• La voz y guía del Espíritu Santo (15)

    [Romanos 8:12-16]

    28-11-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Romanos 8:12-16]
      [12] Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
      [13] porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
      [14] Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
      [15] Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
      [16] El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.


      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Este es el 15to estudio sobre la "Voz y guía del Espíritu Santo".

      A medida que leemos la Biblia podemos encontrar los relatos de los apóstoles y los obreros del Señor, que en gran medida cumplieron con el reino de Dios al escuchar con claridad la voz del Espíritu Santo.

      Han pensado ustedes: "Si yo hubiera estado en ese entonces, ¿habría hecho lo mismo-"

      Obedecer a la voluntad de Dios en un sentido, es muy fácil, pero en otro es muy difícil.

      Si ustedes obedecen con verdadera voluntad de obedecer, es muy fácil.

      Pero si ustedes no tienen la voluntad de obedecer, es difícil hacerlo.

      En 1 Samuel 15:22, el profeta Samuel le dice cuál es la voluntad de Dios al rey Saúl, quien constantemente estaba desobedeciendo la voluntad de Dios.

      Dice: "¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová- Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros".

      Dios acepta el aroma del corazón de aquellos que le obedecen.

      Este aroma no puede ser comparado con el aroma de ningún otro sacrificio.

      Por supuesto, hasta que ustedes lleguen a ser hijos de completa obediencia, quizás desobedezcan a Dios en algunos aspectos aunque intenten obedecer.

      Pero si ustedes todo el tiempo tienen la buena voluntad de obedecer, Dios aceptará ese aroma y lo hará un hijo que pueda obedecer completamente.

      Jesús también moldeó una y otra vez a su discípulo Pedro, haciéndolo un hombre de obediencia.

      Por medio de este mensaje, ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan cambiar y ser hijos de obediencia y personas del Espíritu Santo como los personajes bíblicos.


      Mensaje principal

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, en el último estudio les hablé acerca de la relación entre los pensamientos carnales y la obediencia.

      Podemos obedecer la voz o la guía del Espíritu Santo solo cuando demolemos nuestros pensamientos carnales.

      Al contrario, si obedecemos la voz del Espíritu Santo, nuestros pensamientos carnales pueden ser destruidos.

      La Biblia nos habla de aquellas personas que recibieron bendiciones al obedecer la Palabra de Dios, o del Señor, o la voz del Espíritu Santo.

      Pedro es uno de ellos.

      Pedro tenía un gran ego, pero como resultado de haber sido entrenado para obedecer a Jesús, se convirtió en una persona que podía obedecer con su propia vida.

      Cuando echamos un vistazo al proceso de cómo Pedro cambió, anhelo que ustedes puedan ser desafiados y que puedan incrementar su gracia y su esperanza.

      En el último estudio, les hablé acerca del incidente que le permitió a Pedro decidir olvidarse de todo y llevar una vida de discípulo.

      Lucas 5:4 nos dice: "Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar".

      Pedro conocía el mar de Galilea mejor que los demás.

      Pero él simplemente se olvidó de su propio conocimiento y experiencia y abrió la puerta de sus pensamientos.

      Él obedeció la palabra de Jesús.

      Entonces pescó tantos peces que su red se comenzó a romper.

      Al ver esto, Pedro se postró delante de Jesús y le dijo: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador".

      Finalmente abrió su corazón por completo a Jesús.

      Decidió convertirse en uno de Sus discípulos, dejándolo todo.


      Hermanos y hermanas:
      Luego de escuchar la Palabra de autoridad de Jesús, él abrió la puerta de sus pensamientos y obedeció la Palabra de Jesús.

      A través de su obediencia, Pedro experimentó el milagro de pescar tantos peces, y sus pensamientos carnales fueron destruidos.

      A partir de ese momento su vida cambió.

      Ustedes hasta ahora han oído y aprendido mucho de la Palabra de Dios.

      Han visto muchas señales y maravillas e incluso las han experimentado en carne propia.

      Ahora, ¿ha cambiado su vida completamente-

      ¿O aún sigue viviendo una vida que no es diferente a la vida que tenía antes de aceptar al Señor-

      Aquellas personas que aceptan al Señor en sus corazones ciertamente experimentarán cambios en sus vidas.

      Primero, se arrepienten de sus pecados desde lo profundo de sus corazones e intentan apartarse del pecado.

      Cuando Pedro dijo: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador", quiere decir que Pedro se dio cuenta por completo de su pecado.

      Podemos en realidad tener un verdadero arrepentimiento solo cuando reconocemos nuestros pecados.

      Luego de arrepentirnos por completo, debemos apartarnos de esos pecados.

      También debido a que le debemos nuestra vida al Señor, debemos ser fieles a Él con toda nuestra vida.

      Romanos 6:12-13 dice: "No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia".

      Pero, ¿hay alguien de ustedes que aún comete pecados y que se enreda con una vida carnal-

      Si aun no intentan cambiar sus vidas, les insto a que se pregunten a sí mismos si es que tienen, o no, fe verdadera.

      Entonces deben darse cuenta qué tipos de pensamientos carnales les están impidiendo ganar fe espiritual.

      Ustedes pueden obedecer la voluntad de Dios solo cuando rompen estos pensamientos carnales y tienen fe espiritual.

      Además, pueden también obtener fe espiritual cuando intentan obedecer.


      Hermanos y hermanas:
      Luego de convertirse en un discípulo de Jesús, Pedro pasó por muchas pruebas de su obediencia.

      En el capítulo 17 de Mateo, aquellas personas que recaudaban el impuesto del templo se acercaron a Pedro y le pidieron que pague sus impuestos y los de Jesús.

      Jesús conocía esta situación, pero Él no le dio el dinero para pagar el impuesto.

      Simplemente le dijo: "…Ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti".

      ¿Qué hubieran hecho si hubieran estado en la posición de Pedro-

      Supongamos que el Señor les ordena: "Vayan al río Han y arrojen el anzuelo, y sacarán un pescado. Abran su boca y encontrarán una moneda; tráiganmela".

      Entonces, ya sea en coche o en metro, ¿Irían ustedes al río Han-

      Arrojarían el anzuelo al agua y esperarían hasta pescar un pez.

      Pero ustedes no saben cuántas horas o incluso días tienen que esperar.

      Si ustedes tienen pensamientos carnales mientras el tiempo pasa y dicen: "¿Habrá realmente un pez- ¿Cuándo va a venir-" Entonces, puede ser que también se den por vencidos.

      ¿Qué tan confiados están ustedes-

      Pedro pasó esta prueba con facilidad.

      Él obedeció la Palabra de Jesús y ganó un estatero.

      Desde que yo abrí esta iglesia con solo siete dólares, he pasado muchas pruebas de obediencia hasta ahora.

      Por ejemplo, cuando hemos estado buscando un edificio más grande para la iglesia, jamás hemos tenido suficiente dinero.

      Cuando hemos ayudado a otras iglesias e hicimos ministerio en otros países, y cuando comenzamos el ministerio de radiodifusión, jamás tuvimos suficiente dinero.

      Pero nosotros simplemente obedecimos a Dios y pusimos nuestra confianza completa en Él.

      Si hubiéramos tenido una clara respuesta, por ejemplo: "Si lanzas un anzuelo al mar, obtendrás un pez. Al abrir su boca encontrarás un estatero", entonces hubiera sido muy fácil obedecer. Mas algunas veces tuvimos que esperar pacientemente por la respuesta.

      En cierta ocasión no teníamos dinero suficiente para realizar una cruzada en el extranjero, y lo obtuvimos el momento mismo de partir. La respuesta a la oración llegó justo antes de salir de viaje.

      Pero si yo obedezco a Dios, Él me responde milagrosamente sin fallar.

      El dinero para la construcción del Santuario Canaán es el fruto que Dios nos dio al ver este tipo de fe y obediencia.

      ¿Qué es lo que usted necesita ahora-

      Sorprendentemente, incluso antes de que Pedro le preguntara a Jesús qué hacer con respecto a los impuestos del templo, Jesús ya conocía esa situación.

      Él le dio la respuesta a Pedro incluso antes de que le preguntara qué hacer.

      Asimismo, el Espíritu Santo conoce todas sus situaciones.

      Él también conoce la manera de obtener lo que ustedes desean.

      Por lo tanto, pidan al Espíritu Santo por todas sus necesidades y simplemente obedezcan Su guía de modo que puedan recibir respuestas en todas las cosas.


      Hermanos y hermanas:
      Pedro obedeció muy bien. Él merecía ser el primero de los doce.

      Jesús confiaba en él más que en los demás.

      Pero a veces, incluso este Pedro usaba sus pensamientos carnales y no obedecía.

      En Mateo 14:22-33 leemos que Jesús estaba caminando sobre el agua cerca del bote donde estaban sus discípulos.

      Al ver a Jesús en el agua, Pedro le dijo: "Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas".

      Así que Jesús le ordenó que fuera, y Pedro salió del bote y empezó a caminar sobre el agua.

      Pero al ver las olas moviéndose por el viento, él tuvo miedo, es decir, pensamientos carnales se apoderaron de él, como: "¿Y si me ahogo-".

      Por tanto, no pudo obedecer la palabra de Jesús que le había dicho que fuera.

      Su cuerpo empezó a hundirse.

      Entonces Jesús inmediatamente extendió Su mano y sostuvo a Pedro, y le dijo: "¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste-"

      Aquí podemos darnos cuenta que, aunque queremos obedecer, no podemos hacerlo por completo si tenemos pensamientos carnales.

      En la actualidad hay personas que inician negocios pensando que quieren ayudar con el reino de Dios.

      Y me dicen: "Pastor recibe la guía del Espíritu Santo, ¿Entonces, qué tipo de negocio debo emprender para ser exitoso-"

      La intención inicial es buena.

      Pero si las cosas no se dan como pensaron en un principio o al enfrentar las situaciones reales de la vida, algunos usan sus pensamientos carnales.

      ¡Qué lástima!

      Dudan pensando: "¿Es esta la forma correcta-", e incluso cambian el curso de sus negocios.

      Usan los métodos del mundo al no poder depender de Dios completamente, y al final quizá hagan algunas cosas que son ilegales.

      Del mismo modo, no importa cuánto quieran ustedes obedecer la Palabra de Dios, jamás podrán hacerlo a menos que demuelen sus pensamientos carnales por completo.


      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Pedro cometió algunos errores en el proceso de cambio, pero su amor y confianza en Jesús jamás cambiaron.

      Pedro siempre quiso obedecer cada palabra de Jesús.

      Pero mientras tenía pensamientos carnales, no podía llegar a ser uno con Jesús completamente.

      En Mateo capítulo 16 vemos un incidente en el que Pedro debió haber sentido esto claramente.

      Un día Jesús preguntó a los discípulos quién decía la gente que era Él.

      Tras escuchar sus respuestas, Él les preguntó: "¿Y quién dicen ustedes que soy yo-"

      Entonces Pedro dio una respuesta satisfactoria diciendo: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo".

      Por esto Jesús elogió a Pedro y le dio palabra de grandes bendiciones.

      Pero pronto después de eso, Pedro fue duramente reprendido por Jesús.

      Aproximadamente en esos días, Jesús empezó a mencionar los sufrimientos en la cruz, Su muerte y Su resurrección.

      En Mateo 16:22, con respecto a estas cosas, se escribe: "Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca".

      Pero Jesús reprendió fuertemente a Pedro diciendo: "¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres".

      Cuán desesperado debe haber estado el corazón de Pedro al escuchar que su amado maestro Jesús tenía que sufrir y morir.

      Pero esta era justicia proveniente del sentido de moralidad de un hombre.

      En un sentido físico, parece ser bueno pensar de esta manera acerca del maestro, pero en un sentido espiritual, era un mero pensamiento carnal que impediría la obra de Dios.

      Yo he tenido experiencias similares ya que he estado trabajando con los obreros de la iglesia.

      Hay un buen número de obreros en nuestra iglesia quienes han sido reconocidos en el mundo por su fidelidad e integridad.

      Cuando llegan a ser obreros para el reino de Dios, he visto que muchos de ellos han tenido que pasar por el proceso de demolición de su justicia propia y patrones de pensamiento.

      Cuando se convierten en obreros de la iglesia, trabajan diligentemente por la iglesia, así como por el pastor y los miembros.

      Pero debido a su justicia propia y patrones de pensamiento, a veces no entienden la voluntad de Dios o el corazón del pastor en lo absoluto.

      Por lo tanto, es muy importante llegar a ser obreros que no hacen uso de sus pensamientos carnales.

      Jesús no sacó a Sus discípulos de Su corazón ni siquiera hasta el momento que expiró en la cruz.

      Pedro finalmente cambió gracias a este profundo amor de Jesús.

      Él quebró los pensamientos carnales y llegó a ser unido con el Señor, y él condujo a muchas almas a la salvación.

      Él llevó miles de personas al arrepentimiento con tan solo un sermón.

      Mostró un poder muy sorprendente que atrajo a los enfermos hacia él esperando que tan solo su sombra cayera sobre ellos.

      Aún así, él tuvo que pasar más procesos para llegar a ser más perfecto.

      Pedro fue santificado para ser usado por Dios como un apóstol poderoso, pero aún tenía rastros de carnalidad.

      Hablaremos sobre esto en la siguiente sesión.


      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén para tomar la cruz, Él le dijo a dos de sus discípulos que hicieran algo.

      Lucas 19:30 dice: "Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo".

      ¿Cómo creen ustedes que Jesús eligió a esos dos discípulos que envió-

      La primera norma debe haber sido su obediencia.

      Si los discípulos hubieran dudado de las palabras de Jesús o si hubieran hecho lo que ellos creían que era lo correcto, teniendo pensamientos carnales, no habría habido ningún fruto de su trabajo.

      Esta es la justicia, la cual es la regla del reino espiritual.

      Por esta razón Jesús eligió los discípulos en los cuales podía confiar para ese trabajo.

      Él no envió a los discípulos por turnos, sino que normalmente enviaba a Pedro, Juan y Santiago.

      En este momento hemos recibido pedidos de muchos países para realizar conferencias y cruzadas.

      Ellos están esperando ansiosamente a nuestros misioneros.

      El Señor está pensando: "¿A quién enviaré-" ¿No serían ustedes los que se ofrecerían voluntariamente-

      Por supuesto, no significa que ustedes pueden ser voluntarios sin ningún tipo de preparación.

      Primero, deben llegar a ser obreros obedientes, que puedan escuchar claramente la voz del Espíritu Santo y obedecerla con un "Sí" y "Amén".

      Aunque ustedes no estén aun completamente santificados, sus pensamientos carnales serán demolidos más rápido mientras sigan obedeciendo.

      Pueden convertirse en obreros quienes escuchen claramente la voz del Espíritu Santo.

      Si ustedes pueden llegar a ser obreros que puedan trabajar con el Espíritu Santo, entonces el rango de salvación se ampliará.

      Es debido a que podremos cosechar más almas con el evangelio de la santidad y el poder que reposa en los pañuelos.

      Por lo tanto, ruego en el nombre del Señor que ustedes puedan demoler todos sus pensamientos carnales así como Pedro, y salir como un obrero que está unido con el Espíritu Santo.

      [Amén]


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