a ser hijos perfectos de Dios, los cuales escuchen claramente la voz y reciban la guía del Espíritu Santo.
Mensaje principal
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
En el tercer nivel de fe, la mayoría de los pensamientos carnales que no les permiten poner en práctica la Palabra, ya han sido demolidos.
Si ustedes han alcanzado el 60% del tercer nivel de fe, es decir, si es que ustedes "están parados en la roca de la fe", no tendrán ningún tipo de deseo de desobedecer la Palabra de Dios con sus pensamientos carnales.
Pero en muchas ocasiones los pensamientos carnales surgen de su justicia propia o de sus patrones de pensamientos.
Este es el tercer nivel de los pensamientos carnales.
Algunos de ustedes se detienen en el umbral de lo espiritual y no pueden entrar al espíritu, debido a que no derriban tales pensamientos carnales como estos.
En el último estudio les hablé acerca de los pensamientos carnales que surgen de los patrones de pensamiento que están escondidos profundamente en su naturaleza, la cual heredaron de sus padres, y los patrones de pensamiento, propios de cada uno, los que se han ido adquiriendo en su crecimiento.
También les expliqué que pueden tener pensamientos carnales momentáneos debido a la cantidad mínima de falsedad que aún hay en ustedes.
En este momento, les explicaré acerca de los pensamientos carnales que ustedes no identifican debido a las buenas circunstancias que están a su alrededor.
Algunas personas tienen pensamientos carnales, pero ya que ellos se encuentran en un ambiente espiritual bueno, creen que siempre tienen pensamientos espirituales.
Por ejemplo: En nuestra iglesia abunda la gracia de Dios.
Ustedes pueden experimentar las señales y prodigios y el poder de Dios, y también una gran cantidad de dones y obras del Espíritu Santo.
Pueden orar con la llenura del Espíritu y tener palabra espiritual en abundancia.
También hay muchas personas en el extranjero que desean visitar nuestra iglesia.
Pronto comenzaremos con la construcción de la iglesia más grande del mundo.
Por lo tanto, estamos llenos del Espíritu y de felicidad ya que estamos protegidos todo el tiempo por Dios, y también recibimos bendiciones.
Todo parece ser bueno y adorable.
Es bueno tener tal llenura del Espíritu, pero el problema es que algunos se despreocupan por circuncidar sus corazones.
Debido a los sentimientos de felicidad provenientes de las circunstancias, se olvidan de sus pensamientos carnales, que surgen de vez en cuando, y equívocamente creen que tienen pensamientos espirituales.
Pero Dios dice que, si Su gracia dejara de derramarse, algunos actuarían como Job.
Job no se había dado cuenta de la maldad en su corazón.
Sólo cuando él perdió a sus hijos, su salud y todo lo que él tenía, reveló la maldad en su corazón.
Cuando los niños son cargados en las espaldas de sus padres, ellos son felices.
Pero si es que tienen que caminar por si solos, se dan cuenta que son débiles.
De igual manera sucede con la medida de la fe.
Cuando Dios el Padre nos brinda Su gracia y protección, quizás no lleguemos a discernir hasta qué punto hemos cultivado nuestro corazón con la verdad.
Pensamos que tenemos una fe buena porque guardamos el Día del Señor y diezmamos, y no cometemos ninguna obra de la carne.
Pero si enfrentamos alguna adversidad, la llenura del Espíritu desaparecerá.
La medida de la verdad que se ha cultivado en el corazón será revelada.