• Raíz de amargura, y la Santificación

    [Job 4:8]

    13-11-2011 | Rev. Jaerock Lee

    • Escritura

      Job 4:8
      "Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran injuria, la siegan".


      Amados hermanos y hermanas en Cristo y televidentes de GCN:
      Tal como lo expresa la letra de la alabanza inspirada por Dios 'Sincera esperanza', todos tenemos una esperanza sincera en el corazón.
      Esta es la de ver al Señor y alcanzar un buen corazón.
      Esta es la esperanza que nuestro Señor nos ha dado a todos nosotros.
      Pero desafortunadamente, muchos han perdido alguna vez esta esperanza.
      Solían estar alejados de la esperanza de ver al Señor por causa de los pecados que despojan de la salvación y de los que llevan a la muerte.
      Aun así, Dios hizo brillar un rayo de luz de esperanza una vez más.
      El 25 de diciembre de 2010 Dios el Padre les concedió gracia inmensa y sorprendente.
      Al arrepentirse de corazón, Dios pudo perdonarlos de los pecados que llevan a la muerte.
      Pudieron ser liberados de la pesada carga del pecado y se restauró la esperanza de ver al Señor al alcanzar un buen corazón.
      Durante el 'Seminario para Líderes de células' realizado en julio, no solo descubrieron y demolieron su ser, sino que adquirieron la confianza para sumergirse en el espíritu y espíritu completo.
      Esto se debe a que vieron a muchos a su alrededor levantarse sobre la roca de la fe o alcanzar el nivel de fe del espíritu, o sumergirse en el espíritu.
      Otra razón fue el haber escuchado las buenas noticias: el cambio espiritual se ha facilitado por causa de las luces tipo aurora, es decir, las luces originales de Dios.
      Dios también prometió que muchos de ustedes lograrían alcanzar el nivel de espíritu y espíritu completo dentro de este año, y esto los llenó de esperanza.
      Hoy muchos de ustedes se han aferrado a la promesa y corren con entusiasmo la carrera de la fe con ayuno y oración.
      Sin embargo, ¿hay alguno entre ustedes que se siente desalentado y se pregunta por qué, a diferencia de otros, no logra sumergirse en el espíritu después de solo un año, o uno o dos meses después de decidirlo?
      Anhelo que comprendan las razones por medio de este mensaje.
      Ruego en el nombre de nuestro poderoso Señor Jesucristo, que ustedes obtengan la certeza de que pueden entrar al espíritu y espíritu completo lo más pronto posible.

      Amados hermanos y hermanas:
      ¿Por qué su corazón está dispuesto a entrar en el espíritu pero ustedes no lo logran con rapidez?
      La velocidad para sumergirse en el espíritu difiere según la profundidad de las raíces de pecado.
      En otras palabras, difiere de acuerdo a cuán ancho es el muro de pecado ante Dios.
      Si ustedes piensan que son lentos, deben examinar este aspecto y entonces obtendrán respuestas.
      Las 'raíces profundas de pecado' conciernen a la naturaleza pecaminosa arraigada en lo profundo del corazón.
      Jesús comparó nuestro corazón con los campos.
      En los campos de nuestro corazón se puede plantar verdad y bondad o falsedad, pecado y maldad.
      Si se ha plantado pecado y maldad, desarraigarlos se puede tornar fácil o difícil según la profundidad de la naturaleza pecaminosa.
      Esto es algo semejante a las plántulas de arroz; una semana después de haber sembrado las plántulas en los campos, se las puede desarraigar con facilidad incluso al hacer ondas en el agua.
      Lo mismo ocurre al despojarse del pecado.
      Cuando se comete pecados leves, si uno se arrepiente inmediatamente y cambia, los pecados no se arraigarán en el corazón.
      Supongamos que una niña va al preescolar. Ahí aprende acerca del Infierno y que no debe mentir.
      Pero de repente se encuentra diciendo una mentira.
      Entonces se siente muy asustada.
      Toma la firme decisión de no volver a mentir jamás.
      Ella dijo una mentira, pero debido a que se arrepintió de inmediato, la naturaleza pecaminosa de la mentira no se plantó en su corazón.
      Cuando su abrigo o su cuerpo se ensucia con polvo, si lo limpia inmediatamente, puede volver a estar limpio.
      Lo mismo se aplica a la limpieza de los pecados.
      De este modo, si se alejan velozmente de los pecados, no se construirá un muro de pecado entre ustedes y Dios.
      Esto se debe a que lo destruyen de inmediato.
      Sin embargo, aunque no se plante la naturaleza pecaminosa en el corazón mediante los pecados cometidos por la persona, se debe sufrir pruebas para alejar la naturaleza pecaminosa heredada.
      Básicamente, el hombre nace con el pecado original que hereda de sus padres.
      Los que han nacido dentro de la fe y han crecido en la verdad pueden entrar fácilmente en el espíritu al eliminar la maldad que contiene su naturaleza pecaminosa.
      Ya que no han aceptado las cosas del mundo ni han disfrutado de los placeres del pecado, pueden alejar el pecado y la maldad sin dificultad.
      No tendrán que recibir pruebas duras como Job ni necesitarán batallar contra el pecado.
      La mayoría ya se habrán levantado sobre la roca de la fe, pero no lograrán el nivel del espíritu porque no sabrán cómo sumergirse en él o porque tienen pocas deficiencias del cuerpo.
      Solo si descubren estos aspectos alcanzarán de inmediato el nivel del espíritu.
      Si examinan su ser y descubren qué desechar, les será fácil y rápido desarraigar la naturaleza pecaminosa, así como se desarraigan las plántulas de arroz recién sembradas.
      Actualmente es aún más fácil porque Dios los está cubriendo con la luz original y hace caer sobre ustedes lluvias de gracia.
      Pueden despojarse de cada pecado y maldad que descubran, y así podrán entrar al espíritu en poco tiempo.
      En realidad pocos miembros han alcanzado el nivel del espíritu tan solo uno o dos meses después de haberlo decidido.

      Amados hermanos y hermanas:
      Las cosas son muy distintas cuando cometen pecados y no se arrepienten sino que los siguen practicando una y otra vez.
      La naturaleza pecaminosa se planta en el corazón en medio de la constante práctica del pecado.
      Las plántulas de arroz que se plantaron hace un mes, no se pueden desarraigar con facilidad.
      Tienen sus raíces en la tierra y el número de tallos es de tres, cuatro, siete u ocho.
      Estos tallos sí se pueden desarraigar si se los saca con fuerza.
      De la misma manera, si toman la decisión de alejarse del pecado, no tendrán dificultad para hacerlo.
      Sucede lo mismo cuando su cuerpo o ropa está sucia con aceite o aguas residuales difíciles de eliminar.
      No se puede lavar con facilidad la ropa ni limpiar el cuerpo con solo una ducha.
      Se debe usar jabón y detergente, y también se debe lavar la ropa con esfuerzo.
      Solo entonces podrá estar limpia.
      Esto se debe a que su corazón no es malvado hasta cierto punto y ustedes no aman mucho el mundo, a pesar de que cometen pecados.
      Algunos de ustedes no pecan porque su corazón es malvado sino porque su soberbia es muy fuerte, o porque no viven según la Palabra de Dios con anhelo por el conocimiento de la verdad.
      Sin embargo, también es pecado ante los ojos de Dios.
      Así que, en este caso se requiere mayor tiempo para sumergirse al espíritu que en el caso anterior.
      Las personas de este caso necesitan someterse a la obediencia a la verdad con ayuno y oración ferviente.
      No obstante, no se requiere de tanto tiempo como piensan...
      ¡Un año es suficiente!
      Una hermana que ha entrado al espíritu recientemente testificó que requirió 18 meses (un año y medio).
      Hubo otro hermano que lo logró en menos de un año.
      El hermano dijo que requirió tan solo nueve meses.
      Él solía tener muros de pecado contra Dios, pero no fueron demasiado anchos para destruirlos.
      Sin embargo, él entristeció a Dios, así que tuvo que esforzarse por restaurar la confianza entre Dios y él.
      ¿Qué debemos hacer para restaurar por completo la confianza ante Dios?
      No debemos cometer pecados nunca más.
      Al eliminar la naturaleza pecaminosa del fondo del corazón y llegar a ser una persona de espíritu se podrá restaurar Su confianza por completo.

      Amados hermanos y hermanas:
      Si han cometido pecados graves repetidamente, jamás les será fácil entrar al espíritu, a diferencia de los dos casos anteriores.
      Después de tres o cuatro meses de haber plantado las plántulas de arroz, los tallos llegan a tener raíces profundas en la tierra del campo.
      Muchas raíces pequeñas se fijan con firmeza al suelo de modo que no se pueden sacar los tallos con fuerza.
      En este sentido, ¿qué debe hacer el agricultor cuando los tallos de arroz producen mazorcas y maduran el momento de la cosecha?
      Debe cortar los tallos con una hoz en lugar de desarraigarlos.
      Se puede comparar esto con el polvo que se mezcló con el cuerpo y se hizo sólido.
      Es lo mismo cuando una prenda blanca se ha visto gravemente manchada con tierra y casi se torna negra.
      En esa condición no podrá ser limpiado con ayuno y oración solo una o dos veces, y aquella prenda no puede lavarse una vez y hacerse blanca.
      Se debe continuar lavándola repetidas veces.
      Si es necesario se debe usar agua caliente y algún detergente especial para lavar la prenda con eso y sacar la mancha.
      En lo espiritual se debe recibir gracia especial en su tiempo y desarraigar las raíces de pecado.
      Esto se debe a que la naturaleza pecaminosa ha sido plantada en el corazón de manera profunda y con fuerza.
      En Hebreos 4:12 leemos: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón".
      Las 'coyunturas' se refieren en lo espiritual a los criterios formados cuando la soberbia se solidifica.
      Los 'tuétanos' conciernen a las raíces de maldad atascadas en lo profundo del corazón.
      El verso anterior nos dice que los criterios y naturaleza pecaminosa del hombre se pueden atascar en la profundidad del corazón y el pensamiento.
      La maldad no es plantada tan solo en el alma y el espíritu, esto es en el pensamiento y corazón.
      El pecado y la maldad se mezclan en las coyunturas de los huesos y en los tuétanos, la parte interna del hueso.
      El sentimiento del pecado se planta en el cuerpo y este se torna adicto a pecados tales como el alcoholismo o la drogadicción.
      Los alcohólicos experimentan que su cuerpo pide alcohol, aunque ellos batallan por dejarlo.
      Si ellos dejan de beber, se presentan los síntomas de la abstinencia:
      Temblor, escalofrío, molestia e incomodidad.
      Estos síntomas desaparecen el momento que beben.
      Lo mismo sucede con el hábito de fumar.
      Los adictos al tabaco experimentan indigestión, dolor de cabeza, insomnio y depresión cuando dejan de fumar.
      Por esta razón, un gran fumador continúa fumando a pesar de que pierde su buena salud, sus dientes se tornan amarillos y deja de ser bienvenido por aquellos a su alrededor.


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