Pasaje

(1 Juan 4:16).
"Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él".


Hoy es la Fiesta dominical de la Siega.
En la primera parte de Éxodo 23:16 leemos: "También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo..."
La Fiesta de la Siega es una de las tres festividades más importantes de Israel.
Es la ocasión en la cual se agradece luego de la cosecha de los primeros frutos, que son el trigo.
En Corea, normalmente se celebra el primer domingo del mes de julio, que es el tiempo de la cosecha de cebada y el comienzo de la segunda mitad del año.
En esta festividad, agradecemos por la gracia de Dios el Padre que nos ha protegido y bendecido durante toda la primera mitad del año.
Por medio de esta festividad, podemos recordar las cosas que nos hemos olvidado o perdido, y dar gracias por ello.
Al hacer esto, podemos sentir y grabar la gracia y el amor de Dios el Padre de manera más profunda en nuestros corazones.
Reconozcan que todas las condiciones de acción de gracias vienen de Dios y denle gracias a Él con todo su corazón, mente y alma.
Entonces, Dios les dará más situaciones de acción de gracias en la segunda mitad del año.
Una festividad es un tiempo de bendición cuando Dios y nosotros, Sus hijos, compartimos el amor.
En este mensaje pensemos acerca de los tres tipos de la gracia de Dios entre las muchas cosas que Él nos da.
La canción de Alabanza Manmin titulada 'Un día bendecido' se canta de la siguiente manera:
"Hoy es un día bendecido para reunirnos y escuchar las palabras de verdad y vida del Padre. Hoy es un día bendecido para aquellos que creen y pueden experimentar Su gracia y poder".
Mi anhelo es que ustedes puedan disfrutar de esto en este día.
Ruego en el nombre del Señor que puedan llegar a cantar naturalmente '¡Aleluya!'
[Mensaje] Amados hermanos y hermanas en Cristo: la primera gracia dada por Dios el Padre es la gracia que perdona nuestros pecados.
Damos gracias al Señor todos los días al recordar la cruz que Él cargó.
Sin la sangre en la cruz, estábamos destinados a ir al Infierno para pagar el precio por nuestros pecados.
¡Cuán espantoso hubiera sido esto!
Yo creo que algunos de ustedes sienten el sacrificio en la cruz de manera más profunda que otros.
¿Recuerdan el 25 de diciembre de 2010?
Hasta ese entonces, muchas personas le estaban dando la espalda al Señor al hacer caso omiso de la palabra de vida.
Ellos cometieron pecados siguiendo la lujuria y tentaciones de este mundo.
Aunque conocían la verdad, cometieron pecados que despojan de la salvación y pecados que conducen a la muerte.
Crucifican al Señor nuevamente para exponerlo a vituperio.
Su esperanza de salvación fue cortada, y ya no tenían más esperanzas sino la de esperar con temor por el juicio.
Por sobre todas las cosas, se sentían tan miserables al darse cuenta que ya no podían tener ninguna esperanza por el Cielo y la Nueva Jerusalén.
Pero de manera maravillosa, el Señor una vez más extendió sus manos manchadas de sangre hacia ustedes.
Muchas personas se arrepintieron de sus pecados pasados por completo y entraron una vez más a los límites de la salvación.
Por supuesto, si ustedes cometen pecados que conducen a la muerte, ya no pueden arrepentirse de ellos.
Debido a que ya no pueden recibir el espíritu de arrepentimiento.
¿Y cómo pudo esto imposible llegar a ser posible?
Fue gracias a la intercesión del Espíritu Santo.
Leemos en Romanos 8:26 que dice: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles".
Además, en Juan 16:8, Jesús dijo: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio".
Como Su rol ya se explicó, el Espíritu Santo continuamente intercede por ustedes con gemidos.
Y claro, si cometen pecados que despojan de la salvación constantemente o pecados que conducen a la muerte y otra vez salen de los límites de la salvación, el Espíritu Santo deja de morar dentro de ustedes.
Tal como está escrito en 1 Tesalonicenses 5:19 que dice: "No apaguéis al Espíritu"; el Espíritu Santo dentro de usted será apagado.
Sin embargo, el Dios de amor, nuestro Padre celestial, instó mi corazón de manera continua.
Para que ustedes pudieran arrepentirse, Dios me animó a que continuamente les predicara acerca de los pecados y el juicio que viene por ellos.
El corazón de Dios el Padre, el Señor y el Espíritu Santo es el mismo.
Dios no quiere que ni una sola alma caiga al Infierno.
Jesús le siguió dando oportunidades a Judas Iscariote aunque sabía que él ya había sido capturado por Satanás.
Yo creo en este amor de Dios el Padre y del Señor.
Yo también clamé por ustedes con lágrimas.
Como ya han podido ver, por muchos días me paré en el púlpito con mi cuerpo tambaleando debido a que había perdido toda mi energía.
Leyendo las cartas de arrepentimiento que ustedes enviaron, le pedí a Dios que les diera la gracia para arrepentirse y cambiar.
Gracias a Dios el Padre, Él no se olvidó de mis oraciones.
El 25 de diciembre de 2010, Él les dio a aquellos que se arrepintieron la gracia del perdón.
Además, incluso después de esto, les continuó dando fortaleza y gracia para alejar el amor de ustedes por el mundo y las obras de la carne.
Por ejemplo, ¿recuerdan el pasado servicio de Año Nuevo?
Yo me encontraba en la montaña orando.
Ustedes me cantaron el 'Castillo del Pastor' a través del teléfono durante el culto de adoración.
En ese momento, muchas personas dijeron que habían recibido la gracia y la fortaleza para abstenerse del pecado y la maldad.
Uno de los estudiantes de la universidad dijo que había sido liberado de la adicción a los juegos electrónicos por la Internet.
Además, muchas personas recibieron la fortaleza para abstenerse del pecado y la maldad mediante la fiesta de la bendición, la reunión de oración de Daniel y otros servicios de adoración.
No solo regresaron dentro de los límites de la salvación sino que además a tener esperanza por la Nueva Jerusalén.
Muchos miembros de la iglesia han derribado las barreras del pecado y ahora están recibiendo sanidades y bendiciones financieras.
¡Todos deberíamos estar muy agradecidos!
Demos gracias y gloria a Dios el Padre por darnos tanta gracia.
Por supuesto, en muchas ocasiones pasadas Él nos ha dado la gracia para arrepentirnos.
Nos ha dado días especiales y nos ha salvado muchas veces de la trampa del pecado, de la cual no podemos salir por nuestras propias fuerzas.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: nunca más deben alejarse del seno del Señor.
Ni tampoco crucificarlo nuevamente.
Esta es la manera de repagar por Su gracia.
Todos los miembros de Manmin podemos hacerlo.
Es debido a que Dios el Padre aún sigue derramando de Su gracia sobre nosotros de manera constante.
Isaías 44:22 dice: "Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí".
Ruego en el nombre del Señor que ustedes por siempre moren en el seno del buen Padre, El Señor y el Espíritu Santo.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: la segunda gracia dada por Dios el Padre es la gracia que aumenta nuestra medida de la fe.
¿Cuál es la razón por la que maduran el trigo o la cebada y crean olas de color dorado?
Por supuesto, es también porque el agricultor sembró la semilla y cuidó de ella de manera diligente, pero el agricultor no puede hacer que el cultivo crezca ni un solo milímetro.
Esto solamente puede hacerlo Dios el Creador.
Lo mismo sucede con el crecimiento de la fe.
Solo por ir a la iglesia o hacer muchas obras buenas dentro de las normas de cada uno, no se garantiza el crecimiento de uno en la fe.
Si alguien puede incrementar su fe tan fácilmente, ¿por qué habría personas que están al mismo nivel durante tantas décadas?
Además, ¿por qué algunas personas que solían asistir diligentemente a la iglesia de repente cambian de opinión y se alejan de Dios?
Es debido a que no es fácil incrementar nuestra fe, y a veces las personas recaen en la fe.
El crecimiento de la fe solo puede ser otorgado por Dios el Padre.
Claro, el tipo de fe del cual estoy hablando aquí es la fe espiritual.
La fe espiritual es aquella que es dada de lo alto por Dios.
Es la fe verdadera que nos guía a la salvación y al Cielo, y la fe que hace descender las respuestas.
Por el contrario, ¿qué es la fe carnal?
Ustedes dicen: "¡Señor, yo creo!", pero no tienen las obras que siguen por vivir por la palabra. Esta es una fe muerta con la cual no pueden hacer descender las respuestas de Dios.
La fe carnal es también llamada fe como conocimiento debido a que conocen acerca de Dios y la verdad solo mediante su conocimiento.
Pero gracias a Dios, la mayoría de ustedes aquí, tienen fe espiritual.
No solo esto, pero desde la gracia del perdón en la navidad de 2010, la fe espiritual de ustedes ha crecido rápidamente.
Ha sido especialmente cierto desde el momento en torno a la conferencia de liderazgo del año pasado.
En el pasado servicio de Año Nuevo, pasaron la prueba dada por Dios y pudieron ustedes mismos analizar el nivel de crecimiento de la fe espiritual.
Hay una pieza más de evidencia que les muestra el crecimiento de la fe.
Es que ustedes se mantuvieron bien en sus posiciones mientras me encontraba orando por varias semanas en la montaña.
La fe es algo parecido a lo que mencioné anteriormente.
Es vivir mediante la Palabra de Dios en cualquier circunstancia o situación, o si es que está o no siendo observado.
Hermanos y hermanas, nunca es fácil que su fe crezca uno por ciento.
Pero la fe de muchos de ustedes ha aumentado sus porcentajes durante varios meses o en un par de años.
Muchos han crecido tanto en la fe; de la fe carnal a la fe espiritual, e incluso se han acercado al espíritu y el espíritu completo.
Esto es algo que las personas nunca pueden hacer.
Esto fue posible porque Dios el Padre les suplió agua espiritual y la luz del sol continuamente.
En particular, luces boreales que Dios nos ha dado desde el día de mi cumpleaños, el pasado mes de mayo, que han actuado como un estímulo para que su fe crezca.
Mediante las luces boreales muchos de ustedes dijeron: "Me puedo ver a mí mismo, lo cual no podía hacer durante décadas. Me he dado cuenta que tengo maldad dentro de mí, y que tengo mucha soberbia y mis propios criterios".
Además muchos de ustedes de alguna manera se arrepienten de su pasado y dicen: "Es tan fácil alejarse de los pecados, ¿por qué no he podido hacer esto anteriormente?"
Por lo cual tenemos que estar verdaderamente agradecidos es que incluso los nuevos creyentes que no pueden tener nada de fe espiritual, han sido transformados, y que muchos creyentes que se desanimaron están regresando.
Todo esto se ha hecho posible porque Dios el Padre nos ha dado el rápido fluir del espíritu.
Éxodo 19:4 dice: "Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí".
Como se menciona, ustedes han pasado rápidamente por el desierto conocido como el 'cultivo de la humanidad' viajando en la corriente rápida de la gracia que Dios el Padre les ha dado en estos días.
Ustedes están rápidamente imitando la imagen de Dios corriendo hacia la Nueva Jerusalén en el Cielo.
Por otra parte, ¿hay alguien que no siente que su fe está creciendo?
Si han estado intentando viajar en el fluir del espíritu, deben ser capaces de ver al menos las ramas ser suplidas con agua nuevamente, y que están empezando a crecer aún más.
Ahora, ustedes simplemente deben mantenerse creciendo.
No hay necesidad de estar desalentados.
La segunda parte de Lucas 18:8 dice: "...pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?"
Ahora es ese momento.
Démosle todo el agradecimiento y gloria a Dios el Padre quien nos ha dado fe espiritual y verdadera en esta era, y quien nos da esperanza ferviente de la segunda venida del Señor.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: la tercera gracia dada por Dios el Padre es la gracia de tener un verdadero pastor.
Mientras estaba orando en la montaña, muchos de ustedes se dieron cuenta de la importancia del pastor del rebaño mientras escucharon el estudio de Salmos 23.
Siento que ahora ustedes profesan más que antes: "El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará", como menciona Salmos 23:1.
Dios el Padre, el Señor y el Espíritu Santo son nuestro Verdadero Pastor.
Debido a que Dios, que es nuestro pastor, nos está guiando, podemos obtener el alimento y el agua en el espíritu y en el cuerpo.
Sobre todas las cosas, podemos ir cómodamente hacia el reino de los cielos, el cual se convertirá en nuestro verdadero lugar de descanso.
Juan 10:11-12 dice: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa".
Durante mi ministerio e impregnado estos versos una y otra vez en mi corazón.
He tratado de cuidar al rebaño que se me ha confiado con mis oraciones.
Y yo creo que fue la respuesta a mis oraciones, que Dios nos dio el perdón y el aumento de nuestra fe, que fueron las dos clases de gracia mencionadas anteriormente.
Desde que Dios el Padre me llamó para que sea su siervo, he tenido el gran deseo de salvar a un gran número de almas.
Me aferré a Dios con oración y ayuné por esto.
Quise entender la manera de hacerlo y además conocer la voluntad de Dios el Padre.
Y Él me mostró claramente el reino espiritual, lo cual solía ser solo una vaga idea.
Además, me permitió conocer lo que esta iglesia debe hacer en estos últimos tiempos.
Esto es: evangelizar este país y al mundo entero, y construir el Gran Santuario.
Y mi esperanza se ha vuelto aún más cristalizada.
Ha evolucionado hasta convertirse en esto: "Voy a salvar a muchas almas y construir el Gran Santuario en este tiempo final, junto con los miembros de nuestra iglesia, y entrar a la Nueva Jerusalén".
En los últimos días he tenido que soportar cosas para cumplir con esta esperanza, lo cual no ha sido fácil.
Especialmente, cuando llegué a conocer los detalles de los pecados que los miembros de la iglesia habían cometido después de haber iniciado el rápido fluir del espíritu, sentí un dolor tan grande que pensé que era como el dolor que se siente en el abismo.
Más que cualquier otra cosa, tuve la mayor agonía cuando pensé en la gente que conocía que iban a permanecer durante los siete años de la tribulación o cuando los vi en el Infierno y no en el Cielo.
Así que me aferré a Dios el Padre sin cesar.
También proclamé sobre el pecado, la justicia y el juicio, sin descanso.
Yo les he enseñado las cosas espirituales y les he animado para que puedan entrar en el fluir del espíritu.
Además les he enseñado las palabras espirituales de Dios el Padre constantemente.
He esperado con paciencia anhelando con fe que muchos de ustedes puedan cambiar.
Y todas estas obras han demostrado que sí vale la pena;
ya que muchos de usted han podido cambiar.
Le he llegado a mostrar a Dios el Padre el rebaño que puede ser salvo, y aún más, las almas que pueden ingresar a la Nueva Jerusalén.
Y este número se incrementará en el futuro por lo que estoy muy agradecido.
Me siento muy alentado debido a que muchos de ustedes confían en mí como su pastor y tratan de convertirse en mi fortaleza.
Yo puedo estar aquí parado en esta hora gracias al aroma de los corazones de ustedes.
Yo no fui capaz de mantener mi cuerpo debido a la pérdida de toda mi energía, pero el poder de Dios Padre y el amor de ustedes, me sostuvo.
Pronto comenzaremos la construcción del Santuario Canaán y cumpliremos con la evangelización mundial con el poder asombroso.
¡Sigamos con ansias los tipos de obras que Dios el Padre nos revelará!
Démosle todo el agradecimiento y gloria a Dios el Padre quien ha establecido esta iglesia y nos ha llamado el pastor y su rebaño que cumplirán con Su gran voluntad y providencia.


[Conclusión]

Amados hermanos, hermanas y televidentes en Cristo: hoy en la Fiesta de la Ciega hemos analizado los tres tipos de gracia, es decir, la gracia del perdón, la gracia que aumenta la fe y la gracia de haber recibido un pastor verdadero.
Pero la más importante de todos los tipos de gracia, es que lleguemos a sentir el gran amor del Padre y vivir en ese amor que Él nos está dando.
Es como el pasaje de hoy en 1 Juan 4:16 que dice: "Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él".
El día de mañana comenzaremos con la conferencia de liderazgo.
Espero que ustedes asistan con un corazón agradecido por toda la gracia que se nos ha dado hasta ahora, y con un corazón que confía en el amor de Dios que solo nos da cosas buenas.
Entonces, Dios el Padre permitirá que todos ustedes tengan un asombroso crecimiento en la fe.
Ruego en el nombre del Señor que puedan tener una mayor gracia en espíritu y cuerpo en la siguiente mitad de este año.