[Juan 6: 55]
20-11-2011 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Juan 6: 55]
"Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida".
El Domingo de Acción de Gracias tiene una mayor atmósfera de un festival que otras festividades.
Solamente viendo las frutas, los granos y los vegetales, ustedes pueden recordar el amor de Dios que se ha derramado sobre ustedes a lo largo del año, y no pueden evitar hacer confesiones de agradecimiento y ofrecimientos de acción de gracias.
Cuando Él ve a aquellos de ustedes que se han congregado aquí para adorarlo, creo que Dios Padre también está muy complacido.
Generalmente, cuando los padres hacen un sacrificio para dar a sus hijos ellos no escatiman nada. Incluso si están hambrientos, se sienten felices solamente si sus hijos están llenos, ellos obtienen la fortaleza para vencer cualquier cosa si solamente pueden ayudar a sus hijos a estar mejor.
Es más, si los hijos crecen bien, reconocen la gracia de los padres, les agradecen y les obedecen por amor, ¡cuán agradados tienen que estar los padres!
En este Domingo de Acción de Gracias, yo espero que todos ustedes puedan dar esa clase de gozo a Dios Padre.
Espero que ofrezcan un aroma agradable de su corazón al ofrecer su agradecimiento y alabanzas por Su gracias a lo largo del año. También espero que hagan confesiones de amor y que decidan llegar más rápidamente al espíritu.
Oro en el nombre del Señor para que Dios acepte deleitosamente su aroma y les bendiga más en espíritu y en cuerpo, y que les guíe hacia el trono del Padre en la Nueva Jerusalén.
[Mensaje Principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, la razón por la cual Dios ha creado a los seres humanos es para obtener verdaderos hijos.
Dios ha existido desde la eternidad y a lo largo de toda la eternidad. Él quería obtener a alguien con quien poder disfrutar de la gloria que llena el universo entero y poder compartir Su amor.
Antes que lleguemos al Cielo, nosotros atravesamos por muchas dificultades, enfermedades, deficiencias, pobreza, cansancio, separación y engaño, mientras estamos siendo cultivados en esta tierra.
Pero por medio de atravesar tales dificultades, aquellos que vencen con fe reconocerán el amor de Dios desde su corazón.
Ellos comprenden que los dolores de esta tierra fundamentalmente provienen del pecado, así que sienten lo malo que es el pecados, y eligen vivir en la verdad por su propia voluntad.
A diferencia de Eva, quien fue tentada por la serpiente, ellos nunca sucumbirían voluntariamente a ninguna tentación del pecado.
Cuando eventualmente lleguen al Cielo, disfrutarán de felicidad eterna con gozo y complacencia.
Hasta que podamos disfrutar de la verdadera felicidad del Cielo, es el amor de Dios el que nos ha permitido sufrir dificultades momentáneas en esta tierra.
Y no debe haber malos entendidos aquí.
Esto no significa que los hijos de Dios tienen que sufrir constantemente de pruebas y dificultades durante sus vidas en esta tierra.
Aquellos que viven en pecados se convierten en la presa del enemigo el diablo y no pueden hacer más que sufrir a causa de diversos desastres.
Pero los verdaderos hijos de Dios no tienen que sufrir de esa forma.
Al grado que ellos guarden la palabra de Dios y vivan en la luz, Dios los protege con Sus ojos abrazadores.
Dios echa fuera las enfermedades, las pruebas o dificultades y responde a los deseos de su corazón. Dios les da abundantes bendiciones en varios aspectos de sus vidas.
Por supuesto, hay pruebas de refinamiento para que los creyentes aumenten su fe.
De la misma forma que hacemos exámenes para avanzar en nuestros estudios, cuando vencemos las pruebas, entonces nuestra fe puede crecer y podemos recibir más bendiciones.
Nosotros atravesamos por tales pruebas, pero no tenemos que sufrir por desastres ocasionados por el pecado.
Después del mensaje de este día, celebraremos la Santa Cena.
La Santa Cena es un evento para conmemorar el amor de Jesús quien dio Su carne y Su sangre por nosotros.
Por medio de la Santa Cena, Jesús quiso enseñarnos la forma de disfrutar una vida eterna y de recibir bendiciones.
El pan de la Santa Cena representa la carne de Jesús, y el vino Su sangre.
Jesús dijo que nosotros tenemos vida en nosotros cuando comemos Su carne y bebemos Su sangre.
Comer la carne del Hijo del Hombre significa espiritualmente tomar la palabra de Dios.
Juan 1:1 dice "El Verbo era Dios".
Juan 1:14 dice que el Dios que se convirtió en carne y vino a esta tierra es Jesús.
Por lo tanto, comer la carne del Hijo del Hombre es tomar la palabra de Dios.
Es cambiar el corazón malvado en el corazón de verdad y de bondad con la palabra de Dios.
Para tomar la carne del Hijo del Hombre, nosotros también tenemos que beber Su sangre.
Esto significa que cuando aprendemos la palabra de Dios, tenemos que practicar la palabra en obediencia.
Incluso físicamente, si nosotros simplemente ingerimos comida sólida sin ningún líquido, se hace difícil digerir y absorber los nutrientes.
Los nutrientes pueden ser absorbidos y los desechos del cuerpo pueden ser expulsados solamente con líquido.
En la misma forma, cuando aprendemos la verdad, la palabra de Dios, tiene que haber un esfuerzo de practicarla.
Dios nos dice hagan, no hagan, guarden, o desechen ciertas cosas y nosotros tenemos que obedecer.
Solamente entonces tales palabras se convertirán en su vida y en su fortaleza.
Las falsedades que estaban en su corazón saldrán y serán reemplazadas por la verdad.
El odio saldrá y será reemplazado por el amor.
La arrogancia será reemplazada por la humildad. El mal temperamento será reemplazado por la mansedumbre.
Nosotros podemos disfrutar de la autoridad como hijos de Dios cuando comemos la carne y bebemos la sangre del Hijo del Hombre de esta forma.
El enemigo el diablo y Satanás se irá, y por consiguiente las pruebas y las dificultades se irán.
Tendrán muchos testimonios de bendiciones que Dios está con ustedes.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, les insto a que ofrezcan a Dios Padre una profunda confesión de agradecimiento mientras les refiero tres puntos de acción de gracias antes de celebrar la Santa Cena de este día.
Primero, den gracias porque han recibido mucha gracia como hijos de Dios Padre.
Ustedes deben estar agradecidos solamente por el hecho que han aceptado al Señor y han recibido salvación, y porque han tenido un año sin ningún accidente ni desastre, entonces, ¡cuán agradecidos tienen que estar!
Al grado en que ustedes vivieron en la luz, vivieron una vida libre de enfermedades, y recibieron bendiciones financieras y tuvieron paz en el hogar y en el trabajo.
Incluso si enfrentaron una prueba, si solamente se arrepienten de lo que no era correcto a la vista de Dios, se apartan de esos caminos y llegan a la luz, los problemas pronto desaparecerán y serán resueltos.
Yo espero que ustedes ofrezcan más agradecimiento que antes de poder disfrutar abundantes bendiciones en espíritu y en cuerpo, asistiendo a una iglesia donde pueden claramente comprender y practicar la voluntad de Dios.
Segundo, den gracias porque tienen un corazón agradecido.
La gente de Dios siempre dará gracias.
Esto es, porque a pesar que ellos tienen dificultades en esta tierra, guardan la esperanza por el Cielo que no puede ser comparado con ningún dolor de esta tierra.
Ellos pueden continuar dando gracias incluso si no hay salida y las cosas nunca resultan como ellos desean en sus vidas.
Si ustedes pueden dar gracias de esta forma, esto significa que su fe ha crecido en esa intensidad.
Los nuevos creyentes podrán decir que oran con fe, pero si tienen dificultades, podrán con facilidad decepcionarse e incluso quejarse.
Podrán incluso dudar de Dios diciendo, "¿Por qué mis oraciones nunca son respondidas? ¿Acaso Dios no escucha mis oraciones?".
Pero si ustedes llegan a ese nivel de fe, de pararse sobre la roca de la fe, en el tercer nivel de fe, pueden depender de Dios, darle gracias, y tener paz ante cualquier situación.
Y esto es porque confían en el amor de Dios Padre.
Por ejemplo, cuando sus hijos hacen un examen muy importante, los padres están más nerviosos que los hijos.
Ellos desean poder tomar el sufrimiento de sus hijos en su lugar, pero no pueden. Así que, simplemente desean que a sus hijos les vaya bien en el examen y continúan estando muy nerviosos por ellos.
Si los creyentes comprenden este amor del Padre, ellos pueden recibir el consuelo de Dios Padre aun cuando estén atravesando por las pruebas.
Ellos pueden dar gracias en sus oraciones diciendo, "Padre, ¡yo puedo hacerlo! Es solamente un proceso que Tú has permitido para que yo reciba mayores bendiciones, así que, ¡yo venceré y glorificaré Tu nombre!"
Si ustedes ofrecen verdadero agradecimiento, definitivamente tendrán más cosas por las cuales agradecer.
Dios les da una fe mayor y más bendiciones.
Yo les insto a que den gracias una vez más porque Dios les ha permitido crecer para ser capaces de dar gracias.
Tercero, den gracias porque Dios les ha dado la actitud y la fortaleza de que ustedes también pueden hacerlo.
Han escuchado tantos mensajes y conocen la importancia de la santidad, por lo cual desean intensamente llegar al espíritu.
Sin embargo algunos de ustedes no se sienten cómodos porque no pueden alcanzarlo como desean.
Pero en este año, la situación ha cambiado.
Muchos de ustedes dicen, "Yo puedo sentir el amor de Dios Padre quien nos ha estado esperando por miles de años como si fuera por un día, y quien ha entregado a Su único Hijo. Yo puedo reconocer el amor del Señor quien estaba preocupado por las almas incluso cuando estaba siendo crucificado. Yo reconozco que nuestro pastor ha estado orando y sacrificándose en la marcha de la fe a causa de mí, y ahora me siento seguro que yo también puedo hacerlo".
Aquellos que solían decir, "Yo he acumulado tanta maldad y siento que es imposible santificarme", ahora cambiaron sus palabras diciendo, "Yo también puedo santificarme, y siento que también puedo ir a la Nueva Jerusalén".
De hecho, muchas personas han llegado ya y muchas más están llegando al espíritu y al espíritu completo.
Yo les insto a que den gracias a Dios una vez más por darles la seguridad que pueden santificarse y por darles la fortaleza para en realidad hacerlo.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, han sido casi 30 años desde la apertura de esta iglesia.
En cada Domingo de Acción de Gracias, yo recuerdo tantas cosas por las cuales dar gracias, pero este día, me siento emocionado.
3 Juan 1:4 dice, "No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad".
Muchos miembros de la iglesia están llegando al espíritu y al espíritu completo de lo cual yo les he estado predicando por mucho tiempo. Para un pastor a quien se le ha confiado el rebaño del Señor, no hay mayor gozo que este.
Doy gracias desde lo profundo de mi corazón pensando en este amor de Dios Padre que los ha guiado hasta aquí.
Con ustedes que han llegado al espíritu, no habrá tropiezos en la construcción del Santuario Canaán y del Gran Santuario.
Yo espero que hagan su mejor esfuerzo durante lo que resta de este año para que puedan rápidamente llegar al espíritu y alcanzar la mediad completa de Cristo.
Oro en el nombre del Señor para que, al hacer esto, cumplan toda la providencia de Dios y orgullosamente entren en la ciudad de la Nueva Jerusalén.