• Estudio basado en Génesis (71)

    [Génesis 3:4-5]

    02-09-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • Escritura

      Génesis 3:4-5
      [4] Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
      [5] sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.


      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Este es el estudio No. 71 de Génesis.
      Recordemos brevemente: en Génesis 3:1, la serpiente habló palabras de tentación a Eva.
      Le dijo: "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?"
      Fue una pregunta muy corta, pero expliqué con gran detalle todas las trampas escondidas en las palabras.
      Ya que Eva no se dio cuenta del plan de Satanás, fue engañada con él.
      En consecuencia, cuando respondió cambió de manera arbitraria la Palabra de Dios.
      Ella dijo: "Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis" (Génesis 3:2-3).
      Dios dijo que 'ciertamente morirían', pero Eva lo cambió a un simple 'para que no muráis' y para ella fue un error decisivo.
      ¡Finalmente la serpiente reveló sus colores verdaderos!
      La serpiente de plano rechazó la Palabra de Dios.
      Es decir, en Génesis 3:4 leemos que la serpiente dijo a la mujer: "¡No moriréis!"
      Es exactamente así como trabaja Satanás.
      Satanás se acerca a alguien con palabras convincentes y revela sus verdaderos colores cuando la persona baja la guardia.
      En cuanto Eva cambió la Palabra de Dios, Satanás negó la Palabra y trató de arrastrar a Eva aún más profundo en la trampa.
      Es más, la palabra usada aquí no está en singular, sino en plural: 'moriréis'.
      Esto incluye no solo a Eva sino también a Adán.
      Desde el principio el blanco de Satanás fue Adán.
      Es por eso que Satanás continuó usando el plural mientras tentaba a Eva.
      Sin conocerlo, Adán fue enredado en el plan de Satanás.

      Amados hermanos y hermanas:
      He aquí algo que deben comprender...
      Aunque caigan en la tentación de Satanás por error, una vez que entiendan que han hecho mal y que han tomado una mala decisión, deben cambiar inmediatamente.
      Cuando no se puede discernir una situación con la verdad, puede ser que sean engañado por Satanás una o dos veces.
      Sin embargo, Satanás ciertamente revelará su carácter verdadero.
      Así como la serpiente negó de plano la Palabra de Dios en la escritura de esta noche, el resultado final de la falsedad se demostrará.
      Si están despiertos en el espíritu, aunque sea un poco, podrán notar el plan de Satanás en ese momento.
      Entonces deben cortar firmemente la obra de Satanás y rechazarla de manera decisiva.
      Jamás deben dudar o seguir perdiendo el tiempo.
      Satanás usa palabras justas en el momento más oportuno a fin de arrastrar al fondo de la trampa a las personas que siguen hablando.
      Eso es exactamente lo que la serpiente hizo con Eva.
      La serpiente continuó diciendo en Génesis 3:5.
      "...sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal".
      ¿Qué significa esto?
      Significa: "No morirán aunque coman del fruto. Dios lo dijo porque sabe que el día que ustedes coman de él serán como Dios; si lo comen, sus ojos serán abiertos y conocerán el bien y el mal".
      La serpiente astutamente cambió la Palabra de Dios causando que signifique que ellos podían ser como Dios si comían del fruto.
      Lo dijo como si el árbol del conocimiento del bien y del mal podía elevar a Adán y Eva a una posición igual a la de Dios.
      La serpiente incitó a Eva a relajarse y comer, diciendo que ciertamente no morirían.
      Eva fue engañada con esto.
      ¿Cómo pudo Eva, una mera criatura, ser engañada por palabras que decían que podían llegar a ser como Dios el Creador?
      Eva ni siquiera tenía maldad o falsedad alguna en su corazón al momento.
      Permítanme explicar nuevamente la situación para ayudarles a entender cómo Eva pudo ser engañada por la tentación de Satanás.
      En aquel entonces Adán era el gobernante del Segundo Cielo, donde está ubicado el Huerto del Edén, y del Primer Cielo, donde está ubicada la Tierra.
      Él tenía una enorme autoridad y poder que ni siquiera podemos imaginarlo.
      Toda criatura lo seguía y obedecía sus palabras.
      Ya que Eva era amada en gran manera por Adán quien tenía este tipo de autoridad, ella también podía disfrutar y compartir la autoridad de Adán.
      Sin duda la posición de Adán y Eva era superior a la de cualquiera o cualquier cosa.
      Por un largo período de tiempo, Adán y Eva estaban en la mayor posición de todas las criaturas y disfrutaban de todo lo que deseaban.
      No obstante, después que muchos largos años pasaron, Adán y Eva sintieron que estaban en cierta forma estancados.
      No había nada más que pudieran alcanzar, sin embargo deseaban satisfacerse a sí mismos con algo nuevo.
      Satanás se enfocó en esto por medio de la serpiente.
      Satanás atrajo a Eva diciéndole que podía 'llegar a ser como Dios'.
      De hecho, este fue un desafío a la autoridad absoluta de Dios.
      Fue como una traición o rebelión en contra del gobierno de un monarca.
      El crimen de traición o rebelión era castigada con la pena capital.
      No solo aquellos criminales eran sentenciados a muerte, sino que sus familias y parientes también sufrían.
      El desafiar a un rey se castigaba severamente, ¡y aún mucho más grave es el resultado del desafío a Dios el Creador!
      Pero Eva no comprendió la gravedad del pecado y simplemente siguió el plan de Satanás.
      Algunos creyentes en nuestro tiempo fracasan en notar las obras de Satanás por sí mismos y caen en sus tentaciones.
      Por ejemplo: tienen un corazón lleno de anhelo por lo espiritual, pero está dirigido en la dirección incorrecta.
      Cuando su corazón anheloso del espíritu avanza demasiado, quizá olviden su posición, responsabilidades y orden y sean atrapados por la arrogancia.
      Digamos que ustedes tienen un corazón lleno de anhelo por lo espiritual y alguien se les acerca y dice algo como lo siguiente:
      "Parece que tú tienes fuertes luces espirituales. Muchos ángeles están a tú alrededor. Dios dice que te usará en gran manera".
      Lo que les dicen quizá sea cierto en realidad.
      El problema es que el oyente quizá se torne arrogante por causa de las palabras habladas.
      Esas personas se sobreestiman a sí mismas, pensando que son reconocidas por Dios, que han llegado a ser cultivadas en espíritu en gran medida y que ya han alcanzado el nivel del espíritu.
      Desde ese momento empiezan a cambiar.
      Empiezan a intentar enseñar a los demás y presumen de sí mismos ante los demás.
      Satanás sabía de antemano que tienen deseos de presumir y arrogancia, así que agita aquellos deseos.
      El anhelar y buscar el espíritu es una tarea fundamental de los creyentes que tienen ciudadanía celestial.
      No se permite que su corazón anheloso por el espíritu avance demasiado y se torne codicioso y arrogante.
      ¿Cuál fue el principio de la destrucción de los dinosaurios?
      Fueron sus celos de los querubines.
      Esos celos poco a poco se tornaron en envidia.
      No estuvieron contentos con su posición y desearon más, por ende sus acciones se salieron de los límites.
      Esto terminó en su destrucción.
      El Espíritu no se llena con solo un corazón deseoso y celos.
      Nuestro espíritu se llena cuando vaciamos, negamos y nos humillamos a nosotros mismos para exaltar a los demás.
      No se llena al ser servido sino al servir.
      Anhelo que ustedes entiendan adecuadamente esta verdad y que anhelen el espíritu en verdad.

      Amados hermanos y hermanas:
      Hay otra lección que podemos aprender en base a las escrituras de esta noche.
      Se trata de la tentación o prueba de Satanás que viene sobre ustedes cuando piensan que todo está bien.
      Adán y Eva habían vivido una vida sosegada y cómoda por un largo período de tiempo.
      Sus corazones habían flaqueado un poco y fueron engañados por Satanás.
      El descanso del que disfrutaban no era espiritual, sino físico.
      El descanso físico puede conducir a una vida espiritual fácil y complaciente.
      Permítanme darles un ejemplo: ustedes solían estar muy ocupados orando, evangelizando, leyendo la Palabra y cuidando de las almas cada día.
      Solían orar y ayunar para llegar a santificarse y para luchar y batallar contra el pecado.
      Con el paso del tiempo quizás piensen que han alcanzado la santificación hasta cierto punto.
      Su afán por la oración ha disminuido y piensan que conocen la Palabra.
      Piensan que tienen conocimiento y habilidad en la realización de sus tareas encomendadas por Dios.
      Entonces parecen vivir cómoda y pacíficamente.
      Este es el momento en el que las tentaciones se presentan fácilmente.
      Mientras se busca el descanso físico y la complacencia espiritual, Satanás prepara las tentaciones.
      Si ustedes se encuentran con tentaciones en este estado, fácilmente caen porque están en adormecimiento espiritual.
      1 Tesalonicenses 5:3 dice: "...que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán".
      Más adelante, en el verso 6 dice: "Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios".
      Como está escrito, debemos estar siempre alertas y sobrios en nuestra vida diaria.
      Deben saber que la paz perfecta se puede encontrar solo en el Cielo, y hasta aquel día, debemos marchar hacia delante sin parar.
      No debemos llegar a ser iguales al conejo que perdió la carrera contra la tortuga mientras tomaba un dulce descanso a la mitad de la carrera.
      Es más, aunque estén adelantados en lo espiritual respecto a otros, si no siguen marchando y se vuelven perezosos, 'los primeros serán postreros'.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Están aprendiendo cómo fue Eva engañada por Satanás aunque no tenía maldad alguna en su corazón.
      Quizás tengan una pregunta ahora...
      ¿Cómo entró la carne en Adán y Eva, quienes fueron creados como espíritus vivientes?
      Adán y Eva fueron espíritus vivientes, pero fueron originalmente hechos de polvo.
      Su naturaleza podía cambiar si otros factores entraban en ellos.
      Por un largo período de tiempo ninguna carnalidad pudo entrar en Adán y Eva porque habían estado llenos del aliento del espíritu que Dios mismo sopló en ellos.
      Además, el Huerto del Edén estaba separado del espacio de las tinieblas.
      Aunque Satanás deseaba plantar la naturaleza pecaminosa en el hombre, parece que jamás logró entrar en el Huerto del Edén.
      Pero ha habido una excepción condicional simple.
      Si un ser en el Huerto del Edén recibía las obras de Satanás, entonces la naturaleza pecaminosa podía entrar.
      Los dinosaurios recibieron las obras de Satanás y se degradaron en seres carnales a pesar de haber sido hechos del polvo del Huerto del Edén, no del polvo de este mundo.
      Las personas del Huerto del Edén, incluyendo Adán y Eva, recibieron por parte de Dios no solo un buen entorno, sino también libre albedrío.
      Con el libre albedrío podían escoger por sí mismos si aceptar o no la carne.
      Aunque eran espíritus vivientes, si aceptaban la carne con su libre albedrío, la carne era plantada en ellos.
      Entre ellos, Eva abrió primero su corazón y aceptó la carne por medio de la tentación de Satanás.
      Después de eso, Adán, al igual que Eva, hizo lo mismo.
      Algunos de ustedes quizá piensen: "Adán tenía libre albedrío pero no maldad en él en lo absoluto. ¿Cómo pudo Adán, quien no tenía maldad, ser engañado por Satanás?"

      Hermanos y hermanas:
      Existe una clara diferencia entre aquellos que tenían naturaleza pecaminosa pero que han desechado todo pecado al circuncidar su corazón, y Adán quien no tenía maldad desde el principio.
      En ambos casos, no tienen carne; cuando se les presenta la tentación del pecado, reaccionan de manera distinta.
      Permítanme darles un ejemplo para ayudarles a entenderlo.
      Supongamos que hay dos hermanos obedientes: uno tiene 10 años y el otro tiene 13 años.
      Cierto día su madre puso en el piso un recipiente con agua hirviendo mientras hacía sus quehaceres y les advirtió que no tocaran el agua.
      Les dijo que el agua estaba muy caliente y que se lastimarían si la tocaban por error.
      El hermano mayor mantiene esas palabras en mente porque ya ha tenido la experiencia de quemarse.
      Él recuerda la sensación dolorosa que vivió al quemarse, así que de propia voluntad se mantiene alejado del agua hirviendo.
      El hermano mayor guarda las palabras y obedece con su libre albedrío.
      El hermano menor no tiene experiencia con quemaduras en lo absoluto.
      Su obediencia está en un nivel en el que no se acerca al agua hirviendo porque su madre le dijo que no lo hiciera.
      Este no es un tipo de obediencia verdadera con su libre albedrío.
      Si se encuentra en la misma situación un par de veces, quizá no obedezca su advertencia.
      Cuando el recipiente está hirviendo, quizá le parezca algo interesante.
      Entonces, cuando se ha provocado la curiosidad en su mente, se siente inclinado a tocar.
      Tal vez estire su mano para tocar el vapor y la ponga en el agua hirviendo.
      Esto no significa que intencionalmente puso su mano en el agua caliente para desobedecer a su madre.
      Él sabía que no debía tocarla, pero no pudo sentir en su corazón la razón del no hacerlo.
      Su curiosidad finalmente dominó su voluntad que decía que no tocara el agua.
      En consecuencia, puso su mano en el agua hirviendo.
      Lo mismo se aplica a Adán y Eva.
      No tenían maldad en sus corazones en lo absoluto, pero jamás habían experimentado la relatividad.
      Ellos podían escoger libremente si aceptar o rechazar la propuesta de Satanás.
      Si hubieran estado en la misma condición que el hermano mayor del ejemplo anterior, de plano habrían alejado la tentación de Satanás.
      Pero Adán y Eva estaban en la misma condición que el hermano menor.
      Cuando comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, no tenían ninguna intención maligna de desobedecer la Palabra de Dios.
      Cuando fueron tentados por Satanás, escogieron un camino y lo aceptaron.
      Como expliqué antes, Adán y Eva habían vivido como los mayores gobernantes del Primer Cielo y del Huerto del Edén por un largo período de tiempo.
      Sintieron que se estaban estancando.
      Satanás engañó a Eva con palabras astutas por medio de la serpiente que tenía una relación íntima con ella.
      Como una carnada, Satanás presentó la entrelazada tentación de 'llegar a ser como Dios' y atrapó a Eva.
      Cuando ella aceptó esas palabras con su libre albedrío, la naturaleza pecaminosa de codicia entró en su mente.
      Esta se convirtió en carne en ella.
      La naturaleza pecaminosa de codicia concebida en su mente luego surgió como el fruto de la desobediencia a la Palabra de Dios.
      Con respecto a esto, Santiago 1:15 dice: "Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte".
      El pasaje de esta noche nos muestra en el verso 6 que Eva produjo el fruto del pecado.
      Eva cometió aquel pecado a pesar de no haber tenido maldad alguna en ese entonces. ¿Cómo pueden alejar las tentaciones de Satanás aquellos que no han desechado la maldad del corazón?
      ¿Tienen ustedes todavía el deseo de buscar riquezas, poder y fama?
      A lo mejor tienen el deseo de ser reconocidos y amados por la gente en un sentido carnal.
      Entonces Satanás lanza esos deseos como carnada para seducir esos deseos carnales.
      Cuando esas carnadas se ven extremadamente buenas, se olvida por completo de la Palabra de Dios.
      Y luego quizá se produzca el fruto de desobediencia o se cometa injusticias.
      Esto se da porque se ha concebido la codicia y da a luz el pecado.
      La codicia se define como 'el deseo de tener más de algo, como alimentos o dinero, de lo que es necesario o justo'.
      La gente comete pecados porque desean tener algo, más de lo que es necesario.
      Debido a que la codicia fue concebida en la mente de Eva, ella aceptó las palabras de la serpiente y comió del árbol de la ciencia del bien y del mal.
      Su corazón despertó por las palabras tentadoras de Satanás: "el día que comáis de él ... seréis como Dios".
      En su corazón brotó el deseo de ser como Dios el Creador, que es más de lo necesario en calidad de criatura.
      Este acto de Eva comenzó con su curiosidad.
      Su curiosidad finalmente alcanzó lo que Dios había prohibido estrictamente, y esto significa que superó los límites.
      Ella tuvo el deseo de algo mayor a lo necesario para su posición.
      En el caso de Eva, se concibió la codicia y dio a luz el pecado. Pero esto no terminó ahí...
      Su pecado creció y alcanzó un pecado aún mayor que la condujo, junto a Adán, a la muerte.
      Les animo a que guarden bien esta lección en su corazón.
      Si ustedes alguna vez cometen pecado por causa de su fe débil, deben detenerse en ese punto.
      Inmediatamente deben arrepentirse y mantenerse alejados del camino de pecado.
      De lo contrario un pecado dará a luz a otro pecado.
      Y si el pecado crece, finalmente los conducirá a la muerte.
      "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche" (Salmos 1:1-2).
      Anhelo que ustedes puedan ayudarse a sí mismos a escoger el camino de bendición con su libre albedrío otorgado por Dios.
      ¡Ruego en el nombre del Señor Jesucristo que el favor de Dios sobreabunde siempre en sus vidas!


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