[Génesis 2:19-23]
06-05-2011 | Rev. Jaerock Lee
Escritura
Génesis 2:19-23
[19] Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
[20] Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
[21] Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
[22] Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
[23] Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Este es el 65º estudio de Génesis.
En el estudio anterior les expliqué sobre la primera mitad de Génesis 2:19.
Dios no formó a ninguno de los animales, uno por uno, con el polvo de la tierra, excepto al hombre.
Mientras Dios ordenaba con Su palabra, cada criatura era creada con la mezcla de polvo y agua de acuerdo a su diseño.
Continuemos ahora con Génesis 2:19b-20.
Dice así: "...y las trajo [Dios] a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él".
Pregunto a aquellos que tienen hijos: ¿cuánto tiempo requirieron para dar nombre a sus hijos?
Quizá pensaron mucho a fin de asignarles buenos nombres.
Algunas personas incluso invierten varios meses pensando en un buen nombre para su hijo, aun desde el momento de concepción del niño.
Otras personas consultan desde el principio con un perito en asignación de nombres.
Sin embargo, en Génesis 2:19b leemos: "...y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre".
Ustedes quizá piensen: "¡Pudo haberles asignado cualquier nombre! ¿Por qué le fue tan difícil?"
Si usted piensa de este modo, simplemente vaya a un zoológico e intente darles nombre a todos los animales que ve ahí.
¡Sin duda alguna, también DEBE recordar todos los nombres!
Al final verá que no es una tarea muy fácil.
Aun así, Adán asignó un nombre a todos los animales... más de un millón de animales.
Y recordó todos sus nombres.
Esto se hizo posible solo debido a que él recibió conocimiento sorprendente y sabiduría de parte de Dios el Padre.
Adán no llegó a ser sabio en su propia opinión.
La potestad, poder, sabiduría y conocimiento que provenía de Dios estaba inmerso en lo que Dios le dio a Adán.
Adán no nombró a los animales simplemente en base a cualquier idea que se le ocurrió.
Él conocía las características únicas de cada animal y lo nombró en base a ellas.
Esta fue la razón por la que pudo recordar todos los nombres de más de un millón de animales.
Además Adán sabía cómo comunicarse con los animales.
Él no hablaba con los animales de la misma manera que la gente se comunica entre sí.
Dios le dio a Adán la habilidad para compartir sentimientos con ellos.
Por ejemplo: un perro entrenado puede entender y obedecer las órdenes de su amo.
Un perro puede guiar a una persona ciega, detectar drogas y ubicar a personas perdidas en un área de desastre.
Adán podía comunicarse con los animales de una manera muy similar y podía ejercer control sobre ellos.
En base a esto deducimos que la sabiduría y el conocimiento de Adán superaba en gran manera al de la gente normal.
Cuando Dios el Padre vio que Adán hacía el trabajo con sabiduría, se sintió muy complacido.
Los nombres que Adán asignó a cada animal estaban en completo acuerdo con el corazón de Dios el Padre.
Aunque Adán lo pudo hacer porque Dios le dio sabiduría y conocimiento, Él se sintió muy complacido al ver que Adán hacía bien su trabajo.
Digamos que usted tiene una hija que es muy sabia e inteligente.
Ella administra todos los trabajos exactamente de acuerdo a sus deseos.
"¿Cómo puede entender mis deseos a fondo y hacer el trabajo tan bien?" –Usted se sentiría orgulloso de ella, ¿verdad?
Con solo pensar en esta hija, usted se llena de gozo y felicidad.
Dios el Padre se sentía complacido al ver que Adán obedecía Su Palabra.
Se sentía muy satisfecho con Adán, quien había hecho el trabajo de acuerdo al corazón de Dios.
Por tanto, amaba mucho a Adán.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Ustedes y yo somos hijos de Dios.
Juan 1:12 dice: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios".
Hemos recibido la autoridad para ser hechos hijos de Dios el Creador quien es Todopoderoso.
Así como Dios dio sabiduría y poder a Adán, también nos da sabiduría y poder del Cielo a nosotros.
En 2 Crónicas 16:9 leemos: "Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él".
Y Santiago 1:5 nos dice: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada".
Dios el Padre anhela que Sus hijos de fe busquen la sabiduría y el poder del Cielo.
No obstante, solo aquellos que son contados dignos de justicia pueden recibir el poder y la sabiduría del Cielo.
En el reino espiritual el poder se puede otorgar a una persona en la medida en que esta llegue a santificarse al despojarse del pecado.
Además, Santiago 3:17 dice que la gente debe ser 'pura' primeramente, antes de recibir sabiduría de lo alto.
Incluso antes de que la gente se santifique, si buscan fervientemente quizá reciban la sabiduría y el poder que constituyen en realidad el don mencionado en 1 Corintios 12.
No obstante, la sabiduría y el poder como dones no son plenos y completos sino que están en un nivel inferior al del poder y sabiduría que reciben aquellos que son santificados.
Ya que los santificados no tienen motivos egoístas ni mente variable, usan el poder y la sabiduría de lo alto únicamente para la gloria de Dios.
Dios el Padre también conoce este hecho, por ende, puede confiar en estos hijos santificados y otorgarles poder y sabiduría.
La razón por la que Dios dio a Adán gran autoridad, poder y sabiduría fue también debido a que Adán no tenía maldad alguna en aquel entonces.
Dios el Padre desea que los hijos de fe alcancen el corazón que no tiene maldad alguna sino únicamente bondad. Él anhela que pidan valientemente la sabiduría y poder del Cielo.
Dios Padre puede responder a estos hijos como si hubiese estado esperando que pidan.
Además, Dios se complace y alegra mucho cuando Sus hijos cumplen bien sus responsabilidades para el reino de Dios y le glorifican a Él con el poder y sabiduría que les ha otorgado.
A pesar de que Adán tenía gran poder y sabiduría, él fue tentado por Satanás porque no poseía un verdadero sentido de la relatividad.
Por otro lado, los hijos que han experimentado la relatividad y han alcanzado el espíritu completo no cambian sin importar cuán grande sea el poder que han recibido.
Por lo tanto, Dios el Padre se deleita mucho más cuando recibe gloria de parte de Sus hijos que han alcanzado el corazón de espíritu completo de lo que se deleitó por Adán, quien vivió en el Huerto del Edén.
Anhelo que ustedes puedan entender bien este hecho y que se sumerjan en el espíritu completo lo más rápido posible.
Así como también deseo que valientemente busquen y reciban la autoridad, poder y sabiduría del Cielo y que por medio de esto puedan glorificar a Dios el Padre.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Observemos Génesis 2:21-22.
Dice: "Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre".
Dios formó a Adán con arcilla, que es una mezcla de polvo y agua.
Y la mujer fue creada de una costilla tomada de Adán.
Por lo tanto, los componentes básicos de la mujer también son el polvo y agua de la tierra.
Por cierto, ¿por qué hizo Dios caer un sueño profundo sobre Adán cuando tomó su costilla?
Fue algo semejante al hecho de anestesiar a un paciente antes de una cirugía.
Bajo el efecto de la anestesia no se siente dolor cuando se corta la piel o los huesos.
En el tiempo en que Adán era una criatura viviente, él tenía un cuerpo que consistía originalmente de polvo.
Tenía un cuerpo semejante al nuestro, pero ya que estaba lleno del aliento de vida, no envejecía.
Su cuerpo también tenía huesos, piel y nervios; la sangre circulaba por su cuerpo.
Cuando se lastimaba, también sangraba y sentía dolor.
Sin embargo, era muy raro que se de un accidente de ese tipo en el Huerto del Edén, y aunque se hubiera lastimado, su recuperación hubiera sido rápida.
El cuerpo de un ser viviente no solo puede sentir dolor sino que también puede responder a otros estímulos.
En el caso de una mujer, puede sentir dolor mínimo al dar a luz.
Por eso dice la Biblia que el dolor se multiplicó en gran manera al dar a luz tras el pecado cometido por Eva.
No significa que la gente empezó a sentir dolor desde ese instante.
Decir que el dolor 'se multiplicó en gran manera' implica que había dolor al dar a luz incluso antes de haber sido expulsados del Cielo.
Por supuesto que el dolor que siente el cuerpo de un ser viviente es distinto al que siente un cuerpo carnal.
El dolor no es tan fuerte o extremo cuando se cortan o lastiman los huesos o piel.
El cuerpo de un ser viviente solo puede sentir el cambio del cuerpo.
Por ejemplo: durante el nacimiento de un niño, la pelvis de una mujer debe abrirse mucho.
Al abrirse es natural que la mujer sienta que algo ha cambiado, ¿no es así?
Si Adán hubiera estado despierto cuando Dios tomó su costilla, habría sentido el corte en su piel y la extracción de su costilla.
Hubiera sentido dolor, aunque sea un poco...
Para evitar que Adán sienta dolor, Dios hizo que cayera en un sueño profundo y luego tomó una de sus costillas.
Otra cosa que debemos notar es que Adán, un ser viviente, se quedó dormido.
Los descendientes de Adán en el Huerto del Edén también duermen al igual que los hombres en la Tierra.
Y descansan mientras duermen.
Por supuesto que no necesitan dormir por varias horas cada día como la gente de la Tierra.
Si duermen tan solo por un corto período de tiempo tendrán un sueño y descanso suficientes.
Las personas en el Huerto del Edén no necesitan trabajar por sus vestidos, alimentación o vivienda, pero sí tienen sus propias responsabilidades que cumplir.
No solo comen y juegan todo el día.
Aprenden nuevos conocimientos y destrezas y tienen que hacer sus propias tareas.
Esa es la manera en que han desarrollado su propia civilización hasta hoy.
Por lo tanto, de vez en cuando toman un descanso o duermen también.
Amados hermanos y hermanas:
De entre todas las partes del cuerpo de Adán, ¿por qué tomó Dios una costilla para crear una mujer?
Porque la voluntad de Dios estaba inmersa en ella.
En la estructura del cuerpo humano, las costillas están ubicadas en el centro del cuerpo.
Estas protegen muchos órganos importantes tales como el corazón, los pulmones y el estómago.
Incluso si el impacto de un golpe en el cuerpo es muy fuerte, las costillas ayudan a amortiguar ese impacto.
Aunque las costillas se rompan, otros órganos estarán protegidos.
Cuando Dios el Padre creó al hombre, consideró incluso estas cosas al hacer Su diseño para él.
La razón por la que Dios creó una mujer con una costilla del hombre fue porque quería mostrar que la mujer es tan importante como una de sus costillas.
Una mujer, que es una ayuda idónea para el hombre, es un ser indispensable para el hombre y desempeña un papel muy importante.
Adán conocía esta voluntad de Dios.
Por ende, cuando vio a EVA, la mujer que Dios creó para él, confesó diciendo: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne".
Por lo tanto, esposos ¿cómo deberían tratar a sus mujeres?
Deben amarlas y cuidar de ellas como si fueran su cuerpo mismo.
Para ser más exacto, deben tratar a su esposa como si estuvieran tratando con la parte más importante de sus cuerpos.
En Efesios 5:28 se nos enseña: "Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama".
Ya que la mujer fue creada originalmente del hombre, el que un hombre ame a su mujer es exactamente lo mismo que amarse a sí mismo.
Además Efesios 5:25 nos dice: "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella".
El Señor, quien ha llegado a ser el novio de todos nosotros, sacrificó incluso Su propia vida para salvar a su mujer.
¡Él nos amó mucho!
La Biblia exhorta a los esposos a aprender de este tipo de amor del Señor y amar a sus mujeres.
En 1 Pedro 3:7 leemos: "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo".
La esposa es el ser más importante para un esposo, y al mismo tiempo, ella es más frágil que él.
Por lo tanto, cuando un esposo ama a su esposa como a su propio cuerpo, Dios se complace con él y le concede la respuesta a sus oraciones.
En Colosenses 3:19 está escrito: "Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas".
Si los esposos consideran a sus esposas como 'hueso de mis huesos y carne de mi carne', ¿cómo podrían ser ásperos con ellas y herirles el corazón?
No serán ásperos ni se enojarán con ellas, más bien cubrirán todas sus faltas.
Buscarán el beneficio de sus esposas; soportarán, creerán, tendrán esperanza y resistirán todas las cosas con amor por sus esposas.
Así como Dios dio la mujer a Adán, Él anhela que el hombre y la mujer compartan amor espiritual en calidad de marido y mujer.
No obstante, el amor espiritual no se alcanza solo con el esfuerzo de los esposos.
Tanto el hombre como la mujer deben esforzarse juntos.
Hay cosas que las esposas deben hacer por sus esposos.
Dios no creó a la mujer de una tierra separada; la creó del cuerpo del hombre.
Esto implica que el marido y la mujer no son entes separados, sino que están unidos como un solo cuerpo.
Implica también que el hombre asume el papel principal y la mujer el papel secundario.
En Génesis 2:23, mientras Adán miraba a la mujer que Dios había creado de su costilla, dijo: "...ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada".
La mujer fue creada del hombre, quien fue el que le dio el nombre de 'varona (o mujer)'.
En base a esto podemos ver claramente quién es primero entre el hombre y la mujer y quién llega a ser el subyugado.
En 1 Corintios 11:7-9 leemos: "Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón".
Por tanto, el orden apropiado se establece cuando la mujer obedece al hombre.
En una familia, lo correcto es que la esposa sirva y respete a su esposo y que también le obedezca.
Efesios 5:24 nos habla de esto: "Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo".
Y Colosenses 3:18 enseña: "Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor".
Por supuesto que, al hablar de 'estar sujetas' se refiere a 'estar sujetas en el Señor'.
De parte del marido no puede insistir a su mujer la sumisión fuera del Señor.
Aun así, la esposa no debe aplicar la condición de 'estar sujeta en el Señor' de acuerdo a sus propios parámetros o deseos.
Una esposa debe servir a su esposo de acuerdo al corazón de él y por su amor por él.
Entonces el esposo sentirá el amor sincero de su esposa.
No se opondrá a que ella asista a la iglesia sino que eventualmente aceptará el evangelio.
Si la esposa trata a su esposo con la bondad de María Magdalena, no importará cuán duro sea el corazón de él, pronto se ablandará.
Además, si la esposa respeta las ideas de su esposo y lo apoya mucho, se establecerá el orden de la familia.
Entonces el esposo será fortalecido en gran manera y tomara responsabilidad plena y mejor como cabeza del hogar.
Por el contrario, si la esposa se opone al esposo en todo tiempo y causa que pierda su fuerza por culpa de sus palabras y actitudes, no será fácil para él ser de apoyo como cabeza de la familia.
Por ende, para que sus familias sean espirituales y felices, en la bondad y amor de la esposa, esta debe regirse primeramente al orden establecido por Dios.
Ella debe notar y comprender en su corazón quién debe ser superior y cabeza, y quien debe ser la mujer y apoyo.
Anhelo que ustedes puedan tener familias hermosas y felices donde el orden está bien establecido.
Asimismo en la iglesia, existe un orden entre los hombres y mujeres.
En cada asunto en la iglesia se debe establecer adecuadamente un orden, no solo natural sino también espiritual.
Cuando el orden natural y el espiritual están en buen acuerdo, las obras del Señor se alcanzan de manera hermosa.
Cuando cada persona sirve y respeta a los demás y obedece en base al orden, el reino de Dios establece con seguridad.
No obstante, cuando Dios estableció el orden entre el hombre y la mujer, Él puso al hombre como cabeza.
Si un hombre y una mujer son santificados y entran en el espíritu al mismo tiempo, es bueno que el hombre llegue a ser la cabeza.
Si usted lee la Biblia podrá notar que todos los profetas que manifestaron el poder de Dios fueron hombres.
En el caso de Débora, ella fue mujer pero fue usada como juez, y Ester también salvó a su pueblo de la crisis de exterminación.
Incluso en la actualidad, si una mujer tiene un corazón firme y las condiciones apropiadas de acuerdo a la justicia, ella también puede recibir el poder de Dios y ser usada en gran manera para el reino de Dios.
Además hay cosas que una mujer debe hacer, así como cosas que el hombre debe hacer.
El hombre y la mujer deben ser tratados por igual en el Señor y deben seguir en la iglesia el orden que Dios ha establecido.
Cuando se hace esto, el reino de Dios se levanta de manera hermosa.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
En este estudio hemos analizado la escena en la que Adán asigna nombre a todos los animales con la sabiduría que Dios le ha dado.
Aprendimos también sobre la Providencia de Dios en la creación de la mujer con la costilla que tomó del hombre y llegamos a entender la relación y el orden entre el hombre y la mujer.
1 Corintios 11:11-12 dice: "Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios".
Así como Dios creó a Adán con un propósito, ciertamente creó a la mujer con un propósito.
El propósito de la creación de Dios viene a ser la razón de la existencia de las criaturas.
Ya sea hombre o mujer, toda persona tiene su propia responsabilidad.
Eclesiastés 12:13 enseña: "El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre".
Por medio de estos estudios de Génesis, les animo a entender profundamente en sus corazones la manera en que el Creador llega a ser nuestro Padre Dios.
Ruego en el nombre del Señor Jesucristo que ustedes reverencien a Dios con sinceridad de corazón y que lleguen a ser Sus hijos verdaderos que le causen mucho gozo.