• Estudio basado en Génesis (88)

    [Génesis 4:14-15]

    22-06-2012 | Rev. Jaerock Lee

    • Escritura

      Génesis 4:14-15
      [14] "He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.
      [15] Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara".


      Este es el 88.° estudio de Génesis.
      Caín tenía envidia de su hermano Abel, él había hecho relucir su malicia hacia su hermano. Creó un plan detallado durante mucho tiempo y eventualmente asesinó a su hermano.
      Dios conocía de todas estas cosas, sin embargo le dio una oportunidad para confesarlo.
      Pero Caín no lo hizo...
      Entonces, Dios le indicó claramente a Caín que Él conocía todo acerca de los actos de maldad que había cometido.
      De esta manera declaró dos maldiciones sobre la vida de Caín.
      Caín sintió miedo y finalmente mostró una actitud de arrepentimiento;
      aunque no era un arrepentimiento verdadero.
      El verdadero arrepentimiento es darse cuenta del pecado de cada uno y confesarlo con honestidad.
      Ustedes deben estar decididos a no cometer el mismo pecado nuevamente.
      No obstante, Caín confesó únicamente porque no pudo esconder por más tiempo lo que había hecho.
      Fue en este contexto que Caín hizo la confesión como se registra en Génesis 4:14.
      Él dijo: "He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará".
      Primero dijo: "me echas hoy de la tierra". Lo que esto implica es que Caín se perdería todo lo que había disfrutado.
      En otras palabras, se perdería de la parte que le correspondía de la herencia de su padre Adán.
      Luego él dijo: "y de tu presencia me esconderé".
      Esto revela el hecho de que Caín mismo se había dado cuenta cuán grave fue el pecado que había cometido.
      Ahora, ¿fue posible para Caín ver frente a frente a Dios antes de cometer este pecado?
      No, en realidad no era así.
      Entonces ¿por qué Caín lo dijo de esta manera?
      Él había aprendido la ley del reino espiritual de parte de su padre.
      Aprendió que si alguien quebrantaba la ley del reino espiritual, es decir, si alguien comete un pecado, este pertenece a las tinieblas. De la misma manera que la luz y las tinieblas no pueden coexistir, alguien que pertenece a las tinieblas no puede ver a Dios.
      Caín tuvo este conocimiento espiritual básico.
      Pero ahora había cometido un pecado grave, el cual fue revelado ante Dios.
      Es por eso que él dijo: "y de tu presencia me esconderé".
      De hecho, estas palabras: "alguien que comete pecado no puede ver el rostro de Dios" son ciertas.
      La intención de estas palabras se puede encontrar en muchas partes de la Biblia.
      Isaías 59:2 nos dice: "Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír".
      Deuteronomio 31:18 dice: "Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos".
      Además Esdras oró a Dios y dijo en Esdras 9:6 lo siguiente: "Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo".
      En ese entonces no era el pecado de Esdras el que había sido cometido.
      Sino que él ofreció aquella oración por los pecados de los israelitas, pero en particular fue ofrecido por el pecado de los líderes.
      Como mencioné, si alguien comete un pecado, este pertenece a las tinieblas y no puede levantar su rostro delante de Dios.
      Hace un tiempo atrás, Dios el Padre me habló acerca del corazón de un creyente que llegó al segundo reino de los cielos.
      El Segundo Reino es el lugar de morada celestial para aquellas almas que alcanzan el tercer nivel de fe.
      Este es el nivel en el cual alguien no ha podido alcanzar la santificación debido a que no ha podido abstenerse de toda forma de maldad.
      Un miembro que tiene este tipo de fe puede claramente sentir el reino espiritual cuando la vida llega a su fin, y esta persona tiene una separación del espíritu y el alma del cuerpo.
      Mientras estaba en profunda oración Dios me mostró el corazón de aquella persona en ese momento.
      Permítanme presentarles una parte de la confesión del corazón de esta persona.
      "Me gustaría darle a conocer a mi familia en este mundo acerca de esto. Quisiera que sepan lo penoso y vergonzoso que es no abstenerse de la maldad al punto de no poder levantar mi rostro delante de Dios el Padre.
      Las recompensas y el magnífico castillo celestial que Dios el Padre da a las almas que habitan en la Nueva Jerusalén son tan asombrosos y, por supuesto, los envidio.
      Sin embargo, sobre todo, me gustaría hacerles saber cuán penoso y vergonzoso es delante de Dios el Padre no abstenerse de toda forma de maldad".
      Esta persona era una Diaconisa mayor de esta iglesia.
      Ella aprendió acerca de las diferentes moradas del Cielo de acuerdo a las medidas de la fe.
      Conocía que una persona puede ir al tercer reino de los cielos al abstenerse de toda forma de maldad y santificándose, y que alguien puede ir a la Nueva Jerusalén al alcanzar el Espíritu Completo.
      Pero cuando su vida llegó a su final solo alcanzó el tercer nivel de la fe.
      Luego de que su espíritu dejó su cuerpo y vio la gloria del Cielo, ¿qué fue aquello por lo cual estaba más apenada delante de Dios?
      Ella dijo que se sentía tremendamente apenada delante de Dios por el simple hecho de no haberse abstenido de la maldad mientras llevó su vida de creyente sobre la Tierra.
      Esto fue de tal manera que no pudo ni siquiera levantar su rostro.
      Espero que ustedes tengan esto presente en sus mentes y recuerden que su confesión es verdadera y que se esfuercen para que, de manera segura, alcancen la santidad.
      La Biblia nos dice con claridad
      en Mateo 5:8, lo siguiente: "Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios". Hebreos 12:14 dice: "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor".
      Ustedes deben creer que lo que se dice se cumple y espero que desechen toda forma de maldad.
      Ruego en el nombre del Señor que puedan convertirse en personas santas que no tengan nada que ver con el pecado, que puedan comunicarse con Dios el Padre en este mundo y que puedan levantar su rostro ante Él con confianza.
      Ahora, en Génesis 4:14, Caín dijo: "... y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará".
      Este es uno de los versos en los cuales las personas despiertan su curiosidad.
      Muchos dicen: "En ese entonces solo existía Adán, Eva, Caín y Abel sobre la Tierra. ¿Cómo pudo ser que Caín sintiera miedo?
      Aquellos que han escuchado el estudio de Génesis cuidadosamente quizás supongan algo.
      Cuando comencé a explicar Génesis 4:1 les di la información básica para que pudieran comprender ese capítulo.
      ¿Qué les parece si refrescamos nuestras memorias?
      Les dije que Adán y Eva tuvieron muchos hijos una vez que se establecieron en la Tierra.
      Luego tuvieron a su primer hijo, Caín, y luego el segundo, Abel.
      Al leer Génesis 5:3-4, pueden ver que Adán fue padre de Set a la edad de 130 y tuvo otros hijos e hijas ya que vivió 800 años más.
      En realidad tuvieron muchos hijos entre Abel y Set y muchos hijos más después de Set.
      Entre este sinnúmero de hijos, están los nombres de los hijos que continuaron el linaje de la familia que se registra en la Biblia.
      Entre sus muchos hijos, Adán y Eva amaban mucho más a Caín y Abel que entregaron la subsistencia de la familia a estos dos hijos.
      Mientras que los demás hijos crecieron, dieron a cada uno una parte y les permitieron que se alejaran de sus padres.
      Ellos se distanciaron los unos de los otros, se establecieron, formaron sus familias, tuvieron hijos y prosperaron.
      A diferencia de hoy, hubo menos elementos destructivos tales como enfermedades y desastres.
      Por consiguiente, la población fue capaz de crecer a un ritmo muy rápido.
      Los hijos de Adán y Eva tomaron a sus hermanas como sus esposas y ellas dieron a luz sus hijos.
      A pesar de que eran hermanos y hermanas de los mismos padres, en aquel entonces no había otra opción.
      Ellos se casaron y tuvieron hijos. Sus hijos crecieron, se casaron y también tuvieron sus propios hijos.
      Cuando Caín asesinó a Abel, sus hermanos ya se habían establecido y vivían en áreas vecinas.
      Y la noticia de que Caín había asesinado a su hermano fue rápidamente conocida por los demás hermanos.
      La ira de ellos se convirtió en furia.
      Crujieron sus dientes con indignación y dijeron: "¿Cómo pudo ocurrir esto entre hermanos?"
      Además, Caín pudo sentir esta atmósfera.
      Mientras pensaba: "Aquellos hermanos que están tan enojados podrían hacerme daño"; y sintió miedo.
      Por esta razón dijo: "...y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará".
      Hay un refrán que dice: "Un ladrón que tiene conciencia y se siente mal es apto para entregarse a sí mismo".
      Significa que 'cuando una persona comete un pecado, naturalmente se siente nerviosa'.
      La situación de Caín era similar.
      Debido a la culpa en su conciencia, se sentía nervioso y con miedo.
      Es como Proverbios 28:1 menciona: "Huye el impío sin que nadie lo persiga; mas el justo está confiado como un león".
      Ya que Caín cometió un asesinato, él pensó que alguien más podría matarlo.
      Y debido a su acto de maldad, para él también los demás eran capaces de hacerle algo malo.
      Lo mismo puede darse fácilmente en nuestros días.
      Cuando una persona miente con facilidad, cree que los demás también mienten.
      Y cuando alguien es envidioso y celoso de los demás, piensa que otras personas sienten lo mismo hacia él.
      Es probable que muchos juzguen de manera equivocada y condenen a los demás como consecuencia.
      De la misma manera, ya que Caín estaba lleno de maldad en su corazón, pensaba que los demás harían lo mismo que él hizo y por ende sintió miedo.
      El entorno social en aquel entonces fue también un factor para que Caín sintiera miedo.
      En la década de 1960 y principios de 1970, cerca de 50 a 60 años atrás, la maldad no estaba tan extendida en Corea como en la actualidad.
      En aquellos días, la mayoría de los pueblos eran normalmente dominados por unas pocas familias.
      Esto es que los familiares de una misma familia se reunían y formaban un pueblo.
      Esto les permitía tener in fuerte sentido de vínculo entre ellos.
      Si alguien cometía un pecado grave en estos pueblos, tenía que salir del lugar.
      Los ancianos del pueblo se reunían y tomaban la decisión de expulsarlo.
      Y aunque no lo hicieran, la persona se sentía tan avergonzada que lo único que podía hacer era salir del pueblo.
      La mayoría de pueblos eran purificados de esta manera, y usaban este tipo de situación como advertencia a todos para que el mismo pecado no fuera cometido nuevamente.
      Ustedes pueden entender que la situación de Caín era muy similar a esta.
      En ese momento, las personas que estaban sobre la faz de la tierra eran todos hermanos y hermanas de Caín y Abel, y ellos eran sus descendientes.
      Luego, vino el escandaloso incidente del primer hijo, Caín, matando a su hermano Abel.
      Las personas en ese entonces tenían un corazón tan bueno y puro que no podría ser comparado a la condición actual.
      Por consiguiente, estaban consternados por la noticia del asesinato que cometió Caín.
      Ni siquiera sabían qué hacer debido a que fue el primer caso de asesinato.
      Algunos crujían sus dientes de indignación mientras que otros se sumían en la pena.
      Ya que Caín había sido capaz de prever y anticiparse a estas reacciones, estaba extremadamente temeroso.
      Llegó a darse cuenta que el pecado que había cometido fue tan grave que iba a ser condenado y sufriría represalias.
      Entonces ¿qué hizo Dios con Caín que estaba temblando de miedo?
      Dios ya le había dado oportunidades para arrepentirse.
      Además lo reprendió antes de cometer pecado y luego le dio la oportunidad de arrepentirse una vez que cometió pecado.
      Sin embargo Caín defraudó a Dios y se burló de Sus esperanzas.
      No obstante, ¿ignoró Dios a Caín y apartó de él Su rostro?
      ¡Por supuesto que no!
      Génesis 4:15 dice: "Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara".
      Este verso nos ayuda una vez más a sentir profundamente el gran amor de Dios.
      A medida que Dios estableció la ley del reino espiritual, el orden y las reglas de la naturaleza, la fundación que Él puso sobre todo esto fue 'el amor'.
      Cuando expulsó a Adán a la Tierra, no cortó por completo la comunicación con él.
      Al confeccionarles túnicas de pieles los enlazó con las cuerdas de la salvación y la gracia.
      Además abrió el camino al reino espiritual para que sus descendientes en el Huerto del Edén pudieran visitarlo.
      Todo esto fue la consideración del amor de Dios.
      Él también mostró Su amor por él.
      Debido a que Caín mató a su hermano, pensó que los demás también lo matarían.
      Tembló de miedo y sufrió terriblemente.
      Dios tuvo misericordia de Caín y tomó la acción de protegerlo para que no fuera asesinado.
      Dios permitió que Caín disfrutara de todo el tiempo que duraría su vida.
      La razón por la que Dios hizo esto fue porque quiso darle una oportunidad de cultivar su corazón.
      Entonces Dios puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.
      Sin embargo, esta 'señal' no simbolizaba la gloria y dignidad de Dios, sino más bien una señal que revelaba el 'pecado y la vergüenza'.
      Cuando las personas veían la señal, podían deducir que Dios lo protegía, así como también el tipo de pecador que era.
      Gracias a esta señal, Caín pudo evitar daños de otras personas, pero al mismo tiempo debía vivir su vida como un pecador.
      Esta señal siempre le recordó el pecado que había cometido.
      Para él, la señal era un recordatorio del pecado que jamás podría olvidar durante su vida.
      Cada vez que él veía la señal, lamentaba sus días pasados y tomaba la decisión de no cometer pecados.
      Hasta que su vida llegó a su final sobre la Tierra, él se arrepintió por completo de su pecado, dio fruto digno de arrepentimiento y finalmente alcanzó la salvación.
      Ya que Caín fue apenas salvo, pudo llegar a los límites del Paraíso, el menor de los lugares en la morada celestial.
      De hecho, aunque Caín se arrepintió por completo, lo hizo por miedo al castigo.
      Si él hubiera cambiado su corazón en uno bondadoso y hubiera hecho todo lo posible para agradar a Dios, podría haber entrado a una mejor morada en el Cielo.
      Pero Caín no era una persona con ese tipo de corazón.
      Amados hermanos y hermanas:
      Hay personas que ponen en sus cuerpos algo como la señal que Dios le puso a Caín.
      Estoy hablando de los tatuajes.
      Un tatuaje de cualquier forma en el cuerpo es decir: "Soy un pecador", en un sentido espiritual.
      Es por eso que Dios aborrece los tatuajes en el cuerpo.
      Además, muchos de los tatuajes tienen formas de animales detestables.
      Levítico 19:28 dice: "Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna".
      Claramente dice que no pueden hacerse ningún tatuaje en sus cuerpos.
      Apocalipsis 14:11 también nos dice: "...y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre".
      Durante los siete años de la Gran Tribulación en el futuro, el anticristo forzará a las personas a que reciban la marca en su frente o mano.
      Esta es la 'marca de la bestia'.
      Si una persona acepta esta marca, ni siquiera tendrá la oportunidad de recibir la Salvación del espigueo, sino que de seguro caerá a la muerte.
      Esta marca de la bestia es de alguna manera diferente a un tatuaje; en el sentido referente a colocarse una marca en el cuerpo, es igualmente inadecuada delante de Dios.
      ¿Alguien aquí se ha hecho alguna vez un tatuaje?
      Deje de decir: "¿y ahora qué debo hacer?" y no se preocupe.
      Ustedes lo hicieron desconociendo el significado espiritual, y ya se deben haber arrepentido de todo su pasado al aceptar al Señor.
      Entonces, no habrá problemas con la salvación.
      Por supuesto, es muy importante cambiar de lo profundo del corazón.
      Aún así, si es posible sería mejor eliminar el tatuaje.
      Gracias a la tecnología médica altamente desarrollada, si ustedes lo desean, pueden prácticamente borrarlo.
      Como un hijo del Dios Santo, es mejor tener confianza espiritual pero también un cuerpo impecable.


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