• La Vida en el Cielo (4)

    [Apocalipsis 21:3-4]

    03-06-2007 | Rev. Jaerock Lee

    • Lectura de la Escritura

      Apocalipsis 21:3-4


      “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, miembros de las más de 5,800 iglesias de la familia manmin en Corea y en todo el mundo incluyendo los Estados Unidos, Canadá, Perú, Honduras, Bolivia, El Salvador, Argentina, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, China, Japón, Pakistán, Nepal, Indonesia, Filipinas, Taiwán, India, Mongolia, Malasia, Sri Lanka, Singapur, Israel, Egipto, Kenia, Uganda, República Democrática del Congo, Gabón, Angola, Burundi, Rwanda, Nigeria, Tanzania, Botswana, Swazilandia, Cote d’Ivoire, Sudáfrica, Reino Unido, Alemania, Francia, Rusia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Belarús, Ucrania, Estonia, Kazajstán, y miembros del santuario local, aquellos que están atentos a este servicio por la Internet y la televisión en todo el mundo,
      Este es el vigésimo mensaje en la serie de sermones “Cielo” y la continuación de las últimas tres sesiones acerca de la vida en el cielo.

      La Escritura de hoy dice que nuestro Dios Padre siempre estará con nosotros en el eterno reino de los cielos donde ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; esto significa que solo habrá alegría, felicidad y contentamiento en el cielo.
      A propósito, algunos de ustedes ya están disfrutando de la alegría y la felicidad del cielo sobre esta tierra.
      Ello es porque han logrado corazones verdaderos y fe perfecta.
      Ustedes pueden tener alegría y contentamiento celestial mientras vivan sobre la tierra en la misma medida que posean corazones verdaderos y fe perfecta.
      Por ejemplo, si todos los miembros de su familia han logrado el corazón de espíritu y todos ustedes están siempre en paz entre sí y amándose y sirviéndose unos a otros, entonces ¿No sería su casa como el cielo?

      Es más, ustedes podrán entrar a un mejor lugar de morada en el cielo en la medida que logren el cielo en su corazón mientras estén en esta tierra.
      Les pido que recuerden que la vida que vivirán al entrar al cielo será diferente según el nivel de espíritu que están logrando ahora mismo.

      ¡Por lo tanto, oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que a través de este mensaje, todos ustedes puedan llegar a poseer un corazón verdadero y perfecta fe; y a través de ustedes, sus hogares y lugares de trabajo puedan llegar a ser lugares de espíritu que sean como el cielo!
      Estimados hermanos y hermanas en Cristo,
      En la última sesión les hablé sobre las comunicaciones en el cielo y les expliqué que las personas en el cielo no se comunican entre sí a través de máquinas o equipos.
      Los residentes de la Nueva Jerusalén se comunican entre sí de una manera clara y espiritual. Cuando ellos celebran reuniones y tienen compañerismo, no tienen que dar un informe detallado a cada individuo. Solo bastarán mensajes cortos y cada uno entenderá exactamente sin ningún error de comunicación.
      Por ejemplo, digamos que dos residentes de la Nueva Jerusalén van a visitar la mansión de nuestro Señor.
      Si ustedes acuerdan algo similar en la tierra ¿No llamarían a la otra persona y le dirían, “encontrémonos fuera de la puerta principal de la mansión del Señor y así lo visitamos juntos”?
      Pero, es posible que algunos de ustedes puedan confundir la puerta trasera con la puerta principal y esperar ahí a la otra persona. O, que debido a ustedes o a otra persona, puedan llegar tarde a la cita.
      Pero esta será una historia totalmente diferente en la Nueva Jerusalén. Si pactan con alguien una hora y lugar de reunión, no importa cuan familiarizados estén o no con el lugar, podrán encontrar exactamente el lugar correcto a través de la guía del espíritu en su corazón y de los ángeles.
      Así que, la vida en el cielo no es complicada. Si determinan hacer algo, pueden hacerlo así como lo han planeado.
      Sin embargo, no es desde el tiempo en que entran en la Nueva Jerusalén que los residentes de la Nueva Jerusalén comienzan a vivir esta vida firme.
      Debido a que ellos guardan inmutablemente cada palabra hablada en la verdad mientras viven en esta tierra y nunca han llegado tarde a una reunión pactada, son realmente veraces en todo lo que hacen en el cielo.
      Ellos no son mal educados sino considerados con otros sean cuales sean las circunstancias.
      Ahora, les insto a examinarse a ustedes mismos si su vida es apropiada para la Nueva Jerusalén.
      Esto no solo se aplicará a su participación personal, sino también a pequeñas reuniones.
      Supónganse que algunas personas acuerdan reunirse en el lugar en el cual florecen las más bellas flores en medio del jardín del castillo de nuestro Señor.
      Entonces, aquellos residentes que viven en la Nueva Jerusalén todos serán movidos en sus corazones en la misma forma y entenderán cuál es la más bella flor, sin importar cuan vasto pueda ser el jardín del castillo de nuestro Señor, todos podrán encontrar el lugar y reunirse allí.
      Pero esto no se aplica a las personas que residen en el primer reino de los cielos. Ellos no pueden encontrar el lugar exacto en la misma forma que acabo de explicarles.
      Ellos podrán encontrar el lugar donde la más dulce y bella flor está localizada sólo si se les da direcciones específicas de que está en el mismo centro del jardín del castillo del Señor.
      Las personas del primer reino se sentirían un poco incomodas aún cuando se les permita vivir en la Nueva Jerusalén debido a que ellas no podrían comunicarse en espíritu apropiadamente con otros y tendrían dificultades para entender a las otras personas que viven allí.
      Permítanme darles una ilustración. Recientemente se han instalado sistemas de navegación a muchos vehículos los cuales guía a los conductores directamente al destino correcto.
      Los sistemas de navegación no solo les indican a los conductores el camino más corto hacia su destino, sino que también les dan -vía satélite- muchos tipos de información diferentes, incluyendo las carreteras menos congestionadas para viajar.
      Con esta facilidad de los sistemas de navegación, los conductores pueden seguir el camino recto sin perderse, aun cuando sea la primera visita y aunque eviten las rutas que están congestionadas.
      Ya que los chóferes, cuando van por primera vez a un lugar, frecuentemente tienen problemas para encontrar el camino correcto, muchas veces se pierden y deambulan por el camino.
      Para evitar esos problemas a la mitad del viaje tienen que parar su vehículo varias veces y pedir referencias a las personas que están pasando por allí.
      De la misma manera, los residentes de la Nueva Jerusalén son guiados en sus corazones a cualquier parte que ellos quieran, como tener un sistema de navegación, mientras que los residentes de otros lugares de morada tendrán que pedir direcciones detalladas porque ellos sólo son guiados débilmente en espíritu.
      Esto no se aplica solo en el cielo sino que también es igual con nosotros que estamos en la tierra.
      Por ejemplo, la medida de entendimiento y obediencia de la voluntad de Dios es diferente para cada uno de ustedes según si han fallado del todo para almacenar algún conocimiento de la palabra de Dios; o lo han almacenado sólo como conocimiento; o si han almacenado la palabra en su corazón y la han cultivado en el espíritu.
      Supónganse que estos tres tipos de personas desean vivir por la palabra de Dios. Aquellos que no conocen la palabra de Dios incluso así hayan almacenado conocimiento no descubrirán que están desobedeciendo la palabra de Dios.
      Algunos nuevos creyentes dicen que ellos comieron la comida normal en lugar de la comida de recuperación después de un ayuno de tres días debido a que ellos fueron llenos de la gracia.
      Esto significa que Dios los protegió porque ellos no tenían idea del proceso de recuperación en absoluto.
      Pero la historia sería totalmente diferente para ustedes si tienen muchos años de fe y saben de la comida de recuperación. Si comen comida normal justo después de tres días de ayuno, tendrán problemas físicos con su cuerpo.
      Su cara se hinchará y probablemente tengan problemas estomacales. Entonces, comprenderán la voluntad de Dios.
      Por eso, ustedes podrán obedecer la palabra de Dios tanto como la entiendan.
      Pero el nivel de obediencia en su vida diaria y el cumplimiento de las obras de Dios son diferentes en cada uno de ustedes según cuanto hayan logrado cambiar su corazón en espíritu.
      Si han logrado espíritu entero en su corazón, no importa lo que Dios les mande hacer, ni cuan difícil de entender sean los mandamientos -con el conocimiento y la teoría humanos-, ustedes podrán obedecerlos por la guía del Espíritu Santo en su corazón.
      Así como Abraham ofreció a su único hijo Isaac como un holocausto y la segunda generación de Israel pasó el río Jordán para conquistar la tierra de Canaán, ustedes no mirarán la situación desde el punto de vista carnal ni se bloquearán con pensamientos carnales, sino que sólo obedecerán a Dios por la guía desde dentro de su corazón.
      Pero si han hecho poco para lograr el espíritu dentro de su corazón, sus pensamientos, entonces, operarán por medio del pensamiento carnal y la guía desde dentro de su corazón es bloqueada.
      Aun cuando oigan solo unas pocas palabras de la voluntad y el corazón de Dios en una situación específica, si tienen el corazón de espíritu, entenderán la voluntad de Dios y cooperarán.
      Si su corazón es carnal -en esa misma situación- necesitan oír una explicación detallada de la voluntad de Dios o pueden seguir sus pensamientos carnales y esto causará malentendidos.
      Es lo mismo en el reino de los cielos.
      Claro, ustedes nunca seguirán pensamientos carnales en el cielo porque no hay nada carnal en el cielo. Además sólo las partes de su corazón que pertenecen al espíritu pueden entrar al cielo. Así que, cuando lleguen al mismo tiempo desde los diferentes lugares de morada y tengan reuniones en el cielo, algunas almas se sentirán torpes o fuera de lugar.
      Por ejemplo, supónganse que un residente del primer reino participa en una reunión de compañerismo de los residentes de la Nueva Jerusalén. La persona del primer reino no podrá entender correctamente sus conversaciones.
      Los residentes de la Nueva Jerusalén no querrán que la persona se sienta como extraña. Así que, le explicarán las cosas lenta y detalladamente.
      Si estas reuniones solo se llevan a cabo de vez en cuando, serán aceptables para todos ellos. Pero, si las dos partes, los de la Nueva Jerusalén y del primer reino tienen que vivir juntos todo el tiempo, como resultado habría muchas torpezas y le seguirían dificultades.
      Por esas razones, nuestro Dios Padre ha dividido el cielo en diferentes lugares de morada según el nivel de fe de cada individuo para darles mayor felicidad y comodidad a todos.
      No importa cuan ávidamente confiesen y esperen entrar a la Nueva Jerusalén, lo más importante es que ustedes tienen que llegar a calificar para entrar.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Después de que entren al reino de los cielos, pasarán la mayor parte del tiempo ofreciendo servicio de adoración a Dios y aprendiendo el conocimiento ilimitado del reino espiritual.
      Los servicios de adoración celestiales, ante todo, se llevarán a cabo en una forma habitual así como se han ofrecido los servicios en los tiempos programados en la tierra.
      Los mensajes serán dados por nuestro Dios Padre. A través de sus mensajes, aprenderán el origen de Dios y del reino espiritual en el cual no hay principio ni fin, sino que en cambio es desde antes que comience la eternidad y más allá del fin de la eternidad.
      Por lo general, los buenos estudiantes esperan las clases y extrañan a los profesores.
      Es lo mismo para los cristianos. Aquellos que aman a Dios y le adoran en espíritu y en verdad, esperan los servicios de adoración y ávidamente anhelan escuchar la voz del pastor que predica la palabra de vida.
      En ese momento, no piensan que el mensaje es demasiado largo, ni están aburridos por los servicios. Al contrario, sienten como que el tiempo del servicio pasa muy rápidamente.
      Es lo mismo cuando hayan entrado al cielo. Se deleitarán y se regocijarán asistiendo a los servicios y anhelarán escuchar la palabra de Dios.
      En los servicios de adoración en el cielo, no sólo oirán la palabra de Dios sino que también a veces hablarán con él y oirán los mensajes de nuestro Señor.
      Además de esto, tendrán un tiempo de oración. No se arrodillarán en el suelo ni clamarán seria y fervorosamente como lo hacían en la tierra. En sí, orar es hablar con Dios.
      En otras palabras, las oraciones en el cielo serán a través de la conversación con nuestro Dios Padre, con nuestro Señor y con el Espíritu Santo.
      Además, cantarán alabanzas a Dios como en la tierra. Sin embargo no cantarán usando idiomas terrenales y cantarán cánticos nuevos alabando a Dios.
      Aquellos que han asistido a la misma iglesia tendrán el servicio de adoración y compañerismo junto a su pastor que sirvieron en la tierra.
      Los que tienen una vida religiosa en la misma iglesia y han superado severas pruebas juntos, tendrán una amistad íntima y disfrutarán compañerismo de amor.
      A propósito, muchos de ustedes entrarán a lugares diferentes de morada según el nivel de fe de cada uno. Entonces, ¿Cómo tendrán los servicios de adoración juntos?
      Es igual que cuando asistan a los banquetes celestiales. Si van a asistir a los servicios que se llevarán a cabo en los lugares más altos que el de su residencia celestial, tendrá que cambiarse sus vestidos.
      En nuestro tiempo, los acontecimientos mundialmente famosos son transmitidos en vivo a todos los rincones del globo vía satélite. Los mismos sistemas se encontrarán en el cielo también.
      Por ejemplo, los servicios de adoración llevados a cabo en la Nueva Jerusalén serán transmitidos en vivo y simultáneamente a todos los lugares de morada del cielo.
      El sistema de transmisión simultánea del cielo no es una máquina complicada. Cuando los ángeles desplieguen una pantalla -semejante a una tela- en el cielo, todos podrán participar en los servicios a través de ella.
      La pantalla celestial se ajusta al resplandor e iluminación según al nivel de cada lugar de morada. La pantalla presentará todo vistosamente para todas las personas como si ellos estuvieran en el lugar.
      La razón por la que se controla el resplandor de la pantalla es porque los que están desde el tercer reino del cielo para abajo no pueden abrir sus ojos y mirar la pantalla debido a la luz deslumbrante que viene de la presencia de Dios Padre que predica el mensaje desde la Nueva Jerusalén.
      Pero nuestro Dios Padre quiere dar las mejores condiciones para morar y para mostrar su aspecto y la Nueva Jerusalén aún a los que no entren en la Nueva Jerusalén.
      Para lograr este fin, el resplandor de las luces de la Nueva Jerusalén y de nuestro Dios Padre debe ser reducido.
      Aún cuando el aspecto de nuestro Dios Padre se presente en pantalla con el resplandor correctamente ajustado para el nivel de cada lugar de morada, debido a sus conciencias, los del segundo reino para abajo no podrán levantar sus cabezas para mirar el rostro de Nuestro Dios Padre sobre la pantalla.
      Es casi lo mismo para todos los que residen desde el Segundo reino para abajo. Los que están en el Paraíso se sentirán tan apesadumbrados por no poder mirar el rostro de Dios sobre la pantalla, sino que de tiempo en tiempo echarán un vistazo a la pantalla.
      Los servicios de adoración no sólo serán conducidos por nuestro Dios Padre sino también por nuestro Señor y por el Espíritu Santo, y los padres de la fe incluyendo a Moisés y al Apóstol Pablo serán invitados a esos servicios.
      En el cielo, las invitaciones son hechas según lo que ordenan las leyes espirituales. Si ustedes quieren invitar a los padres de la fe que están en una posición más alta en el cielo, deben estar calificados.
      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
      Se les ha enseñado muchas cosas espirituales durante la historia de la cultivación humana. Pero la mayoría de conocimiento es para entrar al cielo. Así que, tienen que entender el nuevo mundo después de que hayan entrado al cielo.
      Algunos de ustedes pueden preguntarse porqué no pueden estar satisfechos con lo que han aprendido en la tierra, sino que tienen que seguir aprendiendo en el cielo. Pero tienen que recordar que sólo están aprendiendo algunas cosas necesarias para el entrenamiento espiritual pero que realmente aprenderán las cosas detalladamente.
      Nunca terminará de aprender en el reino de los cielos.
      No importa cuanto hayan aprendido en la tierra, no pueden aprender completamente sobre Dios ni entender completamente las profundidades ilimitadas de Dios que es desde la eternidad y hasta la eternidad y gobierna el universo y todo lo que hay en ellos.
      Si han entrado en el mundo ilimitado del espíritu, comprenderán por fin que hay tantas cosas por aprender. A diferencia de la tierra las cosas que aprenderán en el cielo serán muy agradables y alegres.
      No aprenderán porque estén obligados a aprender ni para dar exámenes. Nunca se olvidarán nada por causa de una pobre capacidad intelectual. Entenderán mucho más cosas una vez que comprendan algo, y nunca lo olvidarán. Es por eso que aprender no será difícil para nadie en absoluto.
      Cuando les enseñen el conocimiento de espíritu, no se sentarán y oirán las conferencias solamente.
      Por ejemplo, cuando les enseñen la providencia de la creación de Dios, se presentarán videos en una gran pantalla con la mejor calidad de sonido, así sentirán como si estuvieran allí cuando eso ocurría.
      En los videos se presentará, la formación de la luz y la separación de la luz de las tinieblas, se mostrará cuando la voz original de Dios sonaba diciendo: “¡Sea la luz!” se exhibirá la formación de la expansión entre las aguas y la separación de las aguas. Esto será indescriptible.
      Entonces cuando veamos revelársenos la historia de la creación, inclinaremos nuestras cabezas ante Dios con temor y reverencia ofreciéndole nuestra alabanza y adoración.
      Este tiempo interesante durará tanto en el cielo que nunca se aburrirán en nada que hagan.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      A través de las últimas cuatro sesiones hemos aprendido sobre los fundamentos de la vida en el cielo.
      Ya que todo lo concerniente a la vida en el cielo, incluyendo los servicios de adoración y banquetes, se deciden según la justicia de Dios, la diversidad de ambientes para vivir y las circunstancias celestiales son diferentes también.
      La razón por la que nuestro Dios Padre clasifica todo es para que cada uno pueda vivir una vida más feliz y más libre en cada residencia. En una palabra, el asombroso amor de Dios está contenido en todas las cosas preparadas en el cielo.
      De modo que, ¡Cuán desdichados serán si es que no ven para nada el rostro de Dios Padre que ha preparado todo en su perfecta justicia y amor!
      Por lo tanto, ¡Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que cada uno de ustedes pueda lograr pureza en su corazón como lo dice Mateo 5:8 y vean completamente el rostro de nuestro Dios que los ha hecho, los ha guiado y los ha preparado para que vivan en el hermoso cielo para siempre!
      Fin.


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