[Romanos 8:12-16]
14-11-2010 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Romanos 8:12-16]
[12] Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
[13] porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
[14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
[15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
[16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
[Introducción]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Este es el 14to estudio sobre "La voz y guía del Espíritu Santo".
Proverbios 20:5 dice: "Los planes de la mente humana son profundos como el mar; quien es inteligente los descubre" (TLA).
En este verso la palabra "plan" se refiere a la manera de alcanzar una meta en la vida, como la victoria en una guerra o el éxito en la vida.
Los seres humanos somos realmente buenos a la hora de planificar.
Dios nos dio excelentes habilidades para pensar.
Pero se dice que incluso las personas más inteligentes en la historia de la humanidad no usan ni siquiera la mitad de la inteligencia que es dada por Dios.
Podemos entender por qué un plan en el corazón de una persona es como la profundidad de las aguas.
Pero ustedes son más que capaces para descubrirlas.
Podemos lograr esto con la ayuda del Espíritu Santo.
Pero hay una condición para esto, y es que debemos primeramente sacar la maldad de lo profundo de nuestros corazones.
Es debido a que el Espíritu Santo es bueno.
Para lograr entender la voluntad del Espíritu Santo, nosotros también debemos ser buenos.
Los pensamientos carnales que son derivados de nuestra arrogancia y patrones de pensamiento, normalmente provienen de la maldad que hay en lo profundo de nuestros corazones.
Por lo tanto, para poder escuchar claramente la voz del Espíritu Santo, debemos desechar la maldad de nuestras conciencias y naturaleza, que está escondida en lo profundo de nuestros corazones.
En el último estudio les hablé acerca de la maldad en nuestras conciencias.
Hoy les hablaré acerca de la maldad en nuestra naturaleza.
Les explicaré con el ejemplo de Pedro acerca de la relación entre los pensamientos de la carne y la obediencia.
Oro en el nombre del Señor que ustedes puedan cultivar un buen corazón de verdad y ganar la victoria con planes que surgen por el Espíritu Santo.
[Mensaje]
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Nuestras naturalezas son los caracteres fundamentales del corazón.
Las personas nacen con una naturaleza que es una mezcla del bien y el mal.
Debido a que todas las personas somos descendientes de Adán, heredamos el pecado original en nuestra naturaleza.
Por supuesto, nuestra naturaleza no está formada solo por lo que hemos heredado.
A pesar de que hemos nacido con una naturaleza relativamente mala, puede llegar a ser buena si seguimos aceptando cosas buenas en nuestro corazón.
No obstante, aunque nacemos con una naturaleza relativamente buena, se puede tornar en mala si es que continuamos aceptando cosas malas en el corazón.
Y la maldad en nuestra naturaleza está ubicada en un lugar más profundo que nuestra conciencia.
Nuestra naturaleza puede ser comparada con las características del suelo.
Si se quita la maleza y las piedras y se siembran cultivos, realmente no se sabe si la tierra es buena o no, solo con mirarla.
De igual manera, si ustedes quitan las falsedades obvias y sacan la maldad de sus conciencias, en realidad no podrán ver ninguna clase de mal que quizás quede en ustedes.
Y estas no son claramente reveladas.
Pero debido a que ustedes tienen esta maldad en su naturaleza, sin darse cuenta llegan a tener pensamientos carnales.
Podemos entender esto si examinamos el proceso por el cual Job pasó para desechar la maldad de su vida.
Dios habló muy bien de Job a Satanás.
Él le dijo que Job era "perfecto, recto y apartado del mal" y "que no hay otro como él".
Tal como Dios dijo, Job no había hecho nada en su obrar en contra de la voluntad de Dios.
Pero incluso Job tuvo pensamientos carnales.
Por ejemplo: Cuando sus hijos tenían una fiesta, se preocupaba que ellos quizás hayan cometido pecados, por lo que los reunía y ofrecía sacrificios.
La Biblia dice que Job continuamente hacía esto.
Él era perfecto e intentaba tener paz con Dios todo el tiempo al no crear ninguna barrera de pecado.
Pero si ustedes consideran el otro lado de sus obras, pueden ver su miedo de Dios.
El temía el hecho de que Dios castiga a los pecadores.
La Biblia dice que el amor hecha fuera el temor.
El hecho de que Job tenía miedo de ser castigado significa que él no cultivó amor perfecto en su corazón.
Job también tenía una mala comprensión acerca de Dios.
Dios aceptó las acusaciones de parte de Satanás en contra de Job y muchas pruebas vinieron sobre Job.
Job perdió sus hijos y sus posesiones, y finalmente fue herido con una sarna maligna en todo su cuerpo.
Cuando su esposa vio esto le dijo: "¿Aún retienes tu integridad- Maldice a Dios, y muérete".
Supuestamente Job debía ser consolado por su esposa, pero al contrario, fue despreciado por ella. A pesar de eso él no cometió pecado con sus labios.
Pero cuando escuchamos sus palabras, podemos entender que él tenía una mala interpretación acerca de Dios.
Job 2:10 dice: "¿Qué- ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos-
¿Es esto correcto de acuerdo a la verdad- ¡No lo es!
Proverbios 10:22 dice: "La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella".
Dios le da bendiciones a aquellas personas que se merecen recibirlas, pero no envía desastres y calamidades.
Solo da buenas cosas a Sus hijos.
Es el diablo enemigo y Satanás quien trae desastres.
Las calamidades que vinieron sobre Job fueron todas enviadas por Satanás.
Supongamos que un obrero tiene los mismos pensamientos carnales que Job tenía, y el obrero le da un consejo a alguien.
Quizás hable de Dios como un Dios temible, lo que causa que las personas se distancien de Dios.
Entonces, ¿cómo podemos descubrir la maldad en nuestra naturaleza-
Podemos encontrarla por medio de las pruebas.
Job se dio cuenta de la maldad en su naturaleza a través de muchas pruebas.
Llegó a desechar la maldad en su naturaleza y tener paz verdadera con Dios por medio de las pruebas.
Pero nosotros no tenemos necesariamente que atravesar por estas pruebas duras para darnos cuenta de la maldad en nuestra naturaleza.
Podemos darnos cuenta si nos reflejamos por completo a través de la Palabra de Dios.
Hebreos 4:12 dice: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".
Además, el evangelio de la santidad que ustedes están escuchando es como una espada bien afilada.
Puede también penetrar dentro de la maldad más diminuta en la naturaleza.
También 1 Timoteo 4:5 dice: "Porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado".
Por lo tanto, debemos darnos cuenta de nuestra maldad a la luz de la palabra y la oración, y desecharla.
¿Siente alguno de ustedes que realmente no ha cometido ningún pecado en particular como estos, pero al mismo tiempo no se siente en paz-
El problema puede ser la maldad en su naturaleza.
Si ustedes no tienen verdadera paz en sus corazones, quiere decir que tienen pensamientos carnales.
Anhelo que ustedes puedan desechar la maldad de su naturaleza en la luz del Espíritu Santo por medio de las oraciones fervientes.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Ahora consideremos la relación que hay entre los pensamientos carnales y la obediencia.
Podemos obedecer la voz o la guía del Espíritu Santo solo cuando rompemos nuestros pensamientos carnales.
Por otra parte, si obedecemos la voz del Espíritu Santo nuestros pensamientos carnales, que aún quedan en nosotros, pueden ser destruidos.
Cuando nosotros obedecemos la voz del Espíritu Santo, podemos tener un encuentro con Dios y experimentar cómo Él obra más allá de los pensamientos de las personas.
Podemos recibir soluciones a varios problemas y respuesta a los deseos de nuestro corazón.
Podemos llevar a cabo el reino de Dios en gran medida por medio de Su poder.
Los pensamientos carnales serán demolidos a través de estas experiencias.
La obediencia, como les expliqué, nos da la doble bendición de que nuestras almas sean prosperas y que todas las cosas nos vayan bien.
La Biblia también nos habla acerca de las personas que reciben bendiciones al obedecer la voz del Espíritu Santo, la Palabra de Dios o la Palabra del Señor.
Pedro es una de esas personas.
Pedro tenía un ego muy fuerte, pero como resultado de ser entrenado para obedecer a Jesús, se convirtió en una persona que pudo obedecer con toda su vida.
Él realizó las obras del Espíritu Santo y esparció el evangelio a un gran número de personas.
Permítanme compartirles algunos de los tipos de bendiciones que Pedro recibió cuando él estaba atravesando por el proceso de romper los pensamientos carnales, obedeció y destruyó sus pensamientos carnales.
Basándome en los diferentes niveles de los pensamientos carnales que les he explicado hasta ahora, espero que ustedes obtengan gran comprensión por medio de este ejemplo.
También espero que ustedes tengan gran esperanza para que también puedan cambiar.
Pedro era un pescador. Pescaba en el mar de Galilea, el cual estaba en el área de la frontera de Israel.
En ese entonces, los judíos sufrían a causa de los gobernantes extranjeros.
Por esta razón, ellos querían un Mesías que pudiera cambiar la realidad de sus condiciones y salvarlos.
Estaban esperando un Mesías político, un poderoso gobernante como el rey David.
Pedro también era uno de esos judíos.
Incluso antes de que se encontrara con Jesús, siguió a Juan el Bautista quien estaba predicando acerca del Mesías.
Entretanto, él llegó a conocer a Jesús por primera vez por medio de su hermano Andrés.
A pesar de que él conoció a Jesús, Pedro no simplemente decidió dejar todo en su vida y comenzar a vivir como un discípulo.
Pero un día algo asombroso ocurrió, lo cual cambió su vida.
En el quinto capítulo de Lucas, Pedro estaba pescando como de costumbre en el mar de Galilea.
Pero ese día en particular, no pudo atrapar ningún pez a pesar que se esforzó toda la noche.
Él estaba a punto de terminar su jornada, pero Jesús se subió a la barca y predicó la Palabra de Dios.
Luego le dijo a Pedro que bogue mar adentro y echara las redes.
Pedro era un pescador con experiencia. Él conocía el Mar de Galilea más que ningún otro.
Si hubiera tenido pensamientos carnales como: "¡He trabajado toda la noche en vano! ¡Jesús no tiene la experiencia o el conocimiento de la pesca que yo tengo!", entonces él no hubiera podido obedecer a las palabras de Jesús.
Pero él simplemente se olvidó de su propio conocimiento y experiencia y abrió la puerta de sus pensamientos.
Él obedeció la palabra de Jesús.
Entonces pescó tantos peces que su red se comenzó a romper.
Las dos barcas que recolectaron los peces estaban a punto de hundirse.
Al ver esto, Pedro se postró delante de Jesús y le dijo: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador".
Finalmente abrió su corazón por completo a Jesús.
Decidió convertirse en uno de Sus discípulos, dejándolo todo.