[Salmo 150: 1-6]
26-06-2011 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Salmo 150: 1-6]
"Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento. (2) Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza. (3) Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa. (4) Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas. (5) Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo. (6) Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya"
[Introducción]
Demos toda la gloria y el agradecimiento a Dios Padre quien nos ha bendecido para realizar este Servicio Devocional del Comité de Artes Escénicas 2011.
También le doy las gracias a todos los devotos que se han preparado para este servicio con todo su corazón, mente y alma.
Amados devotos, la lectura en este día en Salmos 150 es el cénit y el final de todos los Salmos.
Este expresa muy bien que todos los que respiramos debemos alabar a Dios con gozo y pasión en todo momento.
Tenemos que elevar nuestra voz y danzar con gozo cada momento de nuestras vidas y dar gloria a Dios con toda clase de instrumentos musicales.
El Rey David comprendió muy bien esta voluntad de Dios. Durante su reinado, había 4,000 hombres que ministraban con alabanza de entre los 38,000 Levitas que servían a Dios.
David dividió a esos que tenían talentos en 24 divisiones para hacerlos que alabaran a Dios temprano por la mañana y por la noche.
Cuando el país estaba reestructurando la organización después del exilio, los cantores fueron separados para realizar sus tareas.
1 Crónicas 9:33 dice, "También había cantores, jefes de familias de los levitas, los cuales moraban en las cámaras del templo, exentos de otros servicios, porque de día y de noche estaban en aquella obra".
Podemos ver que aquellos que ministraban con alabanzas se guardaban en santidad, se comunicaban con Dios profundamente, y cumplían sus deberes con todas sus fuerzas.
El Comité de Artes Escénicas fue organizado para dar a Dios el Creador las más gloriosas alabanzas que podemos ofrecer en esta tierra.
Ustedes han escuchado y han aprendido mucho sobre qué clases de cosas deben tener para poder ofrecer alabanzas agradables a Dios.
Esto se refiere a que no deben simplemente alabar con bellas voces y emociones sino que tienen que ofrecer un aroma de santidad con su corazón.
Pero, debido a la lujuria y a la codicia que les obstaculiza para cortar con las cosas mundanas, hasta ahora muchos de ustedes no han podido ofrecer el aroma que Dios desea.
Dios no desea un aroma que está mezclado con las cosas mundanas. Por esta razón Él purificó el Comité de Artes Escénicas y está guiándoles para que puedan ofrecer un buen aroma.
Les ha guiado de forma que ustedes no sufran más por las cosas mundanas perecederas y sin valor, y para que marchen felizmente hacia las cosas eternas.
Es más, ahora Él nos ha permitido presentarnos con música y danza celestiales en esta tierra con las alabanzas dadas directamente por Dios.
Estas alabanzas son agradables a la vista de Dios y también proporcionan gran gozo a los miembros de la iglesia.
El bello y puro aroma de alabanzas que dan gloria a Dios también llenará a los creyentes con la llenura y la inspiración del Espíritu Santo.
Ustedes han recibido tan preciosa gracia porque se han convertido en instrumentos santos para alabar a Dios.
Por lo tanto, a través de este mensaje, yo espero que reafirmen su determinación para consagrase a ustedes mismos.
Al hacer esto, yo oro en el nombre del Señor para que todos ustedes ofrezcan un aroma puro y santo a Dios quien se deleita en la alanza.
[Mensaje Principal]
Amados devotos,
Para ofrecer alabanzas agradables para Dios, en primer lugar, ustedes tienen que tener determinación.
Ustedes podrán haber tomado cosas carnales anteriormente, pero ahora se han apartado y buscan las cosas espirituales.
Sus corazones fueron renovados por medio del arrepentimiento, y han recibido el poder y la fortaleza para marchar hacia la Nueva Jerusalén.
Por lo tanto, ustedes necesitan tener determinación para no aceptar la carne nuevamente, y convertirse en castos hijos de Dios. Tienen que reafirmar su determinación de no mirar al mundo de nuevo sino más bien llegar al espíritu y convertirse en un hijo agradable para Dios.
No deben simplemente pensar de forma vaga que lo harán mejor. Deben tener planes específicos para mantener su determinación.
Por ejemplo, supongan que un estudiante que no se está esforzando en su estudio decide estudiar duramente y entrar en una buena universidad.
Aquí, él no debería vagamente decidir que entrará a una buena universidad. Tiene que tener planes específicos para revisarse a sí mismo hasta que alcance su meta.
Por ejemplo, él debe tener planes como, "No me reuniré con los amigos con quienes me reúno a jugar. Me voy a deshacer de mi Play Station, de las caricaturas y del TV. Voy a memorizar 50 palabras en inglés y terminaré por lo menos 5 páginas del libro de matemáticas cada día". Con esta clase de plan él puede revisarse a sí mismo.
Si él no mantiene su plan, tienen que revisar por qué no lo mantuvo y hacer provisiones apropiadas para poder mantenerlo en el futuro.
Cuando yo era un estudiante, si yo no mantenía mi plan, dejaba de comer un tiempo de comida para gravarlo en mi corazón.
Yo deseché la mente inconstante y conservé mi determinación incluso castigándome a mí mismo.
Les di el ejemplo del estudio, pero para desechar la carne y llegar al espíritu, ustedes también necesitan tener planes específicos.
Por ejemplo, hay muchas categorías en el movimiento de la Nueva Jerusalén.
Estas son cosas como, 'no ver ni escuchar las cosas mundanas que ustedes solían disfrutar'. 'Llenar su tiempo de oración incesantemente'. 'Memorizar un versículo y leer un capítulo de la Biblia'. Pueden revisarse a ustedes mismos con estas categorías para ver si están manteniendo su decisión.
Yo creo que ustedes empezaron este nuevo año 2011 con un corazón renovado.
Decidieron desechar todas las cosas carnales que entristecían a Dios y que ocasionaban que ustedes se distanciaran del Cielo.
Profesaron que orarían fervientemente, que se forzarían a ustedes mismos en obediencia, y que solamente amarían al Señor en su marcha hacia el Cielo.
¿No ha sido sacudida su determinación durante la primera mitad de este año?
¿No han visto hacia los lados con un deseo de tomar las cosas del mundo de nuevo?
Esto nunca debe suceder.
El Cielo y el Infierno ciertamente existen.
La venida del Señor está muy cerca.
¡Cuán terrible es si ustedes siguen las cosas perecederas y carnales, siendo incapaces de esperar un poco y que reciban una salvación vergonzosa!
Y, ¿qué si caen en el Infierno?
Lo que Dios les ha prometido es la gloria de la Nueva Jerusalén que no puede ser comparada con nada de este mundo.
2 Timoteo 4:7-8 dice, "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. (8) Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida".
Yo espero que ustedes guarden su corazón hasta el final con anhelo por la venida del Señor y recordando la gloria del Cielo que será revelada delante de sus ojos.
También espero que su determinación de nunca tomar las cosas perecederas no cambie.
Amados devotos,
Para ofrecer alabanzas agradables a Dios, en segundo lugar, tienen que llenarse con cosas espirituales.
Al decidir desechar la carne y llegar al espíritu, tienen que llenar su corazón con cosas espirituales.
Desmalezar un campo no significa que ustedes pueden cosechar el fruto inmediatamente. Primero tienen que arar la tierra endurecida, sembrar las semillas y cuidar de ellas.
De la misma forma, ahora tienen que tomar las cosas espirituales durante el tiempo que tomarían las cosas carnales, y tienen que redirigir su atención de las cosas carnales a las cosas espirituales.
Lo más importante al llenarse a ustedes mismos con espíritu es cambiar su corazón con la verdad.
Algunas personas parecen apasionadas al anhelar el espíritu, pero se concentran demasiado en cosas externas y su cambio interior es lento.
Ellos conservan sus posiciones en los servicios de adoración y de oración con apariencias nítidas y ordenadas, cumpliendo diligentemente con sus deberes.
Escuchan diligentemente, leen y memorizan la palabra de Dios y siguen a las personas espirituales.
Pero lo más importante fuera de estas obras externas es el grado en el cual producen el fruto de la verdad y practican la verdad.
Por ejemplo, cierta persona es muy diligente y hábil en diferentes trabajos, así que ella incluso ayuda con el trabajo de otras personas.
Entonces, las personas la reconocen como una persona de servicio, y ella también cree de sí misma que es una persona de servicio.
Pero servir externamente de esta forma no significa que ella ha producido el fruto del servicio.
Si ella realiza todos los trabajos difíciles pero otros no la reconocen en nada sino que no aprecian lo que hace, ¿se sentiría ella feliz solamente por el servicio?
¿Serviría ella a otros sin cambiar de actitud incluso cuando está muy cansada, porque ama a las otras personas?
Además, cuando sirve con amor, si otros la desprecian o no la comprenden, ¿se sentirá decepcionada?
Si ustedes producen el fruto del servicio en su corazón, no servirían simplemente en acción. Buscarían el beneficio de los demás con todo su corazón, y querrían consolar el corazón de otros.
Permítanme darles otro ejemplo.
Cierta persona siempre sigue la verdad y es honrada, pero ella no es realmente agradable a la vista de otras personas. Por lo cual ellos sienten difícil estar cerca de ella.
Esto se debe a que ella les ocasiona dificultades a los demás si ellos no practican la verdad en la medida que ella está practicando la verdad.
Ustedes tienen que practicar la verdad con rectitud, pero al mismo tiempo no tienen que juzgar a los demás cuando no lo hacen. Tienen que comprenderlos y aceptarlos.
Ustedes están realmente practicando la verdad solamente cuando pueden aceptar a los demás con generosidad y amor.
Cuando otros son acaudalados y reconocidos, ustedes deberían estar felices y regocijarse por ellos con todo su corazón; deben buscar el beneficio de los demás y buscar la paz con todos de corazón; deben rebajarse y humillarse y ser capaces de dar crédito a otros, considerando todo como gracia de Dios. Yo espero que ustedes produzcan esta clase de fruto de la verdad en su corazón.
Si ustedes producen tal fruto en su corazón, las palabras de sus labios también serán santas.
Ustedes no hablarán palabra de falsedad, de juicio ni de condenación, de difamación, o palabras que hablen mal de los demás, o palabras que vayan más allá de sus posiciones, y otras palabras de maldad.
Hablarán palabras que solamente fortalezcan y consuelen a otros, palabras llenas de gracia y de edificación.
Yo espero que ustedes llenen diligentemente su corazón con cosas espirituales.
Al hacer eso, espero que se conviertan en la luz y la sal en todo lugar y que den gloria a Dios.
Amados devotos,
Para ofrecer alabanzas agradables a Dios, en tercer lugar, ustedes no tienen que olvidar la gracia que recibieron.
No solamente ustedes devotos, sino todos los creyentes aquí presentes han recibido tal inmensa gracia.
¿Cuántos testimonios tienen ahora desde que llegaron a esta iglesia; testimonios de recibir al Espíritu Santo, y de recibir sanidades y respuestas a sus oraciones?
Ustedes obtuvieron tranquilidad y esperanza por el Cielo que no pueden obtener en otro lugar de este mundo.
Especialmente el año pasado, cuando tuvieron la oportunidad de arrepentirse, tuvieron que haber profesado con lágrimas que querían retribuir la gracia de Dios con toda su vida.
Especialmente ustedes comité de Artes Escénicas, han recibido una gracia mucho mayor al tener la tarea de alabar a Dios.
Dios se deleita en las alabanzas, y por esta razón Él les ama y los considera más valiosos de lo que merecen solamente porque están cantando alabanzas.
Además, ustedes son amados por la iglesia, el pastor y los miembros de la iglesia.
Yo espero que nunca se olviden de esta gracia.
Ustedes deben ofrecer su agradecimiento sin cesar y ofrecer alabanzas a Dios con un nuevo aroma de agradecimiento en todo tiempo.
Siempre deben pensar en las forma de agradar a Dios y de convertirse en la fortaleza de la iglesia y del pastor y de retribuir el amor de los miembros de la iglesia.
Tampoco tienen que cambiar su actitud al cumplir con su deber.
Su pasión no tiene que enfriarse.
El apóstol Pablo fue fiel hasta su muerte, pero nunca pensó, "Yo merezco ser elogiado porque me he ofrecido completamente a Dios".
Él nunca pensó que quería tomar un descanso porque había trabajado mucho y porque había producido mucho fruto.
Incluso cuando fue severamente golpeado y encarcelado, él solamente alabó a Dios por la gracia de la salvación.
Su pasión se volvió cada vez más grande, y trabajó con toda su vida hasta el último momento.
Él solamente dio gracias incluso en el último momento, incluso cuando caminó hacia el lugar de ejecución.
Él se sintió abrumado por el hecho de que como el primero de los pecadores, él se convirtió en un apóstol del Señor y recibió la gloria de ser un mártir.
Ustedes también deben tener la misma clase de agradecimiento en su corazón.
Deben hacer profesiones como la siguiente, "Yo era una persona tan trivial, y no era nada, pero fui salvado por la gracia del Padre y del Señor".
Tuve que morir en este mundo corrompido manchado de pecados, pero encontré una preciosa iglesia y un precioso pastor y escuché el evangelio de la santidad.
Es más, tengo tan precioso deber de alabar a Dios.
Recibo tanto amor que nunca pude imaginar.
Le agradezco a Dios por haberme convertido en una persona valiosa para pararme en este santo altar.
Yo cumpliré con mi deber con toda mi vida hasta que el Señor regrese y le daré gloria a Dios con todo mi corazón, mente y fuerza". Yo espero que esta clase de profesión siempre esté en ustedes.
Les insto a que retribuyan la gracia de Dios con su invariable fidelidad hasta el momento en que alaben a Dios frente al trono de Dios.
[Conclusión]
Amados devotos y otros miembros,
Isaías 43:21 dice, "Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará"
No solamente los cantores e intérpretes, sino que todos nosotros fuimos hechos para dar gloria a Dios y alabarlo.
Si conocemos esta voluntad de Dios, nuestras vidas estarán llenas de alabanzas, y comprenderemos el valor del ministerio de alabanza.
En la actualidad, mientras el mundo está cada vez más lleno de pecados, muchas iglesias se manchan con las tinieblas, siendo incapaces de discernir entre la carne y el espíritu.
Música y danzas lascivas del mundo se introducen en las iglesias disfrazándose como alabanzas.
Nuestra iglesia nunca acepta tales cosas.
Nosotros solamente daremos a Dios un aroma puro y santo que le agrade a Él.
Ya que ustedes pertenecen a este Comité de Artes Escénicas, no deben continuar amando al mundo ni morar en la carne.
Incluso si visten espléndidos vestidos, canten con bellas voces, o dancen bella y hábilmente, Dios no acepta las alabanzas de la carne.
Tales cosas no pueden conmover a los creyentes ni son almacenadas como recompensas celestiales.
En este final de los tiempos, donde se dividen el fluir de la carne y del espíritu, tales alabanzas de la carne solamente se extinguirán.
Yo espero que ustedes tomen la decisión una vez más de cortar con las cosas carnales, que llenen su corazón con cosas espirituales, y que recuerden la gracia de Dios.
Les insto a que moren solamente en la luz a dondequiera que vayan, teniendo el sentido del deber pues están llevando a cabo el santo deber de alabar a Dios.
Al hacer esto, yo oro en el nombre del Señor, para que rápidamente lleguen al espíritu y al espíritu perfecto, y que ofrezcan un perfecto aroma de alabanza que agrada a Dios.