[Juan 6: 53]
22-07-2007 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
Juan 6: 53
“Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”
Amados hermanos y hermanas en Cristo, miembros de más de 6,000 iglesias filiales en Corea y alrededor de todo el mundo incluyendo los Estados Unidos, Canadá, Perú, Honduras, Bolivia, El Salvador, Argentina, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, China, Japón, Pakistán, Nepal, Indonesia, las Filipinas, Taiwán, Sri Lanka, Malasia, India, Mongolia, Israel, Egipto, Kenia, Uganda, República Democrática del Congo, Gabón, Angola, Burundi, Rwanda, Nigeria, Tanzania, Botswana, Suazilandia, Cote d’Ivoire, Sur África, El Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Rusia, Belarus, Ukrania, Estonia, Kazajstán, Dagestán y miembros de santuarios locales, aquellos que asisten al servicio en el Internet alrededor de todo el mundo, y audiencia de Televidentes,
Esta es la 25a (Vigésimo quinta) sesión de la serie de conferencias del ‘Cielo’.
En la última sesión, les dije sobre el segundo caso en el cual es otorgado el Paraíso como el lugar de morada eterno.
Este era un caso donde alguien había sido un Cristiano por un largo período de tiempo pero no creció en fe sino que permaneció en el primer nivel de fe. Como ejemplos, les hablé a cerca de dos situaciones y por qué ellos no pudieron ir a otro lugar sino al Paraíso. Un caso era Sara, una figura Bíblica que fue la esposa de Abraham, y el otro era un hombre que murió siendo un miembro de nuestra iglesia.
Este día, les daré un ejemplo más de esta segunda situación en la cual se da el Paraíso, y continuaré explicándoles un tercer caso en la cual también se entrega el Paraíso.
En esta sesión, hablaré sobre dos personas, y me gustaría que ustedes revisaran, si ya sea ustedes o sus hijos, tienen la misma clase de fe que esta gente tiene.
Si se encuentran a ustedes mismos poseyendo esta clase de fe, espero que se esfuercen con persistencia y trabajo duro a partir de este momento, porque aún no es demasiado tarde.
Yo oro en el nombre del Señor que ustedes amarán a Dios apasionadamente, y que como evidencia de su amor sincero, guardarán gozosamente Sus mandamientos y su fe crecerá rápidamente de manera que serán mucho más amados por Dios Padre.
Principal
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, permítanme darles un ejemplo más de aquellos que han sido Cristianos por un considerable período de tiempo pero permanecían en el primer nivel de fe cuando murieron, por lo cual les fue entregado el Paraíso como su lugar de morada eterno.
Esta hermana de quien voy a hablar, había estado asistiendo a la iglesia desde que era una niña, y había escuchado el evangelio de la santidad y había visto las obras del poder de Dios durante un buen tiempo.
Pero adquirió una enfermedad muy seria y no recibió sanidad. Finalmente murió.
Ella estuvo asistiendo a la iglesia desde que era muy joven, entonces, ¿Por qué no fue a otro lugar, y solamente pudo llegar al Paraíso?
Esto fue porque, cuando ella escuchó la palabra de Dios, solamente lo escuchó, y cuando vio las obras del poder de Dios, solamente las vio, y nada más.
Ella no trató de incrementar su fe ni anheló hacerla su propia fortaleza. No anheló por el espíritu ni trató de cultivar su corazón como espíritu.
Ella no amó a Dios apasionadamente; no trató de vivir más perfectamente por la palabra de Dios; y sus esfuerzos para cambiar a la verdad por la palabra de Dios fueron mínimos.
Desde que era una niña hasta que había crecido como una joven adulto, hizo las cosas según las circunstancias prevalecían. Simplemente asistió a la iglesia porque los miembros de su familia asistían a la iglesia. Cantaba alabanzas porque podía hacerlo bien. Esta es la forma cómo ella usó el tiempo que le fue dado.
Asistir a la iglesia y alabar a Dios era solamente su rutina desde que era una niña, y no hizo estas cosas con fe o porque realmente amara a Dios.
Existen niños en el mundo que se involucran en varias actividades por consejo de sus padres. Por ejemplo, si ellos pueden cantar bien, podrán unirse al coro o al grupo de alabanza. Y esta hermana creció en el ambiente de la iglesia, y podía cantar bien, así que simplemente tomó la posición de alabar a Dios.
Pero debido a que no tenía una fe y amor verdaderos, los cuales son realmente muy importantes ante Dios, sus acciones no podían ser ofrecidas a Dios.
La única diferencia con la gente del mundo era que ella estaba cantando en una iglesia, y lo que hacía no era diferente de la gente del mundo.
Normalmente, nosotros usamos las expresión, ‘una persona que nació Cristiana’, pero frecuentemente tales personas no tienen fe cuando son inspeccionados por la palabra de Dios.
Algunas ‘personas nacidas Cristianas’ no viven como cristianas y es vergonzoso llamarlos Cristianos. En tales casos, podemos comprender que el mejor ambiente para llevar una vida en fe no fue realmente bueno para su crecimiento espiritual.
Su motivación para empezar una vida en fe no vino de su interior sino que era solamente el medio que la rodeaba, más específicamente fue debido a sus padres, y de esta forma, ella carecía de fervor.
Además, ella nunca tuvo que vencer la persecución a causa de su fe. Solamente siguió los deseos de sus padres, frecuentemente de mala gana; en el ambiente que fue criada.
Pero afortunadamente, siguió los deseos de sus padres y también cumplió con algo de trabajo para Dios. Sin embargo, carecía de fe espiritual que pudiera ser reconocida por Dios.
Un día, debido a un vínculo espiritual entre miembros de la familia, ella adquirió una enfermedad. Para vencer esta prueba, tenía que mostrar su propia fe.
Incluso en estas pruebas causadas por ataduras espirituales, ella podría haber vencido si hubiera tenido una fe firme. Pero, este no era su caso. Había escuchado la palabra por mucho tiempo, así que conocía que tenía que vencer el problema con fe, pero cuando fue confrontada con un problema personal, ella carecía totalmente de fe espiritual.
Fue solamente cuando estaba sufriendo de una enfermedad que reconoció que ella no tenía fe, y desde ese momento, trató de obtener fe verdadera.
Como resultado, la fe espiritual empezó a brotar, y con esa fe pudo ser salvada.
Deben revisar cuidadosamente si ustedes o sus hijos están llevando esta clase de vida en Cristo.
Solamente por seguir a sus padres desde su niñez y por hacer algo de trabajo para Dios no les garantiza su salvación.
Romanos 10:9-10 nos dice con seguridad, “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación”.
Los niños de cinco años de edad y mayores tienen que tener fe personal para creer sinceramente en la providencia de la cruz de Jesús Cristo y de Su resurrección.
Ellos deben tener amor espiritual en sus corazones para que sólo con cantar alabanzas y pensar en la cruz de Jesús, puedan derramar lágrimas de agradecimiento.
Ellos deben ser capaces de orar por ellos mismos, y cuando realicen sus deberes en la iglesia, tal como alabar o cualquier otra tarea voluntaria, deben tener fe verdadera y hacerlo con agradecimiento por el amor de Señor.
Ya que ellos están en el ambiente de la iglesia todo el tiempo y oyen lo que se habla y ven lo que está para ser visto, podemos pensar que ellos tienen fe, pero ésto más bien es algo que se ha vuelto una rutina hecha por hábito. No obstante, la verdadera fe no es dada solamente por estar en dicho ambiente.
El pasaje de este día en Juan 6:53 dice, “Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”.
Para crecer físicamente, no solamente tenemos que comer bien, sino que la comida tiene que ser digerida también. Para crecer en espíritu, tenemos no solamente que oír sino que tenemos que escuchar y entender la palabra de Dios, la cual es la comida de vida. Entonces tenemos que mostrar la Palabra como acción. Al punto que actuemos de esta forma, nuestra fe crece.
Ustedes tienen que tener fe espiritual que esté acompañada por obras, aunque sea tan pequeña como una semilla de mostaza para que puedan recibir salvación.
Con una fe muerta que no está acompañada por obras, es decir fe como conocimiento, usted no puede recibir salvación no importa cuanto conocimiento tenga. Fe y salvación forman una relación bilateral entre usted y Dios. Solo cuando su fe es reconocida por Dios, puede recibir salvación. Por favor recuerde este hecho muy bien.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, la tercera situación en la cual se otorga el Paraíso como lugar de morada eterna es cuando una persona recae en la fe debido a las pruebas y dificultades.
Esta situación de retroceder al Primer Nivel de Fe puede ser clasificada por dos condiciones específicas.
Primero es donde las personas suben al segundo o tercer nivel de fe, pero en una prueba han caído y retrocedido al primer nivel de fe de nuevo.
El otro caso es donde las personas cometen pecados que no pueden ser perdonados tales como la blasfemia contra el Espíritu Santo o que son marcados repetidamente por obras de la carne, y entonces, no pueden ser salvados, pero con la especial gracia y compasión de Dios, ellos apenas alcanzan la puerta de la salvación.
En ambos casos, considerando su historia en la fe y su posición en la iglesia, ellos deberían estar por lo menos en la roca de fe en el tercer nivel de fe. Pero debido a que decepcionaron tanto a Dios al cometer las obras de la carne u otros pecados que son similares a eso de los no creyentes, ellos perdieron su fe.
Ahora, el primer caso es donde ellos tienen apenas la más mínima cantidad de fe para ser salvados, pero el segundo caso es donde ellos no tienen nada de fe ni siquiera para recibir salvación.
Hablando numéricamente, digamos que usted puede ser salvado cuando su fe esta en el 1. En el primer caso, ellos solían tener fe tanto como 2 o 3, pero retrocedieron al 1 de nuevo.
Por otro lado, en el segundo caso, ellos perdieron toda su fe, así que no tienen nada de fe para recibir salvación, y por encima de esto, ellos levantaron paredes de pecado contra Dios con pecados imperdonables, de manera que alguien puede decir que ellos tienen un número negativo en la fe.
No obstante, con el especial perdón y el amor de Dios, ellos fueron perdonados por sus pecados y llegaron a recibir salvación. Ya les dije que hay tres diferentes niveles en el Paraíso, y aquellos que son salvados de esta manera pertenecerán al nivel más bajo del Paraíso, y permanecerán en las orillas del Paraíso por siempre.
Les hablaré sobre este caso en la siguiente sesión. En esta sesión, les hablaré sobre el caso donde ellos tuvieron buena fe por algún tiempo, pero en la pruebas cayeron y regresaron al primer nivel de fe. Este es el mismo caso donde su primer amor se había enfriado y nunca se recuperó.
Las personas dan excusas de por qué perdieron su primer amor. Algunos dicen que fueron ofendidos por alguien, y otros dicen que tuvieron situaciones muy difíciles que no pudieron superar.
Pero la mayor y más fundamental razón de haber perdido su primer amor es que miraron y regresaron al mundo de nuevo. Esto se debe a que empezaron a tomar de nuevo la carne, la cual habían estado desechando desde que se hicieron Cristianos.
Aún cuando usted anhela el espíritu y corren diligentemente, si empieza a mirar hacia el mundo auque sea por un momento y lo toman de nuevo, caerán en la carne. 1 Juan 2:15 claramente nos dice: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”.
Usted no puede amar a Dios y al mundo. Al grado que ame el mundo, su amor por Dios disminuye.
La iglesia en Efeso, mencionada en el libro de Apocalipsis recibió reprensión de nuestro Señor por perder su primer amor.
Apocalipsis 2:4-5 dice, “Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio; si no, vendré a ti y quitaré tu candelero de su lugar, si no te arrepientes”
Quitar el candelero significa, a nivel personal, que Dios quitará al Espíritu Santo de su corazón. Si el Espíritu Santo en usted es quitado, usted no puede recibir salvación.
De allí que, si usted ha perdido su primer amor, tiene que arrepentirse antes que el Espíritu Santo sea quitado y tenga las primeras obras.
Con el amor y la pasión que usted tuvo al principio, tiene que continuar viviendo por la palabra de Dios, orar y trabajar fielmente para el reino de Dios.
Nuestro Señor dice a aquellos que han recuperado sus primeras obras en Apocalipsis 2:7, “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios”
Esto significa que Él no les quitará el Espíritu Santo, sino que los salvará.
Pero ésto no significa que todos aquellos que perdieron su primer amor y luego lo recuperaron se ganarán solamente el Paraíso. Al grado que ellos circunciden su corazón y cultiven un verdadero corazón, Dios Padre también les guiará a la fe perfecta, para que ellos puedan arrebatar un mejor lugar de morada celestial.
Les presentaré a una señora creyente que perdió su primer amor. Mientras se encontraba recuperándose de ese estado, se enfrentó a otra prueba que era similar a la que le hizo perder su primer amor, pero continuó sin enfrentarla con la fe.
Ella debió haber circuncidado su corazón con un amor más ferviente que el primer amor para construir la fe espiritual, pero permaneció en el primer nivel de fe. Finalmente murió, y recibió solamente la salvación vergonzosa.
Como una líder de distrito, había sido alguna vez muy fiel para el reino de Dios.
A pesar de ser una mujer, su ingreso mensual era generalmente de 7 (siete) u 8 (ocho) millones de wons, o incluso arriba de 10 (diez) millones. Entonces ella dijo que se había vuelto muy ocupada y empezó a descuidar el trabajo de Dios, y frecuentemente se apartaba de orar.
Su amor por Dios cambió al amor por el dinero de este mundo.
Mientras tanto, se enfermó, y cuando fue diagnosticada era ya el estado final de cáncer uterino. Las células del cáncer se habían regado al riñón, y su probabilidad de vida aún después de una operación era menos del 10% (diez por ciento). Solamente después de esto ella reconoció que había hecho mal y llegó al arrepentimiento.
Cuando vino a recibir mi oración, traté de hacerla comprender.
“Diaconisa, usted solía ser una líder de distrito, y cuando empezó a ganar mucho dinero, ya no trabajó más para Dios. Vino a las reuniones de oración de Daniel casi al final y sólo se sentó por un momento. Usted dijo que estaba ocupada. Entonces, ¿Qué puede decir Dios?
‘Mi hija, antes solías ser fiel a Mi reino, pero ahora, pasas mucho tiempo ganando dinero, y poco tiempo en oración. Ya no estás haciendo la tarea de líder de distrito. Yo te he dado incluso la vida de Mi único Hijo, y ¿qué haces tú por Mí?’ ¿Qué si Dios le hablara de esa manera, cómo le respondería?
¿Diría usted, ‘yo he ganado mucho dinero y he dado diezmos aumentados’? ¿Diría usted, ‘hice obras misioneras y di ofrendas’? ¿Está Dios pidiéndonos que demos ofrendas porque Él no tiene dinero?
Los cielos y la tierra fueron creados por la palabra de Dios Padre, y ¿Qué puede Él necesitar?
Lo que Dios realmente quiere no es eso.
Dios quiere que su alma sea prosperada. Él quiere que usted sea fiel al reino de Dios para que almacene más recompensas y que entre en el reino de los cielos y viva feliz para siempre. Eso es lo que Dios más quiere.
Cuando le dije ésto, ella reconoció en lo profundo de su corazón y habló en palabras de arrepentimiento.
“Viviré solamente por el reino de Dios y Su justicia, por favor déme la tarea de líder de distrito una vez más”
Ella dijo que estaba arrepintiéndose no sólo con palabras, sino que produciría el fruto de arrepentimiento con sus acciones.
Ella se arrepintió totalmente de esta manera y recibió mi oración, y fue diagnosticada nuevamente en el hospital, y el cáncer se había ido completamente sin ningún rasgo.
Se dio cuenta que estaba completamente sanada y me dijo que pararía su negocio para concentrarse en la tarea de líder de distrito.
Ya que entendió del gran gozo y bendición que era trabajar para Dios, ella sólo quería hacer el trabajo de Dios.
Pero ella no tenía un esposo, y no había ganado lo suficiente para sobrevivir, así que la detuve a que renunciara totalmente a su negocio.
Le pedí que encontrara una forma de hacer la tarea de líder de distrito al mismo tiempo que su negocio. Así que, decidió trabajar solamente por dos días a la semana, y dejar su negocio en manos de otra persona los demás.
Ya que había recibido tan grande gracia, ¡cuan agradecido estaba su corazón y cuan fielmente trabajaba! Pero ella finalmente murió en el período de dos años, y recibió solamente la salvación vergonzosa para ir al Paraíso.
Les explicaré por qué las cosas suceden de esta forma, en la siguiente sesión.
Conclusión
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el pasaje de este día, “si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”. Y por favor entiendan que esto es absolutamente verdadero y que será cumplido tal como dice.
Si no toma la Palabra de Dios, la cual es la carne del Hijo del Hombre, y si no vive en la luz, que es tomar la sangre del Hijo del Hombre, usted no tiene vida en usted, y por lo tanto no puede recibir salvación.
Tomar la palabra de Dios es llenar nuestro corazón con los elementos espirituales de la Palabra de Dios.
Tenemos que llenar nuestro corazón con bondad, amor, mansedumbre, compasión, etc. Y desechar la maldad y el odio y otras cosas que solían estar en nuestro corazón. Esto es comer la carne del Hijo del Hombre. Beber la sangre del Hijo del Hombre es caminar en la luz siguiendo el consejo de la verdad.
De igual forma, solamente aquellos que comen la carne y beben la sangre del Hijo del Hombre ganarán vida verdadera y salvación.
Aquellos que comen lo más que pueden de la carne y beben lo más que pueden de la sangre del Hijo del Hombre tendrá mayor fe, y ellos irán a mejores lugares de morada en el cielo.
Por lo tanto, deseo que ustedes reconozcan que llenarse ustedes mismos con los verdaderos contenidos espirituales es mucho más importante que las acciones que son vistas solamente con los ojos.
Yo oro en el nombre del Señor que ustedes diligentemente coman la carne y beban la sangre del Hijo del Hombre y su fe crecerá rápidamente día a día para alcanzar la medida completa de Cristo, de manera que hereden la Nueva Jerusalén como su eterno lugar de morada.
[Amen]