Escritura

Génesis 3:23-24
[23] Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
[24] Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.


Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Este es el 82o estudio de Génesis.
Anteriormente dije que Dios el Padre tomó una decisión: según Génesis 3:22, sacó a Adán del Huerto del Edén.
Esto se debió a que Adán llegó a ser un hombre de la carne al cometer pecado.
No pudo vivir una vida eterna en el Huerto. Tuvo que abandonar el Huerto e ir al mundo material para vivir en él.
Cuando Dios el Padre llegó a esta conclusión, lo discutió con Dios el Hijo y el Espíritu Santo.
Ahora, en Génesis 3:23, leemos: "Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado".
¿Qué simboliza "la tierra de que fue tomado"?
En un sentido humano, se refiere al polvo de este mundo.
Cuando Dios el Padre creó a Adán, usó el polvo de la Tierra como material básico.
Después de que Adán cometió pecado, descendió a este mundo, cultivó los campos, sembró plantas y las comió.
Él debía comer el pan con el sudor de su frente.
Vivió una vida "cultivando la tierra de que fue tomado".
Al mismo tiempo, en un sentido espiritual, también tuvo que cultivar la tierra de que fue tomado.
Esta era la obra del 'cultivo de la tierra de su corazón'.
Cuando los agricultores cultivan un terreno baldío para convertirlo en un buen terreno, ¿qué es lo que hacen?
Primero sacan las malezas y malas hierbas que han crecido.
Luego extraen las piedras, tanto las grandes como las pequeñas.
Y por último tienen que arar la tierra profundamente.
Lo mismo sucede con el cultivo espiritual.
Primeramente tienen que extraer los espinos y cardos que están plantados en la tierra de su corazón, y deben despojarse de las rocas.
Para eliminar la naturaleza pecaminosa que está profundamente enraizada en el corazón, básicamente deben 'arar' su corazón también.
En cuanto a los diferentes tipos de corazones de la gente y cómo cultivarlos, en el año 2010 prediqué una serie de mensajes titulados 'Cultivando el terreno del corazón'.
Pueden acudir a estos mensajes para obtener más información.
Cuando Adán estaba en el Huerto del Edén, en su corazón estaban plantadas solamente la bondad y la verdad.
Dios el Padre las había plantado.
Desde el momento en que comió del árbol de la ciencia del bien y del mal, tanto la falsedad como el mal empezaron a plantarse.
Ya que Adán obedeció la voz de Satanás por voluntad propia, los atributos de las tinieblas fueron plantados en el terreno de su corazón.
'Espíritu' es la condición en la que no existe ni siquiera un 0,1% de características carnales restantes.
El momento que las características carnales se mezclan en el corazón espiritual, incluso un poco, ya no se lo puede llamar 'espíritu'.
Inmediatamente se convierte en un ser carnal.
Lo mismo sucedió con Adán, que era un ser viviente.
Desde el momento que comió del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal que Eva le dio, él se convirtió en un ser carnal.
Su espíritu murió y su alma llegó a ser su amo.
Después de llegar a ser un hombre de la carne de este modo, descendió a este mundo y tuvo que cultivar la tierra de la que fue tomado.
En otras palabras, tuvo que cultivar la tierra de su corazón.
Él tenía la tarea de abstenerse de la falsedad y maldad de su corazón.
Debía recuperar la condición de 'espíritu'.
Sin esta tarea, hubiera tenido que permanecer en la condición de un 'espíritu muerto'.
La tierra que no se cultiva, no es útil.
Lo mismo sucede con la tierra del corazón.
Respecto a esto, en Hebreos 6:7-8 leemos: "Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada".
Cuando Dios el Padre envió a Adán a este mundo, Él le dijo que cultive la tierra de la que había sido tomado.
Esto no solo era para Adán, sino también para Eva, y para cada descendiente de Adán y Eva que naciera en este mundo.
En realidad el cultivo era un proceso muy precioso.
Existe una gran diferencia entre el corazón espiritual que poseía Adán cuando era un ser viviente, y el corazón espiritual que nosotros tenemos después de cultivar la tierra de nuestro corazón.
Por ejemplo: digamos que hay dos hombres 'buenos', pero uno de ellos nace 'bien'.
Este no ha visto o escuchado ninguna maldad; no sabe lo que es la maldad, por tanto es 'bueno'.
Por otro lado, el otro hombre conoce bien la maldad del mundo, pero guarda bien su corazón.
En otras palabras, este se 'abstiene' de toda forma de maldad en su corazón, a fin de poseer un buen corazón.
El buen hombre que no conoce de la maldad es un tanto distinto de aquel que conoce la maldad, pero que se mantiene en la bondad.
¿Cuál de ellos puede comprender el nivel profundo del corazón de Dios el Padre? ¿El primero...? ¿O el segundo...?
El segundo; el que conoce acerca de la maldad, pero sigue siendo un hombre de la bondad.
Dios el Padre deseaba que Adán conociera y tuviera un entendimiento más profundo del corazón de Dios el Padre.
Solo así un hombre puede compartir un amor más profundo e íntimo con Dios.
1 Juan 2:14 habla acerca de la fe de los 'padres que conocen a Aquel que es desde el principio'.
Dios el Padre ha deseado y anhelado que, entre los descendientes de Adán y Eva, surjan hijos verdaderos que conozcan el profundo amor de Dios el Padre y lo compartan con Él.
Con esta esperanza envió a Adán a este mundo.

Amados hermanos y hermanas:
En Génesis 3:23 dice: "Y lo sacó Jehová del huerto del Edén..."
Prestemos atención a la expresión 'lo sacó'.
Más adelante, en Génesis 3:24 dice: "Echó, pues, fuera al hombre..."
¿Por qué las expresiones referentes al incidente de la venida de Adán a este mundo son tan distintas?
Se debe a que el sujeto de la perspectiva de cada expresión es diferente.
Primero: la expresión 'lo sacó' fue desde la perspectiva de Dios el Padre.
Cuando Dios el Padre envió a Adán a la Tierra, Su corazón estaba contristado.
No trató a Adán con frialdad ni indiferencia por haber pecado.
Por ende, cuando sacó a Adán, le demostró Su consideración de amor hasta el final.
Él permitió que Adán utilizara Su propio OVNI en el que solía viajar.
También le permitió a Adán que estuviera con los querubines que antes lo escoltaban todo el tiempo, hasta el último momento.
Dios trató a Adán, quien solía ser la cabeza del primer y segundo Cielo, con el mayor respeto.
Esto muestra que Dios el Padre no sacó a Adán para castigarlo por su pecado cometido.
Fue un proceso necesario... Fue para el cultivo de la humanidad...
Con un corazón adolorido, Dios el Padre envió a Adán a este mundo.
Él hizo túnicas de pieles y vistió a Adán y Eva, ¿no fue así?
Dios el Padre mostró Su consideración de amor a Adán y Eva para que ellos pudieran siempre recordar que Él no los había abandonado.
Lo cierto es que Dios el Padre no sacó a Adán y Eva simplemente, sino que los envió para que sean cultivados.
En el pasado, fue correcto que los dinosaurios fueran expulsados del Huerto del Edén a la Tierra.
Dios el Padre los envolvió en algo semejante a una red y los llevó a todos al mundo a la vez. A ellos se les prohibió el Edén.
Entonces, ¿por qué Génesis 3:24 dice: "Echó, pues, fuera al hombre..."?
Esta expresión describe objetivamente la situación de Adán.
Adán descendió a la condición de hombre de la carne tras haber sido un ser viviente.
Perdió el poder y la autoridad para gobernar sobre el primero y el segundo Cielo.
Ya no podía utilizar el OVNI, y tampoco nadie lo escoltaría.
La comida era abundante en el Huerto del Edén, pero en la Tierra Adán tenía que esforzarse y sudar para comer de la tierra.
Además, el entorno y los estándares de vida en el Huerto del Edén eran muy diferentes a los de la Tierra.
Para Adán fue terrible la caída de su posición. Sus condiciones de vida se tornaron relativamente muy difíciles.
Era como si el rey de un país se convirtiera en un hombre ordinario de la noche a la mañana.
En base a estos estándares externos podemos ver de qué manera Adán fue "echado" del Huerto del Edén a la Tierra.
No obstante, Dios el Padre sabía de antemano todas estas situaciones que Adán atravesaría.
A pesar de esto, Él envió a Adán a la Tierra, y este hecho muestra el profundo amor de Dios el Padre por Adán y Su Providencia del cultivo de la humanidad.

Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Una vez que Adán llegó a este mundo, pasó innumerables días llorando por muchas cosas.
Adán extrañaba el Huerto del Edén.
Al mismo tiempo se dio cuenta profundamente cuán necio había sido.
También recordó la traición de los dinosaurios.
Se dio cuenta que había sido tan necio como los dinosaurios, y no pasó ni un día sin arrepentirse.
Permítanme compartirles las confesiones que contenía el corazón de Adán en aquellos días.
"Estoy tan lejos...
Cuando estaba en el 2do Cielo, este 1er Cielo parecía tan cercano al 2do, y el 2do tan cercano al 1ro.
Sin embargo, ahora que estoy aquí, miro hacia el lugar donde está el 2do Cielo, y se ve tan distante.
No logro alcanzarlo... no puedo ir ahí... ni siquiera puedo verlo...
Mi necedad ha puesto sombras sobre el corazón de Dios el Padre; ¡cuán necio fui!... ¡cuán necio fui!...
No hay nada aquí.
Lo que consigo proviene de lo que hago por mí mismo.
El amor de Dios el Padre y el poder que disfruté en el 2do Cielo ya no están.
Estoy en este mundo, en mi condición baja y humilde; ¡cuánta necedad... cuánta necedad!
¿Cuántos días tendré que vivir aquí? ¿Cuántos días tendré que contar?
Me miro a mí mismo, y me veo tan miserable... tan miserable.
Mientras vivía en el 2do Cielo visité este 1er Cielo, pero es tan distinto ahora.
Ya que ahora vivo aquí, no parece ser la misma Tierra que era entonces; no es el mismo entorno ni son los mismos animales que antes vi.
Tengo mucho temor en el corazón, pero estoy destinado a esto ya que cometí pecado; debo esforzarme para vivir aquí.
Aclaro mi mente, pero pregunto por cuánto tiempo viviré esta vida que el Padre Dios me ha dado mientras anhelo el Cielo.
Hasta que termine mi vida contaré mis días una y otra vez para mantenerme alerta contra mis acciones pasadas.
Con un corazón arrepentido por lo que hice, viviré cada día con este corazón que se lamenta.
Todo lo que veo está tan callado y silencioso.
Es como si pudiera alcanzar el Cielo, pero no puedo... está demasiado lejos.
Por desgracia, es tan lamentable...
Pero debo considerarme afortunado de tener una vida nueva de parte de Dios Padre.
Aunque le temo a esta nueva vida, no puedo dejar de manejarla.
En el futuro, cuando mis días terminen, quizás pueda ver al Padre.
Podré verlo otra vez.
Hasta el día en que todos estos días culminen, viviré mi vida en alerta una y otra vez".

Amados hermanos y hermanas en Cristo:
La gloria y dignidad que disfrutó Adán en el 2do Cielo eran tremendas.
Ese Adán vino a este mundo que es completamente distinto al pasado.
Nunca fue fácil manejar todas las cosas por sí mismo, únicamente con su propio esfuerzo.
Supongamos algo: ¿cuán desolados se sentirían si los dejaran solos en una isla desierta?
La situación de Adán en ese entonces fue similar a esta.
Tuvo que empezar de la nada; estaba en una situación muy desoladora.
Le tomó tiempo escapar del impacto;
por muchos años se arrepintió y lamentó lo que había hecho.
Él pensaba: "¿Por qué lo hice...? No debí ser engañado por la tentación".
Pero ya no había nada que hacer...
Aunque era una situación lamentable para él, no podía simplemente lamentarse por siempre, una y otra vez.
Él recordaba el amor de Dios Padre quien le había dado otra oportunidad, y esto lo consolaba.
Se sentía agradecido por la nueva vida otorgada, y entonces tomó una decisión:
Se arrepintió de sus obras que lastimaron el corazón de Dios y decidió vivir una nueva vida siempre alerta en contra de su acción pasada.

Amados hermanos y hermanas en Cristo:
Según Génesis 3:23, expliqué cómo sacó Dios el Padre a Adán del Huerto del Edén a la Tierra y por qué lo hizo.
Génesis 3:24 explica lo que Dios hizo después.
Dice: "Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida".
Hasta ese entonces, Adán había sido el encargado de cuidar el camino al árbol de la vida.
En lugar de Adán, Dios el Padre puso al querubín y la espada de fuego para que hicieran ese trabajo.
Los querubines son seres espirituales controlados por Dios.
A diferencia de los ángeles que tienen apariencia de humanos, los querubines tienen apariencia de animales.
Les expliqué detalladamente acerca de los querubines en los Estudios de Génesis 15, 16 y 17.
¿Qué es la espada encendida que se revolvía por todos lados?
La espada encendida es una espada envuelta en llamas.
Al verla con ojos espirituales, se parece a un molinillo de viento.
Por fuera está rodeada por el fuego del Espíritu Santo, y por dentro está la espada revolviéndose rápidamente.
El sonido de la llama encendida del Espíritu Santo se mezcla con el de la espada revolviéndose y forman un sonido altisonante.
Los espíritu malignos tiemblan por temor a este sonido.
Esta espada encendida tiene el poder del Espíritu Santo; cuando los espíritus malignos la tocan, instantáneamente pierden su poder.
La espada encendida se mueve como si estuviese viva, y observa todos los movimientos de los espíritus malignos.
Por lo que puede bloquear cualquier intento de acercamiento de los espíritus malignos al camino del árbol de la vida.

Amados hermanos y hermanas:
¿Por qué Dios el Padre hizo que cuidaran el camino al árbol de la vida de modo tan estricto?
Es porque el dominio de los espíritus malignos toca el lado oriente del Huerto del Edén.
Los espíritus malignos estaban pendientes de una oportunidad para invadir el Huerto del Edén.
Primeramente para tratar de hacer caer a Adán,
pero también por otra razón aparte de esta:
la de obtener el fruto del árbol de la vida que está en el Huerto del Edén.
Lucifer, cabeza de los espíritus malignos, conoce bien qué tipo de poder tiene el fruto del árbol de la vida.
Pues, uno puede obtener la vida eterna al comer del árbol de la vida.
Lucifer y los espíritus malignos tenían el plan de levantarse en contra de Dios por siempre si lograban vivir una vida eterna.
Por eso tuvieron sus ojos puestos sobre el Huerto del Edén por muchos años.
Con el tiempo, el enemigo diablo y Satanás tuvo éxito en su plan de engañar a Adán.
El plan original de Satanás era el de engañar a Adán y obtener el fruto del árbol de la vida a través de él.
Sin embargo, Dios el Padre conocía más que suficiente acerca de este plan de Satanás.
Por eso tomó las medidas necesarias inmediatamente después del pecado de Adán.
Primero envió a Adán a este mundo.
Al mismo tiempo mandó a todas las serpientes del Huerto del Edén a este mundo.
No dio lugar en lo absoluto para que Satanás pusiera un pie en el Huerto del Edén.
Además de estas medidas, Dios puso seres con dignidad y autoridad para que cuidasen el camino al árbol de la vida.
Estos son, el querubín y la espada encendida aquí mencionada.
Al tomar estas medidas inmediatas, Dios evitó por completo que los espíritus malignos accedieran al Huerto del Edén.
En consecuencia, los espíritus malignos ya no tenían ninguna visión del Huerto del Edén en lo absoluto.
No importa cuán fuerte sea la onda de señal que envía Satanás al Huerto del Edén, no hay ni un solo ser que la reciba.
Y así, los espíritus malignos tuvieron que renunciar al fruto del árbol de la vida.
En realidad Satanás no esperaba que Adán fuera expulsado del Huerto del Edén tan pronto.
Para que el plan de Satanás resulte exitoso, Adán tendría que haber permanecido por más tiempo en el Huerto del Edén.
Solo así Satanás habría logrado incitar a Adán a tomar el fruto del árbol de la vida.
No obstante, todas las posibilidades se desvanecieron,
y Satanás ni siquiera podía planificarlo para el futuro.
En este caso, Lucifer y los espíritus malignos se molestaron y voltearon sus ojos hacia la Tierra.
En lugar de comer el fruto del árbol de la vida, trataron de construir el mundo de las tinieblas en este mundo en el que los seres humanos son cultivados.
Al hacerlo trataron de levantarse en contra de Dios e interferir con el reino de Dios.
Querían incitar a la gente a que construyera ídolos y los adorara.
Y tratarán de evitar que hasta la última alma crea en Dios.
Confundieron el hecho de que, si manchaban este mundo con el mal, podrían oponerse a Dios.
Además, el enemigo diablo y Satanás sabía también que el Mesías vendría para herirle en la cabeza.
Así que, cada vez que surgía un hombre de Dios, intentaba perseguirlo y matarlo.
Eventualmente incitaron a la gente a crucificar a Jesús quien vino como el Mesías, y lo mataron.
Querían demostrarle a Dios cuán malos son los seres humanos para lastimar Su corazón.
Al mismo tiempo intentaban mostrar cuán grandioso era el mundo que habían construido.
Sin embargo, este plan maligno del enemigo diablo y Satanás no podía funcionar ante Dios.
Él preparó un plan secreto para esto antes de los tiempos.
De acuerdo a este plan, Jesús murió en la cruz y luego resucitó.
Por medio de esto se abrió el camino a la salvación para la humanidad entera.
Además Dios envió al Espíritu Santo.
Permitió que las almas moribundas de los pecadores revivieran, y abrió el camino para que vivieran vidas nuevas.
En cuanto a esto, 1 Corintios 15:22 dice: "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados".
Y, en 1 Corintios 15:45 leemos: "Sí también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante".
El enemigo diablo y Satanás pensó que su mundo duraría solo si mataba a Jesús, pero el resultado fue lo opuesto.
Finalmente el enemigo diablo y Satanás no pudo hacer más que inclinarse ante la sabiduría de Dios.
No obstante, el enemigo diablo y Satanás no se ha dado por vencido, ni lo hará hasta el final.
Durante el proceso del cultivo de la humanidad puede ejercer la autoridad de las tinieblas.
Con esta autoridad tratará de arrastrar a todas las almas hacia el Infierno.
Es por eso que, mientras se acerca el fin del cultivo de la humanidad, este mundo parece estar bajo el control del enemigo diablo y Satanás, y el mal y el pecado parecen prevalecer.
Es tal como está escrito en Isaías 60:2, que dice: "Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones...".
En estos tiempos finales, ¿se sentará Dios simplemente y dará fin al cultivo de la humanidad?
¡Claro que no!
Isaías 60: 2-4 continúa diciendo: "...mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos".
Dios había preparado el momento en el que se cumpliría esta palabra.
En Habacuc 2:14 se lee también: "Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar".
Por medio de la palabra del poder sorprendente de Dios se proclamará en el mundo entero que Dios está vivo y que Jesucristo es el Salvador.
Vendrá el día cuando la puerta de la salvación se abra de par en par para las innumerables almas.
Por esto, los planes de Dios el Padre se cumplen sin el mínimo error.
Aquí termino el estudio del tercer capítulo de Génesis.
En este capítulo vieron que Adán y Eva fueron engañados por la tentación de Satanás; ellos cometieron pecado y recibieron la paga del pecado.
Este proceso no se aplica únicamente a Adán y Eva.
Pues la gran mayoría de los descendientes de Adán y Eva tomaron el mismo rumbo.
Y así, la totalidad de la humanidad se convirtieron en pecadores.
No obstante, por medio del ministerio de Jesucristo y del Espíritu Santo se han levantado muchos hijos de Dios.
También han surgido hijos verdaderos de Dios que se asemejan al corazón del Señor.
Los verdaderos hijos de Dios demuestran que Dios el Padre obtuvo la victoria en el cultivo de la humanidad.
Ruego en el nombre del Señor Jesucristo que muchos de ustedes lleguen a ser esos hijos verdaderos de Dios.