• Deficiencias del cuerpo (4)

    [Filipenses 4:8-9]

    06-11-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Filipenses 4:8-9]
      "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros".


      [Introducción]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo.
      Esta es la cuarta sesión sobre las deficiencias del cuerpo.
      El libro de Cantar de los Cantares 4:7 (LBLA) leemos: "Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti".
      ¡Dios desea que seamos hermosos y sin defecto!
      En Filipenses 2:15-16 leemos también: "Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado".
      Si ustedes son verdaderos hijos de Dios, no deberían simplemente predicar el evangelio con palabras, sino que deberían vivir el evangelio.
      Deberían ser hermosos y libres de defecto para que la gente pueda decir que son afables y dignos de imitar.
      Para que esto sea posible, lo primero que deben poseer es la 'santidad'.
      Para llegar a ser santos, deben despojarse no solo de las grandes raíces de pecado, sino también de las manchas y faltas insignificantes.
      Para que ustedes puedan estar completamente libres de faltas, estoy predicando esta serie de mensajes sobre las deficiencias del cuerpo.
      ¿Pueden explicar lo que son las deficiencias del cuerpo?
      Las deficiencias del cuerpo se refieren a la condición en la que se carece de la habilidad mental o física básica, o el estado en el que se tiene emociones significativamente distintas a los demás debido a que no se ha pasado por el proceso que se tendría que haber pasado por medio de las fases que involucran el ver, sentir y actuar.
      En otras palabras, se desarrolla deficiencias del cuerpo porque se carece del conocimiento que se adquiere al ver, escuchar y aprender, o mediante los sentimientos, experiencias o el proceso en sí de hacer las cosas.
      Quizás se carezca de la habilidad de sentir afinidad con los sentimientos de los demás, de discernir entre lo bueno y lo malo o de tener la fuerza de voluntad para practicar la verdad y el dominio propio, incluso en los modales apropiados del diario vivir.
      En la última sesión les di algunos ejemplos de casos en los que los padres no educan a sus hijos apropiadamente y con rectitud.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Ahora, ¿qué tipo de deficiencias del cuerpo podemos encontrar comúnmente entre las personas?
      Podemos hallar deficiencias en las emociones, el pensamiento, en la manera de hablar con los demás, en sus actitudes y comportamiento.
      Algunos de estos ejemplos coinciden con las explicaciones de la última sesión, pero vamos a analizarlos uno por uno.
      Primero: deben examinar cómo hablan con los demás.
      Algunas personas hablan con una voz excesivamente elevada y emocionada.
      Parece que están teniendo una pelea o un debate, como si se estuvieran enojando; sin embargo, ellos no se dan cuenta de ello.
      Otras personas habitualmente hablan como si estuvieran enseñando o reprendiendo a los demás.
      En muchos casos, ellos realmente tienen trabajos de enseñanza en escuelas o colegios.
      Ya que constantemente enseñan a niños, tienen las mismas actitudes de enseñanza aún cuando interactúan con sus colegas o autoridades. Hablan con ellos como si les estuvieran dando instrucciones.
      Algunas personas hablan con sus rostros muy rígidos; hablan sin sonreír.
      Ellos no tienen la intención de ser fríos, distantes u ofensivos, sino que simplemente tienen expresiones faciales y actitudes que quizás causan incomodidad a los demás.
      Aparte de esto, algunas personas golpean ligeramente o señalan con su dedo a los demás, murmuran y no hablan de manera clara, hablan muy deprisa y no se expresan con claridad como si no sintieran hacerlo, miran a su alrededor sin enfocarse en su conversación, continúan hablando acerca de cosas que a los demás no les interesan y los aburren.
      Si ustedes no escuchan a las demás personas hasta que terminan de hablar sino que las interrumpen y simplemente dicen lo que quieren, o si dan respuestas irrelevantes dentro de sus pensamientos, es también una manera inadecuada.
      Eso significa que no están interesados en lo que la otra persona les está diciendo. Después de todo, significa que no respetan a aquella persona.
      Por otra parte, quizás fuercen a la otra persona a que también interrumpa cuando están hablando.
      En una situación urgente, deben de manera rápida y precisa decir lo que tengan que decir; sin embargo, algunas personas son muy lentas e imprecisas.
      En este tipo de situaciones urgentes, si esa persona tiene que seguir escuchándolo debido a que usted es muy lento, ¡cuán incómoda se volverá esa situación para ella!
      Por lo tanto, no debe seguir solo hablando, diciendo lo que usted quiere decir, sino que debe ver la situación y reacciones de los demás.
      Algunas personas eliminan fácilmente las maneras respetuosas de hablar en sus conversaciones, o no utilizan expresiones honoríficas correctamente.
      Quizás ustedes piensen que están siendo amistosos con ellos, pero posiblemente ellos lo malinterpreten.
      Si no son lo suficientemente cercanos o si esa persona es un anciano o una persona mayor, obviamente deben tener mucho cuidado.
      Mientras están conversando con los demás no deben contestar su teléfono o revisar los mensajes de texto sin pedir antes que los disculpen.
      Si van a hablar con alguien importante, lo apropiado sería apagar su celular desde un comienzo.
      O, si es que deben dejarlo encendido debido a un asunto urgente, es una falta de respeto para la otra persona tomar su celular o revisar sus mensajes de texto sin antes pedir permiso para hacerlo.
      Aquellas personas que no cuidan sus modales en tales situaciones, también permiten que sus celulares suenen o incluso hablan durante el servicio de adoración.
      Las deficiencias en sus relaciones con los demás se observan como mala educación delante de Dios.
      Algunas personas hablan en voz alta entre sí o en el teléfono en el metro, en los autobuses o en lugares públicos y causan interrupción a los demás.
      Cuándo ustedes se saludan, ¿tienen una postura apropiada y una voz clara?
      Si ustedes solo murmuran y asienten con sus cabezas siendo tímidos, en realidad no podrán mostrar su corazón en un saludo.
      Sin embargo, si doblan la cintura demasiado inclinándose como si se estuvieran humillando, o si van a una oficina silenciosa y en voz muy alta saludan a la persona con la que se reúnen, puede ser incómodo o causar que la persona sienta vergüenza.
      Si ustedes llaman a la casa u oficina de alguien y comienzan a pedir mucha información sin antes identificarse, o si simplemente dicen lo que tienen que decir, no son buenas costumbres para hablar por teléfono.
      Si hablan con el público, no deben hacer caras ni tampoco tocarse la cabeza o su rostro constantemente.
      Es también bueno cambiar sus hábitos tales como: no tener una buena postura al sentarse o al caminar, hacer mucho ruido cuando caminan o arrastrar sus zapatos, de manera ruidosa cerrar cajones y puertas o dar patadas para cerrarlas, romper cosas por su manipulación descuidada sin precaución, chocar con algo o alguien, o caerse por no actuar con calma, hacer un fuerte ruido al cerrar la puerta y sorprender a las personas o al salir dejar la puerta abierta, mover las piernas o morderse las uñas.


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