• Gracia - Festival de la Cosecha Domingo por la noche Santa Cena

    [Juan 6:53- 55]

    01-07-2012 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Juan 6:53- 55]
      "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida".


      Hay un himno que ha sido cantado por muchas personas alrededor del mundo. Este es 'Sublime Gracia'.
      Este inicia con, 'Sublime gracia, sublime gracia la del Señor, que a un pecador salvó'.
      John Newton es quien escribió la letra de esta canción.
      A la edad de seis años perdió a su madre quien tenía una fe sincera, y desde entonces, él perdió su camino y cometió muchas clases de pecados. Se convirtió en capitán de un barco esclavista, maltratando a los esclavos brutalmente y vendiéndolos.
      En ese momento él enfrentó una inmensa tormenta, y cuando estaba en peligro, buscó la gracia de Dios y se encontró con Jesucristo.
      Se apartó de sus caminos y eventualmente se convirtió en pastor, esforzándose por predicar el evangelio el resto de su vida.
      La letra de 'Sublime Gracia' habla sobre la gracia de la salvación que él obtuvo en medio de una vida sucia y pecadora.
      Incluso después que cumplió los 80 años, apasionadamente predicó el evangelio y frecuentemente decía, "Mi memoria es débil ahora, pero claramente puedo recordar dos cosas. Una es que yo solía ser un pecador, y la otra es que Jesucristo es el gran Salvador que me salvó".
      ¿Qué clase de confesiones hacen ustedes?
      ¿Tienen la gracia de Dios profundamente gravada en su corazón para que nunca la olviden, incluso si toda su memoria les falla?
      Es este Domingo del Festival de la Cosecha, yo espero que ustedes recuerden, una vez más en su corazón, la ilimitada e interminable gracia de Dios. Espero que recuerden que a pesar que fueron todos pecadores, Él los hizo Sus hijos; que Él nos guarda a cada uno como la niña de Sus ojos, y que nos guía hacia el reino de los cielos.


      [Mensaje Principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, la primera gracia que nosotros debemos recordar en este Festival de la Cosecha es la gracia que nos permite cambiar para convertirnos en verdaderos hijos de Dios.
      La razón por la cual Dios el Creador creó a los seres humanos es para obtener verdaderos hijos.
      No solamente hijos que le obedezcan incondicionalmente como robots, sino aquellos hijos que puedan compartir verdadero amor desde su corazón, comprendiendo profundamente el corazón de Dios.
      Él nos dio el libre albedrío para que escojamos la bondad, el amor y la verdad después de experimentar la carne que perece en esta tierra durante el transcurso de la cultivación humana.
      En el proceso de la cultivación humana, podemos reconocer profundamente el amor de Dios y cultivar un corazón de espíritu que nunca cambia.
      Aquellos que no comprenden este principio de cultivación buscan cosas vanas durante toda su vida y eventualmente alcanzan la destrucción.
      Pero ustedes han aprendido y reconocido la providencia de Dios, y ahora están viviendo vidas valiosas.
      Supongan que dos hombres están navegando. Ellos son marinos igualmente calificados, pero uno tiene un compás y navega hacia el destino correcto mientras que el otro solamente va a la deriva sin dirección. Entonces, cada una de las vidas tendrá resultados y significados completamente diferentes.
      Si nosotros comprendemos el propósito de nuestras vidas y la providencia de la cultivación, podemos dirigirnos en la dirección de nuestro objetivo incluso en medio de pruebas y dificultades.
      Debido a que tenemos fe, podemos vencer las dificultades diarias dependiendo de Dios. Debido a que tenemos esperanza, podemos aceptar cualquier cosa con agradecimiento.
      Yo espero que ustedes siempre recuerden la gracia de Dios quien les enseñó claramente la providencia de la cultivación humana y les permitió arrebatar el Cielo con violencia por medio de la fe.
      Al hacer esto, oro en el nombre del Señor para que, ustedes escojan la dirección más valiosa en la vida y para que rápidamente cambien para convertirse en verdaderos hijos de Dios.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, la segunda gracia que tenemos que recordar es la gracia de recibir la salvación por medio de Jesucristo.
      Aun cuando comprendemos la providencia de la cultivación con claridad, no podemos ir al Cielo con ese conocimiento.
      Nosotros que somos los descendientes de Adán estábamos destinados a caer en el Infierno a causa de nuestros pecados.
      Pero gracias al Jesús sin pecado que tomó la cruz en nuestro lugar, el camino ha sido ahora abierto para que podamos ir al Cielo.
      Hermanos y hermanas, ¿pueden ustedes realmente entregar su vida por alguien a quien aman?
      ¿Pueden soportar el dolor de una de sus piernas o uno de sus dedos siendo cortado?
      La crucifixión es una de las formas de ejecución más crueles.
      Es una ejecución sin anestesia y el dolor no es solamente por poco tiempo.
      Jesús fue llevado de aquí para allá y fue objeto de burlas durante toda la noche, y fue flagelado en todo Su cuerpo al grado de estar empapado de sangre y de que sus huesos estuvieran expuestos.
      Espinas del tamaño de dedos fueron incrustadas en Su cabeza.
      Con Sus manos y pies atravesados por gruesos clavos, Él fue colgado todo el día bajo el ardiente sol y murió después de derramar toda Su sangre y agua.
      Si ustedes explican el dolor de cada una de esas cosas en detalle, ¿tomarían voluntariamente este castigo en la cruz a favor de otro?
      Sin embargo Jesús lo hizo y murió por nosotros.
      Romanos 5: 7-8 dice, "Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros".
      No fuimos nosotros los que amamos a Dios primero.
      Jesús tomó la cruz obedientemente por aquellas almas que se apartaron de Dios, por aquellos que lo perseguían a Él y lo maldecían, y por los abominables pecadores que vivían en la oscuridad.
      Yo espero que ustedes graven día con día más profundamente en sus corazones esta gracia del Señor quien nos salvó.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, la tercera gracia que debemos recordar en este Festival de la Cosecha es la gracia de darles un verdadero pastor.
      Dios creó a los hombres y entregó a Jesucristo por la cultivación humana, pero aun existen muchas personas en el mundo que no son salvas.
      Hay muchos que no han escuchado el evangelio, o que lo han escuchado pero no lo han comprendido. Hay muchos que dicen que creen, pero continúan siguiendo la lujuria del mundo.
      En ocasiones, aquellos que agradecen la gracia del Señor con lágrimas son tentados y regresan al mundo.
      Mientras esta era se vuelva cada vez más llena de tinieblas, y las personas siguen cada vez más la lujuria, el placer y los beneficios personales, nosotros estamos en una necesidad desesperante por un verdadero pastor que guarde su rebaño.
      Como dijo Jesús en Juan 10:11, la parte final, "...el buen pastor su vida da por las ovejas", un verdadero pastor tiene que cuidar de su rebaño con toda su vida.
      Él tiene que permitir que ellos disciernan la voluntad de Dios con la palabra que penetra hasta partir el espíritu, el alma, las coyunturas y los tuétanos.
      Tiene que mostrar las señales y maravillas para que ellos puedan tener fe espiritual y puedan encontrarse con Dios y experimentar Su poder.
      Tiene que advertirles del pecado, la justicia, y el juicio, para que ellos no se manchen con el mundo y puedan vencer los pecados y las tentaciones.
      Si un animal feroz toma una de las ovejas, el pastor arrebatará la oveja de la boca del animal. De la misma forma, un verdadero pastor tiene que arrebatar las almas del pecado.
      Por sobre todo, tiene que permitirles sentir el amor de Dios el Padre para que ellos reciban la fortaleza y la gracia para vencer al mundo.
      Tienen que guardar las almas con toda su vida hasta que ellos puedan permanecer en la verdad por sí solos.
      Aquellos que asisten a esta iglesia han escuchado la palabra de vida que no han escuchado en otro lugar.
      Se han convencido que el mensaje es verdadero por medio de poderosas obras de Dios, y su fe espiritual ha crecido.
      Ustedes gravaron en lo profundo de sus corazones, el amor del Padre en la cultivación humana y el amor del Señor quien tomó la cruz.
      Yo espero que agradezcan la gracia de Dios quien les ha permitido llegar a estar iglesia y encontrarse con el pastor.
      [Conclusión] Amados hermanos y hermanas en Cristo, realizaremos la Santa Cena en la segunda parte de este servicio.
      La Santa Cena contiene los principios básicos de nuestra vida cristiana.
      La razón por la cual regularmente celebramos la Santa Cena con la explicación de su significado espiritual, es porque ustedes deben conservar ese significado en su mente.
      La lectura de este día en Juan 6:54 dice, "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero".
      En otras palabras, esto significa que aquel que no come la carne y no bebe la sangre del Hijo del Hombre no tiene vida eterna ni la esperanza de la resurrección.
      La razón por la cual nosotros adoramos y oramos cada día de nuestras vidas, después de todo, es para obtener salvación y vida eterna.
      De esto podemos comprender la importancia del significado espiritual de la Santa Cena.
      Primero, comer la carne del Hijo del Hombre es tomar la palabra de Dios como nuestro pan espiritual.
      Juan 1:1 dice que el Verbo era Dios.
      Juan 1:14 dice que ese Dios, quien es el Verbo, se hizo carne y vino a esta tierra, y Él es Jesús.
      Así que, comer la carne del Hijo del Hombre es tomar la Palabra de Dios como nuestro pan espiritual.
      Esto no significa aprenderse la Biblia solamente como conocimiento sino cambiar nuestro corazón con la palabra.
      Se trata de desechar la maldad de nuestro corazón y reemplazarla con bondad y amor.
      Para comer la carne del Hijo del Hombre de esta forma, tenemos que tomar Su sangre al mismo tiempo.
      Esto significa que además de aprender la palabra de Dios, también tenemos que tener evidencias de que realmente practicamos la palabra siguiendo nuestra fe.
      Permítanme dales una alegoría. Esto es igual a cuando las personas comen su alimento y tienen que tomar líquidos al mismo tiempo.
      Si ustedes ingieren alimento seco sin tomar ningún líquido, no pueden digerirlo bien aun cuando la comida sea muy nutritiva.
      Podemos absorber los nutrientes y también expulsar los desechos del cuerpo cuando consumimos líquidos.
      Similarmente, cuando aprendemos la palabra de Dios, no debemos solamente recordarla y conservarla en nuestra cabeza como conocimiento, sino que tenemos que tratar de ponerla en práctica.
      Tenemos que obedecer los mandamientos que nos dicen 'haz esto', 'no hagas', 'guarda' o 'desecha' ciertas cosas.
      Solamente haciendo esto, la palabra de Dios que aprendieron, realmente se convertirá en su vida y su fortaleza.
      La falsedad de su corazón será removida, y esta será reemplazada por la verdad.
      El odio será desechado al grado en que el amor lo llene.
      La arrogancia será desechada al grado en que la humildad prevalezca. El mal temperamento será desechado mientras que la mansedumbre es llenada.
      Además en 1 Juan 1:7 podemos comprender que nosotros tenemos vida en nosotros cuando bebemos la sangre del Hijo del Hombre mientras comemos Su carne.
      Este dice, "pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado".
      Aquí, caminar en la luz significa obedecer la palabra de Dios y practicarla.
      Jesús derramó Su preciosa sangre para redimirnos de los pecados.
      Y para que nosotros seamos perdonados por medio de Su sangre, tenemos que caminar en la luz.
      Ustedes deben ya comprender este significado espiritual de la Santa Cena junto con muchas otras cosas espirituales habiendo escuchado muchos de estos mensajes.
      En esto, han estado recibiendo bendiciones tanto físicas como espirituales, teniendo no solamente seguridad de la salvación sino también esperanza por la Nueva Jerusalén.
      Yo espero que ustedes estén agradecidos por la gracia de Dios Padre quien nos guía cada día con la Palabra espiritual y Su poder.
      demás, espero que esta Santa Cena renueve sus corazones con el amor de Dios y se convierta en otro punto de inicio para que lleven una vida cristiana más vigorosa.
      Y al final, puedan todos ser transformados en verdaderos hijos de Dios tal como Él desea, ¡Oro en el nombre del Señor!


    • Language
    • x