[Isaías 60:1-3]
07-10-2012 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
Isaías 60:1-3
"Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento".
[Introducción]
Este es el servicio de celebración del 30o aniversario de la Iglesia Central Manmin.
Demos todos el agradecimiento y la gloria a Dios Padre quien ha establecido esta iglesia y ha estado con nosotros por los pasados 30 años.
Les agradezco a todos los invitados quienes vinieron de todo el país y de muchos otros países, y les doy la bienvenida en el nombre del Señor.
También doy la bienvenida a todas las familias, parientes y amigos de los miembros de la iglesia.
Les doy las gracias a todos los ministros, misioneros, empleados, y todos los miembros de la iglesia que se han dedicado para el reino de Dios.
Hermanos y hermanas, Dios ha estado dirigiendo la historia de esta iglesia en la providencia de los últimos tiempos.
No ha transcurrido un solo momento que no tenga un significado implícito.
En ocasiones, parecía que no teníamos salida para alguna situación, y otras veces parecía que dábamos vueltas en una dirección que no conocíamos bien.
Pero en todo momento confiamos en Dios y pudimos sentir Su presencia con nosotros. Seguimos la guía de Dios paso a paso.
Nosotros hemos estado siguiendo esos pasos por los últimos 30 años.
Este día, continuando con el servicio de la mañana, quisiera hablarles sobre cómo Dios ha estado con nosotros por los pasados 30 años y sobre lo que Él va a realizar por medio de nosotros.
Podemos decir que hemos cumplidos algunas cosas en la providencia de Dios, pero todavía hay algunas cosas por hacer para cumplir con la providencia de Dios completamente.
Yo espero que los pastores, los obreros y los miembros de esta iglesia se vuelvan más fervientes por cumplir la visión entregada por Dios, por medio de este servicio y las presentaciones artísticas de esta celebración.
También oro en el nombre del Señor para que la gracia de Dios sea añadida a ustedes y a todos los invitados.
[Mensaje Principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo, invitados,
Dios mora en el Cielo que es un espacio espiritual, y nosotros vivimos en esta tierra.
"Tierra" aquí no solamente hace referencia a este suelo sobre el cual vivimos, sino al espacio físico total que es visible a nuestros ojos.
Los hombres que pertenecen al espacio físico, es decir tierra, no pueden ver a Dios ni conocerlo a Él que pertenece al Cielo.
Sin embargo, Dios nos da diversas clases de gracia para que nosotros que pertenecemos a la tierra podamos experimentar el Cielo.
Él nos permite sentir a Dios el Creador por medio del misterioso orden de la naturaleza – y de toda la creación.
Nos permite conocerlo por medio de las palabras de la Biblia, y de vez en cuando envía hombres de Dios.
En ocasiones por medio de experiencias espirituales especiales, algunas personas dan testimonio del reino espiritual como el Cielo y el Infierno.
La razón por la cual Dios nos permite conocer el reino espiritual es para dejarnos comprender que debemos convertirnos en individuos que pertenecen al espíritu.
Él desea que los creyentes se aferren al reino celestial por la fuerza con fe y esperanza, y desea que ellos se conviertan en Sus hijos verdaderos con quienes Él pueda compartir Su amor.
El Apóstol Pablo vio el Paraíso del Cielo y grabó el reino espiritual en Su corazón.
Con solo ver la gloria y la belleza del Cielo una vez, él reconoció cuán vana es la carne, y se dedicó el resto de su vida a obtener lo que pertenece al Cielo eterno.
Dios desea que todos, y no solamente Pablo, busquen las cosas del Cielo, es decir, las cosas espirituales.
Él está ansiosamente esperando que Sus hijos desechen todo lo insignificante, las cosas carnales y se presenten como gente que pertenece al Cielo.
Durante los últimos 30 años, Dios ha mostrado innumerables cosas del Cielo en esta iglesia.
Por medio de los mensajes espirituales, Él nos ha permitido conocer el reino espiritual que los hombres no pueden conocer.
Él realizó las poderosas obras que solamente Dios puede hacer en el nombre de Jesucristo, para confirmar todos los mensajes que aquí se predican.
También, por medio de las alabanzas que Él nos ha dado, nos permite sentir el corazón de Dios Padre más realísticamente.
Todos los mensajes, todas las poderosas obras, y todas las letras y melodías de las alabanzas, contienen el amor del Padre.
Este es el amor intenso de Dios quien desea que todos los creyentes vean, oigan y comprendan de corazón para que con seguridad se conviertan en personas que pertenecen al Cielo.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, aun cuando Dios ha revelado cosas del Cielo en esta iglesia, eso por sí mismo no puede cambiar automáticamente a los creyentes y hacerles que se conviertan en personas que pertenecen al Cielo.
De acuerdo con la justicia, cada uno necesita el tiempo para ser refinado y necesitan aferrarse al reino celestial con violencia.
Jesús mostró muchos milagros, pero no todos aquellos que los vieron fueron salvos.
Aun cuando ellos vieron un poder grande y asombroso siendo demostrado, algunas personas rechazaron a Jesús porque no lo comprendieron o porque pensaron que Él no era beneficioso para ellos.
Algunas personas lo siguieron al ver las señales y maravillas primero, pero cuando escucharon los mensajes espirituales profundos, tropezaron y se apartaron de Él.
Incluso los discípulos que estaban con Jesús huyeron y se escondieron cuando Jesús fue arrestado y llevado para ser crucificado, porque sintieron que sus vidas también estaban en peligro.
Uno de ellos incluso negó a Jesús.
Pero después de atravesar todas las pruebas de refinamiento, ellos presenciaron la resurrección del Señor y cambiaron muy rápidamente en las obras del Espíritu Santo.
Se convirtieron en hombres que pertenecían al Cielo, que podían con valentía predicar la verdad en medio de cualquier peligro o amenaza.
Dios no cambió a los discípulos, les dio poder y los hizo apóstoles de una vez, solamente porque Dios es todopoderoso.
Ellos vieron el poder de Jesús y confiaron en Él, pero hasta que tuvieron fe como de oro puro, cada uno de ellos tuvo que pasar por el proceso de refinamiento por medio de pruebas.
Dios también les dio a los miembros de nuestra iglesia un tiempo de de entrenamiento para que ellos pudieran tener fe firme.
En la actualidad, hay muchas iglesias en el mundo, pero nosotros difícilmente podemos encontrar algún creyente que busque la meta de santificarse.
La Biblia nos dice que seamos santos en muchas ocasiones, pero la mayoría de creyentes simplemente piensan que los hombres no pueden santificarse y que solamente pueden tratar de no cometer pecados.
Ellos incluso no comprenden el concepto de espíritu y de espíritu completo, por lo tanto simplemente creen que los incrédulos son hombres carnales y los creyentes que han aceptado al Señor son hombres de espíritu.
Así que, Dios ha escogido Su amada iglesia en un intento por mostrar un ejemplo de santidad a las personas de esta tierra.
De hecho, en un escenario normal, aun cuando alguien trate muy fuertemente en su vida de fe, no es fácil permanecer firme sobre la roca de la fe.
Incluso en la Biblia, no es fácil que un hombre de espíritu completo surja de una generación entera.
Básicamente una persona tiene que tener un corazón interior bueno y con la intervención especial de Dios, él tiene que reconocerse a sí mismo completamente y quebrantar su ego en el proceso de pruebas de refinamiento.
Pero Dios les ha dado una gracia especial a los miembros de la iglesia que Él ama. Es decir, nos ha dado un tiempo de entrenamiento para cambiar nuestro corazón interior y rápidamente alcanzar el espíritu.
Desde la apertura de la iglesia, los miembros han visto obras continuas de poder, y fueron asegurados del Dios viviente.
Viendo las grandes obras del poder de Dios llevarse a cabo cada semana, ellos fueron llenados con espíritu, y parecía que su fe también crecía rápidamente.
Pero Dios tuvo momentos cruciales para revisar nuestra fe de vez en cuando.
Parece que todo lo que tenemos es de la verdad en tiempos de paz y tranquilidad, pero en los tiempos de prueba, la verdad y la falsedad se vuelve perceptible.
Uno de los mejores ejemplos son las pruebas que la iglesia atravesó en 1998 y 1999.
Aquellos miembros que parecían fieles en el exterior, fueron separados por los fuertes vientos de las grandes pruebas, tal como en el caso del grano entero de trigo y la paja siendo trillados.
La gente que no circuncidó su corazón pero parecía fiel simplemente en el exterior y aquellos que habían estado desechando sus pecados con su amor por Dios, fueron separados.
La gente que tenía temor de los hombres y se comprometieron con el mundo, y aquellos que tenían fe firme para conservar su justicia delante de Dios, fueron separados.
En medio de esa prueba, cada uno de los miembros de la iglesia tuvo una preciosa oportunidad para revisar y comprender su fe.
Después que las pruebas hubieron terminado en el año 2000, Dios permitió que esta iglesia saliera al mundo en escala total.
Dios permitió que la fe de los miembros de nuestra iglesia creciera aun más por medio de las cruzadas internacionales.
Pero desde cierto momento, algo extraño empezó a suceder.
El poder de Dios estaba siendo manifestado cada vez más grandemente, pero en ciertos aspectos el crecimiento de la fe de ciertos miembros de la iglesia empezó a retrasarse.
Muchos de ustedes dijeron que estaban tratando fuertemente con un anhelo por el espíritu, pero sintieron que algo no estaba del todo bien.
En algunos casos, ustedes creyeron que se habían arrepentido, pero debido a que el muro de pecado que habían creado en el pasado no estaba completamente destruido, el crecimiento de su fe se estaba retrasando.
O, en otros casos, fueron diligentes en la fe pero a partir de cierto momento empezaron de nuevo a mirar atrás hacia el mundo y cometieron pecados que llevan a la muerte.
A menos que estos problemas individuales fueran resueltos, ustedes no podían entrar al reino espiritual aun cuando veían y escuchaban mucho sobre el reino espiritual.
No podían recibir gracia y fortaleza de lo alto, así que esto redujo la velocidad para desechar los pecados, y no fue fácil que quebrantaran su arrogancia y sus esquemas de pensamiento.
Y la solución a este problema fue la oportunidad de arrepentirnos que tuvimos el 25 de Diciembre de 2010.
Como los problemas fundamentales que ocasionaron la inestabilidad espiritual fueron resueltos y los muros de pecado fueron derribados, ustedes pudieron tener un avance en el crecimiento de su fe.
Reconocieron el amor de Dios en lo profundo de su corazón, por lo tanto no solamente se arrepintieron de sus pecados sino que surgieron a la roca de la fe, al espíritu y al espíritu completo.
Este es el amor de Dios que es revelado sobre esta tierra.
Pronto, la mayoría de ustedes permanecerán sobre la roca de la fe, y es más, el promedio de su fe estará cercano al 'espíritu'.
Solamente entonces ustedes serán capaces de cumplir la gran comitiva del evangelismo mundial y la construcción del Gran Santuario.
Dios Padre ha sido paciente con nosotros por los últimos 30 años como si se tratara de un día, esperando para que este día llegara.
Yo espero que todos ustedes reconozcan este corazón de Dios y surjan rápidamente como el fruto de santidad, para que se conviertan en preciosos instrumentos que cumplan la providencia de Dios al final de los tiempos.
[Conclusión]
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Isaías 60:1-3 dice, "Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento".
Cuando la medida de su fe sea llenada y cuando la bendición detallada sea proclamada, esta tierra será cubierta por la gloria del Cielo.
El nombre de Dios el Creado y del único Salvador Jesucristo, serán proclamados a todo el mundo por medio de esta iglesia.
Les pido a todos ustedes que oren con su amor por esta iglesia y por su fe, esperando este día.
Además, le doy las gracias a todos aquellos que han estado sirviendo fielmente a esta iglesia en obediencia a la palabra de Dios, y oro en el nombre del Señor para que todos ustedes disfruten los elogios y el honor otorgados por el Padre después que terminen todas sus tareas aquí.
Demos todos, una vez más, las gracias y la gloria a Dios Padre quien hizo la tierra, quien la formó para establecerla, y quien cumplirá todas Sus promesas entregadas a esta iglesia.
¡Aleluya!