• Conferencia sobre 1 Juan (37)

    [1 Juan 4:1]

    30-09-2012 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      1 Juan 4:1
      "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo"


      [Mensaje Principal]

      1 Juan 4:1-6 habla sobre el discernimiento de espíritus.
      Este pasaje nos dice que hay un espíritu de la verdad que es de Dios y un espíritu de las tinieblas que no es de Dios, y también dice a los creyentes que estén despiertos espiritualmente para que no sean engañados.
      Primero, 1 Juan 4:1 dice, "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo".
      Entre los espíritus, hay espíritus que son de Dios y de la luz, y aquellos que se oponen a Dios y que son de las tinieblas.
      El enemigo el diablo y Satanás, los demonios, dragones y sus mensajeros son los espíritus que son de las tinieblas.
      Los espíritus que son de la luz y de la verdad son el ejército celestial y los ángeles de Dios, y los querubines.
      Dios es el Único que es el verdadero espíritu, y quien creó los seres humanos, los cielos y la tierra y todas las cosas que hay en ellos. Él es el Único que controla la historia y los juicios de la humanidad.
      Dios es el Único que puede contestar nuestras oraciones para darnos bendiciones y la vida eternal.
      Aquellos hombres que están en las tinieblas no pueden dar vida a otros, y tampoco pueden obtener vida para ellos mismos.
      Cuando el período de la cultivación humana termine, ellos serán juzgados y recibirán el castigo eterno.
      Sin embargo, durante el transcurso de la cultivación humana, los espíritus de la tinieblas tienen la autoridad arrastrar a la gente carnal hacia la muerte.
      Ellos pueden hacer sus propias obras espirituales, y por medio de ellas mienten y engañan a los hombres carnales.
      Engañan a la gente de forma que ellos crean que hay otros dioses que pueden dar vida y bendiciones y que son dignos de ser adorados.
      El pasaje de este día dice que nosotros no tenemos que creer en cada espíritu sino que los probemos para ver si son de Dios. Pero esto no es solamente en los casos donde las tinieblas han sido claramente reveladas, como en el caso de los idólatras o los incrédulos.
      Ellos obviamente no pertenecen a Dios, por lo tanto no tenemos incluso que probarlos.
      Cuando el pasaje de este día dice que no creamos a todo espíritu, significa que debemos discernir a las personas que dicen ser de Dios, pero que en realidad reciben las obras de los espíritus de las tinieblas.
      Ustedes y yo hemos recibido el espíritu que es de Dios.
      Los hombres han sido creados con un espíritu, un alma y un cuerpo.
      Dios hizo el cuerpo de Adán del polvo de la tierra y sopló sobre su nariz el aliento de vida para hacerlo un ser viviente, es decir un espíritu viviente.
      Pero desde que Adán cometió un pecado al comer la fruta prohibida, se dice que su espíritu y los espíritus de sus descendientes están muertos.
      Pero cuando nosotros creemos en el Señor Jesús y recibimos al Espíritu Santo, el espíritu muerto vuelve a la vida.
      Ahora, nosotros hemos recibido un espíritu que es de Dios porque creemos en el Señor.
      Pero en ocasiones, entre las personas que dicen creer en Dios y que han recibido al Espíritu Santo, hay algunos que son controlados por espíritus de las tinieblas y no de parte de Dios.
      Para que nosotros evitemos ser engañados por tales personas, necesitamos ser capaces de discernir los espíritus.
      Como les he explicado en muchas ocasiones en las Conferencias de 1 Juan, cuando el apóstol Juan estaba escribiendo este libro, había muchas herejías en la iglesia primitiva.
      Había personas que estaban en la iglesia que negaban a Dios la Trinidad e insidiosamente cambiaban el evangelio.
      Juan el apóstol está advirtiendo a los creyentes una y otra vez a que no se dejen engañar por tales personas.
      Pero los espíritus de las tinieblas tratan de tentar a los creyentes a caer en pecado por todos los medios posibles, y no solamente con ideas heréticas.
      Ellos tratan de ocasionar problemas en la iglesia.
      Por ejemplo, algunas personas reciben los dones de la profecía o de visiones estando llenos de la gracia de Dios. Pero con el paso del tiempo, cambian sus actitudes con sus deseos egoístas, y empiezan a recibir las obras de Satanás.
      Algunos de ellos forman un grupo que les siga y ocasionan disensiones en la iglesia.
      O, algunas personas vienen a la iglesia para buscar ganancias financieras por medio de los miembros de la iglesia.
      Ellos se acercan a aquellos creyentes que parecen tener dinero y establecen amistad con ellos, y sigilosamente les dicen que saben de una buena oportunidad de negocios.
      Sugieren colaboración o dicen que les darán una significante cantidad en intereses si ellos invierten en ese negocio.
      Aquí, en muchas ocasiones ellos engañan a otros con dulces palabras para declarar que su tentación es la obra de Dios.
      Ellos dicen, "una oportunidad como esta no es fácil de obtener. Yo creo que Dios está abriendo el camino para sus bendiciones por medio de mí, porque usted ha sido fiel a Dios hasta ahora".
      "Yo quiero ofrecer esta oportunidad a usted, en lugar de otra persona, porque usted es un creyente". Ellos dicen cosas que pueden en realidad tentar a otros.
      Aquellos que están engañando a otros están mintiéndole a los demás con motivos personales ocultos, pero aquellos que están siendo tentados también son engañados porque también tienen deseos egoístas.
      Aquellos que anhelan la santidad y oran, pueden discernir con la verdad cuando otros que están en las tinieblas tratan de engañarlos.
      Por cierto, la primera parte del pasaje de este día dice, "Amados".
      La Biblia usa el término 'amado' cuando hace referencia a los creyentes que son fieles y que realmente viven en la verdad.
      Es decir, el consejo de discernir los espíritus está dirigido principalmente a aquellos obreros de la iglesia que tienen fe, en lugar de los novicios en la fe o a los que tienen fe débil.
      Aquellos que tienen fe tienen que estar alertas todo el tiempo en las obras del Espíritu Santo por medio de oraciones continuas.
      Es más, ellos tienen que discernir si aquellos que son de las tinieblas están entrando a la iglesia o no.
      Es decir, ellos tienen que examinarlos con la verdad.
      Además, tienen que enseñar a los creyentes débiles con la verdad para que nunca sean engañados.
      Hermanos y hermanas, la segunda parte de 1 Juan 4:1 dice, "....porque muchos falsos profetas han salido por el mundo".
      En realidad, el papel de un profeta es recibir la voluntad de Dios y llevarla a las personas.
      Él tiene que llevar la exacta voluntad de Dios tal cual es, sin agregar ni sustraer nada de ella.
      Un verdadero profeta llevará la voluntad de Dios tal como es, incluso si esto significa que él será perseguido o incluso asesinado.
      Entonces, ¿qué es un falso profeta?
      Son aquellos que engañan a la gente llevándoles lo que no es la voluntad de Dios y diciendo que si es la voluntad de Dios.
      Es dar falsa profecía en el nombre de Dios para buscar sus propios beneficios diciéndoles a otros lo que ellos quieren oír.
      Por ejemplo, en 1 Reyes capítulo 22, el Rey Acab del Norte de Israel reunió a muchos profetas antes de ir a la guerra.
      Él quería escuchar la voluntad de Dios sobre la guerra que se avecinaba.
      Aquí, 400 profetas profetizaron que él ganaría, pero solamente un profeta, Micaías profetizó la derrota de Israel.
      A los ojos de Micaías, los otros 400 profetas estaban recibiendo la obra de un espíritu engañador.
      Incluso después de escuchar todas las explicaciones de Micaías, el Rey Acaba estaba enojado al escuchar que él iba a ser derrotado, y encarceló a Micaías.
      Pero la verdad no podía ser cambiada con falsedad solamente porque Micaías había sido encarcelado.
      Eventualmente, el ejército de Israel fue derrotado, y el Rey Acab fue asesinado, cumpliéndose por lo tanto la profecía de Micaías.
      El verdadero profeta le dijo la verdad, pero debido a que el Rey Acaba se había opuesto a Dios y había acumulado mucha maldad, él mismo abandonó su oportunidad de vivir.
      No solamente en este evento sino a través de toda la historia de Israel, hubo muchos falsos profetas y ellos dieron falsas profecías de vez en cuando.
      Cuando Israel transgredió la Ley y adoró ídolos, Dios envió verdaderos profetas para advertirles del juicio y para llamarlos al arrepentimiento.
      Pero los falsos profetas proclamaron paz y bendiciones a los reyes y a las personas, lo cual estuvo en contra de la voluntad de Dios.
      Aun cuando Dios no estaba protegiéndolos y había muchos desastres, ellos dijeron que esto no era un mayor problema y que iba a haber paz. Esto fue el resultado de la falsa profecía que era lo opuesto a la voluntad de Dios.
      Y debido a que Israel escuchó a tales profetas falsos, ellos eventualmente fueron juzgados, castigados y destruidos.
      Hermanos y hermanas, entonces, ¿por qué los reyes y la gente de Israel no pudieron discernir a los falsos profetas?
      Esto se debió a que ellos no tuvieron la disposición en su mente para apartarse de sus pecados y arrepentirse.
      Para poder discernir si la palabra es verdadera o no, uno tienen que revisarla conforme a la Ley de Dios.
      Pero aquellos que quieran seguir sus propios deseos y pasiones serán segados espiritualmente.
      Ellos sienten que es bueno escuchar a los falsos profetas que dicen lo que ellos quieren escuchar, y no les gusta escuchar las profecías de los verdaderos profetas que proclaman la verdad.
      En lugar de tratar de discernir la profecía dentro de la palabra de Dios, ellos simplemente quieren escuchar las palabras que llenaran sus expectativas. Esta es la razón por la cual son engañados.
      Hubo estos falsos profetas incluso en los tiempos de Jesús.
      Ellos fueron los sumos sacerdotes y los escribas que se opusieron a Jesús.
      Ellos no usaron el título de profeta, pero recibieron las obras de los espíritus de las tinieblas y propagaron las enseñanzas que eran contrarias a la voluntad de Dios.
      Eran los únicos que estudiaban la palabra de Dios y la enseñaban a la gente.
      Pero no estaban interesados en el corazón y la voluntad de Dios sino solamente en mantener sus intereses.
      Aun cuando Jesús realizó muchas señales y maravillas, ellos simplemente se mantuvieron en su propio punto de vista en lugar de buscar la voluntad de Dios.
      Aun cuando Jesús revivió a Lázaro, quien había estado muerto por cuatro días y ya tenía mal olor, su actitud fue la misma.
      Juan 11:47-48 dice, "Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación".
      ¿Por qué no tratan simplemente de usar un poco de sentido común para pensar en esto? Cuando ellos escucharon sobre las cosas maravillosas, nosotros sabemos que debieron haber tratado de comprender la voluntad de Dios contenida en ellas.
      Además, debieron haber pensado sobre quien era Jesús realmente, Él quien era capaz de manifestar el poder de Dios.
      Pero no estaban interesados en la voluntad de Dios, sino solamente en la vida cómoda que tenían. Se preocupaban solamente en perder sus posiciones y su autoridad.
      Eventualmente, incitaron a la gente a matar a Jesús, y entregaron al Jesús sin pecado para ser crucificado.
      La gente insensata de ese tiempo siguió la instigación de los falsos líderes y más tarde tuvieron que sufrir un gran desastre.
      Si ustedes miran su historia después de esto, como ellos dijeron, "Que Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos", no solamente ellos mismos sino también sus hijos tuvieron que sufrir mucho siendo perseguidos e incluso masacrados.
      Hermanos y hermanas, el espíritu de las tinieblas que controló a los falsos profetas también tienta a los creyentes actuales.
      Después que el Señor resucitó y ascendió al Cielo, el Espíritu Santo vino a los hijos de Dios.
      Ellos pueden tener la seguridad de la salvación y pueden creer y comprender la voluntad de Dios por medio de las obras del espíritu de Dios, es decir, el Espíritu Santo.
      Hay muchas clases de dones también.
      Pero en el pasaje de este día, dice que no debemos creer en las palabras de aquellas personas que dicen que han recibido algo del espíritu de Dios, más bien tenemos que probar si el espíritu es de Dios.
      Probar no significa que tenemos que hacer una trampa o confabular un plan para probarlo.
      Esto significa que tenemos que revisar si sus palabras y acciones están de acuerdo con la palabra de Dios o no.
      En 1 Juan encontramos el criterio para discernir los espíritus.
      Este es: ¿viven ellos una vida santa como las novias del Señor y guardan los mandamientos de Dios?
      ¿Moran ellos en la luz, aman a Dios, y aman a los hermanos en la fe?
      Podemos discernir si una persona ha recibido a un espíritu que es de Dios o no, cuando revisamos sus palabras y acciones de acuerdo al criterio anterior.
      Pero el criterio más importante entre los demás es si la persona reconoce a Jesucristo, quien vino a la tierra hace 2,000 años, como el único Salvador.
      En la actualidad, la principal de todas las obras del espíritu de Dios, es decir del Espíritu Santo, es permitirnos creer en el Señor y recibir salvación.
      Por otro lado, el foco principal del espíritu que es de las tinieblas es engañar a las personas y llevarlas a negar a Cristo corrompiendo el camino de la salvación.
      Es por eso que la Biblia dice que es el espíritu del anti-Cristo.
      En la siguiente sesión, aprenderemos sobre el espíritu del anti-Cristo con mayor detalle.
      Yo espero que ustedes siempre estén alertas y sean capaces de discernir entre la luz y las tinieblas y de no escuchar ninguna palabra de tentación.
      Oro en el nombre del Señor para que alcancen la ciudad celestial siguiendo solamente la guía del Espíritu Santo.


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