[Romanos 8:12-16]
26-12-2010 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Romanos 8:12-16]
"Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."
[Introducción]
La mayoría de los padres dicen a sus hijos que se esfuercen en sus estudios, que se laven las manos y los pies al llegar de la calle a sus casas y que coman una buena dieta balanceada.
Pero normalmente los niños no comprenden por qué sus padres les dicen tales cosas.
Sin embargo, cuando ellos comienzan a madurar, comprenden de mejor manera la intención de sus padres.
Ellos comprenden que sus padres dicen cosas como estas porque los aman.
Pero conocer el por qué, no significa que están listos para obedecer todo el tiempo.
Además, aunque estén dispuestos a obedecer, quizás no puedan hacerlo ya que es difícil tener que cambiar sus viejos hábitos.
Lo mismo sucede cuando escuchan la voz del Espíritu Santo y obedecen.
Cuando ustedes escuchan y aprenden la Palabra de Dios, pueden entender la voz del Espíritu Santo hasta cierto punto.
Pero aunque ustedes la escuchen y sepan que es para su propio bien, no podrán obedecer a menos que estén dispuestos a hacerlo.
Por lo tanto, esta es la última clave para escuchar claramente la voz del Espíritu Santo, la buena voluntad para obedecer.
En Deuteronomio 10:13 leemos: "…que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad…".
¿Cuán bien están obedeciendo la voz del Espíritu Santo que se les ha dado para su propio bien-
Este es el 17mo y último estudio sobre la voz y guía del Espíritu Santo.
Ahora les insto a tener la disposición de obedecer la voz del Espíritu Santo.
Ruego en el nombre del Señor que al hacer esto ustedes puedan gozar de verdadera felicidad como hijos de Dios.
Mensaje principal
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Para poder escuchar claramente la voz del Espíritu Santo, les expliqué que ustedes deben desechar la falsedad de sus corazones.
Como ya les he dicho en varias ocasiones, las falsedades motivan nuestros pensamientos carnales.
Los pensamientos carnales bloquean la voz del Espíritu Santo o nos confunden al discernir de dónde proviene la voz.
Mientras más fuertes sean nuestros pensamientos carnales, es menos probable que escuchemos la voz del Espíritu Santo.
Consecuentemente, seguiremos nuestros propios pensamientos; hablando de manera más directa, seguiremos la guía del diablo enemigo y Satanás.
Cuando aprendemos de la Palabra de Verdad, podemos discernir hasta cierto punto cuándo es la voz del Espíritu Santo y cuándo es la voz de nuestros pensamientos carnales.
La voz del Espíritu Santo nos guía a seguir la verdad.
Al punto que desechemos la falsedad de nuestros corazones, podremos reducir los pensamientos carnales y escuchar de manera más clara la voz del Espíritu Santo.
En segundo lugar, las falsedades motivan los deseos de nuestra carne.
Les he dicho, mientras aprendemos de la verdad, podremos discernir hasta cierto punto entre la voz del Espíritu Santo y los pensamientos carnales.
Pero muchos creyentes no escuchan la voz incluso después de discernirla correctamente.
Esto sucede porque no están dispuestos a obedecer la voz del Espíritu Santo.
En particular, esto sucede debido a que el deseo de seguir la carne es aún mayor que el deseo de seguir la voz del Espíritu Santo.
Gálatas 5:17 nos dice: "Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis".
Hablemos ahora acerca de lo que son los deseos carnales y, más específicamente, qué tipos de efectos tienen en nuestras vidas cuando escuchamos la voz del Espíritu Santo.
En pocas palabras: "los deseos de la carne" son las cosas que nuestra carnalidad quiere hacer.
Aquí "carne" no es sólo la carne física de una persona.
La "carne" es el término genérico que se refiere a "la naturaleza de la falsedad revelada en hechos reales".
Por lo tanto, los "deseos de la carne" son las características que intentan revelar la falsedad en el corazón como manifestaciones de las acciones externas.
Este deseo de la carne va en contra del deseo del Espíritu Santo.
Por ejemplo: El Espíritu Santo nos dice que amemos aún a nuestros enemigos.
Pero si tenemos el fuerte deseo de la carne llamado "odio", no vamos a querer obedecer la voz del Espíritu Santo cuando veamos a alguien que odiamos.
No vamos a querer ver a esa persona a través de los ojos de bondad.
Nos gustaría mirarlo y hablarle sin rodeos. Creemos que nos sentiríamos mejor si pudiéramos criticarlos con palabras hirientes.
Permítanme darles otro ejemplo. El Espíritu Santo nos dice que oremos sin cesar.
Un día es casi momento de ir a la reunión de oración de Daniel, pero ese día quieren estar más tiempo frente al televisor, descansar un poco e ir a la cama temprano.
Quieren hacer cosas que le den comodidad a sus cuerpos.
Es de esta manera que el deseo de seguir la carne es el deseo de la carne.
Amados hermanos y hermanas:
Entonces, ¿qué debemos hacer para no seguir los deseos de la carne-
Gálatas 5:16 dice: "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne".
Es muy sencillo y fácil, ¿no-
Según lo escrito, lo que tenemos que hacer es seguir los deseos del Espíritu Santo todo el tiempo.
Cada vez que oímos la voz o recibimos la guía del Espíritu Santo, sencillamente debemos seguirla.
Mientras nos mantenemos en seguir los deseos del Espíritu Santo, los deseos de la carne seguirán debilitándose, y finalmente desaparecerán.
Es el resultado de las falsedades, las mismas que son la fuente de los deseos de la carne, siendo removidas del corazón.
¿Hay alguien que dice que es difícil obedecer-
Por supuesto, quizás ustedes piensen que es difícil seguir los deseos del Espíritu Santo solo al principio.
Es debido a los dos tipo de mentes están en conflicto la una con la otra.
Es decir, los deseos de la carne y los del Espíritu Santo luchan entre sí.
Esta lucha es la más feroz en el segundo nivel de fe.
En el primer nivel de fe, casi no hay lucha.
En el primer nivel de fe, la mayoría de personas siguen los deseos de la carne de igual manera que cuando no eran creyentes.
No conocen bien la verdad, y no sienten la necesidad de obedecer la voz del Espíritu Santo.
Por supuesto, aquellas personas que tengan buen corazón interno obedecerán diligentemente la palabra que escuchen tan pronto como ellos acepten al Señor. Pero estos no son casos muy frecuentes.
Muchos de los creyentes comienzan a afanarse para vivir de acuerdo a la Palabra de Dios mientras se acercan al segundo nivel de fe.
Debido a que han escuchado la Palabra y han llegado a conocer acerca del Cielo, el Infierno y el Juicio, ellos intentan obedecer la Palabra.
Pero ya que aún tienen viejos hábitos, no es nada fácil para ellos seguir todo el tiempo los deseos del Espíritu Santo.
Claro, si ellos no pierden la llenura del Espíritu, de manera fácil pueden pasar al segundo nivel de fe.
Pero debido a que la mayoría de las personas no mantienen la llenura del Espíritu, deben pasar por luchas en sus corazones.
El momento en que la lucha es más feroz en el segundo nivel de fe, es cuando la verdad y la falsedad están a la par.
Este es el momento cuando el deseo de Espíritu Santo y los deseos de la carne tienen la misma fuerza.
En Romanos 7 se describe vívidamente este tipo de luchas.
Romanos 7:15 dice: "Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago".
Aquí "lo que quiero" es lo que el Espíritu Santo quiere, y "lo que aborrezco" es lo que la carne quiere.
Es decir, los deseos de la carne se oponen a los del Espíritu Santo para que nos lleven a actuar en falsedad.
Romanos 7:21-24 dice: "Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte-"
Cuando el deseo de seguir la bondad y el deseo de seguir la maldad luchan entre sí, su corazón se aflige.
Pero ustedes deben vencer estos momentos difíciles.
Si ustedes hacen esto, y simplemente se dirigen al tercer nivel de fe, se vuelve más fácil seguir los deseos del Espíritu Santo.
Al comienzo del tercer nivel de fe, quizás los dos deseos disputen entre sí, pero pronto desearán seguir los deseos del Espíritu Santo.
Pero muchas personas se sentirán cansadas en el segundo nivel de fe.
De acuerdo a la diferencia de cada individuo, la lucha se extiende desde un par de años a 5 años, 10 años o más.
A medida que la lucha continúa, tienen problemas en sus corazones, por lo que sienten que la vida cristiana es difícil.
Ellos saben que vivir en la fe es desechar la maldad, pero ellos almacenan más maldad al perder la llenura del Espíritu.
Una vez más toman lo que anteriormente han desechado.
Repetidamente ignoran la voz del Espíritu Santo, e incluso pueden cometer pecados que llevan a la muerte.
Como resultado, las obras del Espíritu Santo se hacen cada vez más débiles en ellos.
Aunque hayan escuchado la palabra de verdad por muchos años, no pueden recordar aquellas palabras en su diario vivir.
Han escuchado que tienen que ser mansos, pero se enojan incluso por los asuntos más insignificantes.
Conocen que es bueno buscar el beneficio de los demás, pero no pueden soportar una situación donde ellos enfrentan una pérdida.
Han aprendido que deben amar a sus enemigos, pero si alguien les causa problemas, le pagan con la misma moneda.
Viven tal como los no creyentes y, finalmente, las obras del Espíritu Santo en ellos se detienen por completo.
De la misma manera, si ustedes toman las cosas carnales solo porque es difícil luchar en contra de su carne, harán que los problemas duren más tiempo.
La lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y la vanagloria de la vida son los refuerzos de los deseos de la carne.
Hermanos y hermanas:
Incluso en una carrera de maratón, hay un final; aun los largos túneles, tienen un final.
Hay un final para su proceso de desechar los deseos de la carne.
El tiempo de ese final depende de su decisión.
Si ustedes corren sin descanso, el tiempo terminará rápido. Sin embargo, si se detienen en la mitad o resbalan, el tiempo será mayor y ustedes sentirán que es agotador.
Si ustedes terminan su batalla y avanzan al 4to nivel de fe, o aun más, será más difícil seguir los deseos de la carne en lugar del espíritu.
Es mucho más fácil y causa mayor felicidad el seguir los deseos del Espíritu Santo.
Yo anhelo que ustedes únicamente sigan los deseos del Espíritu Santo, que terminen pronto las luchas del corazón y que se sumerjan en lo espiritual.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Hay algunas cosas que ustedes deben recordar a fin de terminar sus luchas contra los deseos de la carne.
Primero: Deben obedecer al momento mismo que escuchan la voz del Espíritu Santo.
Si ustedes ignoran la voz y piensan: "Quizá no esta vez. Obedeceré en la próxima ocasión". Entonces, la voz será cada vez más débil y finalmente desaparecerá".
Si continúan desobedeciendo, pueden incluso crear un muro de pecado contra Dios.
Por otro lado, si ustedes simplemente obedecen al momento que escuchan la voz, podrán ser guiados por Él correctamente.
No se requieren muchos años antes de poder escuchar claramente la voz del Espíritu Santo.
Les animo a tomar decisiones firmes y hacer lo siguiente:
Hermanos y hermanas:
Segundo: Para poder terminar rápidamente sus luchas contra los deseos de la carne, no deben dejar de orar.
La oración es como la energía para sus espíritus, tal como el combustible que ponen a sus vehículos.
Si ustedes dejan de orar, no podrán ganar la llenura del Espíritu, y los deseos de la carne que han sido suprimidos, se fortalecerán nuevamente.
Por esto debemos orar fervientemente y en todo tiempo a fin de ser llenos del Espíritu Santo.
Tercero: Para terminar rápidamente las luchas contra los deseos de la carne, deben diligentemente cambiar sus sentimientos respecto a la carne.
La razón por la que los hombres carnales siguen los deseos de la carne es porque se sienten más cómodos al hacerlo.
Por el contrario, les resulta más difícil vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.
Este es un tipo de sentimiento erróneo.
Significa que están siendo engañados por el enemigo diablo y Satanás.
De hecho, es mucho más cómodo y satisfactorio seguir los deseos del Espíritu Santo.
No obstante, ¿por qué los hombres carnales se sienten mejor cuando siguen las falsedades-
Es porque tienen los viejos hábitos en sus cuerpos.
Antes de aceptar al Señor, seguíamos las maneras del mundo.
En Efesios 2:2-3 dice: "…en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás".
Una vez hicimos lo que quisimos, pero no lo que el Espíritu Santo deseaba.
Mientras tengamos estos viejos hábitos, nos sentiremos más cómodos siguiendo los deseos de la carne.
También, cuando seguimos los deseos de la carne, quizá obtengamos alguna gratificación o placer.
Por ejemplo: Si ustedes disfrutan de los entretenimientos del mundo o descansan en lugar de orar, quizá se sientan cómodos por el momento.
Pero esto es algo momentáneo.
Una vez que pasa ese período se sentirán más afligidos de corazón que satisfechos (plenamente).
El gozo experimentado desaparece rápidamente, y uno queda con el sentimiento de vanidad.
Por tanto, si ustedes sienten que es cómodo dejar de orar y experimentan dificultad al hacerlo, entonces deben cambiar aquellos sentimientos.
Deben cambiar aquellos sentimientos y sentir que lo incómodo es dejar de orar. Deben sentirse felices y con energía al superar el cansancio con oración.
También, si se despojan de su temperamento cuando se molestan, quizá se sientan aliviados por un momento.
Pero estas personas siempre se molestan y pelean con otras personas. ¡Cuán lamentable es esto!
Por el contrario, si ustedes siguen los deseos del Espíritu Santo para entender y soportar a los demás, ustedes estarán con paz y felices.
Si ustedes siguen la verdad en todas las cosas, podrán tener gozo en el Espíritu Santo.
Gálatas 5:18 dice: "Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley".
En los tiempos del Antiguo Testamento, aquellos que quebrantaban la ley eran castigados y sentenciados a muerte.
Incluso hoy, aquellos que siguen los deseos de la carne siempre tienen que preocuparse acerca de si caerán o no en el Infierno o si experimentarán algún tipo de desastre.
Para estas personas, la Palabra de Dios es como restricciones y temibles látigos de azotes.
¡Cuán difícil debe ser para ellos la vida!
Por otro lado, si ustedes se despojan de todos los deseos de la carne y siguen los deseos del Espíritu Santo en todo tiempo, siempre disfrutarán de libertad y paz.
No estarán atados por ninguna ley.
Estarán llenos de verdadero gozo, paz y esperanza por el Cielo ya que estarán llenos del Espíritu.
Donde quiera que estén y hagan lo que hagan siempre cantarán alabanzas. Estarán protegidos y bendecidos por Dios todo el tiempo de acuerdo a las reglas de Su justicia.
Jamás enfrentarán ningún desastre o accidente; ninguna forma de tinieblas tales como soledad, preocupación y temor podrán apoderarse de ustedes.
Esto es porque el Espíritu Santo siempre caminará con ustedes.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
En Números 12:8 dice: "Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová".
Como está escrito, Dios tenía una amistad íntima con Moisés.
El pasaje bíblico de hoy, escrito en Romanos 8:15 dice así: "Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre!".
Ahora, yo anhelo que ustedes también lleguen a ser hijos con una relación muy cercana con Dios el Padre.
Dios el Padre ha enviado al Espíritu Santo para ganar este tipo de hijos.
Como les he explicado en muchas sesiones, el secreto para escuchar la voz del Espíritu Santo es en realidad muy sencillo.
Este consiste en desechar toda falsedad del corazón y en cultivar un corazón santo.
Si ustedes llegan a ser hijos santos que reflejan a Dios, podrán tener comunicación clara con Dios.
Esto es porque el corazón y la mente llegan a ser uno.
Lo que usted tenga en mente, lo que diga, o lo que haga, podrá hacerlo todo de la manera que Dios lo desea.
Anhelo que ustedes sientan el gozo de caminar con Dios, teniendo una comunicación clara y estable con el Espíritu Santo.
Ruego en el nombre del Señor que ustedes lleguen a ser hijos preciosos que revelen el gran amor y voluntad de Dios el Padre en estos días finales.