Pasaje

[Isaías 53: 7]
"Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca".


¡Feliz Navidad!
¡Celebremos juntos el nacimiento de Jesús!
Hoy es un día de felicidad y gozo.
Un día que los hijos de Dios jamás pueden olvidar; un día que conmueve sus corazones.
Navidad es la época en la que celebramos el nacimiento de Jesús el Salvador, quien abrió el camino de salvación para nosotros para que lleguemos a ser hijos de Dios.
En Lucas 2:30-32 encontramos la confesión de Simeón, el que conoció al niño Jesús.
Él dijo: "Porque han visto mis ojos tu salvación,
la cual has preparado en presencia de todos los pueblos".
Amados hermanos y hermanas: para aquellos que creen en Jesús como el Cristo, esta confesión es también la suya.
Jesús vino hacia nosotros como la luz del mundo y la luz de la vida.
Él derramó Su sangre preciosa en la cruz, sin precio, y abrió ampliamente el camino de salvación para nosotros.
Gracias a Jesús quien derramó Su sangre preciosa, ustedes y yo podemos hoy tener gozo verdadero y llegar a este santuario de Dios en este día de Navidad.
Demos todas las gracias y gloria a Jesús quien vino a este mundo por nosotros hace aproximadamente 2 000 años, y a Dios el Padre quien planificó todas estas cosas.
El título del mensaje de hoy es 'El amor del Señor'.
La última parte de Isaías 1:18 dice: "...si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana".
El amor del Señor es como blanca nieve que cubre el mundo entero con su blancura.
El Señor cubrió todas nuestras iniquidades con Su cálido amor.
Los que creen en el Señor y lo siguen, tendrán el amor del Señor guardado en su corazón.
Aquel amor limpiará y purificará los pecados del corazón.
Ruego en el nombre del Señor que ustedes ofrezcan confesiones de gratitud y gozo al Señor quien nos ha dado Su amor en este bello día de Navidad.


[Mensaje principal]

Amados hermanos y hermanas en Cristo: el pasaje bíblico de hoy en Isaías 53:7, dice: "Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca".
En Isaías 53 se encuentra la profecía que describe el cruel sufrimiento de la cruz para Jesús.
Este revela claramente el propósito principal de Jesús al venir a esta tierra en un cuerpo humano.
Este es el camino de la cruz, la Providencia de la salvación de Dios Padre, lo que Él ha planificado desde antes de los tiempos.
Este es el amor de Dios Padre para la humanidad.
La gente no puede medir la profundidad de este amor; jamás logran entender ni comprender Su amor con sus pensamientos humanos.
Jesús mostró este amor espiritual 'imposible de medir' en este mundo físico.
Es tal como Romanos 5:8 declara: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros".
El cuerpo de Jesús fue desgarrado por los azotes, Él fue traspasado por las espinas y los clavos en la cruz para redimirnos de nuestros pecados.
Él soportó el desprecio y la persecución al tomar las cargas de todos los dolores y aflicciones de todos los hombres.
Cuando vino a este mundo, no dijo: "No puedo evitarlo; esta es la voluntad de Dios Padre...".
Él vino con Su amor por Dios el Padre y por las almas, diciendo: "Cumpliré la voluntad del Padre sin fallar".
Amados hermanos y hermanas en Cristo: para poder entender y sentir el amor del Señor con mayor profundidad, analicemos hoy los significados de todos los ministerios de Jesús, que son también los significados de la Navidad, en tres aspectos.
Primero: aspecto de la justicia.
Como ya mencioné, Jesús vino a este mundo para salvar a las almas que eran pecadoras.
Pero para salvar a los pecadores, el precio de la justicia tenía que pagarse de acuerdo a la ley del reino espiritual.
Tal como lo dice Romanos 6:23, la paga del pecado es la muerte.
Todos los humanos eran pecadores, y estaban destinados a la 'muerte' de acuerdo a la ley espiritual.
Por lo tanto, para liberar de la maldición de la Ley, Él tomó todos los pecados de la humanidad sobre Sí mismo y murió en la cruz.
Pero el acto del pago de la justicia no solo significa el simple incidente de la cruz.
El acto mismo del hecho de que Jesús haya venido a este mundo en forma humana fue el principio del pago del precio de la justicia.
Jesús es uno en origen con Dios quien es también Dios el Padre.
Él tenía la gloria y el poder equivalente al que tenía Dios Padre.
Sin embargo, limitó Su divinidad en el cuerpo humano y lo vivió todo totalmente dentro de las limitaciones del mundo físico.
¿Cuáles fueron las circunstancias cuando Jesús nació?
Él no nació en un palacio real ni descansó en una cómoda cama.
Nació en un establo viejo y lo recostaron en un pesebre para animales.
Esto simboliza que Jesús vino para convertirse en el 'verdadero pan de vida' que salvaría a los pecadores.
Además había tenido todas las riquezas que representaban las glorias en el Cielo, pero tuvo que vivir una vida de pobreza para redimir a la humanidad de su pobreza.
Tuvo que sentir hambre, cansancio, pesar y dolor al igual que la gente carnal.
Hermanos y hermanas: Jesús sabía exactamente cuándo y cómo sería crucificado.
Algunos quizás piensan que no le fue difícil cumplir Su labor en la cruz ya que es el Hijo de Dios Todopoderoso.
Pero el proceso del cumplimiento de la justicia para el perdón de los pecados no fue fácil para Jesús.
Hebreos 5:7 dice: "Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente".
De esta manera, Jesús pagó el precio completo a través de Su sacrificio al llenar la medida de la justicia.
Él sabía bien acerca de los sufrimientos venideros de la cruz, pero asumió cada paso imaginándose el momento de gloria en el que se abriría el camino de salvación.
Anhelo que inviertan su día dando gracias de corazón por el amor del Señor quien ha dedicado toda Su vida y además la entregó por nosotros.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: el segundo significado del ministerio de Jesús en este mundo es el amor.
La esencia del cumplimiento de la medida de la justicia es el amor.
Juan 15:13 dice: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". Como está escrito, Jesús pudo tomar la cruz voluntariamente porque amó demasiado a las almas al punto de dar Su propia vida.
Lo que debemos comprender aquí es que Su amor es un amor espiritual que da vida.
Por lo general las personas piensan que amar es hacer todo lo que otra persona desea.
Sin embargo, el amor a ese nivel no es más que amor carnal.
El tipo de amor que Jesús nos mostró es un amor espiritual que causa cambios en el corazón y da vida.
Él fue bueno y amable en todo tiempo con aquellos que lo servían y con Sus discípulos.
A veces alejaba Su rostro de ellos, los reprochaba y les daba consejos con firmeza.
Por ejemplo: en 16:22 vemos una escena en la que Pedro le pide a Jesús que no tome la cruz.
Leemos: "Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca".
¿De qué manera respondió Jesús a las palabras de Pedro?
¿Acaso le dijo: "Pedro, ciertamente me amas. Sé que me amas mucho, pero tengo que tomar la cruz"? ¡Por supuesto que no!
Él reprendió severamente a Pedro diciendo lo siguiente en Mateo 16:23: "¡Quítate de delante de mí, Satanás!"
Esta fue una reprensión muy dura, pero fue por el gran amor de Jesús para Pedro.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: El amor verdadero no implica solamente cubrir y aceptar las faltas o dedicar todo el tiempo a alguien.
Amor verdadero es mostrar a la otra persona lo correcto y lo que es en verdad de beneficio para ella.
Si se hace esto, quizás a veces se sienta el dolor.
Quizás tengan que sacrificarse a sí mismos.
Pero también el amor es soportar todas estas cosas a fin de mostrar lo correcto y ser paciente para que la otra persona pueda ir por el camino correcto por sí mismo.
Jesús tomó voluntariamente la cruz por nosotros porque tenía este tipo de amor.
Él reprimió y aconsejó a la gente para guiarlos por el camino de la vida ya que los amó mucho.
Cuando ustedes pasen por pruebas, podrán superarlas y obtener la victoria si recuerdan este amor.
Aunque no puedan sumergirse en el espíritu como lo desean, pueden evitar desalentarse o desanimarse.
Aunque se esfuercen mucho y reciban únicamente reprensiones, no se cansarán ni dejarán de esforzarse.
Más bien sentirán que es el amor del Señor el que los guía hacia la perfección y les da otra oportunidad para grabar la verdad en el corazón una vez más.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: permítanme contarles una historia.
A través de ella deseo que mediten en lo que es el verdadero amor por una persona.
Había una pareja joven.
Este esposo y esposa se amaban mucho el uno al otro.
Cierto día, algo miserable ocurrió.
La esposa perdió la visión en ambos ojos.
Por fortuna, ella encontró un trabajo que podía hacer a pesar de su ceguera.
El esposo siempre llevaba a su esposa al trabajo y luego la llevaba a casa después del trabajo.
Después de varios meses, el esposo dijo a la esposa:
"No puedo llevarte al trabajo toda la vida. Me voy a cansar. Así que creo que desde mañana debes ir sola. Pienso que puedes hacerlo bien por ti misma".
La esposa a menudo sentía lástima por su marido, pero al escuchar esas palabras se sintió desilusionada.
Incluso se sintió traicionada,
pero aceptó la realidad.
Decidió firmemente ir al trabajo sola.
Mientras tropezaba con muchas cosas y a veces incluso caía, ella lloraba con pesar.
Pasaron dos años.
Para entonces ya se sentía cómoda al ir al trabajo. Cierto día tomó el autobús y se sentó como siempre.
Entonces el conductor le dijo:
"Vaya, su esposo no ha venido hoy? Él está siempre a su lado... Ustedes son muy famosos entre nosotros, los conductores. Seguramente usted es muy feliz de tener siempre a su lado a su esposo. Él no le quita los ojos de encima, probablemente porque le preocupa que usted se lastime...".
La esposa supo entonces que su esposo siempre había estado con ella, y se puso a llorar.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: aunque no podemos ver con nuestros ojos, nuestro Señor está siempre mirándonos e intercediendo por nosotros.
Él está animando a cada uno de ustedes para que no se detengan en su marcha de la fe sino que eventualmente se levanten como verdaderos hijos de Dios.
Anhelo que ustedes siempre recuerden este amor del Señor y el gran deseo que Él tiene por ustedes, para que así alcancen el espíritu y espíritu completo rápidamente.
Amados hermanos y hermanas en Cristo: el tercer significado del ministerio de Jesús en este mundo es la gloria.
Jesús cumplió con el camino de la cruz con justicia y amor, lo que ya he explicado.
El fruto que él obtuvo a través de la justicia y el amor es la gloria.
Jesús alcanzó la justicia con amor y ahora estamos capacitados para disfrutar de autoridad y gloria en calidad de hijos de Dios.
Es decir, Jesús cambió nuestra condición de pecadores a hijos de Dios.
Por medio de esto, Dios Padre también recibió gloria en gran manera.
A través del sacrificio de Jesús, numerosos hijos que solían pertenecer al enemigo diablo y Satanás se acercaron a Dios, entonces este ministerio de Jesús glorificó mucho a Dios.
Jesús también fue glorificado en gran manera.
Esto es tal como está escrito en Filipenses 2:10, que dice: "para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra".
Asimismo, cada vez que Sus hijos vencen al mundo y obtienen la victoria, Dios es glorificado.
Y si Sus hijos se convierten en hijos de espíritu y espíritu completo, ¿se imaginan cuánto se glorificará a Dios?
Los hombres de espíritu y espíritu completo pueden obrar con el poder y autoridad de Dios y así revelar Su gloria.
Las obras poderosas manifestadas en este mundo son la evidencia mediante la cual muchas almas pueden creer en la existencia de Dios el Padre.
Al ver esta evidencia, los creyentes también pueden mantener su autoridad como hijos de Dios a pesar de las muchas persecuciones y tentaciones del enemigo diablo y Satanás.
Al seguir incrementando nuestra fe, poco a poco llegaremos a ser hijos verdaderos que tienen la fe del espíritu y espíritu completo, por ende glorificaremos a Dios.


[Conclusión]

Amados hermanos y hermanas en Cristo: hemos visto hoy el amor del Señor en tres aspectos: justicia, amor y gloria.
Después de todo, el amor del Señor es infinito, y el origen del Dios infinito también es el amor.
Jesús mostró amor verdadero a la humanidad, el amor sacrificial que da vida, para confirmar el amor de Dios.
Junto con este amor del Señor, la Navidad, el 25 de diciembre, nos recuerda a los miembros de Manmin acerca de otro tipo de amor.
Comenzando con la Navidad del 2010, este amor les dio vida una vez más.
Dios les dio la oportunidad de arrepentirse y ser perdonados de los pecados e iniquidades que no podían ser perdonados o limpiados.
Pero para poder derramar esa gracia, se tuvo que pagar un precio de justicia con sacrificio.
Ya que conozco bien el corazón de Dios el Padre y del Señor, y debido a que amo el redil que se me ha encargado, me he sacrificado voluntariamente.
La lucha continuó hasta que toda mi energía se desvaneció.
Pero cuando no tenía fuerza alguna, ni siquiera para levantarme, pensaba en los rostros de las almas que derramaban lágrimas de arrepentimiento.
Podía escuchar las voces de las almas que clamaban.
Así que debía levantarme otra vez.
Por medio de esto, muchas personas pudieron participar en la gloria de los hijos de Dios otra vez.
Hoy ustedes corren hacia el espíritu completo, no con temor de la retribución del pecado sino con la esperanza de la Nueva Jerusalén.
Asimismo, en los últimos dos años, ¿cuánto incremento de su fe han experimentado?
Aunque algunos de ustedes aún no han alcanzado la roca de la fe, por favor no olviden que el amor del Señor ya está impreso en su corazón.
Y anhelo que jamás olviden el tiempo de la gracia que tuvimos en el 2010.
Tal como lo dice 1 Corintios 6:20: "Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios", ruego en el nombre del Señor que ustedes reciban al Señor cuando regrese, adornados como novias hermosas y gloriosas, como hijos verdaderos de Dios.
Deseo que tengan un lindo tiempo esta Navidad.
¡Feliz Navidad!