[Hechos 1:11]
31-03-2013 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Hechos 1:11]
"Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo".
Hoy celebramos la Pascua.
Yo creo que muchos de ustedes han derramado lágrimas al ver la Presentación de Pascua el día de ayer.
Ustedes comenzaron a llorar al escuchar el sonido de los azotes y del martilleo de los clavos en las manos y pies de Jesús, y cuando vieron a Jesús cubierto de sangre en todo su cuerpo.
Pero luego de la presentación, estoy seguro que ustedes regresaron a sus hogares sintiendo alegría, y con una sonrisa en sus rostros.
¿Por qué razón?
Fue porque la presentación tuvo un final feliz con la resurrección del Señor.
Hermanos, hermanas y televidentes:
La resurrección del Señor fue un hecho histórico que en realidad sucedió.
Luego de Su resurrección, el Señor apareció ante los discípulos por un tiempo y posteriormente ascendió a los Cielos.
Hechos 1 representa la escena en la cual el Señor resucitado ascendió a los Cielos.
Describe detalladamente lo que sucedió, diciendo que una nube lo ocultó de la vista de la gente el momento que Él ascendía.
Los discípulos aún seguían mirando fijamente hacia el cielo incluso después de que el Señor desapareció de su vista.
Luego, dos hombres con vestiduras blancas, es decir dos ángeles, hablaron con ellos.
La lectura bíblica de hoy en Hechos 1:11 dice: "Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo".
Como ya ha sido profetizado, el Señor regresará para llevarnos en una nube de gloria.
Démosle todo el agradecimiento y gloria a nuestro Señor Jesucristo quien nos ha dado la esperanza de la resurrección al resucitar y ascender a los Cielos.
En este mensaje, les hablaré acerca del significado de la resurrección del Señor en dos aspectos.
Anhelo que puedan obtener mucho entendimiento espiritual.
Ruego en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que ha resucitado, que su anhelo por la resurrección sea sobreabundante.
[Mensaje principal]
Amados hermanos y hermanas en Cristo y televidentes:
En primer lugar, la resurrección del Señor significa que nuestro cuerpo mortal que algún día morirá y perecerá ha obtenido vida eterna.
Cada persona debe enfrentar la muerte.
La primera parte de Hebreos 9:27 dice: "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez...".
Probablemente sintamos que este versículo es realmente verdadero si se ha enfrentado la muerte de un miembro de la familia o un amigo.
Nadie puede evitar la muerte.
Por supuesto, personas como Enoc y Elías, quienes fueron llevados con vida, son excepciones.
La última parte de Génesis 3:19 dice: "...hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás".
Como está escrito, el cuerpo del hombre está hecho de polvo de la tierra.
Con el paso del tiempo, los órganos envejecen y se debilitan, y sus funciones empiezan a deteriorarse. Poco a poco dejan de funcionar completamente.
Este es el momento cuando el espíritu abandona el cuerpo.
Entonces el cuerpo se convierte en cadáver, y regresa a ser un puñado de polvo.
Muchas personas mueren en su juventud o niñez por causa de las enfermedades incurables o eventos inesperados tales como accidentes de tránsito, incendios o desastres naturales.
En estos casos los cuerpos quizás sufran graves daños.
En algunos casos los cuerpos comienzan a podrirse por causa de los gérmenes, virus o el cáncer, aun antes de morir. O quizás el cuerpo entero se rompe al ser golpeado por un vehículo.
Si un cuerpo es recuperado después de muchos días de haberse ahogado o quemado en un incendio, el rostro se desfigura tanto que es difícil identificarlo.
Estas no son cosas de las que es fácil hablar desde el altar, pero hay una razón para hacerlo.
Se debe a que, para que nosotros tengamos la fe adecuada, debemos admitir el hecho de que la muerte nos puede visitar en cualquier momento.
Las cosas terribles que he mencionado en realidad están tomando lugar en el mundo entero, incluso en este mismo instante en el que yo hablo.
Nuestro cuerpo es frágil; pronto sufrirá daños y desaparecerá para no dejar rastro alguno.
Antes de conocer al Señor, todos nosotros estábamos destinados a morir; nuestro espíritu iría al Infierno y nuestro cuerpo se convertiría en un puñado de polvo.
La resurrección del Señor fue un evento que abrió ampliamente el camino para que revivamos después de morir, o para que vivamos por siempre sin experimentar la muerte.
¡Cuán sorprendente es esto! ¡Cuán agradecidos debemos estar!
Entonces, ¿en qué momento tomará lugar la resurrección que está profetizada en la Biblia?
Esta ocurrirá cuando el Señor regrese en el aire.
1 Corintios 15:51-53 explica el proceso.
Dice: "He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad".
Cuando el Señor regrese en el aire, los cuerpos de los creyentes que están enterrados en este mundo resucitarán primero.
Sus espíritus descenderán en el aire con el Señor y se mezclarán con sus respectivos cuerpos resucitados.
Este cuerpo no es el mismo cuerpo físico del pasado; este es el cuerpo incorruptible y resucitado.
En base a esto, los cuerpos de los creyentes que verán vivo al Señor serán transformados en cuerpos espirituales y ascenderán al aire.
A esto llamamos 'el Rapto'.
En ese momento, los que tenían discapacidades en este mundo obtendrán cuerpos perfeccionados y hermosos.
Esta resurrección toma lugar en un instante.
Los cuerpos de los creyentes salvos serán transformados en un momento, y serán vestidos de lino resplandeciente.
Luego participarán del Banquete de las Bodas en el aire.
Esto no es ficción creada por el hombre.
El Dios Todopoderoso ha demostrado con Su gran poder que la resurrección del hombre es muy posible.
Él lo demostró mediante la resurrección de Lázaro y la del Señor.
La Biblia testifica que Lázaro estaba completamente muerto.
Él había estado muerto por cuatro días y tenía mal olor.
Mientras que el cadáver de Lázaro se pondría en la tumba, Jesús clamó a gran voz: "¡Lázaro, ven fuera!"
Entonces Lázaro revivió y salió de la tumba.
Él salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario.
Claro está que la resurrección de Lázaro no fue la resurrección perfecta.
Él revivió de la muerte una vez, pero eventualmente murió de nuevo por su avanzada edad.
En un sentido espiritual, él 'se quedó dormido'.
Pero este Lázaro también participará en la resurrección perfecta cuando el Señor regrese en el aire.
A diferencia de la resurrección de Lázaro, la del Señor es una verdadera resurrección perfecta.
Jesús es Dios mismo en Su origen.
Este Jesús nació en este mundo teniendo un cuerpo humano.
Cuando alcanzó la edad madura de los treinta años, Su cuerpo enfrentó muchos sufrimientos malos.
Su cuerpo era delgado porque Su ministerio era agotador; este cuerpo fue desgarrado por innumerables azotes en la flagelación.
Sus manos y pies tenían agujeros ya que fueron traspasados por grandes clavos.
Desde la cabeza con las espinas hasta los pies, Su cuerpo entero estaba cubierto de sangre.
Después de la muerte de Jesús, un soldado romano traspasó Su costado con una lanza, y toda el agua y sangre que sobraban se derramaron.
Su cuerpo precioso estaba cubierto de heridas.
El cuerpo muerto de Jesús fue colocado en una tumba por José de Arimatea.
Y Jesús resucitó al tercer día.
El Jesús resucitado se mostró primero a María Magdalena, y luego apareció ante los discípulos y más de 500 creyentes.
Jesús, quien ya tenía el cuerpo resucitado, se veía completamente distinto a lo que era cuando tenía el cuerpo físico.
Por esa razón, tanto María Magdalena como los discípulos no pudieron reconocerlo al principio.
Jesús también apareció en una casa en la que todas las puertas estaban aseguradas.
Esto nos dice que el cuerpo resucitado es visible al hombre en el cuerpo físico, pero a diferencia del cuerpo físico, es el cuerpo espiritual el que pertenece a la dimensión espiritual.
Jesús también comió comida.
¿Qué nos indica esto? Nos indica que nuestra vida durante los siete años del Banquete de las Bodas y en el Reino Milenario será muy real.
La vida en el reino de los Cielos, donde tendremos los cuerpos resucitados, también es muy real.
El reino celestial no es un mundo imaginario; es tangible ya que en realidad lo podemos tocar y sentir con nuestras manos.
Y sin embargo jamás tendremos que ver la muerte eterna. ¡Cuán sorprendente es esto!
Además no es un sueño sino una realidad que tomará lugar en un futuro muy cercano.
Demos todas las gracias y gloria a Dios el Padre quien nos ha dado esta gracia.