[Génesis 3:18-20]
16-12-2011 | Rev. Jaerock Lee
Escritura
Génesis 3:18-20
[18] Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
[19] Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
[20] Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
Este es el 79no estudio de Génesis.
En el estudio anterior terminé de explicar la primera parte de Génesis 3:18.
Ahora observemos la segunda parte del verso y también el verso siguiente.
En Génesis 3:18-19, Dios dijo: "...y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan..."
Este verso no significa que se comerá plantas únicamente.
Las 'plantas del campo' representan lo que el hombre obtiene de su 'campo' al trabajar.
Esto enfatiza una vez más que Adán debía trabajar hasta que el sudor cubriera su rostro a fin de obtener sus alimentos.
De la misma manera, se puede obtener frutos en el campo espiritual solo después de haber trabajado.
Por ejemplo: se debe orar siguiendo el ejemplo de Jesús.
Lucas 22:44 sostiene: "Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra".
Nuestro Jesús también oró de esta manera para poder convertirse en el Salvador al llevar la cruz por los pecadores.
Este tipo de oraciones pueden llegar ante Dios y hacer descender respuestas y bendiciones.
Lucas 22:43 dice que un ángel del cielo apareció para fortalecer a Jesús mientras oraba así.
El Profeta Elías oró a Dios e hizo descender la lluvia que dio fin a una sequía de tres y medio años.
No obstante, antes de tomar lugar, 1 Reyes 18:1 dice: "Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra".
Elías ya había escuchado de parte de Dios que Él enviaría la lluvia.
Por tanto, hubiera sido correcto que él orara diciendo: "Dios, por favor envía la lluvia tal como me has dicho que lo harás".
Aun así, Elías no oró con pasividad.
Oró fervientemente con fe hasta recibir la respuesta.
Esto se debe a lo que explica Ezequiel 36:36b-37: "...yo Jehová he hablado, y lo haré. Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto".
1 Reyes 18:42 describe cómo oró Elías.
Dice así: "Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas".
¿Por qué Elías oró de este modo?
Esta es la evidencia de su oración tan ferviente.
Al orar con tanto fervor, aun poniendo la vida en riesgo, se sentirá dolor como si el estómago estuviera dividiéndose, por lo que, de manera natural, uno se doblará.
Entonces, poco a poco quizá se llegue a colocar el rostro entre las rodillas.
El profeta Elías oró con este tipo de deseo y decisión de corazón.
Ahora, ¿pudo él recibir la respuesta tras haber orado solo una vez?
No, no obtuvo la respuesta.
Aunque oró dos, tres, cuatro, cinco y seis veces, no recibió una respuesta.
Después de haber orado por séptima vez, que constituye el número perfecto, finalmente obtuvo la respuesta.
Sin embargo, no se dio una gran lluvia.
Simplemente se trató de una pequeña nube, del tamaño de la palma de la mano.
Cuando Elías la vio, obtuvo certeza y se preparó para la fuerte lluvia.
Por esto, en Santiago 5:17-18 leemos: "Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto".
A pesar de que Elías era un hombre con naturaleza semejante a la nuestra, logró hacer descender la sorprendente respuesta de parte de Dios.
Y ustedes deben recordar que su secreto fue su oración que incluso puso en riesgo su vida.
Primero: ciertamente no deben tener ningún muro de pecado ante Dios a fin de recibir respuestas.
En Salmos 66:18 leemos: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado".
Aquellos entre ustedes quienes no tienen ningún muro de pecado sino que caminan en la luz, pueden pedir a Dios cualquier cosa con confianza.
1 Juan 3:21-22 dice: "Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él".
Anhelo que ustedes apliquen este principio para recibir respuestas a las oraciones de modo que obtengan la respuesta a las peticiones de oración de este año.
Ahora observemos la segunda parte de Génesis 3:19.
Dios dijo: "...porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás".
En este verso Dios dijo que Adán tendría que someterse a las leyes físicas del Primer Cielo.
Adán fue creado con el polvo de la tierra.
Pero se convirtió en un ser viviente cuando Dios sopló aliento de vida en su nariz.
Se convirtió en un ser que podía trascender la justicia del Primer Cielo, el cual es gobernado por las leyes naturales de la carne.
No obstante, al cometer pecado, la fortaleza del espíritu se desvaneció y él regresó a su condición original.
Es decir, llegó a ser un hombre de carne que no podía hacer otra cosa que seguir las leyes de la carne.
Con el paso del tiempo su cuerpo envejeció y se debilitó, y al morir su cuerpo se descompuso y regresó al polvo.
Amados hermanos y hermanas:
Una vez que la vida de su carne llega a su fin, sus cuerpos, que son como un caparazón, se tornan un puñado de polvo.
Con respecto a esto, Salmos 104:29 declara: "Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo".
Eclesiastés 3:20 dice también: "Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo".
Por lo tanto, lo realmente importante no es el cuerpo carnal que es un caparazón, sino el espíritu que es lo fundamental.
La mayor parte de la gente del mundo no comprende este hecho.
Invierten mucho en sus cuerpos, que eventualmente se van a descomponer y regresarán al polvo.
Se preocupan y piensan en lo que comerán, beberán y vestirán.
En Lucas 12:19, un hombre que corresponde a esta categoría dijo lo siguiente:
"...y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate".
Pero más adelante, en Lucas 12:20, Dios le dijo: "Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?"
Todos los bienes que él había almacenado pasarán a otra persona, y su alma caerá en el fuego del Infierno.
Respecto a esto, en Gálatas 6:8 leemos: "Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna".
Pregunto: ¿van a desperdiciar su corazón, talento, tiempo y dinero en sus cuerpos?
¿O van a sembrar para el Espíritu Santo?
Yo creo que ustedes son sabios...
Deben sembrar para el Cielo eterno, no para las cosas corruptibles de este mundo.
Al hacer esto, ruego en el nombre del Señor Jesucristo que ustedes logren disfrutar de gloria y honor en el hermoso Cielo por siempre.
Amados hermanos y hermanas:
En este estudio he explicado el castigo que recibió Adán de parte de Dios.
En simples palabras le dijo: "Tendrás que trabajar para obtener alimentos".
Por ende, él tuvo que cultivar y sembrar los campos primero para luego trabajar en la cosecha.
¿Piensan ustedes que Dios el Padre es alguien insensible?
En este castigo estaba inmerso el profundo amor de Dios.
Eclesiastés 3:13 dice así: "Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor".
La agricultura es algo muy duro para un agricultor, pero vale la pena cuando obtiene abundantes cosechas.
Puede sentir felicidad que jamás es comprendida por aquellos que disfrutan de abundancia sin esfuerzo.
Dios deseaba ayudar a Su amado Adán a sentir esta felicidad.
Esa fue la razón por la que permitió que Adán se sometiera al cultivo de la humanidad a pesar de requerir esfuerzo de su parte.
Anhelo que ustedes puedan creer que su vida misma es un obsequio de parte de Dios, sin importar qué tipo de cultivo humano enfrenten al momento.
Esto se debe a que la voluntad de Dios para ustedes es buena.
Por lo tanto, les animo a regocijarse siempre, a dar gracias en todo y a vivir sus vidas con diligencia.
Ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que eventualmente surjan como un fruto hermoso con gozo ante Dios el Padre.
Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Hasta el momento he explicado acerca de la maldición que Dios profirió sobre la serpiente, sobre Eva y sobre Adán respecto a su acto de haber comido del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Lo que ocurrió después está registrado en la escritura de esta noche.
Primero: Génesis 3:20 dice: "Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes".
Adán nombró a su esposa 'Eva'.
Esto significa 'madre de todos los vivientes'.
Esta 'madre de todos los vivientes' implica dos significados:
En primer lugar está el significado carnal;
Eva fue la primera mujer de toda la humanidad.
Todas las personas del Huerto del Edén son descendientes de Adán y Eva,
y todas las personas de la Tierra también son descendientes de Adán y Eva.
Por lo tanto, Eva se convierte en la madre de toda la humanidad.
En este sentido, a Eva se la llamó 'madre de todos los vivientes'.
En segundo lugar está el significado espiritual inmerso en el hecho de que Eva se convierte en 'madre de todos los vivientes'.
Actualmente la población del mundo es de aproximadamente siete mil millones de personas.
No todos, sin embargo, son los 'vivientes' en un sentido espiritual.
Desde la perspectiva de Dios, únicamente aquellos que poseen vida que es eterna, la vida verdadera, son los 'vivientes' en sentido espiritual.
Aquellos que no reciben el Espíritu Santo y cuya semilla de vida está dormida, están muertos espiritualmente.
Solo quienes son perdonados del pecado al aceptar a Jesucristo y nacer de nuevo con agua y el Espíritu Santo pueden obtener vida eterna y convertirse en alguien que está vivo espiritualmente.
¿Qué significa entonces el que Eva se convertiría espiritualmente en la madre de los vivientes?
Esto indica que entre los descendientes de Eva habría aquellos cuyo espíritu reviviría y alcanzaría la vida eterna.
También incluye el significado de que Adán y Eva serían salvos.
Mientras eran cultivados en este mundo, ellos se arrepintieron por completo de su pecado.
En consecuencia, lograron alcanzar la salvación.
Dicho esto, el nombre que significa 'la madre de todos los vivientes' tiene dos significados.
Amados hermanos y hermanas:
Así como hay una 'madre de todos los vivientes', también hay una 'madre de todos los muertos'.
Hablando de manera espiritual, 'los muertos' son aquellos que no reciben salvación sino que mueren.
¿Quién es entonces la 'madre de los muertos'?
Algunos de ustedes quizás estén recibiendo inspiración espiritual y comprenderán que es 'Lucifer'.
Lucifer es un ángel caído y es la cabeza de los espíritus malignos.
Lucifer intenta arrastrar hasta la última alma hacia el Infierno, por todos los medios disponibles, a través de sus siervos, Satanás, el diablo y los demonios.
Estos espíritus malignos incitan a aquellos que tienen maldad en el corazón para que arrastren a otras personas al camino de muerte.
Con respecto a esto, Jesús dijo en Mateo 23:15: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros".
Como está escrito, desde el inicio del cultivo de la humanidad, Lucifer ha dado a luz a 'hijos del Infierno' por medio de los espíritus malignos.
Por lo tanto, se puede llamar a Lucifer 'la madre de los muertos'.
Es más, Lucifer es un ser con forma femenina.
En Apocalipsis 19:2, a Lucifer se le llama 'la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación'.
Lucifer instiga a la gente para que cometa inmoralidad espiritual.
Ella hace que la gente ame el mundo más que a Dios, y los conduce a que les desagrade tener a Dios en el corazón.
Los conduce a disfrutar de los placeres del pecado y la maldad, y poco a poco los arrastra hacia el Infierno, la muerte eterna.
En 1 Pedro 5:8 leemos: "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar".
Como está escrito, ustedes deben tener siempre un espíritu sobrio y deben estar despiertos espiritualmente.
A la iglesia de Sardis, según lo escrito en Apocalipsis 2 y 3, se le dijo: "...tienes nombre de que vives, y estás muerto".
¿Hay alguno aquí que asiste a la iglesia pero que aún no ha recibido el Espíritu Santo?
O, ¿hay algunos que han cometido pecados graves y han apagado al Espíritu Santo?
Aquellos en estos casos deben arrepentirse de todos los pecados y suplicar misericordia y gracia por el perdón de sus pecados.
Al hacer esto, anhelo que se conviertan en hijos de Dios que poseen la vida verdadera y alcanzan el Cielo eterno.
Es más, ruego en el nombre del Señor Jesucristo que puedan poseer un corazón sincero con plena seguridad por fe para alcanzar la Nueva Jerusalén en el Cielo.