• Bendición - Vigilia entera del viernes por el 30.º Aniversario

    [3 Juan 1:2]

    05-10-2012 | Rev. Jaerock Lee

    • Escritura

      3 Juan 1:2
      "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma".


      En esta noche ofrecemos la Vigilia por el 30.º Aniversario de la iglesia.
      Dios el Padre nos ha dado un mensaje para este servicio, con el título de 'Bendición'.
      'Bendición' es la 1.º petición de oración de este año 2012.
      Dios el Padre quiere que nos demos cuenta de la cantidad de bendiciones que hemos recibido al estar tan próximos a celebrar el 30.º aniversario de la iglesia.
      Además de ello quiere que entendamos cuán grandiosos y detallados son Sus planes hasta que la bendición venga a nuestras vidas.
      Mi deseo a través de este mensaje es que ustedes puedan claramente comprender la providencia de Dios el Padre para esta iglesia y que le den gracias a Él desde lo más profundo de sus corazones.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Mientras leen la Biblia ustedes pueden encontrar que los patriarcas de la fe, los profetas y los discípulos no simplemente aparecieron de forma milagrosa.
      Sino que lo hicieron como resultado de la inversión y la paciencia a largo plazo de Dios.
      Piense acerca de ello cuando Dios señaló a Abraham como 'el padre de la fe'.
      Él dejo la casa de sus padres a la edad de 75 años, y atravesó por varias pruebas hasta recibir a su hijo Isaac, la semilla de la promesa, a la edad de 100 años.
      De hecho, eventualmente enfrentó la prueba de dar a su hijo en holocausto.
      Solo después de que Abraham pasó la prueba pudo convertirse en el padre de la fe.
      Dios el Padre conocía de antemano que Abraham haría esto, sin embargo tomó los pasos, uno a uno, para llevar a cabo Su providencia.
      "Yo Soy Dios quien mira el corazón del hombre. Debido a que el corazón de Abraham es bueno, lo haré el padre de la fe".
      Dios no hace las cosas a Su antojo sin antes tomar cartas en el asunto.
      Hasta que el ambiente fue establecido para que Abraham pudiera mostrar su fe perfecta, Dios mismo esperó.
      Y cuando señaló a Abraham como el padre de la fe, lo hizo para que el enemigo diablo y Satanás no pudieran traer acusaciones en contra de él.
      El caso de José fue el mismo.
      Él había sido vendido como un esclavo a Egipto a la edad de 17 años, no obstante, luego se convirtió en el primer ministro a la edad de 30 años.
      Fue una historia de la pobreza a la riqueza que un hombre común y corriente no podía ni siquiera imaginar.
      ¿Fue simplemente porque Dios amaba a José de manera especial que él pudo recibir un trato tan preferencial?
      ¡Por supuesto que no! Dios permitió que José pagara el precio de acuerdo a la justicia.
      Dios hizo que José atravesara un proceso severo de refinamiento durante 13 años para que pudiera recibir una cantidad correspondiente de bendición.
      José era entre sus hermanos el hijo favorito de su padre.
      Aún así, él fue vendido como esclavo por sus hermanos, ¿no es cierto?
      Además, él se convirtió en prisionero y fue encarcelado, lo cual es peor que ser solo un esclavo.
      No obstante, en cada situación que se le presentó, José nunca se olvido del sueño que Dios le había dado y nunca se desanimó.
      Con fe él recordaba su sueño, y llevó su vida de manera fiel y honesta.
      Hasta que José pasó por el largo túnel del refinamiento, Dios lo esperó.
      Y, cuando llegó el momento, Dios había dispuesto que José se convirtiera en el primer ministro de Egipto.
      Con respecto a esto, Salmos 105:17-19 nos dice: "Envió un varón delante de ellos; a José, que fue vendido por siervo. Afligieron sus pies con grillos; en cárcel fue puesta su persona. Hasta la hora que se cumplió su palabra, el dicho de Jehová le probó".
      Con la sabiduría y la habilidad que obtuvo por su refinamiento, José sabiamente solucionó las dificultades por las que Egipto tuvo que pasar.
      En Egipto, la cual era una nación muy poderosa en ese entonces, José gozó de riquezas y honor y fue el segundo después del rey.
      La bendición que José disfrutó luego de convertirse en el primer ministro fue 'una bendición perfecta' y su refinamiento también fue una bendición.
      Sin ese refinamiento, la bendición perfecta no habría llegado a su vida.
      Lo mismo se aplica a la vida de Abraham.
      La bendición que él recibió luego de convertirse en el padre de la fe fue la bendición perfecta, y durante el proceso, hasta ese entonces, hubo muchos momentos de bendición.
      De igual manera, Dios el Padre hizo una promesa de 'la bendición perfecta' también a esta iglesia.
      Esta es para cumplir con la providencia de los tiempos finales bajo el nombre de 'Manmin';
      es para construir el Santuario Canaán y el Gran Santuario, y para alcanzar el mundo entero mediante la evangelización.
      Nosotros debemos revelar grandemente la gloria de Dios y llevar innumerables almas de todo el mundo a la salvación.
      Dios el Padre ha invertido una gran cantidad de tiempo para hacer que nosotros seamos vasos apropiados para recibir esta bendición perfecta.
      Debido a que 'la bendición perfecta' es tan grande, debemos preparar bien nuestro vaso.
      En otras palabras, mientras mejor preparemos nuestro vaso, el tiempo de la perfecta bendición se acercará.
      Para que podamos recibir la bendición perfecta, Dios el Padre permite que demos ciertos pasos en preparación.
      En este mensaje les diré las tres bendiciones que Dios nos ha dado durante estos pasos de preparación.
      La primera es la bendición para esta iglesia.
      Quiere decir que la organización de la iglesia se encuentra bien acorde con el nombre de 'Manmin'.
      No solo la apariencia externa, sino que la iglesia está bien organizada desde su interior, por lo que muchos obreros y miembros de esta iglesia están listos para trabajar como un solo cuerpo de acuerdo a la voluntad de Dios.
      En particular, los obreros de la iglesia han alcanzado tanto las habilidades físicas como las espirituales.
      De hecho, ahora ustedes pueden comprender qué deberían pensar al respecto y qué deberían hacer como miembros de Manmin y preparase para ello.
      Amados hermanos y hermanas:
      Los israelitas que escaparon de Egipto alinearon su organización a gran escala en su viaje a la tierra de Canaán.
      Después de dos meses de haber salido de Egipto, llegaron al Monte Sinaí,
      y allí se quedaron durante once meses.
      Moisés subió al Monte Sinaí en tres ocasiones y recibió muchas palabras de parte de Dios.
      Recibió la palabra acerca de los Mandamientos, leyes, estatutos y el plano del tabernáculo.
      De acuerdo con esas palabras, ellos construyeron el tabernáculo en el desierto del Sinaí.
      Luego de la proclamación de los Mandamientos y de la construcción del tabernáculo, de manera oficial realizaron un pacto con Dios y se convirtieron en Su pueblo.
      Luego de ello, desde el momento que dejaron el desierto del Sinaí, Dios hizo que Su pueblo marchara bien ordenado.
      No caminaron delante o detrás de los demás a su antojo.
      Primeramente, Dios dividió las doce tribus en cuatro grupos y los colocó al principio, en la mitad y al final.
      Cuando terminaron de marchar y acampar, Dios también señaló las posiciones de cada tribu en cuatro direcciones con el tabernáculo en medio de ellos.
      Dios permitió que los Levitas sirvieran en el tabernáculo; les dio diferentes trabajos a los tres hijos de Leví y a sus descendientes.
      Entre ellos, los hijos de Coat cuidaron del Arca y de otros utensilios que se utilizaban en el tabernáculo.
      Los hijos de Merari cuidaban las columnas y las tablas del tabernáculo.
      Los hijos de Gersón cuidaban las cortinas del tabernáculo.
      Cuando ellos marchaban, el Arca iba en frente de todo el pueblo.
      Entonces, entre las doce tribus, había tres de las tribus del grupo que encabezaba y seguían inmediatamente.
      Los que seguían eran los hijos de Merari y los hijos de Gersón que cuidaban las columnas y las cortinas del tabernáculo.
      Y luego seguían las tres tribus del segundo grupo.
      Ellos eran seguidos por los hijos de Coat quienes cuidaban varios de los utensilios.
      Ahora, Números 10:21 dice: "Luego comenzaron a marchar los coatitas llevando el santuario; y entretanto que ellos llegaban, los otros acondicionaron el tabernáculo".
      ¿Qué significa esto?
      Mencioné anteriormente que cuando los israelitas marcharon, los hijos de Merari y los hijos de Gersón llevaron las columnas y las cortinas del tabernáculo e iban delante de los hijos de Coat.
      Y antes de que los hijos de Coat llegaran, los hijos de Merari y Gersón ya habían colocado el tabernáculo.
      Ellos lo hacían de esta manera para que los hijos de Coat pudieran colocar los utensilios en el lugar adecuado inmediatamente después de llegar con los objetos santos.
      Con esto podemos observar con cuánta precisión la tribu de los Levitas llevó a cabo su trabajo de acuerdo con sus responsabilidades.
      Debido a que ellos tenían su organización bien alineada de acuerdo a la Palabra de Dios que Moisés recibió en el Monte Sinaí, incluso más de dos millones de personas pudieron marchar bien ordenados.
      Cuando el Señor Dios les decía que fueran, ellos iban. Cuando Dios les decía que se detuvieran, ellos lo hacían.
      Ya que su organización estaba bien establecida con buen orden, todos podían caminar y detenerse en perfecto orden.
      Dios el Padre quiere que la Iglesia Manmin también alinee su organización como la de ellos;
      una organización donde la voluntad de Dios se pueda guardar al pie de la letra sin tener que ser distorsionada.
      Una organización que pueda comprender la voluntad de Dios con un solo corazón y que pueda trabajar como un solo cuerpo.
      Para lograr que la iglesia sea ese tipo de organización, Él ha realizado la alineación espiritual de la organización tan solo desde hace unos pocos años atrás.
      Ha alineado la organización de esta iglesia para que la voluntad de Dios el Padre sea guardada por todos los siervos de Dios, obreros Levitas e incluso los miembros del Comité de Artes Escénicas.
      Esta es la primera bendición que Dios nos ha dado durante los pasos de preparación para recibir la bendición perfecta.
      La segunda es la bendición para las almas.
      Es decir, Dios ha ayudado a los miembros de esta iglesia a seguir adelante en el fluir del espíritu para que de esta manera puedan caminar hacia la santificación rápido, más rápido y mucho más rápido.
      Antes de que los israelitas entraran a la tierra de Canaán, también hubo un proceso de santificación.
      Se dio un extenso proceso de santificación antes de que cruzaran el río Jordán.


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