[Romanos 2:14-15]
20-01-2008 | Rev. Jaerock Lee
Romanos 2:14-15
"Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos"
Introducción
Queridos hermanos y hermanas en Cristo
incluso entre aquellos que no conocen al Señor, hay algunas personas que realizan tales actos de rectitud. Algunas personas entregan sus vidas por el rey, o por sus padres o amigos. Ellos poseen un verdadero amor de sacrificio. Juan 15:13 dice, "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". Pero luego, como la salvación se recibe solamente cuando aceptamos a Jesús como Salvador, ¿Significa esto que estas personas no recibieron salvación? Dios padre ha preparado un camino para que estas personas reciban salvación. Y este camino es llamado el 'Juicio de Conciencia'. Algunos de aquellos que han sido salvados por el juicio de conciencia, no solamente recibirán salvación, sino que irán al tercer reino de los cielos.
En esta sesión, les hablaré sobre los casos donde se ha recibido salvación a través del juicio de conciencia. Dios Padre no juzga a nadie injustamente. Él no juzgará injustamente a ninguna persona entre todos lo que han nacido desde la creación. Dios juzga a todas las personas con Su justicia perfecta y con Su perfecto amor. En esta sesión, espero que todos lleguen a comprender más profundamente la justicia y el amor de Dios.
Cuerpo
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el libro de Hechos 4:12 dice, "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Esto significa que solamente podemos ser salvos por la fe en Jesucristo. Aquel que confiesa a Jesús como su Salvador y cree en su corazón, puede ser salvo.
Juan 3:18 dice, "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios"
Entonces, ¿Qué sobre las personas que vivieron en los tiempos del Antiguo Testamento, Cómo fueron salvados? Además, también en los tiempos del Nuevo Testamento, ¿Cómo reciben salvación aquellos que nunca escucharon el evangelio? ¿Será que todos ellos no recibirán salvación porque no creyeron en Jesucristo? No puede ser así. Debido a que Dios Padre es amor, Él les ha dado la oportunidad de la salvación a todas las personas. Esta oportunidad para ellos es el 'Juicio de Conciencia'. Romanos 2:14-15 habla sobre esto. Este pasaje dice, "Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos".
La Ley fue entregada al pueblo escogido, Israel. Esta Ley se convirtió en el estándar para la salvación. Aquellos que fueron justos de acuerdo a la Ley, fueron salvados, pero sin no lo fueron, no pudieron recibir salvación. Por supuesto, cuando ellos violaron la Ley, tenían un camino para ser perdonados. Pero los Gentiles, aquellos que no eran Israelitas, no tenían la Ley. Sin embargo, incluso los Gentiles, pudieron ser reconocidos por haber guardado la Ley. Y esto es cuando hacen lo que es bueno de acuerdo a la conciencia. La conciencia es el estándar de cada persona para discernir entre lo bueno y lo malo. Ellos juzgan si algo es bueno o malo de acuerdo a su conciencia.
Esta conciencia es diferente de una persona a otra. Esto se debe a que el corazón con el cual nace cada persona es diferente, y el entorno de cada uno es diferente. De acuerdo a lo que ven y escuchan, se forma lo que es llamado su 'identidad', el estándar de juicio de la conciencia se vuelve diferente. Si cada persona es instruida por el Señor desde su nacimiento, la conciencia de cada uno estaría conformada por la verdad y la conciencia entre una persona y otra, tendría que ser similar. Pero la mayoría de veces no es así. Ellos no conocen muy bien la verdad, porque son criados recibiendo la instrucción de personas cuyas propias acciones no son correctas a los ojos de Dios. Entonces, a la vista del hombre, la conciencia de alguien puede ser buena y apropiada, pero a la vista de Dios, es muy difícil hallar una conciencia limpia. Aun cuando la conciencia de alguien este limpia, ésta no puede alcanzar el estándar de Dios. Aun cuando la conciencia de alguien no sea perfecta, continua almacenando bondad y maldad. Cada uno tiene su propio estándar de juicio. Y el estándar de juicio de cada individuo actúa como la Ley. Ellos creen que algo es bueno y lo siguen. Cuando creen que algo es malo, no lo siguen.
Es por eso que el pasaje de este día en el versículo 14 dice, "Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos".
Por lo tanto, para aquellos que vivieron cuando no había Ley, si siguieron lo bueno y no lo malo de acuerdo a su conciencia, esto fue lo mismo como si estuvieran siguiendo la Ley misma. Si hicieron lo malo de acuerdo a su conciencia, o si no hicieron lo que era bueno según su conciencia, fue lo mismo a que violaran la Ley. Su conciencia da testimonio de ellos. Esto es igual con aquellos que nunca escucharon el evangelio aun después de la resurrección y ascensión de Jesús.
Aquellos que son de buen corazón creen en la existencia de Dios con solo ver las cosas que fueron creadas ordenadamente. Romanos 1:20 dice, "Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa"
Además, Eclesiastés 3:11 dice que Dios ha puesto eternidad en el corazón de los hombres. Aquellos que tienen bondad en su corazón instintivamente buscan a Dios y, aunque vagamente, creen en la vida después de la muerte. Ellos además respetan a los seres celestiales. Tratan de vivir una vida buena y en rectitud, y siguen la voluntad de Dios, la verdad, hasta cierto grado. Si ellos hubieran escuchado el evangelio, ¿No habrían definitivamente aceptado al Señor y habrían sido salvos y entrado al reino de los cielos? Así que, Dios les permite recibir salvación. Después que sus vidas terminan en esta tierra, primero van al sepulcro alto. Y mientras permanecen allí, escuchan sobre el camino de la salvación y aceptan a Jesucristo.
Es por eso que Jesús fue al sepulcro alto después de haber sido crucificado. 1 Pedro 3:19 dice: "en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados"
En los tiempos del Antiguo Testamento, aquellos que fueron salvados según la Ley, y los que fueron salvados por el juicio de conciencia, pudieron todos aceptar a Jesucristo como su Salvador en el sepulcro alto. Después de eso, fueron al lugar de espera en el cielo, el cual está ubicado en las orillas del paraíso. De la misma manera, aquellos que fueron salvados por el juicio de conciencia en los tiempos del Nuevo Testamento, escucharon el evangelio y aceptaron a Jesucristo mientras permanecían en el sepulcro alto por tres días. Después de eso, también van al lugar de espera en el cielo. Debido a que Jesucristo es el único camino para la salvación, aquellos que son salvados por el juicio de conciencia tienen que atravesar por este proceso.
Por otro lado, aquellos que no son salvados por el juicio de conciencia caerán al sepulcro bajo, el cual también es llamado 'Hades'. Ellos sufrirán en el Hades hasta el Gran Juicio, y luego serán lanzados al fuego eterno en el infierno.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, ahora, ¿Qué lugar de morada se les entregará a los que son salvados por el juicio de conciencia? Debido a que ellos no hicieron nada por el reino de Dios en el nombre de Jesucristo, ¿Irían todos al paraíso? El hecho es que cada uno de aquellos que es salvado por el juicio de conciencia tiene diferente grado de bondad. El nivel de justicia con el que vivieron también es diferente. Por lo tanto, el lugar de morada celestial para cada una de estas personas es también diferente, de acuerdo a lo que han hecho. Esta es la justicia y amor de Dios. Entonces, ¿Cuáles son los estándares para decidir el lugar de morada de aquellos que son salvados por el juicio de conciencia?
Permítanme decirles primero sobre aquellos que van al tercer reino de los cielos.
Para aquellos que conocen el evangelio, para llegar al tercer reino de los cielos, tienen que amar a Dios al más alto grado. La evidencia de amar a Dios de esa manera es desechando toda clase de obras de la carne y santificarse. Además, debe ser capaz de sacrificar su vida por el Señor. Y de entre aquellos que no escucharon el evangelio, hay algunas personas que santificaron sus vidas para guardar su conciencia, su rectitud y su bondad. Por ejemplo, hay fieles ministros de naciones que sacrificaron sus vidas por su país y por su rey. Y aun cuando el rey no reconoció su fidelidad, y aunque sufrieron sin ninguna razón, no odiaron al rey ni se quejaron en contra de él. La rectitud de la conciencia de esos ministros es consistente con la rectitud en la verdad de Dios. Esto pertenece al 3er y al 4o nivel de bondad en la verdad. Ellos tuvieron la bondad y la rectitud que estaba alineada con la verdad, y se entregaron ellos mismos para guardar esa bondad y rectitud. Si hubieron escuchado el evangelio, ¿Qué habrían hecho? Con seguridad habrían amado a Dios firmemente, y también, habrían sacrificado sus vidas por Dios.
Por lo tanto, Dios reconoce el hecho que ellos pueden ir al tercer reino de los cielos. Por ejemplo, pensemos sobre el caso del Admirante Soonshin Lee en Corea, en la época de la Dinastía Chosun. El Admirante Lee no conoció a Jesucristo pero actuó de una manera que estuvo de acuerdo con la verdad. Él trabajo tan fielmente por el país, por el rey y por la gente, que sacrifico su vida. No quería ganar ninguna fama personal, ni autoridad o riqueza. Solamente se sacrificó y sirvió a los demás. Nosotros no podemos hallar ningún rasgo de de maldad en su vida. Aun cuando fue acusado erróneamente, fue arrestado, y se comporto como una mansa oveja. No se quejo en contra de nadie. No mantuvo resentimientos en contra del rey quien lo exilio, sino que mostró el mayor agradecimiento por él. Salió a la batalla por ese rey por el país, y peleo con toda su vida. Además, de vez en cuando, él dirigía sus oraciones al cielo. Esto significa que reconocía la existencia de Dios. ¿No lo llevaría el Dios de justicia y amor a un buen lugar de morada en el cielo?
Hay otros casos donde Dios lleva a personas, que son salvadas por el juicio de conciencia, al tercer reino de los cielos. Son aquellos que tienen corazones preciosos y que se sacrifican completamente por sus padres y por su prójimo. Por ejemplo, consideremos el caso de Shimchung y Kongjui, que son los personajes importantes de las historias tradicionales Coreanas. Shimchung sirvió a su padre ciego con toda su vida, con agradecimiento hacia él por haberla criado en medio de una situación difícil. Finalmente, ella sacrificoo su vida para que su padre recibiera la vista.
Además, en el caso de Kongjwi, ella sirvió con todo su corazón a su madrastra, quien le ocasionaba muchos problemas. Nunca la odio, ni murmuró en situaciones difíciles. Con todo su amor, cuidó de Patjui, la hija de su madrastra y ahora su hermana menor, y la cuidó como a su propia hermana. Incluso cuando su madrastra favorecía a su propia hija Patjui a un grado extremo, Kongjwi la entendió con bondad y sin rencores. Ahora, de acuerdo a la verdad, ¿Qué nivel de bondad es la que tienen Kongjui y Shimchung? Es el tercer o cuarto nivel de bondad. Si verdaderamente hubiera personas como estas, con seguridad irían al tercer reino de los cielos.
Hermanos y hermanas, entonces, ¿Qué clase de personas entraran al segundo y al primer reino de los cielos por el juicio de conciencia?
Primero, aquellos que vivieron una vida particularmente buena entraran al segundo reino de los cielos. Ellos no hicieron verdaderamente nada bueno por otros, pero tampoco hicieron nada malo. Vivieron vidas llenas de fe. Siguieron la bondad según su nivel personal sin ocasionar daño a los demás. Pero, aquellos que van al tercer reino de los cielos, no solamente vivieron una buena vida a un nivel personal.
Siguiendo la bondad de su conciencia, se sacrificaron por el país y por su prójimo. Mostraron los actos de rectitud de sacrificarse ellos mismos por el beneficio de otras personas. Esta clase de individuo puede afectar a otros para que sigan la bondad, al ser impactados por esos actos de rectitud. La bondad tiene diferentes grados de profundidad. Si ellos solamente guardan la bondad en sus vidas personales, podrán recibir solamente el segundo reino de los cielos. Pero si ellos mostraron la bondad perfecta de sacrificarse ellos mismos por otros, entonces pudieron recibir el tercer reino de los cielos.
Esto es igual con aquellos ministros que mantuvieron su fidelidad por el país y por el rey. Podemos ver que la rectitud en el corazon de cada ministro era diferente. Supongamos que algo incorrecto sucediera, un ministro justo que puede ir al tercer reino de los cielos será capaz de cambiar la cosas incorrectas para que sean correctas. Y todo el proceso será hecho en bondad. Aun cuando pueda sufrir desavenencias, tal persona soportara con bondad. Aun cuando algunos lo acusen o lo difamen, él no pagara maldad con maldad. Pero, ¿Cómo actuaría un ministro que puede ir al segundo reino? Este no solamente soportaría la injusticia, sino que soportaría todo con bondad. Pero no muestra ninguna acción para corregir lo que está incorrecto.
Luego, un ministro que puede ir al primer reino no será capaz de soportar cuando vea algo incorrecto. Demostrará su enojo, y su corazon estará desconsolado. Además, podría mostrar alguna clase de contra-reacción dentro de su propia justicia y afrontar los daños. Esta clase de persona recibirá el primer reino de los cielos. Dios lleva a cada uno al eterno lugar de morada en los cielos, de acuerdo a Su justicia perfecta y de Su perfecto amor.
Conclusión
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en esta sesión, les hablé sobre lo que es el juicio de conciencia. Además, les hablé sobre los estándares del juicio y sobre cuales lugares de morada serán entregados a los que son salvados por el juicio de conciencia. Aprendimos que hay personas que irán incluso al tercer reino de los cielos de acuerdo al juicio de conciencia. Pero ninguno puede ir a la Nueva Jerusalén por el juicio de conciencia. Por supuesto, esto no significa que ellos no puedan visitar la Nueva Jerusalén. Esto significa que, la Nueva Jerusalén no será entregada como lugar de morada eterno a los que son salvados por la conciencia. La Nueva Jerusalén será entregada a los que conocen el Evangelio de Jesucristo, a los que se han santificado por fe y que han sido fieles en toda la casa de Dios.
Por lo tanto, tenemos que reconocer cuan bendecidos somos de haber escuchado el evangelio.
Entonces, ¿Significa esto que es injusto para aquellos que no van a la Nueva Jerusalén solamente porque no escucharon nunca el evangelio? No, no es así. Es una gran bendición en si misma el hecho que sea salvos aun sin haber escuchado el evangelio. Además, Dios les da el mejor lugar de morada en el cielo de acuerdo a la bondad y rectitud del corazón de cada uno, así que han recibido un gran amor. Nuestro Padre Dios es tan fiel como esto. Él juzga a todos y cada uno con Su amor y justicia perfecta, incluso a los que no tuvieron la oportunidad de escuchar el evangelio. Ahora, ¿Qué es lo que tienen que hacer ustedes que han escuchado el evangelio?
Ustedes conocen el camino correcto al reino de los cielos. Especialmente, conocen claramente el camino a la Nueva Jerusalén después de escuchar el evangelio de la santidad. Por lo tanto, espero que todos ustedes crean en el Dios fiel, sigan el camino de la santidad, y que vayan directamente a la Nueva Jerusalén. Aun cuando otras personas no puedan, nuestro Dios Padre si conoce muy bien la bondad y la justicia en sus corazones.
Yo oro en el nombre del Señor para que todo ustedes ganen la victoria por la fe cada día y para que puedan morar delante del trono del Padre en la Nueva Jerusalén.
[Amen]