• Claves para un buen estudio (8)

    [Santiago 3:17-18, Proverbios 9:10]

    27-03-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Santiago 3:17-18]
      [17] Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
      [18] Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.

      [Proverbios 9:10]
      El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.


      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      ¿Hay alguien aquí que ha renunciado a sus estudios con la excusa de que le falta concentración?
      Si es así, piense en esto una vez más.
      Cualquier persona puede mostrar un gran poder de concentración cuando realiza algo que le gusta y disfruta.
      Por lo tanto, quiero que ustedes crean en su potencial y que confíen en Dios para que puedan saborear el gozo de estudiar.
      ¡Cuán hermoso y agradable es aprender algo nuevo y experimentar cómo aumenta su conocimiento día a día!
      ¡Cuánta felicidad produce el acercarse a los sueños!
      ¡Ruego en el nombre del Señor que sus vidas sean más felices por el gozo de estudiar!


      [Mensaje principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo y estudiantes:
      Este es el 8vo estudio sobre las 'claves para un buen estudio'.
      En los últimos dos estudios, hablamos acerca de cómo despojarse de los pensamientos ociosos.
      Primero: debemos mantenernos alejados de las cosas que pueden hacer que ingrese falsedad a nuestros dispositivos de memoria.
      Segundo: debemos eliminar la falsedad que está en nuestro banco de memoria.
      Para que puedan desechar los pensamientos ociosos y concentrarse en sus estudios, deben hacer de la concentración un hábito.
      Aquellos que ya han desarrollado el hábito del estudio pueden enfocarse y concentrarse en sus estudios durante muchas horas cuando así lo disponen.
      Pero para otros estudiantes les es muy difícil aun estar sentados en sus escritorios por un corto tiempo.
      Algunos de ellos comienzan sus estudios pero luego los abandonan a medio camino porque no han desarrollado un hábito de estudio.
      Yo creo que muchos de ustedes han comenzado a estudiar con determinación en este nuevo año académico. Les sugiero que estudien regularmente todos los días durante dos semanas.
      Aunque varía de persona a persona, por lo general se requiere de 14 días para que una persona pueda formar un hábito.
      Por lo tanto, no deben darse por vencidos a la mitad del camino y pensar que no lo lograrán antes de que transcurran dos semanas.
      Aunque sus estudios marchen bien o no, es importante practicar todos los días.
      Si ustedes practican el acto de sentarse al escritorio, incluso por un corto tiempo, durante dos semanas, comenzarán a desarrollar el hábito del estudio.
      Mientras transcurre el tiempo, tendrán más poder de concentración y sus estudios despegarán como si tuvieran alas.
      Si forman el hábito de sentarse en un lugar y concentrarse en sus estudios, el estudio se les hará más fácil.
      Yo siempre enfatizo que deben formar un hábito de orar todo el tiempo por las mismas razones.
      Si ustedes oran regular y constantemente, desarrollarán el hábito de orar.
      Cuando llegue el tiempo de oración, sus cuerpos y corazones naturalmente irán al santuario con el anhelo de orar.
      Sentirán que algo les falta si durante ese tiempo no oran.
      Pero orar constantemente no significa llegar con frecuencia al santuario y pronunciar repeticiones sin sentido.
      En este caso, en realidad no es correcto decir que se ora constantemente.
      Por lo tanto, anhelo que todos ustedes desarrollen buenos hábitos y que los hagan adecuadamente.
      Ahora, para que en realidad puedan desarrollar el hábito de estudiar, vamos a sus cuartos de estudio conmigo.
      Cuando vayan a su habitación de estudio, deben limpiarla y ordenar su escritorio.
      Si sus cosas están por un lado y otro los distraerán de poder concentrarse.
      Es también bueno quitar las cosas que ustedes constantemente ven y tocan.
      Y el teléfono celular es lo primero que deben alejar de ustedes.
      Hay una investigación dirigida por el Dr. Glenn Wilson de la Universidad de Londres sobre los efectos que la señal de la llegada de la información eléctrica tiene en el procesamiento de la información.
      Esta investigación dice que si al estar realizando cierto trabajo, ustedes escuchan el sonido de la llegada de un mensaje en el celular, lo leen y luego responden, el cociente intelectual baja aproximadamente 10 puntos.
      En el caso de la escuela primaria, si los niños revisan y responden un mensaje de texto a la mitad de sus estudios, les toma aproximadamente cinco minutos para nuevamente enfocarse en sus estudios.
      Si ustedes siguen intercambiando mensajes de texto en el celular con sus amigos, requerirán aún de mayor tiempo.
      Claro, hay diferencias entre cada uno, pero yo creo que la gran mayoría de ustedes han experimentado que sus estudios son interrumpidos y su concentración se pierde debido al teléfono celular.
      Por lo tanto, sería conveniente que quiten el teléfono celular de su vista cuando tengan que concentrarse en sus estudios o trabajo.
      Luego de sacar las cosas que los distraen en sus estudios, siéntense en el escritorio y digan en voz alta: "¡Puedo hacerlo con el poder que Dios me ha dado!"
      Lo que confiesen con fe, les será hecho.
      Luego pueden hacer su plan de estudio para la semana.
      Aquí no deben ser tan ambiciosos.
      Deben preparar el volumen de material de estudio y el tiempo que necesitan de acuerdo a sus límites.
      También, es mejor tener un plan específico de estudio. Si tienen este tipo de plan no sentirán que no saben qué hacer al momento de sentarse al escritorio para estudiar.
      Antes de comenzar a estudiar, oren de rodillas por un corto tiempo.
      Pueden orar con sinceridad de todo corazón por 10 a 30 minutos, tanto como les sea posible.
      Luego, sus pensamientos y mente estarán en calma y estables.
      Entonces pueden sentarse al escritorio y comenzar a seguir su plan de estudio.
      Al principio quizás puedan concentrase por un corto período de tiempo.
      Pero lo más importante es que jamás se den por vencidos.
      Con cada día, sin importar lo que hayan estado haciendo, tienen que detener lo que sea e ir a estudiar a la hora fijada.
      Mientras mantengan la promesa consigo mismos por uno o dos días, también podrán controlar su mente.
      Podrán cultivar un corazón firme que no varía.
      Este tipo de corazón es necesario, no solo para el estudio, sino también para entrar al espíritu.
      Pero en ciertas ocasiones, a pesar de que se sienten frente a su escritorio para mantener su promesa, quizás no puedan concentrarse debido a los pensamientos ociosos.
      Si esto sucede, les sugiero que hagan lo siguiente:
      Escriban las cosas que vienen a su mente.
      Si ustedes intentan no tener pensamientos ociosos, estos vendrán a su mente aún más.
      Esto se conoce como "efecto rebote".
      Este es un concepto desarrollado por un psicólogo llamado Wagner.
      En lugar de tratar de suprimir sus pensamientos ociosos, estos se alejarán hasta cierto punto si se los expresa al escribirlos.
      Si ustedes no logran sacar algo de sus mentes, tan solo escriban ese pensamiento sobre el papel y táchenlo con una gran 'X'.
      También pueden marcar los pensamientos de falsedad que deben desechar y luego pueden orar por eso.
      Esta es la manera más segura de despojarse de los pensamientos ociosos.
      Lo que deben recordar es que en realidad necesitan esforzarse al máximo para desechar los pensamientos ociosos y estudiar con concentración.
      Si se esfuerzan en espíritu y cuerpo, los pensamientos ociosos finalmente se alejarán.
      Su esfuerzo es el apoyo de su fe.
      Cuando Dios derrame Su gracia y fortaleza sobre este apoyo y cuando el Espíritu Santo les ayude, podrán tener un sorprendente poder de concentración.
      Anhelo que ustedes practiquen lo que han escuchado hoy y que lo experimenten de manera personal.


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