[1 Juan 1:5]
13-05-2011 | Rev. Jaerock Lee
Escritura
1 Juan 1:5
"Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él".
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Este es el Servicio Devocional de la Misión Luz y Sal del año 2011.
La Misión Luz y Sal está compuesta por aquellos que están involucrados en los negocios de servicio de transporte y restaurantes.
Es por eso que ofrecen su servicio devocional durante la vigilia entera del viernes.
Doy todas las gracias y gloria a Dios el Padre quien nos ha bendecido para realizar este servicio devocional.
Amados devotos:
El título del mensaje que Dios les está dando este año es 'El corazón del Espíritu'.
Devotos, por favor repitan después de mí: "El corazón del Espíritu".
Todos ustedes desean tener el corazón del Espíritu, ¿no es así?
Deberían desearlo si es que son hijos de Dios.
¿Cuál es la razón por la que Dios les está dando este mensaje en particular?
Es para mostrarles cuán grandes son la paz y el gozo verdaderos que pueden disfrutar quienes han alcanzado el corazón del Espíritu.
En Romanos 8:6 leemos: "Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz".
Si ustedes poseen el corazón del Espíritu, tendrán paz y gozo en todo tiempo porque sus pensamientos serán solo espirituales por naturaleza.
Por otro lado, si tienen un corazón de carne, es natural que lleguen a tener pensamientos carnales.
Los pensamientos carnales causan que su corazón se turbe y los hacen sentir deprimidos.
Nuestro Dios el Padre anhela que los hijos de fe puedan vivir con gozo en todo tiempo.
En especial, ya que los miembros de la Misión Luz y Sal interactúan con personas del mundo, Él desea verdaderamente que ellos estén capacitados para experimentar de manera continua este gozo y felicidad.
Desea que sus corazones no se turben sino que mantengan la paz, aun si los actos o actitudes de los clientes obstinados son irritantes, o si no son tratados bien por parte de sus superiores.
El secreto para ser así reside en alcanzar el corazón del Espíritu.
Ruego en el nombre del Señor que todos los devotos y miembros de la iglesia hagan de este mensaje su pan de vida y que adquieran paz, felicidad y gozo verdadero.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Para alcanzar el corazón del Espíritu, primeramente se debe estar libre de pensamientos carnales.
Mientras más se acepten los pensamientos carnales, más fuerte será la carne.
Cuando los atributos de la naturaleza pecaminosa se mezclan con el cuerpo, nos estamos refiriendo a la 'carne'.
Estos atributos pecaminosos son el odio, la envidia, la arrogancia, la codicia y la mente adúltera.
Cada uno de estos atributos pecaminosos es llamado también 'cosas de la carne'.
Al desechar estas 'cosas de la carne' de su corazón, una por una, podrá tener el corazón del Espíritu.
A pesar de ello, si usted sigue dando lugar a los pensamientos carnales, las cosas de la carne no serán desechadas sino que se fortalecerán y crecerán aún más dentro de usted.
Por lo tanto, para alcanzar el corazón del Espíritu, primero deben apartarse totalmente de aquellos pensamientos carnales.
Cuando un pensamiento carnal cruce por sus mentes, no deben permitir que progrese.
Quizá puede pensar: "¡No! Ese pensamiento es malo e inaceptable", y detenerlo en ese instante.
Algunos clientes quizá abusan de la frase: "El cliente siempre tiene la razón".
Hacen mal uso del hecho de que la industria de servicio está supuesta a considerar la perspectiva del cliente y poner gran valor en la amabilidad.
He escuchado que hay muchos que maltratan o desprecian a los vendedores en los mercados y les hablan de manera hostil.
Piden devolución de productos que ya han usado o comprado hace mucho tiempo atrás simplemente porque ya no les son de agrado.
Aunque rompan un producto por error, solicitan una devolución con la excusa de que el producto era defectuoso.
¿Cómo trataría usted a estos clientes?
Quizá los sirva con una sonrisa aunque se acerquen con peticiones muy absurdas.
Pero incluso si hay una sonrisa en su rostro, ¿existe alguna forma de fealdad en su corazón?
¿Tiene un sentido de condenación hacia sus clientes?
¿Acaso sus palabras malévolas lo lastiman y agotan emocionalmente?
"Aborrezco que esta gente me haga sufrir. ¡Son un dolor de cabeza!"; este tipo de pensamientos corresponden a la clase de pensamientos carnales.
Los pensamientos carnales son el resultado de la maldad en el corazón.
Mientras más pensamientos carnales se tenga, estos serán peores y se sufrirá más.
Una vez que Satanás lo encuentre inmerso en el pensamiento carnal, no perderá la oportunidad.
Satanás causa que aquellos pensamientos sobrevengan de manera continua, uno tras otro.
Luego los pensamientos se desarrollan en mayor maldad y expresiones más negativas.
Por ende, si un pensamiento carnal sobreviene a su mente, trate de dejar de pensar en él inmediatamente.
Luego debe recordar la Palabra que ha escuchado hasta ahora, hacer uso pleno de la bondad y verdad, y transformar ese pensamiento en uno espiritual.
Por ejemplo: si alguien habla mal de usted y le causa pensamientos de tristeza y pesar, entonces piense lo siguiente:
"En realidad soy un príncipe o princesa del Cielo, pero estoy en entrenamiento para experimentar la relatividad.
Estoy experimentando cuán mala es la maldad, pero paso por este entrenamiento para comprender el valor de la verdad y cómo escoger la bondad.
Esta fue una prueba para examinar cuán bien entrenado estoy hasta ahora para enfrentar a ese cliente.
Aunque no obtuve un puntaje perfecto esta vez, si paso por la misma prueba ciertamente obtendré un puntaje excelente".
¡Cuán bueno sería que pudiera pensar de esta manera!
Entonces no sentirá disgusto u odio por aquellos clientes que carecen de sentido común.
Quizá incluso los considere como 'buenas herramientas' para ayudarle a examinar su corazón.
Si puede cambiar un pensamiento carnal a pensamiento espiritual de esta manera, recibirá fortaleza para avanzar al Espíritu otra vez.
Por cierto, aunque pueda cambiar sus pensamientos carnales en espirituales, no significa que su corazón llega a ser un corazón del Espíritu.
Debe reconocer la raíz del pensamiento carnal que le sobrevino.
Si le sobreviene un pensamiento de malevolencia o disgusto, será evidente que el odio aún permanece en su corazón.
Si se siente atribulado por las palabras de desprecio, significa que aún hay orgullo en su ser.
Además esta quizá sea la prueba de su arrogancia.
Usted debe orar para desechar la maldad de su corazón, que es la raíz de sus pensamientos carnales.
Si usted no tiene ninguna forma de maldad en su corazón, no importa cuán dañinas sean las cosas que hacen los demás, pues no se levantará ningún sentimiento malo.
Ningún pensamiento carnal le sobrevendrá.
Y así su corazón tendrá paz en todo tiempo.
Además podrá incluso comprender a aquellos que lo lastiman y los albergará en su corazón con la sabiduría de bondad.
Si usted alcanza bondad espiritual de este modo, la gente del mundo no podrá ignorarlo ni despreciarlo.
Emanará una fuerte luz espiritual en la medida en que alcance el corazón del Espíritu, y entonces las fuerzas de las tinieblas no se le acercarán.
Si alguien se le acerca con malas intenciones, pero usted ya ha alcanzado el corazón del Espíritu, aquel no podrá ejercer la maldad de su corazón y se verá abrumado por la autoridad de su luz espiritual.
Ruego en el nombre del Señor que los miembros de la Misión Luz y Sal ciertamente logren alcanzar el corazón de Espíritu y que manejen sus vidas con el corazón lleno de felicidad celestial.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Para alcanzar el corazón del Espíritu, en segundo lugar no deben encerrarse a sí mismos en sus propias limitaciones.
Les dije ya que, para alcanzar el corazón del Espíritu, primero deben apartarse por completo de los pensamientos carnales y orar para poder sacar la falsedad que constituye su raíz.
Muchas personas se agotan durante este proceso.
Se tornan semejantes a un interruptor que se prende y apaga, y eventualmente se desgastan.
La razón de esto está en que intentan desechar la maldad del corazón solo mediante sus esfuerzos y fortaleza.
Sin embargo, no es un trabajo fácil.
Si la maldad en el corazón fuera visible como la maleza en el jardín, sería fácil sacarla... pero es invisible.
Sin duda alguna sigue ahí, ya que continúa saliendo. Usted no tiene idea de cuánto de ella aún tiene, pero hasta que lo sepa, simplemente debe orar.
Por ende, hay algunas personas que enfrentan sus propias limitaciones y dicen: "¡No puedo hacerlo!"
"No estoy en condiciones de asistir libremente a la Reunión de Oración de Daniel, así que no puedo ir. Estoy demasiado involucrado con las cosas del mundo; no tengo un buen corazón ni un buen carácter".
De esta manera, la gente establece sus propios límites; piensan que no pueden lograrlo y jamás logran tener el corazón del Espíritu.
Entonces, ¿qué se debe hacer?
Aunque hay un límite al esfuerzo que se hace, aunque su voluntad no sea firme, no hay límite al Espíritu Santo.
Además el Espíritu Santo tiene el poder para destruir la maldad en su corazón.
Usted debe creer que este Espíritu Santo mora en su ser.
¡Dependa de Él en todo momento!
Es difícil descubrir y sacar la maldad solo con nuestras fuerzas y esfuerzo.
No obstante, con la ayuda y poder del Espíritu Santo usted podrá descubrir la maldad y deshacerse de ella.
Es por eso que el Apóstol Pablo, en Filipenses 4:13, nos dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
En Marcos 10:27, Jesús le dijo a Sus discípulos: "Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios".
Permítanme explicar el fondo de estas palabras.
Un joven rico se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Qué haré para heredar la vida eterna?"
Entonces Jesús le dijo que guardara los mandamientos.
El joven rico respondió: "Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud".
Luego, en Marcos 10:21 dice: "Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz".
Pero él se sintió afligido por estas palabras, y se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Más adelante, en Marcos 10:23-25 leemos: "Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios".
Algunos dicen que ese 'ojo de una aguja' se refería a una puerta muy pequeña de un castillo.
En la noche las puertas de los castillos se cierran.
Durante la noche se abría este 'ojo de una aguja' cuando era necesario o en caso de urgencia.
Esta puerta era tan pequeña que un camello lograba atravesarla con dificultad.
Si el camello llevaba carga, debían descargarlo todo para que el camello pudiera pasar por esa puerta.
El Señor dijo entonces: "Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios".
Al igual que el camello cuya carga debe ser descargada, el rico tendrá que dejar de lado sus posesiones, pero no le será fácil.
Hay personas que consideran la autoridad y el honor, no solo la riqueza, como si fueran su vida.
Para aceptar el evangelio deben tener un corazón dispuesto a dejar todo lo que pertenece al mundo.
Pero aman el mundo y no lo dejan, y así quizá no alcancen la salvación plena.
Con esto en mente, lo que Jesús dijo es que sería difícil para los ricos entrar en el Reino de Dios.
Entonces Sus discípulos se alarmaron y preguntaron: "¿Quién, pues, podrá ser salvo?"
Y fue entonces cuando Jesús les respondió: "Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios".
¡Esto es correcto!
No es fácil para los ricos despojarse de sus posesiones.
Pero lo pueden hacer si Dios les da de Su gracia.
Si reciben gracia para poder creer de corazón en la gloria del Cielo, desaparecerá su atracción por los tesoros del mundo.
Por ejemplo: la razón por la que puede entregar sus diezmos completos se debe a que Dios el Padre le ha dado gracia.
Antes de recibir esta gracia se hace difícil dar el diez por ciento de los ingresos.
Y es aún más difícil cuando la estimación de los gastos supera los ingresos.
Aun así, cuando se tiene la fe para dar los diezmos, es por la gracia de Dios que se lo puede hacer.
Ya que Dios le ha dado esa gracia, usted llega a creer que el hecho de diezmar no es una pérdida sino de beneficio.
Por lo tanto, usted logra dar sus diezmos con alegría, no de mala gana ni por obligación.
Asimismo, cuando Dios da gracia, las personas pueden despojarse de sus posesiones.
Al hablar de 'posesiones' no me refiero solo a las cosas materiales.
Pues me refiero también a las cosas invisibles en el corazón, tales como la codicia, los motivos egoístas, el odio, la envidia, los celos, la mente adúltera, el orgullo, la arrogancia, el mal temperamento y la astucia.
Aquellas 'posesiones' se desechan fácilmente cuando Dios da gracia y fortaleza.
No encierre el poder de Dios dentro de los límites que usted establece para sí mismo.
"No puedo hacerlo por mí mismo, pero lo lograré con la ayuda del Espíritu Santo".
"Yo no puedo hacerlo, pero Dios todo lo puede".
¡Por favor, crea esto!
Además, si usted recibe la inspiración del Espíritu Santo podrá entender cosas que el entendimiento humano no logra entender.
El Espíritu Santo ayudará a que su reducida visión se ensanche para que logre ver cosas más grandes y mayores.
Así podrá tener la gracia para entender incluso a aquellos que hablan y se comportan sin sentido común.
En consecuencia podrá tener el corazón del Espíritu con el que podrá amar, entender y perdonar a toda persona.
Así que, por favor, si usted anhela el corazón del Espíritu, siempre dependa del Espíritu Santo.
No juzgue a los demás ni se encierre en sus propias limitaciones creadas por usted mismo; anhelo que pueda analizarse desde la perspectiva del Espíritu Santo.
Es más, ruego en el nombre del Señor que el Espíritu Santo pueda ayudarle a alcanzar el corazón del Espíritu con facilidad.
Amados devotos:
Para alcanzar el corazón del Espíritu, deben regocijarse siempre y dar gracias ante toda situación.
Hermanos y hermanas: ¡por favor recuerden bien!
Regocijarse por algo insignificante y dar gracias llega a ser la base para alcanzar el corazón del Espíritu.
¡El corazón del Espíritu no está lejos de ustedes!
Al regocijarse por las cosas pequeñas y dar gracias por ellas, en la misma medida se acercará al corazón del Espíritu.
Por favor sean agradecidos, no solo al ser bendecidos en gran manera, sino también por las cosas pequeñas.
Por ejemplo: el hecho de poder comer y dormir bien es también razón para ser grato.
Si usted puede trabajar sin impedimento gracias a que está saludable, también es razón para ser grato.
Debemos mostrar gratitud porque podemos ver, escuchar y hablar.
Por otro lado, si nos quejamos y rezongamos por las cosas, estaremos alejándonos cada vez más del corazón del Espíritu.
"¿Por qué nací en este lugar miserable? ¿Por qué crecí de esta manera? ¿Por qué tengo este carácter? ¿Y si hubiera nacido en una familia mejor?"
Si ustedes tienen quejas como estas en el corazón, si culpan a los demás o al entorno, les será difícil tener el corazón del Espíritu.
Quienes están irreparablemente atrapados y atados en el pasado, no son sabios.
El pasado es el pasado; lo que importa es el presente y el futuro.
Aunque usted haya sido pobre y desafortunado, si planta una semilla de gozo y gratitud desde ahora, podrá acoger un gran futuro.
"Conocí al buen pastor y fui guiado hasta esta iglesia de vida. ¡Gracias! Siento gratitud por poder vivir como creyente, por poder llegar al templo de Dios para orar hasta tarde en la noche, como hoy".
Haga siempre una confesión de gratitud primero y luego ofrezca sus oraciones de agradecimiento.
Las semillas de gratitud plantadas en su corazón producirán grandes frutos de agradecimiento.
Es más, si su corazón se llena de gratitud de este modo, podrá disfrutar mientras su corazón es circuncidado.
Podrá disfrutar en el proceso en lugar de sentir que es algo duro y difícil.
En un sentido físico, el trabajo de arar la tierra y plantar semillas es duro y agotador.
Sin embargo, con solo imaginar la cosecha de aquel campo y la felicidad que gozará la familia, el agricultor cree que el esfuerzo vale la pena.
Sentirá gratitud por poseer su tierra y por su salud; dará gracias al cielo que provee la luz y la lluvia.
Del mismo modo anhelo que todos los devotos puedan regocijarse y dar gracias ante toda situación.
Ruego en el nombre del Señor que el fruto del espíritu se produzca en abundancia en sus corazones.
Amados devotos:
En este mensaje les expliqué los tres pasos para alcanzar el corazón del Espíritu.
En primer lugar deben obstaculizar los pensamientos carnales para que la carne no pueda ser fortalecida.
Luego deben superar toda limitación y depender del Espíritu Santo en todo momento.
Por último deben plantar semillas de gozo y gratitud ante cualquier situación.
¡Dios el Padre los ama!
Él los creó a Su propia imagen y los redimió al pagar con la sangre de Su Hijo unigénito, Jesús.
Además de todo esto, si pueden alcanzar el corazón del Espíritu y asemejarse mucho más a Dios el Padre, ¡cuánto amor derramará Él sobre ustedes!
Anhelo que los devotos, así como hermanos y hermanas, hagan de este mensaje su alimento y que alcancen rápidamente el corazón del Espíritu.
Y entonces vivirán una vida de felicidad y gozo verdadero, incluso en este mundo.
Ruego en el nombre del Señor Jesucristo que ustedes logren entrar a la Nueva Jerusalén y que disfruten de la felicidad extrema junto a Dios el Padre, por los siglos de los siglos.