• La justicia, la misericordia y la fidelidad (2)

    [Mateo 23:23]

    11-09-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Mateo 23:23]
      "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello"


      Finalmente, la 'fe' hace referencia a nuestra fe hacia Dios.
      Hebreos 11:6 dice, "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan".
      Para guardar los mandamientos de Dios, primero tenemos que creer que Dios está vivo.
      También tenemos que creer que Dios nos recompensa cuando guardamos Sus mandamientos.
      Los Fariseos y los escribas pensaban que creían en Dios, pero ellos realmente no creían.
      Colosenses 3:22 dice, "Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios".
      Los Fariseos y los escribas guardaban los mandamientos, pero solamente ofrecían un servicio externo para ser reconocidos por otros.
      Es decir, ellos no reconocían que Dios es quien escudriña lo más profundo de su corazón. Si realmente hubieran conocidos al Dios viviente, también hubieran creído en el juicio.
      También habrían temido a Dios, quien destruiría la maldad de las personas y recompensaría la injusticia con castigos.
      Si ellos realmente creían en Dios de corazón, hubieran creído en Dios, quien recompensa las buenas obras, y hubieran practicado la justicia con esperanza.
      Hermanos y hermanas, ustedes están llevando a cabo una 'Campaña por la Nueva Jerusalén' para vivir realmente por la palabra de Dios.
      Es importante participar en tal clase de movimiento, pero algo incluso más importante es la clase de corazón que ustedes tienen.
      Ustedes deben tener la esperanza que también pueden ir a la Nueva Jerusalén.
      Dios otorga mejores lugares celestiales a aquellos que se aferran a ellos con violencia.
      Siendo esto, cuando ustedes tratan de cortar con las cosas mundanas, tratan de aprender la palabra de Dios, y tratan de mirar hacia arriba a este Dios.
      Creer en Dios quien los recompensará cuando practiquen la palabra.
      Entonces, ustedes podrán desechar los pecados y trabajar fielmente con gozo.
      Y es porque saben que su lugar está siendo construido en un mejor lugar de morada celestial y que hay más recompensas almacenadas.
      Yo espero que guarden todos los mandamientos de Dios con fe y gozo, aquellos que nos dicen hagan, no hagan, guarden o desechen ciertas cosas.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Ahora, les expliqué que justicia, misericordia y fe son importantes. Pero, ¿significa esto que las obras no son importantes?
      Como dijo Jesús en la lectura de este día, nosotros tenemos que hacer estas cosas, es decir tenemos que cultivar justicia, misericordia y fe, sin descuidar a los demás, es decir sin descuidar las obras tales como entregar los diezmos.
      Si cultivamos la justicia, la misericordia y la fe en nuestros corazones, naturalmente tendremos las obras de seguir y guardar los mandamientos.
      Nosotros adoraremos y oraremos con todo nuestro corazón. Entregaremos los diezmos y las ofrendas apropiadas y trabajaremos fielmente para Dios.
      Ustedes pueden continuar practicando la palabra de Dios con su corazón aun cuando no han cultivado totalmente la justicia, la misericordia y la fe.
      Dios verá su corazón y los guiará para que cultiven rápidamente la justicia, la misericordia y la fe en ustedes.
      Es decir, su fe crecerá rápidamente.
      Por el contrario, no deben pensar erróneamente que están viviendo por la palabra solamente porque tienen obras visibles.
      Si ese es el caso, su fe podrá incluso dejar de crecer.
      De Isaías 1:11-14, podemos ver cuán sinceramente Dios desea que nosotros cultivemos justicia, misericordia y fe en nuestro corazón.
      Yo quiero que sientan el corazón de Dios en el pasaje.
      "¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas".
      Es decir, aun cuando entreguen tantas ofrendas y hagan rituales santos, Dios no está en nada agradado si ustedes practican maldad al mismo tiempo.
      Dios dice que esas cosas se han vuelto una carga para Él y que está cansado de soportarlas.
      Por lo tanto, ustedes deben recordar que todo lo que dan a Dios será agradable para Él solamente cuando cultivan justicia, misericordia y fidelidad.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Ahora, ¿qué tenemos que hacer para cultivar justicia, misericordia y fe?
      Tenemos que circuncidar nuestro corazón.
      Jeremías 4:4 dice, "Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén".
      Aquí, quitar el prepucio del corazón significa que tenemos que lavar nuestro corazón que está manchado con pecados y maldad.
      En el Antiguo Testamento la circuncisión era físicamente practicada en el cuerpo.
      La circuncisión es remover el prepucio del pene de los hombres.
      El Antiguo Testamento es la sombra del Nuevo Testamento.
      En el Nuevo Testamento, nosotros realizamos una verdadera circuncisión, la cual no es la circuncisión del cuerpo sino del corazón.
      Se dice en Colosenses 2:11, "En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo".
      No era fácil circuncidar el corazón en el Antiguo Testamento, pero en el Nuevo Testamento nosotros podemos hacerlo porque tenemos la ayuda del Espíritu Santo.
      En el versículo anterior, echar el cuerpo pecaminoso es desechar la suciedad de la carne de nuestro corazón.
      Nosotros podemos cultivar justicia, misericordia y fe cuando removemos fundamentalmente los sucios pecados y la maldad, la cual es la carne perecedera, circuncidando nuestro corazón.
      Pero en la actualidad, incluso entre los creyente de Dios, hay muchas personas que no circuncidan su corazón porque no conocen la verdad correctamente.
      Algunas personas creen incluso que su corazón es completamente circuncidado el momento que ellos aceptan al Señor.
      Pero, ¿cómo se puede decir que el corazón está circuncidado mientras este expele mal olor?
      Nosotros tenemos que continuar circuncidando nuestro corazón hasta que las cosas sucias son completamente removidas, es decir, hasta que la raíz del pecado es completamente arrancada de nuestro corazón.
      Además, no tenemos que detener la circuncisión del corazón a medio camino.
      Algunas personas tienen un alto en su fe.
      Ellos han sido creyentes por mucho tiempo y han cumplido con muchas tareas, pero en cierto momento dejan de circuncidar su corazón.
      A menos que circuncidemos nuestro corazón, no podemos aprender la palabra, ni orar, ni trabajar fielmente con todo nuestro corazón.
      Nosotros podemos simplemente hacer todo eso como un deber o como un hábito.
      Y tampoco podemos comunicarnos con Dios claramente.
      No podemos recibir respuestas a nuestras oraciones, y al realizar nuestros deberes, no tenemos ningún poder ni autoridad espiritual.
      Es decir, no podemos guardar los mandamientos con justicia, misericordia y fe.
      Entonces, ¿por qué es que ellos dejan de circuncidar su corazón?
      La razón más grande es porque miran atrás hacia el mundo y lo aceptan de nuevo.
      Por supuesto, algunas personas tienen un alto en su fe cuando su fe ha alcanzado cierto nivel, aun cuando ellos no miran atrás ni aceptan las cosas mundanas.
      ¿Cuál es la razón para este caso?
      Es porque ellos no se han convertido en hijos espirituales.
      Ellos tienen que ser humildes y simples delante de Dios, pero debido a que tienen alguna experiencia en la fe, vienen delante de Dios con actitudes de 'adultos'.
      En lo profundo de esa actitud está la arrogancia.
      Hechos 7:51 dice, "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros".
      Es decir, ellos resisten al Espíritu Santo debido a la arrogancia.
      Ellos no obedecen a Dios.
      Por ejemplo, consideren el caso de los hijos de Israel en el tiempo del Éxodo.
      Los hijos de Israel habían experimentado tantas señales y maravillas de Dios por medio de su líder, Moisés. Sin embargo, se opusieron a Moisés y continuaron desobedeciéndole, a pesar que Dios estaba con él.
      Esto resultó en la ira de Dios, y ellos no pudieron entrar a la Tierra Prometida de Canaán.
      Si ustedes han dejado de circuncidar su corazón en algún momento, yo espero que empiecen de nuevo.
      Hermanos y hermanas, Dios está lleno de compasión.
      Él nos da muchas oportunidades.
      Ezequiel 11:19-20 dice, "Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios".
      La historia de Israel en el Antiguo Testamento puede ser resumida en dos palabras.
      Ellas son 'juicio' y 'salvación'.
      Los hijos de Israel abandonaron a Dios y cometieron pecados repetidamente.
      Dios los juzgó de acuerdo a la justicia. Los puso en manos de los gentiles y les dio enfermedades o desastres naturales llegaron a ellos.
      Sin embargo, si los hijos de Israel se arrepentían y le clamaban a Él, Él los salvaba una y otra vez.
      Dios los juzgaba de acuerdo a la justicia, pero si ellos se arrepentían, Él los perdonaba y los salvaba con Su misericordia y amor.
      Dios es amor en Sí mismo, y Él es nuestro padre.
      Como presenciaron el 25 de Diciembre del año pasado, Dios nos ha dado muchas oportunidades.
      Incluso ahora mismo, Él está derramando Su gracia para que los creyentes que cometieron pecados puedan apartarse de los pecados y remover completamente el prepucio de su corazón.
      Él está despertando a aquellos que han estado espiritualmente dormidos por mucho tiempo. Está derritiendo los corazones arrogantes y endurecidos con el poder del Espíritu Santo y con las luces originales.
      Yo espero que ustedes circunciden su corazón para cultivar completamente la justicia, la misericordia y la fe mientras Él les está dando estas oportunidades.


      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Mientras ustedes remueven la sucia piel de su corazón, una carne nueva la reemplazará.
      La nueva carne es blanda y suave y es sensible.
      Así que, su corazón que tiene la nueva carne sentirá con más facilidad el amor de Dios y Su gracia.
      Por lo tanto, si ustedes circuncidan su corazón, podrán vivir un desbordante gozo cada día.
      Además, debido a que han desechado las cosas sucias del corazón, la fragancia de Cristo será irradiada alrededor de ustedes.
      2 Corintios 2:15 dice, "Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden". Como se dijo, la fragancia de Cristo saldrá naturalmente de su rostro, sus palabras y acciones.
      Es más, en todo lo que den Dios, el bello aroma de lo profundo de su corazón será ofrecido a Él.
      La acción externa de practicar la palabra podrá parecer la misma pero el aroma será mucho más intenso y concentrado.
      De acuerdo a este grado, el amor y la bendición de Dios serán dados en una dimensión diferente.
      Por lo tanto, circunciden rápidamente su corazón para cultivar justicia, misericordia y fe.
      Yo espero que ustedes se conviertan en verdaderos hijos que pueden ser elogiados porque son bellos y propicios en todo lo que hacen, y puedan así proporcionar inmenso gozo a Dios.

      ===[Para el Día de Acción de Gracias Coreano]============
      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes sean prósperos en sus viajes desde y hacia sus pueblos y ciudades.
      También les insto a que no se inclinen delante de ídolos bajos ninguna circunstancia.


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