Escritura

Génesis 4:1-2
[1] Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.
[2] Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.


Este es el 83o estudio de Génesis.
El escenario espacial del tercer capítulo de Génesis fue el Huerto del Edén que está en el Segundo Cielo.
El trasfondo de la historia descrita en Génesis 4, la cual empezaré a explicar hoy, está en este mundo que corresponde al Primer Cielo.
En Génesis 3:23, leemos: "Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado".
Les expliqué que 'la tierra de que fue tomado' comprende dos significados.
En primer lugar se refiere al polvo de este mundo.
Esto se debe a que Dios creó a Adán del polvo de la tierra de este mundo.
Por consiguiente, al decir que debía 'cultivar la tierra de la cual fue tomado', se refiere a que Adán debía descender a este mundo y cultivar su tierra.
En segundo lugar se refiere a la 'tierra del corazón' en un sentido espiritual.
Y así se dio inicio formal al proceso del cultivo de la humanidad que cultiva la tierra del corazón.
Por cierto, ¿en qué lugar se estableció Adán?
En el lugar en el que actualmente se encuentra la nación de Israel.
El lugar donde Adán se estableció en un principio, posteriormente se llamó 'tierra de Canaán'.
Esto se dio ya que Canaán, el nieto de Noé, se estableció y prosperó ahí tras el Juicio del Diluvio.
Luego Dios le dio esta tierra de Canaán a Abraham y sus descendientes en heredad perpetua.
Génesis 17:8 dice: "Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos".
Esta promesa ciertamente se cumplió.
Es decir, los israelitas que escaparon de Egipto vivieron en el desierto por 40 años y luego se establecieron en esta tierra de Canaán.
Posteriormente, casi 1.500 años después, Jesús, el Salvador de la humanidad, nació en la tierra de Canaán.
Y esta tierra será el escenario importante de la historia hasta el último instante del cultivo de la humanidad.
Dios el Padre conocía esto de antemano, así que permitió que Adán se estableciera en ese lugar.
No obstante, el lugar donde Adán deseaba vivir no era la tierra de Canaán.
¿Qué lugar piensan que era?
Era el área del río Nilo en Egipto.
En el pasado lejano a este tiempo, Adán prefería más este sitio.
Mientras vivía en el Huerto del Edén, visitaba el lugar cada vez que descendía a la Tierra.
En aquel entonces Egipto, y en especial el área alrededor del río Nilo, era mucho más hermosa que hoy.
Aun así, el Huerto del Edén es tan hermoso en todos los aspectos; la tierra no se puede comparar con él.
Sin embargo, el área del río Nilo en Egipto tenía un paisaje que fascinaba a Adán.
Para él este lugar tenía un toque exótico y un atractivo único.
Así que Adán había escogido esta área de Egipto como el lugar en el que construiría las Pirámides.
Él construyó las Pirámides para revelar la gloria y dignidad de Dios la Trinidad.
Asimismo, atribuyó a cada una el significado conmemorativo de que él era el soberano de este mundo.
Por lo tanto, cuando Adán fue expulsado del Huerto del Edén, deseaba ir a esa área de Egipto.
Pero el pensamiento de Dios era distinto al de Adán.
Dios el Padre tenía una visión completa del cultivo de la humanidad, por lo que hizo que Adán se estableciera en el lugar más adecuado.
Como han escuchado hasta ahora, el área actual de Israel se ha establecido como una fase muy importante desde el inicio mismo del cultivo de la humanidad hasta sus últimos momentos.
Y así, Dios hizo que Adán se estableciera en el lugar que actualmente es Israel.
Adán extrañó el Huerto del Edén durante toda su vida.
Por lo menos en ese tiempo hubo un pasaje espiritual que Dios puso en el área para conectarse con el Huerto del Edén.
Aunque Adán no podía ir al Huerto del Edén a través de ese pasaje, sí pudo escuchar noticias del Huerto del Edén.
Además, aunque de manera limitada, los descendientes del Huerto del Edén podían visitar la Tierra y ver a Adán y Eva a través de ese pasaje.
Por esta razón, Adán consideró el área de Israel muy importante y aceptó el hecho de su establecimiento en el lugar.
Ustedes quizás digan: "Si Adán había anhelado el área de Egipto, podía mudarse ahí, ¿no es así?"
Pues Adán no habría abandonado el lugar donde existía un pasaje espiritual.
Además, sus circunstancias eran las de un pecador que fue enviado a un lugar de exilio.
No estaban en la posición de poder mudarse a cualquier lugar si lo deseaba.
Y aunque hubiera podido hacerlo, tenía que caminar hasta allá.
No era igual al pasado, cuando podía transportarse en un OVNI.
De hecho, durante los años que Adán vivió en la Tierra, nunca fue al área de Egipto... únicamente podía extrañarla.

Amados hermanos y hermanas:
Ya que contamos con la comprensión de esta información de fondo, observemos ahora Génesis 4:1.
Dice: "Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón".
Mientras Adán y Eva vivían en el Huerto del Edén tuvieron un sinnúmero de hijos.
Una vez que descendieron y se establecieron en la Tierra, también tuvieron muchos hijos.
Sin embargo, el acto mismo de tener hijos en este mundo, era distinto en el Huerto del Edén.
Esto se debía a que sus cuerpos, siendo seres vivientes, cambiaron a seres carnales.
Ya que tenían cuerpos de seres vivientes en el Huerto del Edén, era posible controlar sus cuerpos según su deseo.
Tanto en el Huerto del Edén como en la Tierra, el principio era el mismo; un espermatozoide y un óvulo se unían para concebir una vida nueva.
Sin embargo, en el Huerto del Edén una nueva vida se concibe solo cuando ambos, el hombre y la mujer, desean tener un bebé.
El espermatozoide y el óvulo se producen únicamente cuando ellos hacen el amor con el fin de concebir un bebé.
Por otro lado, en este mundo el período de producción de un óvulo es limitado.
La concepción del bebé se hace posible solo durante este período.
Además, en el Huerto del Edén la mujer embarazada casi no siente dolor.
Por el contrario, en este mundo sufre dolor intenso.
Quizás padezca severas náuseas matutinas. Además de varios síntomas causados por los cambios en su cuerpo.
Lo mismo sucede durante el parto.
Tal como Dios le había dicho a Eva: "...multiplicaré tu dolor en gran manera", esto se cumplió.
En el Huerto del Edén, en el momento que ella da a luz, material que ya no es necesario en el cuerpo se desprende y desaparece.
Una vez que nace el bebé, todo termina y queda limpio.
Si comparamos esto con el Huerto del Edén, el parto en la Tierra es realmente doloroso.
Eva dio a luz a muchos hijos en el Huerto del Edén.
Pero cuando dio a luz en la Tierra, ciertamente experimentó que la situación había cambiado.
El sentir que tenía durante el nacimiento era completamente distinto, así como también lo eran sus emociones respecto al acto de tener hijos.
En Génesis 4:1, después de haber dado a luz a Caín, ella dijo: "Por voluntad de Jehová he adquirido varón".
¿Qué sintió ella en aquel momento?
Cuando daba a luz a sus hijos en el Huerto del Edén, no se daba cuenta de la gracia de Dios.
Aunque ella sabía que Dios es el origen de la vida, ella podía controlar la decisión de concebir o no.
No había situación en la que pudiera haber concebido un niño no deseado, y tampoco había situación en la que no pudiera tener un bebé si ella así lo deseaba.
Por consiguiente, no comprendió en verdad que a Dios le compete la jurisdicción de concebir un hijo y darle nacimiento.
Una vez que descendió y vivió en la Tierra, la situación se tornó totalmente distinta.
No podía tener un bebé cada vez que así lo deseaba; debía someterse al orden de la naturaleza que Dios había establecido.
En otras palabras, para poder concebir un bebé debía cumplirse el período para concebir y todas las condiciones.
Al tener hijos en medio de este entorno, aprendió que es completamente por la gracia de Dios que tenemos hijos.
Se dio cuenta de que no podía tener hijos por su propia voluntad, pero que Dios había obrado para que ella pudiera tenerlos.
Finalmente entendió que el poder para abrir o cerrar su matriz le pertenece a Dios.
Los ejemplos en los que Dios abre o cierra una matriz abundan en muchas partes de la Biblia.
En Génesis 20:18 dice: "Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham".
Y en Génesis 29:31 leemos: "Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril".
Además de los mencionados, Isaac, Sansón, Samuel y Juan el Bautista nacieron por obra de Dios.
Con respecto a esto, Salmos 127:3 dice: "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre".
A propósito, existe algo escondido en las palabras de Eva cuando dijo que había adquirido varón por voluntad de Jehová.
Eva se sentía agradecida con Dios por haberle dado un hijo; ella dijo: "...he adquirido varón".
¿Por qué estaba feliz de haber tenido un varón?
De hecho, Adán y Eva ya habían tenido muchos hijos en la Tierra antes de tener a Caín.
Pero todos eran hijas (mujeres).
Después de tener muchas hijas mujeres, finalmente tuvieron su primer hijo.
Por tanto, su emoción al tener un varón era aún mayor.
Aunque esto no está escrito en la Biblia, por favor crean que es verdad.
Para el cultivo de la humanidad, la gente debía prosperar, así que es algo lógico que Dios les diera hijas mujeres primero.
Continuamente escucharán estos hechos que Dios nos ha dicho, y verán cuán útiles son para comprender la Biblia.
Ahora observemos Génesis 4:2.
Dice: "Después dio a luz a su hermano Abel". Además de su primer hijo varón, Caín, tuvieron también otro hijo.
Este es Abel.
Por cierto, en Génesis 5:3-4 leemos: "Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas".
A la edad de 130 años, Adán tuvo a Set, y vivió 800 años más durante los cuales tuvo otros hijos e hijas.
Para conocimiento de ustedes, la edad de Adán se cuenta a partir del año en que se estableció en la Tierra.
Después de estabilizarse en este mundo, tuvo muchas hijas, pero Caín fue su primer hijo varón.
Y Abel fue su segundo hijo varón.
A la edad de 130 años, tuvo a su tercer hijo, Set.
La Biblia menciona solo tres hijos varones entre todos los hijos de Adán y Eva: Caín, Abel y Set.
No obstante, hay más hijos cuyos nombres no están registrados en la Biblia.
Entre Abel y Set tuvieron muchos hijos, y después de Set tuvieron muchos más.
La Biblia únicamente registra los nombres de aquellos que tuvieron un significado especial en la historia del cultivo de la humanidad.
Por lo general son los nombres de aquellos que llevaron su línea familiar los que se registraron.
Génesis 4:2 termina diciendo: "Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra".
Una vez más la Biblia no proporciona el trasfondo de este verso.
Entre los muchos hijos de Adán y Eva, Caín y Abel eran amados de manera especial.
Esto se debía a que habían nacido cuando Adán y Eva atravesaban el momento más difícil de su situación y sus nacimientos fueron causa de gran gozo y consuelo.
De manera concreta, Adán amaba más a Abel y Eva amaba más a Caín.
Así, Adán y Eva permitieron que estos dos hijos se hicieran cargo de las ocupaciones de la familia.
Mientras tanto, cuando los otros hijos crecían, se les asignaba una parte adecuada y podían dejar a sus padres.
Luego establecieron sus vidas en lugares distantes, tuvieron familias y sus propios descendientes, y prosperaron.
A diferencia de hoy, hubo menos elementos destructivos tales como enfermedades y desastres.
Por consiguiente la población podía aumentar muy rápido.
Al leer el libro de Éxodo descubrirá que 70 miembros de la familia de Jacob quienes se mudaron a Egipto, incrementaron en número a más de dos millones en 400 años.
En el principio del cultivo de la humanidad, la gente tenía hijos durante muchos cientos de años.
Podemos decir con certeza que algo malo ocurrió a los hijos ocasionalmente, lo cual ocasionó su muerte.
Y así, deben comprender que los descendientes de Adán y Eva prosperaron y se multiplicaron de manera sorprendentemente rápida, que sobrepasa nuestra imaginación.
Al tener información de trasfondo como estos, podremos entender bien el cuarto capítulo de Génesis.
Continuaré proporcionándoles esta información cada vez que sea necesario.
Regresemos a donde estábamos...
Las ocupaciones familiares que Caín y Abel asumieron fueron 'labrar la tierra' y 'pastorear las ovejas'.
Adán, en calidad de padre de sus hijos, transmitió el conocimiento y la habilidad necesaria para sus ocupaciones.
Adán tenía el conocimiento y la sabiduría suficientemente abundantes para controlar y gobernar el primero y segundo cielo.
Fue el conocimiento que Dios el Padre le otorgó mientras vivía en el Huerto del Edén por muchos años.
Para adaptarse a la vida en este mundo, usó su rico conocimiento.
Por consiguiente, no deben asumir que Adán quizás vivió una vida primitiva cuando comenzó a vivir en este mundo.
Claro está que, ya que empezó con nada, no podía construir una civilización sofisticada.
Por ejemplo: aunque ustedes tengan el conocimiento, la habilidad y la sabiduría para ensamblar un computador, si están solos en una isla desierta, no podrán crear un computador muy pronto, o quizás nunca lo logren.
Asimismo, aunque Adán tenía conocimiento y sabiduría destacables, le llevó un largo tiempo poder usarlas.
Además, sin importar cuántos años pasaron, hubo muchas áreas en las que no pudo usar sus conocimientos mientras estuvo vivo.
A lo sumo podía utilizar su conocimiento y su sabiduría solamente en las industrias primarias que afectaban directamente su relación con la naturaleza y las cosas tales como la agricultura y la ganadería.
Adán conocía bien las características y funciones de todos los animales, incluyendo los de rebaños domésticos.
También conocía bien el proceso de germinación, crecimiento y producción de las semillas plantadas.
Usando aquel conocimiento pudo labrar la tierra y cuidar los rebaños.
Y posteriormente transmitió su experiencia y conocimiento a sus hijos.
Le enseñó a su primer hijo, Caín, cómo labrar la tierra, y a su segundo hijo, Abel, cómo cuidar los rebaños.
La agricultura era una labor esencial para obtener alimentos; pero, ¿para qué necesitaban cuidar rebaños?
Ni siquiera comían carne en aquel entonces...
Una de las razones era el beneficio que obtenían de la lana, pero había también otra razón importante.
Los rebaños eran para ofrecer holocaustos a Dios cuando lo adoraban.
La manera de adorar a Dios está descrita en Levítico.
Fueron las palabras que Moisés recibió de parte de Dios en el Monte Sinaí.
Este período de tiempo fue cerca de 2.500 años después de que Adán se había establecido en la tierra.
No obstante, Adán ya sabía cómo adorar a Dios.
Lo que se debía a que Dios ya le había enseñado cómo adorarlo.
Incluso después de que Adán y Eva fueron expulsados del Huerto del Edén a este mundo, Dios todavía quería comunicarse con ellos.
Él les permitía saber lo que era necesario de acuerdo a la estación, y quería recibir el aroma de sus corazones.
No obstante, un hombre que comete pecado no puede comunicarse con Dios.
Y así, Dios le enseñó a Adán cómo ser perdonado del pecado y cómo comunicarse con Él.
Esta era la ley de la adoración.
Existen muchas maneras de adorar a Dios; la ofrenda por el pecado se ofrecía para ser perdonado por las faltas.
Según la ley del reino espiritual, 'la paga del pecado es la muerte'.
Los que cometen pecados se dirigen al camino de la muerte.
Sin embargo, cuando presentaban ofrendas por el pecado según la ley, podían ser liberados del pecado.
Esto se daba por transferencia del pecado de un pecador hacia una ofrenda, la cual debía morir en lugar del pecador.
Las ovejas constituían estas ofrendas de sacrificio.
Por eso Adán cuidaba los rebaños y enseñó a su hijo cómo cuidarlos también.
Asimismo, enseñó a sus hijos, de manera muy detallada, acerca de Dios el Creador y cómo comunicarse con él.
La razón para esto es que era una manera muy importante por medio de la cual podían encontrarse y tener una experiencia con Dios.
No obstante, con el paso del tiempo, esta forma de adoración se deterioró poco a poco,
y se dio un problema muy serio.
Les hablaré al respecto en el siguiente estudio.

Amados hermanos y hermanas en Cristo:
En este estudio les expliqué el proceso de la venida de Adán y Eva a la Tierra y su establecimiento.
Se establecieron en el área en la que está actualmente Israel. Después de tener muchas hijas mujeres, llegaron a tener a su primer hijo, Caín.
Y luego tuvieron otro hijo, Abel.
Con el uso de su abundante conocimiento y sabiduría, Adán empezó a cultivar y cuidar los rebaños, y compartió con sus hijos el conocimiento necesario para que continuaran el trabajo.
Una de las razones importantes por las que necesitaban las ovejas era para usarlas como sacrificio de adoración a Dios.
Por medio del sacrificio podían comunicarse con Dios.
La forma del sacrificio del Antiguo Testamento constituye actualmente la práctica de la adoración.
Por medio de la adoración Dios el Padre habla con nosotros y acepta el aroma de nuestro corazón.
Por ende, aquellos que adoran bien a Dios, siempre reciben Su protección y bendiciones.
En los días del Antiguo Testamento tenían que matar una oveja o un toro para ofrecerlo como sacrificio.
Una vez que Jesús se dio a Sí mismo en sacrificio expiatorio por el perdón de los pecados de la humanidad, la gente ya no necesitó hacer estos sacrificios con animales.
Todo lo que tienen que hacer es adorar a Dios al creer en Jesucristo.
Jesús dijo en Juan 4:24: "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".
Tal como Él lo dijo, les animo a que se preparen para un servicio con todo su corazón y mente, y que adoren en la plenitud del Espíritu Santo.
Dios Padre está buscando hijos que le adoren de este modo, y Él concede respuestas a los anhelos de su corazón.
Además, aquellos que adoran de este modo pueden comunicarse de manera profunda con Dios durante el servicio.
Ellos también pueden disfrutar del gozo del Cielo, y experimentar la gracia espiritual.
Ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que ustedes ofrezcan un aroma agradable a Dios el Padre en cada servicio y que reciban bendiciones sorprendentes, tanto en lo espiritual como en lo material.