[Colosenses 3: 2]
30-01-2011 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
Colosenses 3: 2
"Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra."
Demos todo el agradecimiento y la gloria a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este servicio devocional para los obreros de la iglesia.
También les doy las gracias a todos los devotos que se han preparado para este servicio con todo su corazón, mente y alma.
Amados devotos, aquellos que aman a Dios y tienen fe deberían anhelar los deberes en la iglesia.
Su gloria y recompensas celestiales será diferente de acuerdo a qué tan bien han cumplido con sus deberes y han producido fruto.
Por lo tanto, aquellos que tienen la esperanza por el Cielo definitivamente considerarán sus deberes en la iglesia como algo precioso.
Además, conforme pasa el tiempo después que ustedes han recibido un título en la iglesia, su esperanza por el cielo debería incrementar.
Si ustedes han incrementado su esperanza por el Cielo, el persistente afecto por las cosas mundanas desaparecerá, y ustedes tendrán mayor fervor por el reino de Dios.
Ahora, yo espero que por medio de este mensaje, ustedes examinen cuán precioso consideran su deber en la iglesia, y cuán grande es su esperanza por el Cielo.
La mayor parte de este mensaje aplica a los Levitas obreros de tiempo completo, pero también aplica a todos los obreros de la iglesia.
Yo oro en el nombre del Señor para que todos los pastores, diaconisas, diáconos, diaconisas mayores y ancianos que están participando en este servicio realicen bien sus deberes, teniendo la esperanza por el Cielo, almacenando de tal modo, abundantes recompensas.
Mensaje principal
Amados devotos, aquellos que tienen la esperanza por el Cielo,
En primer lugar, no viven una vida de falsedad.
No todo aquel que parece estar llevando una entusiástica vida en la fe, realmente tiene la esperanza por el Cielo.
Hay personas que engañan a Dios, al Señor y al Espíritu Santo, e incluso a sí mismos.
Por supuesto, nadie puede engañar al Dios todopoderoso.
Aquí, engañar significa que ellos no cambian su corazón sino que simplemente pretenden estar practicando la voluntad de Dios en hipocresía.
Pero en la mayoría de estos casos, ellos no solamente se encubren bien y efectivamente a ellos mismos, sino que también se engañan y mienten a sí mismos.
Este era el caso con los Fariseos y los sacerdotes en los tiempos de Jesús.
Lucas 18:9-14 es la parábola de Jesús que trata sobre la oración de un Fariseo y de un publicano.
El Fariseo se distanciaba a sí mismo de los demás y oraba diciendo, 'Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano...'
Él estaba orando porque no había cometido ningún pecado y porque daba los diezmos, por lo tanto estaba confiado.
Además, los Fariseos guardaban todas las tradiciones de sus antepasados, las cuales eran muy complicadas y difíciles de guardar para la gente ordinaria.
Pero esta no era la acción que provenía de un verdadero amor por Dios ni de un anhelo de justicia en su corazón.
Aun la gente mundana puede pretender ser santa y justa para obtener el reconocimiento de los demás y disfrutar de autoridad y honor.
Estos Fariseos guardaban las tradiciones de los antepasados porque amaban disfrutar de riqueza, poder y reconocimiento.
Ellos parecían tener una gran fe y justicia a los ojos de los hombres, pero no cultivaban la bondad del corazón, que es lo más importante.
En su arrogancia juzgaban, condenaban y despreciaban a otros, mientras al mismo tiempo eran incapaces de reconocer su propia maldad.
Ellos no habían puesto su esperanza en el Cielo, sino en esta tierra.
Se habían engañado a sí mismos creyendo que simplemente eran las obras mismas las que Dios veía como fe.
Así es como ellos podían estar delante de Dios en tal auto-engaño y orar diciendo que eran 'justos, devotos y santos'.
Sin embargo, Dios escudriña el corazón.
Él no desea las obras externas que son reveladas delante de los hombres; Él desea la justicia cultivada en nuestros corazones.
En lugar de estos Fariseos que estaban en falsedad, Dios consideró al publicano, quien se arrepintió de sus pecados, más justo.
Incluso hoy en día, hay algunas personas que se encuentran en tal estado de falsedad.
Ellos no circuncidan sus corazones. Hacen un simulacro que viven por la palabra de Dios, y que aman a su pastor.
Ellos también hacen un simulacro de amar y hacer reverencia a Dios, y también de tener una gran fe y fidelidad. Y es con tal simulacro que logran engañar a otros.
Los demás podrán pensar que estas personas están orando firmemente con fidelidad y que son reconocidos por Dios y también por el pastor.
Además, ellos podrán haberse engañado a sí mismos creyendo que tienen una gran fe, que aman a Dios y que anhelan la Nueva Jerusalén.
Más sin embargo, tienen que examinar el fruto que ellos han producido, para ver si rechazan las cosas terrenales porque realmente han puesto su esperanza en el Cielo, o porque desean obtener el reconocimiento de los demás.
Si ellos realmente ponen su esperanza en el Cielo y aman a Dios y al pastor, producirán verdaderos frutos.
Por ejemplo, si realmente aman a Dios, también amarán a sus hermanos.
Constantemente tendrán consideración por los demás cuando interactúan con otra gente.
No se volverán envidiosos ni celosos sino que se regocijarán cuando a los otros les vaya bien.
Incluso cuando las faltas de los demás sean reveladas, ellos tratarán de cubrir a esa persona.
No se irritarán solamente porque las cosas no salen como ellos quieren.
No juzgarán ni condenarán a otros.
Tratarán de tener consideración por los puntos de vista y los corazones de los demás sin provocarles una dificultad.
No herirán los sentimientos de otros con palabras afiladas e hirientes, sino que los tratarán con un corazón amable.
Si ellos realmente aman a Dios y al pastor, producirán el fruto de amar a sus hermanos así como se aman a sí mismos.
Además, aquellos que engañan a Dios y a ellos mismos vienen a los servicios de adoración y oración para alardear de sí mismos delante de otros.
Por otro lado, aquellos que ponen su esperanza en el Cielo asistirán porque sienten el gozo y la felicidad cuando están en comunión con Dios.
Ellos están cargando sus corazones y produciendo el fruto de verdadera justicia a través de estos momentos.
Aquellos que ponen su esperanza en el Cielo también realizarán sus deberes con veracidad.
Ellos no trabajarán solamente hasta el grado de ser notados por otros, ni solamente harán lo que se les ha pedido que hagan, sino que buscarán otras cosas que también puedan hacer.
No es verdad que ellos solamente hacen las cosas que el pastor o el jefe del departamento revisan y no es verdad que descuidarán las áreas que nadie revisa.
Aun cuando nadie los cuestiona por sus responsabilidades, ellos realizarán sus deberes con un corazón constante y eventualmente producirán frutos espirituales.
Yo les insto a que revisen a fondo su corazón para ver si han tenido el deseo de alardear delante de otros o de actuar engañosamente delante de ellos.
Oro en el nombre del Señor para que, al hacer esto, ustedes pongan su esperanza solamente en el Cielo y para que produzcan los frutos de la veracidad.
Amados devotos, aquellos que tienen la esperanza por el Cielo,
En segundo lugar, progresarán considerando su deber precioso.
Al realizar sus deberes por un largo período de tiempo, ustedes se acostumbran a ello.
Pueden tener la seguridad en su habilidad para hacer su trabajo porque lo han estado haciendo por más de uno o dos años.
Pero el problema es, que cuando se acostumbran a hacer su trabajo, hay algunas personas que simplemente lo hacen como una cuestión de hábito sin hacer ningún progreso.
Y esto podrá incluso continuar por 10 o 20 años o más.
O, ellos simplemente hacen el mismo trabajo que han estado haciendo por muchos años.
Ustedes no deben estar confiados porque se sienten seguros de su trabajo, sino que tienen que tener un progreso constante recibiendo sabiduría a través de la oración.
Además, si se acostumbran a cierto trabajo, pueden ampliarse y cumplir más deberes al grado en que su tiempo y habilidades lo permitan.
Tienen que dedicarse continuamente pensando en lo que pueden hacer por el reino de Dios.
Esto es verdad en mayor medida para los Levitas y pastores que reciben un salario de la iglesia.
Si ustedes simplemente hacen el menor trabajo posible y tratan de disfrutar de su tiempo libre, hacen lo mismo que el trabajador que ha enterrado un talento en la tierra.
Como obreros, tienen que tener algún progreso después de cierto período de tiempo.
Deben incrementar su capacidad para así poder realizar más y más trabajo.
También tienen que mejorar sus habilidades y capacidades incluso al grado de igualarse a los expertos del mundo.
Tienen que mejorar sus habilidades tecnológicas y sus talentos, y tratar de convertirse en especialistas en sus áreas.
Por ejemplo, aquellos que están trabajando en la televisión o en la tecnología informativa, tienen que aprender continuamente y actualizar sus capacidades con la nueva tecnología.
La tecnología del mundo se desarrolla día con día, y si ustedes simplemente permanecen donde están, no tendrán más alternativa que rezagarse.
Y no se trata solamente de quien se queda atrás, sino que esto ocasiona un gran daño al reino de Dios.
Esto es igual con los trabajadores administrativos o aquellos en las artes escénicas.
Pensando que ustedes están haciendo las cosas bastante bien, no tienen que permanecer donde están ahora dentro de los límites de su educación y de sus capacidades actuales.
Consideren el caso de los cantantes del mundo.
Si ellos no logran impresionar a las personas con algo nuevo en cada álbum que producen, serán olvidados por el público.
Aquellos de ustedes que hacen el trabajo de Dios tienen que progresar física y espiritualmente cada día.
No tienen que dejar su mente en la comodidad pensando, "Yo estaban cantando de esta misma forma hace 10 años, estoy cantando igual ahora, así que simplemente seguiré cantando igual en el futuro".
Ustedes tienen que estudiar continuamente pensando en las formas de mejorar sus destrezas, dar gloria a Dios, y conmover interminablemente los corazones de los miembros de la iglesia con mayor esplendor.
Aquellos que son exitosos en el mundo se esfuerzan más duramente que los demás.
Una de las mejores bailarinas del mundo, Sue-Jin Kang, es bien conocida por sus horas de práctica.
Durante los 10 años que su nombre no fue muy popular, ella practicó al menos 15 horas, incluso hasta 19 horas al día.
Incluso ahora, a pesar que ella es reconocida como una de las mejores del mundo, practica por más de 7 horas al día.
Ella no es la única que se esfuerza tanto.
Si ustedes observan a empresarios, eruditos, o artistas exitosos, se darán cuenta que nadie vive cómodamente en la holgazanería.
La mayoría de estas personas aumentan el potencial para lograr sus sueños con el esfuerzo y la pasión que otros no pueden imaginar.
Pero su esfuerzo es mayormente por su honor y beneficio personal.
Ahora, ¿qué clase de esfuerzo y pasión han estado invirtiendo mientras están trabajando por el reino de Dios-
El reino de Dios se está ensanchado a través de su ministerio, y su fidelidad será almacenada como gloria y recompensas celestiales.
Entonces, ¿no es obvio que ustedes tienen que esforzarse más que la gente del mundo para progresar y cambiar ustedes mismos-
Si simplemente permanecen en el mismo lugar, hacienda la misma cosa todo el tiempo sin tener ningún progreso en sus capacidades y conocimiento, es algo vergonzoso delante de Dios.
Si sus habilidades para cantar permanecen igual a como eran uno o dos años atrás, también es algo vergonzoso.
Si ustedes han llegado a un alto o han llegado a un estancamiento en cualquier área, tienen que cambiarlo y recuperarse.
Por supuesto, esto no significa que las habilidades físicas son tan importantes que los lleve a descuidar su desarrollo espiritual.
Aun cuando ustedes reciban la mejor educación y los mejores talentos, aquellos que cometen pecados no tienen nada que ver con Dios.
Aquellos que no oran y aquellos que quebrantan la paz, no pueden ser usados para el reino de Dios.
Aquellos que tienen la esperanza por el Cielo tienen fe y viven por la palabra de Dios.
Pero si realmente han estado cambiando espiritualmente, tienen que haber recibido la dirección del Espíritu Santo para mejorar también sus habilidades físicas.
Aun cuando ustedes tengan deficiencias en algunas áreas, no es demasiado tarde.
Piensen en cómo su departamento puede producir mejores frutos para la iglesia, y en cómo pueden ustedes tener excelentes destrezas en su área de responsabilidad, para convertirse en la fortaleza del reino de Dios y para beneficiar a los miembros de la iglesia.
Conviértanse en trabajadores más competentes mientras se esfuerzan más y reciben sabiduría y entendimiento de lo alto.
Amados devotos, aquellos que ponen su esperanza en el Cielo,
En tercer lugar, deben anhelar las cosas espirituales.
Ellos deben anhelar el santuario de Dios, la Palabra, el poder y a su pastor.
¿Qué tan felices y gozosos estuvieron mientras empezaron a experimentar el reino espiritual cuando llegaron a esta iglesia por primera vez-
Ustedes se lamentaban diciendo, "¿Por qué he venido a esta iglesia hasta ahora y hasta ahora he conocido a este pastor-", y decidieron consagrarse.
Estaban llenos de agradecimiento porque habían podido experimentar este poder de Dios.
Estaban llenos de gozo porque habían podido escuchar este mensaje.
Algunos de ustedes clamaban en oración en el santuario cada vez que tenían tiempo, y escuchaban los sermones en audio por horas y horas.
Esperaban por mucho tiempo solamente para poder darle la mano a su pastor, y entonces se sentían gozosos por el resto de la semana.
Cuando recibieron una pequeña tarea en la iglesia, estaban agradecidos de corazón y decidieron cumplir con su precioso deber apropiadamente.
Se reunían en la iglesia aun después de haber terminado su trabajo, y se arrodillaban delante de Dios para orar tanto como fuera posible.
Y sin embargo, no decían que era difícil ni cansado, sino que estaban felices porque podían hacer el trabajo de Dios.
¿Cómo se sintieron cuando por primera vez se convirtieron en Levitas-
Quizá pensaban algo así, "No me importa el salario bajo. No me importaría aun si tengo que hacer un trabajo pesado. Soy feliz si solamente puedo permanecer en el santuario de Dios".
Pero, ¿pueden decir que su actitud inicial es la misma después de 1, 3, 5, o 10 años-
Por supuesto ustedes deberían tener la misma actitud e incluso mayor fervor.
Deberían considerar su deber aun más precioso, y su agradecimiento también tiene que haber incrementado.
Pero, ¿hay alguno de ustedes cuyo celo se haya enfriado, y simplemente trabaja como un empleado de mundo trabajando por dinero-
Incluso en este mundo, hay personas que simplemente cumplen con sus letárgicas horas de trabajo mientras que otros hacen su mejor esfuerzo para incrementar sus habilidades y volverse exitosos.
Estas personas simplemente hacen el trabajo asignado, solo lo suficiente para recibir el salario y regresar a casa.
Tratan de hacer el menor trabajo posible, y no quieren hacer un trabajo más difícil que les requiera mayor tiempo y esfuerzo.
Tratan de evitar responsabilidad o algo engorroso en un esfuerzo para tener tanto tiempo libre como sea posible.
Si alguno trabaja con esta clase de actitud en la iglesia, él no se diferencia mucho de un obrero común.
Ustedes tienen que pensar si verdaderamente son o no beneficiosos para el reino de Dios; si están o no recibiendo un salario de la iglesia solamente para cuidar de su comodidad y necesidades personales; y si son o no valiosos para el reino de Dios.
Incluso entre los miembros laicos, hay muchos que trabajan para el reino de Dios, pero ellos gastan su propio dinero y tiempo.
Considerando este hecho y que ustedes reciben un salario de la iglesia, ¿cuánto tiempo y esfuerzo más deberían poner para cumplir con sus deberes-
Es más, para cumplir los deberes en el reino de Dios, ustedes tienen que comprender la voluntad de Dios. Por lo tanto, cada departamento debería pensar en lo siguiente:
¿Cuántas veces en el año viene el jefe de departamento y todos los trabajadores como uno solo delante del pastor-
¿Trató cada departamento con todo su corazón de comprender la voluntad del pastor y obedecerla, pensando en las cosas que tienen que hacer en el actual fluir de la iglesia-, y ¿qué clase de visión espiritual deberían ustedes tener para el futuro-
Ustedes no deberían decir simplemente 'el pastor general está ocupado'.
Si realmente quieren escuchar y obedecer, organizarán el tiempo y harán una cita para verme aun por un breve momento.
Si realmente consideran su deber precioso y tienen entusiasmo espiritual, definitivamente vendrán delante del pastor.
En el nombre del Señor en este año 2011, les insto a todos los departamentos a que estén unidos con el pastor de acuerdo a la voluntad de Dios y a que se muevan en el fluir del espíritu como uno solo.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Hay muchas personas excelentes en este mundo.
Ellas cantan con voces angelicales, y tocan los instrumentos musicales con los talentos de genios.
Acumulan mucho conocimiento a través de sus vidas y se mantienen actualizadas con la tecnología vigente del arte.
Pero sin importar cuán grandes son los talentos y los logros de la gente del mundo, todo esto se extinguirá después de su vida terrenal.
Los talentos excelentes y el vasto conocimiento y las habilidades se volverán inútiles para ellos.
Pero, cada tarea que ustedes están cumpliendo será recompensada a plenitud con recompensas celestiales.
Colosenses 3:1-2 dice, "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra."
Ustedes fueron resucitados con Cristo, y tienen la esperanza por el Cielo, y yo les insto a que pongan la mira solamente en las cosas de arriba.
Lleven una vida en fe sin ninguna falsedad, mejoren sus capacidades y conocimiento, y anhelen las cosas espirituales.
Yo oro en el nombre del Señor, para que al hacer esto, ustedes se conviertan en piezas claves encabezando la era del Santuario Canaán y para que disfruten de elogios y de honor en el Cielo.