• Deficiencias del cuerpo (3)

    [Filipenses 4:8-9]

    16-10-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Filipenses 4:8-9]
      "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros".


      Esta es la tercera sesión sobre las deficiencias del cuerpo.
      Ustedes pueden llegar a ser hijos de Dios más perfectos cuando se den cuenta de sus deficiencias y las corrijan pronto.
      De esta manera su fe puede crecer rápidamente, y así poder entrar más pronto al espíritu y espíritu completo.
      Una deficiencia del cuerpo se refiere al estado en el que se carece de las habilidades básicas mentales y físicas, o el estado donde tienen emociones muy diferentes a otras personas debido a que no han atravesado el proceso que deberían haber atravesado en las fases de ver, sentir y actuar.
      En otras palabras, ustedes pueden desarrollar deficiencias del cuerpo debido a que carecen del conocimiento que se obtiene en el proceso de ver, escuchar, aprender, sentir, experimentar o el proceso real de hacer cosas.
      De acuerdo a los diferentes pasos del crecimiento en los cuales desarrolla deficiencias, quizás tengan deficiencias en conocimiento, en emociones o en su comportamiento y acciones.
      Pero 'el no atravesar' por las fases por las cuales debe atravesar durante su crecimiento, no solo significa obviar completamente esa fase en particular.
      Ustedes quizás desarrollen deficiencias al no atravesar estas fases con normalidad.
      Podemos ingresar rápidamente al espíritu y espíritu completo cuando las descubrimos una por una y las desechamos.
      Hoy quiero darles algunos ejemplos específicos de las situaciones que se convierten en deficiencias del cuerpo.
      Si usted ha sido criado en una familia afectiva con educación adecuada, puede aprender las habilidades sociales y las maneras de compartir amor entre las personas.
      Pero aquellos niños que no han sentido amor en sus hogares o que no han recibido una educación apropiada, es muy probable que desarrollen deficiencias.
      Quizás se les haga difícil establecer amistades y compartir amor con los demás.
      En sus vidas de fe, no pueden realmente sentir el amor de Dios el Padre, por lo tanto su crecimiento espiritual es lento debido a que no pueden comprender el corazón de Dios.
      Por otra parte, si ustedes aman mucho a sus hijos y se preocupan mucho por ellos, estos niños también tendrán deficiencias del cuerpo.
      Supongamos que ustedes les compran todos los juguetes y ropa que ellos quieren, y cuando tienen dificultades para hacer algo, las realizan por ellos.
      Aceptan todo su comportamiento mal educado, y nunca los disciplinan por sus faltas.
      Este tipo de niños se vuelven egoístas. No tendrán consideración por los demás, y no podrán ser productivos o servir al resto de personas.
      En su vida social o estudiantil, faltan por asuntos menores a sus clases o a sus trabajos.
      Si deben realizar una tarea difícil, en vez de intentar solucionarlo por sí mismos, simplemente acuden a otros o se rinden fácilmente.
      Solo quieren hacer lo que para ellos es interesante, lo que disfrutan y lo que es fácil.
      Si es que tienen que controlar sus deseos, les es extremadamente difícil.
      Tales personas, cuando llegan a la fe, encuentran difícil poner en práctica la verdad y continúan sin cambiar.
      En medio de pruebas, fácilmente se desaniman, y no pueden controlar sus deseos de seguir la carne.
      Aunque lleven una vida cristiana diligente desechando la maldad de sus corazones, no son considerados con los demás, y no pueden aceptar o abrazar a los demás con amor y generosidad virtuosa.
      Debido a que solo reciben amor y únicamente se consideran a sí mismos o a los miembros de su familia, el tamaño de su corazón es limitado.

      De esta manera, tienen falta de amor y generosidad, y esto les impide entrar al espíritu.
      Hermanos y hermanas:
      Les expliqué que ustedes desarrollan deficiencias del cuerpo en la medida en que carecen de sentimientos apropiados y responsabilidades necesarias en cada fase.
      Sin embargo, no pueden justificar el hecho de no haber entrado al espíritu debido a que no fueron criados en un buen ambiente, y pensar: "Es por eso que no puedo entrar al espíritu".
      No deben rendirse y pensar que es imposible, sino que deben encontrar la manera de hacerlo posible.
      Si comprenden las causas de sus deficiencias formadas por sus circunstancias, podrán con mayor facilidad darse cuenta de las causas de diferentes problemas, pensando en el proceso por el cual fueron formadas.
      Al hacer esto, podrán vencerlos con el poder del Señor e ingresar al espíritu.
      Para su información, permítanme darles algunas pautas para padres que están criando a sus hijos.
      Es de beneficio, no solo para sus hijos, sino también para su santificación, que examinen si es que son ustedes los causantes de que sus hijos desarrollen deficiencias del cuerpo.
      Si usted no tiene hijos, puede aplicar esto al pensar acerca de cómo trata al resto de personas.
      Primero: cuando los niños golpean a sus amigos, dicen malas palabras o hacen algo incorrecto, ¿qué es lo que hacen los padres?
      Los padres o los profesores deben entender primeramente el punto de vista y el corazón del niño respecto a por qué ellos hicieron tal cosa.
      Luego, deben hablarles de la siguiente manera: "¡Le pegaste porque te hizo enojar! Puedo ver tu frustración, pero seguro tu amigo también fue lastimado. En ese tipo de situación, no deberías haberle golpeado sino hablar con él y decir que no haga eso, así Dios también puede estar contento contigo". El punto es que ustedes deben hacer que ellos mismos se den cuenta de sus faltas.
      Pero algunos padres regañan y amonestan a sus hijos con su propio enojo y frustración.
      Cuando los niños cometen faltas menores, hay padres que fácilmente dicen: "Si haces esto irás al Infierno. Dios te aborrecerá".
      Para expresar su enojo una madre quizás voltee su rostro, no hable con sus hijos y los ignore.
      Tratan a sus hijos con frustración y un mal temperamento. Pero no se dan cuenta de su maldad ya que piensan que solo estan intentando corregir el mal comportamiento de sus hijos.
      Ellos deben hacer que sus hijos puedan sentir el amor de Dios y provocarles el deseo y la voluntad de hacer mejor la próxima vez. Pero en vez de eso, si ellos hacen que sus hijos sientan a un Dios temible y que se olvida de ellos, finalmente terminarán apartándose de Dios.
      Efesios 6:4 dice: "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor".
      Si los padres no comprenden el corazón de sus hijos sino que los amenazan y condenan ¿cómo se sentirán ellos?
      Si hacen algo malo, lo primero que hacen es contraerse, y tratan de ocultar sus fallas y dan excusas, incluso dicen una mentira.
      Desarrollarán corazones desafiantes para evitar ser lastimados.
      No aprenden la manera de entender otros puntos de vista, sino la manera de condenar a los demás.
      Si sus padres los comparan con otros niños de su vecindario, significa que ellos estan sembrando un sentido de inferioridad y celos en el corazón de sus hijos.
      Cuando los hijos no alcanzan las expectativas de sus padres, si ellos dicen: "Sabía que cometerías este error de nuevo. Es lo que normalmente haces", esto significa que sus padres están sembrando sentimientos desalentadores.

      Los hijos se convierten en personas que fácilmente se rinden y se desaniman al pensar: "Solo puedo lograr este poco. Ni siquiera mi mamá confía en mí, ¿quién lo podrá hacer?"
      A veces, los padres dicen mentiras triviales a sus hijos.
      Cuando los hijos quieren ir tras sus padres, estos les ordenan a ellos que vayan por sus zapatos. Entonces los padres salen de la casa mientras sus hijos están adentro. O también les dicen: "Si te comportas bien y te quedas en casa, te compraré un regalo". Sin embargo, luego no compran nada para ellos.
      Piensan que por el hecho de ser solo niños luego se olvidarán.
      Pero esto es ciertamente una mentira, y de hecho los niños recuerdan estas promesas de manera muy clara. Por lo tanto, al principio se llevan una terrible sorpresa de sus padres.
      Si los padres dicen mentiras constantemente, sus hijos también lo harán. Llegarán a tener una personalidad inestable y ruda, se sentirán nerviosos al saber que las promesas que hicieron no serán cumplidas.
      Por otra parte, si los padres guardan sus promesas, sus hijos aprenderán integridad y confianza, y podrán desarrollar paciencia y dominio propio.
      Algunos padres hablan a sus hijos con rostros de frustración por el hecho de estar cansados u ocupados.
      Cuando están de buen humor, son buenos con sus hijos. Pero cuando no lo están, fácilmente se enojan e incluso hacen berrinches delante de sus hijos.
      Si los hijos son criados por este tipo de padres, sentirán que no son amados, y no tendrán buena autoestima.
      También se enojarán siguiendo el ejemplo de sus padres.
      Si ustedes padres dejan a sus hijos en el patio de la iglesia mientras oran en el santuario, esto también causará deficiencias del cuerpo en ellos.
      Ya que aún son jóvenes, los padres deben mostrarles un buen ejemplo de oración y asistencia al servicio de adoración. Deben enseñarles a respetar el santuario de Dios.
      Si ustedes simplemente dejan a sus hijos en el patio de la iglesia, ellos correrán de aquí para allá e incluso pelearán entre ellos.
      Por lo tanto, a pesar de que pasan mucho tiempo alrededor de la iglesia, no aprenden a valorar el santuario o la importancia del servicio de adoración y la oración.
      No sabrán cómo llevar una vida apropiada en la fe aun al llegar a ser mayores.
      En casos más serios, incluso cometen pecados dentro de la iglesia.
      Aunque los maestros de escuela dominical les enseñen la verdad, si los padres no les prestan atención o no los crían en la verdad, no servirá de nada.
      Como dice el proverbio, 'los niños son el espejo de los padres'.
      Si ustedes no pueden entender por qué sus hijos son lo que son, en la mayoría de casos ustedes son la causa.
      Si oran acerca de cómo deben cambiar para que puedan criar a sus hijos en la verdad, tendrán las respuestas.
      Ahora, al escuchar este mensaje, espero que los estudiantes no piensen de la siguiente manera: "Claro, este mensaje es realmente mi caso. Debo tener deficiencias por culpa de mis padres y mis circunstancias".
      Esto no significa que definitivamente tendrán deficiencias del cuerpo si es que tienen circunstancias desafortunadas.
      Los resultados pueden ser muy diferentes de acuerdo a sus corazones y esfuerzo.
      Además, ser criados en un buen ambiente no garantiza que sus hijos no tendrán deficiencias.

      Hay también muchas personas que han crecido en circunstancias indeseables pero se convierten en grandes personas.
      Es porque llenaron sus carencias con pensamientos positivos, buen corazón y un incesante esfuerzo, aun en situaciones desfavorables.
      Por ejemplo: supongamos que su padre pierde su temperamento al embriagarse.
      Entonces, si ustedes piensan: "Odio haber nacido en esta familia, es deprimente; ya no quiero vivir aquí", ¿será correcto pensar de esta manera?
      O, no será correcto si ustedes piensan: "En realidad mi padre no quiere hacer esto; él está pasando por un momento muy difícil; voy a tratarlo de mejor manera".
      Ustedes tienen el amor de Dios y la Palabra de verdad que les muestra el camino correcto.
      Ustedes pueden mantenerse en la Palabra de Dios y escoger el buen camino en cualquier situación.
      Entonces, no formarán deficiencias del cuerpo sino que podrán engrandecer sus corazones por medio de estas circunstancias indeseables.
      Es sólo que, si ustedes no han experimentado algo, normalmente debido a ese tipo de entorno, pueden darse cuenta de esa parte y rellenarla con la verdad.

      Entonces podrán darle gracias a Dios el Padre por otorgarles la gracia y fortaleza para que puedan darse cuenta de sus errores y luego cambiar.


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