• Conferencia sobre 1 Juan (16)

    [1 Juan 2:28]

    06-03-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [1 Juan 2:28]
      "Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados."

      Esta es la 16a sesión de las conferencias sobre 1 Juan.
      En la última sesión, les hablé sobre el hecho que nosotros podemos disfrutar la vida eterna solamente cuando moramos en el evangelio de Jesucristo, el cual es el que hemos oído desde el principio.
      También les expliqué que no tenemos que escuchar ninguna palabra de aquellos que están tratando de engañarnos. Tenemos que hablar en la verdad en obediencia a la guía del Espíritu Santo.
      En ocasiones ustedes escuchan testimonios de personas como el siguiente.
      Algunas personas habían malinterpretado nuestra iglesia, pero más tarde llegaron a comprender la verdad a través de la voz del Espíritu Santo.
      Por ejemplo, en el pasado una estación de televisión transmitió cierta información falsa sobre nuestra iglesia, lo cual dio como resultado que algunas personas pensaran que algo estaba mal con nuestra iglesia.
      Sin embargo, algunos de ellos dijeron que escucharon la voz del Espíritu Santo en sus oraciones diciéndoles que no juzgaran al siervo de Dios.
      Otros dijeron que reconocieron que Dios está con esta iglesia cuando ellos vieron las manifestaciones del poder de Dios o cuando verdaderamente escucharon mis mensajes en el Internet o a través de otros medios y reconocieron la verdad.
      Cuando tengamos más interacción con la asociación de iglesias de Corea, muchos malos entendidos serán resueltos rápidamente en formas similares a través de las obras del Espíritu Santo.
      Aquellos que anhelan el reino espiritual y están sedientos por la verdad, cuando escuchen el evangelio de santidad y vean el poder de Dios, experimentarán el gozo del Espíritu Santo en ellos y vendrán a nosotros.
      Cuando ustedes escuchen estos testimonios, reconocerán el hecho que aquellos que anhelan la verdad, todos recibirán las mismas obras del Espíritu Santo.
      Pero decir que tenemos que ser guiados por el Espíritu Santo y que no tenemos que escuchar a otros, no significa que no tengamos que aprender la verdad.
      Si las enseñanzas de otros están de acuerdo con la Biblia, tenemos que aprender de ellos diligentemente. Sin embargo, no debemos poner atención si otros tratan de engañarnos con algo que no está conforme con el evangelio de Jesucristo, es decir, la verdad que hemos escuchado desde el principio.
      Ahora, vamos a 1 Juan 2:28.
      Este dice, "Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados".
      Cuando nosotros aceptamos a Jesucristo y recibimos al Espíritu Santo, nos convertimos en hijos de Dios. Una vez hemos recibido al Espíritu Santo y nos hemos convertido en hijos de Dios, tenemos que empezar a cambiar para convertirnos en verdaderos hijos de Dios que se parecen a Él. Es decir, tenemos que desechar los pecados y la maldad de nuestro corazón y volvernos justos.
      Efesios 4:13 dice, "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo". Como está escrito, nuestra medida de fe tiene que incrementar.
      Para que esto suceda, tenemos que permanecer en el Señor, es decir en la palabra de Dios, como está escrito, "permaneced en él".
      Por supuesto, nosotros no podemos permanecer completamente en la verdad desde el momento que creemos en Dios. Tenemos que aprender diligentemente la palabra de Dios y tratar de practicar lo que hemos aprendido. Una vez obtengamos fe a través de nuestro esfuerzo, podremos estar seguros cuando el Señor venga, es decir, en el momento del juicio.
      Por otro lado, aun cuando nos hayamos convertido en hijos de Dios después de aceptar al Señor, si nosotros no permanecemos en la verdad, seremos avergonzados cuando el Señor venga.
      Podremos incluso apartarnos de la salvación.
      En Mateo 22:11-14, vemos una escena donde el rey hizo una fiesta e invita a muchas personas, y observa los alrededores del lugar de la fiesta.
      El pasaje dice, "Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Más él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos".
      Aquel que estaba invitado pero que no estaba vestido de boda, fue echado fuera de la fiesta. Esto quiere decir que aquellos que escuchan el evangelio pero no viven como dignos hijos de Dios no recibirán salvación. Incluso si ellos a penas recibieron salvación, continuarán estando avergonzados.
      En el mensaje de la Medida de Fe, les expliqué que esos creyentes en el 1o y 2o nivel de fe recibirán la salvación vergonzosa.
      Aquellos que están en el primer nivel de fe no comprenden incluso que ellos tienen que desechar los pecados porque no conocen la verdad. Aquellos que están en el segundo nivel de fe aprenden que tienen que desechar los pecados. Así que, tratan de no cometer pecados, pero en ocasiones pecan porque continúan siendo débiles.
      Aquellos que moran en las tinieblas de sus acciones no pueden levantar su rostro cuando están delante del Señor. Aun cuando el Señor, a quien anhelaban tanto ver está justo frente a ellos, no pueden correr hacia el confiadamente para abrazarle. Y esto se debe a que cuando están delante del Señor, después de haber abandonado sus cuerpos físicos, ellos reconocen la verdad muy claramente.
      Ellos reconocerán completamente cuan tontos fueron al haber estado emocionalmente atados a cosas perecederas, y sentirán cuan sucios son los pecados.
      Nosotros tenemos algunos miembros de la iglesia que fueron fieles y se han ido al cielo antes que nosotros. En ocasiones Dios me permite saber sobre sus confesiones o sobre el sentir que tienen después que han ido al cielo.
      Aquí, aquellos que no llegaron al espíritu expresan arrepentimiento en sus confesiones.
      Ellos reconocen y dicen cosas como esta, "¿Por qué fui tan tonto? Es tan insensato insistir en mi autosuficiencia.
      La Arrogancia, la envidia, los celos, los motivos ocultos, y todo lo carnal es tan sin sentido. Fue tan insensato tener obsesión por las cosas mundanas y por tratar de obtenerlas.
      Si yo pudiera solamente obtener otra oportunidad, solamente amaría a Dios y sería fiel buscando solamente las cosas espirituales".
      Pero durante sus vidas en la tierra, aun cuando escucharon y conocieron la verdad, en sus mentes ellos no lo reconocieron. Solamente cuando dejaron sus cuerpos físicos llegaron a tener un claro entendimiento.
      Ellos estaban avergonzados por haber vivido en medio de pecados mientras confesaban que eran hijos de Dios quien es luz. Se sentían muy tristes y avergonzados delante de Dios.
      Por otro lado, aquellos que diligentemente leyeron, escucharon y cultivaron la palabra de Dios en sus corazones y moraron en la verdad no tendrán que estar avergonzados.
      Cuando ustedes se reúnan con el Señor, podrán estar firmemente a Su lado, y su espíritu emanará luces brillantes. Podrán ver el rostro del Señor que brilla tan intensamente.
      Aquellos que ya han muerto no tienen otra oportunidad aun cuando ahora reconozcan la verdad claramente.
      Pero ustedes aun tienen una oportunidad.
      En cada día de vida que les sea dado sobre esta tierra, yo espero que mediten con un sincero anhelo de cultivar la palabra de la verdad en su corazón.
      También, les insto a que oren fervientemente con todo su corazón y a que desechen rápidamente los pecados por el poder del Espíritu Santo. De esta forma, yo espero que terminen rápidamente de adornarse espiritualmente como las novias del Señor y que esperen por el Señor diciendo, "¡Señor, ven pronto!".


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