• Dios mide nuestra fe (15)

    [Ezequiel 47:1-5, Gálatas 5:19-21]

    24-06-2012 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Ezequiel 47:1-5]
      "Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado".

      Gálatas 5:19-21
      "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios".


      Si hay una planta que se está marchitando pero luego ustedes la riegan, la nutren y la ponen al sol, esta se reanima. Esto nos permite olvidar la condición anterior. ¿Han visto algo semejante anteriormente?
      Yo he visto muchas almas que, estando muriendo debido al pecado que despoja de la salvación, volvieron nuevamente a la vida.
      Cuando fueron suplidos del agua espiritual, de nutrientes y de los rayos de sol, es decir, con la Palabra de Dios, la oración ferviente y el amor, ellos recuperaron la energía espiritual.
      He visto incluso a aquellos que habían cometido pecados que conducen a la muerte y no tenían ninguna esperanza, pero volvieron a la vida otra vez.
      Continuando con la última sesión, les explicaré acerca de los pecados que despojan de la salvación.
      ¿Hay alguno de ustedes que siente miedo porque aún sigue cometiendo pecados que despojan de la salvación?
      Es mi deseo que crean que este mensaje es el agua espiritual y la luz que Dios el Padre les está proveyendo y que puedan absorberlo.
      La Palabra es la verdad y también es la luz. En esta iglesia tenemos las luces boreales dadas por Dios el Padre, la luz original que siempre está brillando.
      Esta luz original es el amor de Dios el Padre.
      Por consiguiente, confíen en este amor del Padre, arrepiéntanse completamente y lleguen a ser nuevas personas.
      Les insto en el nombre del Señor, que al hacer esto, puedan nacer de nuevo como hijos amados que están llenos de energía.
      [Mensaje principal] Hermanos, hermanas y televidentes, esta es la 15.a sesión de la serie 'Dios mide nuestra fe'.
      Hoy continuaremos viendo las obras evidentes de la carne, las cuales son pecados que despojan de la salvación.
      Gálatas 5:19-21 dice: "Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios".
      Al igual que en las Escrituras, podemos ver que la herejía es también una obra evidente de la carne.
      Tal como les expliqué en el último estudio, la herejía es simplemente negar a Jesucristo, quien es nuestro Salvador.
      En 2 Pedro 2:1 leemos: "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina".
      La Biblia dice que son herejes aquellos que niegan al Señor Jesucristo quien nos compró con Su sangre, y que además acarrean destrucción repentina sobre sí mismos.
      También dice que la creencia herética llevará a la persona a la destrucción.
      Junto con esto, hay otro asunto que debemos tener presente.
      Este es que, desconocer la definición correcta de herejía en la Biblia es también un gran pecado, ya que puede condenar imprudentemente a los demás como heréticos.
      Este tipo de actos constituyen el hecho de ponerse en contra del Señor.
      Especialmente, si condenan de manera imprudente a una iglesia que muestra las obras del Espíritu Santo como herética, añadirán el pecado de la blasfemia del Espíritu Santo sobre la condenación.
      Por consiguiente, debemos discernir la herejía basándonos en la Biblia.
      No obstante, en la actualidad existen muchas personas que juzgan y condenan otras iglesias con estándares subjetivos.
      Además, ya que el mundo está tan corrompido en lo espiritual, y como se desarrollan las ideas y filosofías de las personas, algunos niegan la verdad y son engañados por ideas heréticas.
      Nosotros debemos discernir tales herejías con la Palabra de Dios.
      1 Juan 4:2-3 dice: "En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo".
      En este caso, confesar a Jesús no es sólo de palabra diciendo: "yo creo".

      Por ejemplo: los miembros de nuestra iglesia viven por medio de las palabras del Señor, y Dios como resultado nos ha dado de Su poder.
      Ustedes siempre intentan vivir mediante la Palabra de Dios en todas las cosas y experimentan de Su poder.
      Además, ustedes mismos muestran el poder de Dios mediante el pañuelo y el agua dulce que contienen el poder.
      Salmos 62:11 dice: "Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder".
      Por consiguiente, ruego en el nombre del Señor que aquellos que tengan la verdadera evidencia se paren firmemente en la roca de la fe y que no sean engañados por falsedades en ningún caso.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo: las borracheras también son obra evidente de la carne.
      Efesios 5:18 dice: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu".
      Si ustedes se embriagan, perderán el juicio y el dominio propio.
      Proverbios 20:1 dice: "El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, y cualquiera que por ellos yerra no es sabio".
      En la Biblia, incluso el hombre justo en los tiempos de Noé cometió un error al embriagarse con vino.
      Es decir, se quedó dormido desnudo durante el día.
      El segundo hermano habló acerca de esto a su hermano y cuando Noé se llegó a enterar de este suceso, maldijo a su hijo.
      Si alguien se embriaga, sus palabras y comportamiento pueden fallar e incluso puede volverse violento sin razón alguna.
      Algunas personas intencionalmente se embriagan, y mientras confían en el alcohol, cometen crímenes graves de violencia como el homicidio.
      Asimismo, una vez que se embriagan, muchas personas recurren a la violencia y causan tanto daño y dolor a sus familiares.
      Ellos tampoco pueden controlar sus pensamientos...
      utilizarán pensamientos de falsedad.
      Esto es estar muy alejados de ser hijos de Dios, quien es santo.
      Sin embargo, algunas personas tienen preguntas con respecto a beber.
      Esto se debe a que se menciona en varios lugares de la Biblia que los hijos de Israel bebían vino.
      Esto se debía a que en Israel el agua es muy escasa y Dios permitía que el jugo de uva sea de bebida para ellos.
      Sin embargo, en el Antiguo Testamento podemos encontrar que para los nazareos que estaban apartados para Dios, el vino y las bebidas fuertes estaban prohibidas.
      Además Dios prohibió el vino y las bebidas fuertes a Aarón y a sus hijos, es decir a los sacerdotes que entraban al Tabernáculo de reunión.
      En 1 Pedro 2:9 leemos: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,(E) pueblo adquirido por Dios,(F) para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable".
      Como está escrito, ustedes son linaje escogido.
      Son también los que tienen la tarea de llevar a muchas almas hacia Dios al reflejar al Dios Santo y convertirse en luz y sal.
      Si se embriagan y muestran acciones no agradables ante Dios o actos de maldad que no son de Su agrado, ¿cómo se puede decir que son un pueblo escogido?
      No obstante, algunos creyentes dicen que la Biblia simplemente indica que "no hay que embriagarse", por lo que beber no es incorrecto siempre y cuando no se embriaguen.
      Pero hablando realísticamente, las personas que beben sin embriagarse son escasas.
      Esto se debe a que el propósito de ingerir alcohol es el de embriagarse.
      Además, aunque se beba solo un poco, se embriagará en la medida en que se beba.
      Por consiguiente, ni siquiera se debe empezar a beber.
      Proverbios 23:31 dice también: "No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente". Dice que ni siquiera debemos mirarlo si es que no podemos guardar nuestro corazón.
      Además, para los nazareos que eran apartados para santidad, Dios no solo prohibía el vino sino también todo lo proveniente de la vid, incluyendo las semillas o cáscara.
      La voluntad de Dios para nosotros es que no nos comprometamos ni siquiera con lo más insignificante, sino que practiquemos Su Palabra tal como es.
      Permítanme compartir un testimonio relacionado con el acto de beber.
      Es el testimonio del Diácono Jaewoo Cho de la Iglesia Manmin de Tong Yeong, el mismo que fue presentado en la Revista Manmin y en Noticias Manmin.
      Él solía ser un creyente y un bebedor obstinado.
      Cierto día, él murió repentinamente luego de haber bebido demasiado, dejando a su esposa y dos hijos. Pero revivió de manera milagrosa luego de recibir mi oración.
      Por medio de la oración también recuperó la visión durante la Reunión de Avivamiento de dos semanas consecutivas en el año 2002.
      En ese momento, a pesar de las circunstancias, él no pensó en la gravedad del acto de beber.
      Se justificó a sí mismo diciendo que debía mantener la armonía con los demás y que no haría daño a nadie al beber.
      De hecho, Dios le permitió reconocer su falta por medio de muchas cosas que le sucedieron en la vida.
      En una ocasión se lastimó la rodilla y la cabeza, y sus hijos tenían trastornos de tics.
      (Un trastorno de tic es tener anormalidades motoras o fonéticas que son repentinas, no rítmicas, o estereotipadas).
      Sin embargo, él se arrepintió de manera momentánea y luego volvió a su obsesión.
      Entonces un día murió luego de haber bebido mucho.
      Él había regresado a su casa después de beber por la celebración de su ascenso, pero poco después de haberse recostado dejó de respirar.
      Su esposa hizo que recibiera la oración grabada en el sistema telefónico, y se arrepintió por su comportamiento en lugar de él.
      En aquel entonces su pastor se encontraba en Seúl, en la iglesia principal, asistiendo a la Vigilia entera del viernes, así que ella envió su petición de oración por medio de él.
      Antes de la vigilia ordené en mi oración que su corazón comenzara a latir otra vez. Oré por él con toda sinceridad.
      Según su esposa, eran las 22h53 cuando el Diácono Cho despertó de manera milagrosa tras un fuerte sonido de un gran suspiro.
      Después de esto, el Diácono Cho dejó de poner en riesgo su fe.
      Hermanos y hermanas en Cristo, Dios está vivo y mirando todas sus palabras y obras.
      Él no desea que Sus hijos se arriesguen sino que permanezcan en la luz siguiendo Su Palabra.
      Cuando tratan de vivir de ese modo, Dios les da gracia y fortaleza.
      Por consiguiente, anhelo que ustedes siempre estén alertas como hijos de Dios y que muestren la santidad y la perfección de Dios.
      Asimismo, ante todo asunto, no confíen en ninguna bebida alcohólica sino únicamente en el Espíritu Santo.
      Deseo que no se embriaguen con el alcohol del mundo sino que sean llenos del Espíritu Santo y que vivan con gozo verdadero.
      Hermanos y hermanas en Cristo: las borracheras también son obra evidente de la carne.
      En realidad estas constituyen uno de los muchos tipos de libertinaje.
      Consentirse a sí mismo con la bebida o con los juegos de azar en lugar de asumir la responsabilidad plena como padres o cabezas del hogar, o cuando los estudiantes se dedican demasiado a los juegos de video en lugar de estudiar, estamos hablando de libertinaje.
      Ir tras los deseos sexuales sin poder mantener el dominio propio de nuestro cuerpo y mente, llevar una vida obscena así como también causar daño a aquellos a nuestro alrededor por causa de la pereza o el egoísmo, son formas de libertinaje.
      Si uno sufre dificultades financieras por causa del amor excesivo a los bienes, o si comete un crimen o un suicidio, todo proviene a que se vive con libertinaje.
      Pero, a pesar de haber vivido con libertinaje, aquellos que han aceptado al Señor y reciben al Espíritu Santo, deben ser renovados.
      Deben ahuyentar su vieja manera de vivir y tratar de convertirse en hijos santos que imitan al Señor.
      Anhelo que ustedes continúen orando con fervor y que diligentemente cambien sus hábitos que son malos.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, en Gálatas 5:19-21, luego de presentar un listado de las obras evidentes de la carne, dice: "...y cosas semejantes a estas".
      Esto significa que hay más obras de la carne.
      Así que, hay aquí alguien que se da por vencido pensando: "¿Si hay tantas cosas, cómo podré abstenerme de todas?"
      Pero, en Marcos 10:27, Jesús dice:
      "Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios".
      Si muestran su fuerza de voluntad para cambiar, Dios el Padre los ayudará y les dará fortaleza.
      Confíen en este Padre Dios que es bueno.
      Él mira lo más secreto del corazón y observa con cuánta sinceridad desean cambiar y cuánto se esfuerzan por ello, a pesar de no ser perfectos aún.
      Si se están esforzando mucho por abstenerse de las obras de la carne dentro de la medida de su fe, no sucederá que no serán salvos porque todavía tienen pecados en su ser.
      Pero si han escuchado y conocen la Palabra de Dios pero continúan cometiendo pecados de manera voluntaria al igual que los no creyentes, Dios estará muy preocupado.
      Como está escrito en Gálatas 5:21, aquellos no podrán ser salvos: "...los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios".
      Por consiguiente, anhelo que recuerden que Dios el Padre está esperando por ustedes y observándolos con ojos de fe, y que puedan abstenerse del pecado con facilidad y rapidez.
      En 2 Pedro 3:11-12 leemos: "...cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios..."
      El Señor ciertamente regresará.
      Y los guiará al hermoso reino de los Cielos al final.
      En el Cielo hay descanso, gozo y abundancia verdadera -cosas que deseamos mucho y que en este mundo no las podemos disfrutar.
      ¡Fijen su mirada en ese Cielo!
      Debemos mirar el amor de Dios quien preparó aquel lugar para nosotros.
      Si intentamos despojarnos de las obras de la carne y vivir una buena vida, Dios nos dará el gozo que el mundo o el pecado jamás podrán darnos mientras vivamos en este mundo.
      Él llena nuestros corazones con paz y gozo al igual que el agricultor que almacena buenos frutos y cereales en su granero para el siguiente invierno.
      Hermanos y hermanas, en la Escritura de hoy en Gálatas 5:19-21, el Apóstol Pablo, bajo inspiración del Espíritu Santo, escribió una epístola a la iglesia de Galacia diciendo: "...como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios".
      A la mitad del verso 21 leemos: "...acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes..."
      El Apóstol Pablo advirtió repetidas veces para que estuvieran alertas en contra de cometer pecados.
      A todo lugar al que iba y en todo lo que hacía, él oraba por ellos sin cesar como si fueran niños pequeños, preocupado de que pudieran cometer pecados y apartarse de la salvación.
      Yo también voy a tratar de advertir a todos nuestros miembros para que estén en guardia contra el pecado y que alcancen la salvación plena.
      En el nombre del Señor, ruego que en todas estas cosas sientan el amor del Padre que jamás los abandona.


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