• La voz y guía del Espíritu Santo (13)

    [Romanos 8:12-16]

    17-10-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Romanos 8:12-16]
      [12] Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
      [13] porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
      [14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
      [15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
      [16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

      [Introducción]

      Este es el 13er estudio acerca de "La voz y guía del Espíritu Santo".

      En las últimas lecciones hemos estado aprendiendo acerca de los pensamientos carnales.

      Ustedes quieren escuchar claramente la voz del Espíritu Santo pero, ¿cuál es la razón por la cual no pueden hacerlo-

      Es porque siguen los pensamientos carnales y deseos de la carne en lugar de seguir la voz del Espíritu Santo.

      A estos pensamientos carnales nosotros los hemos categorizado en tres niveles diferentes.

      Entre estos tres niveles, les estoy hablando con mayor detalle acerca de los pensamientos carnales que se derivan de la arrogancia y los patrones de pensamiento.

      Estoy haciendo esto debido a que es muy difícil descubrir por nuestra propia cuenta cuáles son los pensamientos carnales en este nivel.

      Pero para poder escuchar claramente la voz del Espíritu Santo, debemos descubrirlos y demolerlos.

      La manera de demolerlos es encontrando la maldad escondida en nuestra consciencia y naturaleza, y desechándola.

      Ruego en el nombre del Señor que puedan limpiar todos los rincones de su corazón y sean reconocidos por Dios por ser personas con buen corazón.

      Mensaje principal

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Entre los pensamientos carnales derivados de la arrogancia y los patrones de pensamiento, hay pensamientos carnales que se derivan de los patrones de pensamiento de la personalidad de cada individuo.

      También hay pensamientos carnales que pasan por un momento por nuestras mentes debido a la diminuta falsedad que hay en nosotros.

      Hay pensamientos carnales que están escondidos por el buen entorno en el que se encuentran, y aquellos que provienen de las deficiencia del cuerpo.

      Hoy les hablaré acerca de los pensamientos carnales que se derivan de los patrones de pensamiento de la arrogancia y la "bondad".

      Los patrones de pensamiento de la arrogancia y la bondad, se forman cuando ustedes interpretan la Palabra de verdad a su propia manera, y consideran ciertas cosas como correctas o buenas, y solidifican esas ideas.

      En la mayoría de casos, ustedes no se dan cuenta que es un patrón de pensamiento de la falsedad, porque surgen de la Palabra de Dios que han aprendido.

      Además, en algunas situaciones, sus pensamientos que se derivan de los patrones de pensamiento son correctos, y ustedes están aún más convencidos de sus ideas.

      Permítanme darles un ejemplo de estos patrones de pensamiento.

      Supongamos que un obrero en la iglesia se conmueve porque el pastor perdonó y cubrió la falta de un miembro de la iglesia.

      Aquí, este obrero forma un patrón de bondad al pensar: "Es bondadoso perdonar y comprender a los demás. Por lo tanto, el obrero que está a cargo de cuidar un rebaño debería actuar de la misma manera".

      Por lo tanto, intenta perdonar y cubrir las faltas del rebaño que se le ha confiado.

      El problema es que él actúa de la misma manera aun en situaciones en las cuales no debería seguir perdonando.

      Si hay alguna persona quien está en la situación de no recibir la salvación a menos que se arrepienta por completo, ¿sería bondadoso seguir perdonándolo-

      En este tipo de situaciones, guiar a esta persona a que se arrepienta es verdadera bondad.

      Gálatas 6:1 dice: "Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado".

      Cuando un hermano en la fe comete algún tipo de pecado, es bondadoso y amoroso guiarle al arrepentimiento y a apartarse del pecado.

      Por supuesto, nosotros debemos hacerlo sin ningún tipo de sentimiento personal sino con un corazón apacible.

      También, aunque estén en una posición en la cual puedan corregir al pecador, aquellos que son sabios se examinarán a sí mismos al mismo tiempo.

      Pero algunas personas son arrogantes al ver a otros líderes dándoles consejos a aquellas personas que han pecado.

      Dentro de su propia arrogancia ellos piensan: "¿No es amor cubrir las faltas de los demás- Yo creo que a ese líder le falta amor".

      También, algunas personas ayudan a otras que están atravesando dificultades financieras como resultado de cometer pecados.

      Por supuesto, en algunas ocasiones es beneficioso intentar salvar esa alma al proveerle ayuda financiera.

      Por otra parte, al hacer esto, quizás bloqueamos a esa persona de apartarse del pecado al ayudarle financieramente.

      Debido a los pensamientos carnales que se derivan de los patrones de pensamiento de bondad, quizás no comprendamos el profundo amor que Dios tiene por esa alma.

      Po otra parte algunos líderes creen que es bondad y amor dar consejos y corregir al rebaño confiado a ellos.

      Cuando aquellas personas confiadas al líder no viven de acuerdo a la Palabra, realmente el líder no intenta comprenderlas.

      Debido a que ellos mantienen la Palabra de Dios hasta cierto punto desde que fueron nuevos creyentes, simplemente piensa que los demás deben ser capaces de hacer lo mismo.

      Piensan que es beneficioso enseñarles y aconsejarles que guarden los mandamientos, aunque los demás se sientan agobiados por ello.

      Por lo tanto, si ellos descubren algún tipo de iniquidad entre el rebaño, inmediatamente lo sacan a la luz y dan consejos a pesar que deberían perdonar y cubrir el pecado.

      Esto quiere decir que espiritualmente están intentando dar de comer comida sólida a personas que sólo pueden tomar leche espiritual.

      Al estar atrapados por sus patrones de pensamiento, no entienden el corazón o las situaciones de los demás.

      De la misma manera, la arrogancia y los patrones de pensamiento surgen dentro de las limitaciones de los propios pensamientos que no están en conformidad con la voluntad de Dios.

      Por supuesto, puede ser correcto de vez en cuando, pero la mayoría del tiempo no lo es.

      No obstante, ellos siguen insistiendo en su propia opinión al pensar: "Esto es bondad, y esto es lo correcto".

      Por supuesto, no estoy diciendo que la verdad puede cambiar en cualquier momento. La verdad nunca cambia.

      Pero la verdadera aplicación de la verdad puede realizarse en diferentes formas, así como el agua puede cambiar su forma de acuerdo al recipiente, o puede estar fría o caliente de acuerdo a la temperatura.

      Entonces, ¿cómo podemos ver en qué tipo de forma tenemos que aplicar la verdad-

      Podemos verla por medio de la voz y la inspiración del Espíritu Santo.

      Aquellos que escuchan claramente la voz del Espíritu Santo pueden inmediatamente comprender cualquier tipo de situación.

      Tienen la respuesta en cuanto a cómo aplicar la verdad de manera inmediata.

      Algunas madres que tienen la experiencia de criar hijos, entienden qué es lo que necesitan sus bebés sólo al escuchar cómo lloran.

      Ellas saben si es que el bebé tiene hambre o se siente incómodo.

      Esto no puede ocurrir tan sólo al aprender cómo criar bebés. Sino puede ser posible cuando la madre presta atención con amor.

      Lo mismo sucede con nuestra vida cristiana y con el cumplimiento de nuestro deber.

      Nosotros podemos entender qué es la bondad y la justicia, y cómo aplicar la verdad en cada situación si amamos a Dios y a las almas.

      El Espíritu Santo nos enseñará.

      Hermanos y hermanas,
      Para poder demoler estos pensamientos carnales que surgen de los patrones de la arrogancia, debemos analizar nuestras vidas constantemente.

      Debemos desechar no sólo la maldad de nuestra consciencia sino también la maldad en nuestra naturaleza.

      En Hebreos 10:22 encontramos lo siguiente: "Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura".

      Hay ciertas formas de falsedad en nuestros corazones que son fáciles de distinguir, mientras que hay otras que son difíciles de reconocer.

      Es difícil reconocer la maldad en nuestras consciencias o en nuestra naturaleza.

      Si tenemos tales formas de maldad en nosotros, formaremos nuestros patrones de verdad sin darnos cuenta o sin reconocerlos.

      Aunque no deseemos tener pensamientos carnales, surgirán de los impropios patrones de la verdad.

      Como resultado de esto, puede ser que incluso nos vayamos en contra de la voz del Espíritu Santo.

      Por lo tanto, ciertamente debemos desechar la maldad de nuestras consciencias y de nuestra naturaleza.

      En este estudio, permítanme explicarles brevemente acerca de estos dos conceptos.

      Ustedes pueden referirse a la serie de estudios Espíritu, Alma y Cuerpo, o a los libros, para más detalles.

      Primero demos un vistazo a la maldad dentro de nuestra consciencia.

      La conciencia es un criterio subjetivo con el que cada persona hace juicios acerca de si algo es malo o justo, o si está bien o mal.

      La mayoría de las personas consideran que algo contrario a sus conciencias es "malo", y lo que no, no es malo.

      Pero debido a que la consciencia se forma de diferentes maneras, cada persona tiene una consciencia diferente. Se distingue a través de diferentes lugares y períodos de tiempo.

      También esta consciencia contiene bastante falsedad.

      Mientras más maldad permanezca en el mundo, la consciencia de muchas personas más está manchada por la falsedad, y se vuelve aún más insensible al mal.

      Por lo tanto, la consciencia no puede ser la norma definitiva para juzgar la bondad.

      Pueden entenderla si ustedes simplemente piensas acerca de su propia consciencia.

      Quizás se den cuenta que su consciencia antes de aceptar al Señor, y la que tienen en este momento, son diferentes.

      Ahora ustedes sienten que algo es malo, mientras que en el pasado no lo podían sentir así.

      Es debido a que su consciencia ha sido purificada ya que han estado escuchando la Palabra de verdad.

      Pero a pesar de que ustedes desechan la maldad de sus consciencias en gran medida, quizás todavía tengan una pequeña cantidad de maldad y quizás hagan cosas en contra de la voz del Espíritu Santo.

      Hicieron algo pensando que era lo correcto, pero en algunos casos, estos actos no son correctos a los ojos de Dios.

      Por lo tanto, tenemos que hurgar en todos los rincones de nuestro corazón para encontrar el mínimo mal en nosotros.

      Si intentamos encontrarlo por medio de la oración, el Espíritu Santo permitirá que nos demos cuenta de esa diminuta maldad en nosotros.

      Por ejemplo: ¿Han tenido la siguiente experiencia- Necesitan un bolígrafo, hay uno justo sobre el escritorio que está a su lado, entonces ustedes lo usan sin pedirle permiso a nadie.

      Debido a que ustedes han usado algo que no les pertenece pensando que estaba a su entera disposición, significa que en sus corazones ustedes tienen el deseo de robar.

      Debido a que ustedes escuchan la Palabra de Dios, probablemente piensen: "Somos amigos, seguramente no se va a molestar. No es nada del otro mundo usar un bolígrafo ajeno".

      Pero ahora ustedes sienten algo diferente.

      Muchos de ustedes sienten remordimiento de conciencia sólo por hacer algo injusto en esta pequeña escala.

      Para poder escuchar la voz del Espíritu Santo, debemos sacar de nosotros aun la maldad diminuta de nuestras consciencias con la ayuda del Espíritu Santo.


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