• Estudio basado en Génesis (103)

    [Génesis 6:16-18]

    04-10-2013 | Rev. Jaerock Lee

    • Génesis 6:16-18
      [16] Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.
      [17] Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
      [18] Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.


      Este es el estudio No. 103 de Génesis.
      Cuando Dios dio las instrucciones para los materiales de construcción y la estructura del arca de Noé, todo esto tenía un significado espiritual.
      Al poner los significados en ellos, Dios le enseñó a Noé y a sus descendientes cómo deberían vivir en el futuro, y lo que ellos debían aprender del juicio del diluvio.
      Continuemos ahora analizando Génesis 6:16.
      Dios dice: "Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero".
      Dios le ordenó a Noé que hiciera una ventana y una puerta en el arca.
      Una vez que el juicio terminara, la genealogía de la historia de la humanidad comenzaría nuevamente con los descendientes de Noé.
      Ellos serían fructíferos y se multiplicarían y nuevamente llenarían la Tierra.
      Lo que Dios estaba diciendo a los descendientes de Noé era que abrieran la puerta al mundo de la misma manera que hicieron una ventana y una puerta para el arca.
      No debían cerrar la puerta y aislarse del mundo simplemente porque creían en Dios, sino que, más bien debían abrirla de par en par.
      Hubo simplemente una condición: ellos no tenían que mezclarse con el mundo.
      Cuando Dios dijo: "calafatearás el arca con brea por dentro y por fuera", tiene el mismo significado.
      Si bien, debían estar completamente separados del mundo y no manchados por el mismo, debían abrir la ventana y la puerta al mundo, y jugar el papel de la luz y la sal espiritual.
      En lugar de dar sus espaldas al mundo oscuro donde el pecado y la maldad prevalecen, debían hacer brillar la luz del espíritu para vencer, de manera activa, a las tinieblas.
      Al igual que la sal, debían purificar el lugar donde la plutocracia y la corrupción prevalecen.
      Si dan la espalda al mundo simplemente porque la iglesia y sus miembros deberían estar separados del mundo, ¿quién les predicará el evangelio?
      Sin predicar el evangelio, ¿cómo pueden engrandecer el reino de Dios?
      Por ello debemos aprender del corazón y actitud que tuvo el apóstol Pablo.
      En 1 Corintios 9:19-22 el apóstol Pablo dice: "Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos".
      Con el fin de salvar un alma más, se acercó a las personas como corresponde, y les predicó el evangelio.
      Él no forzó el evangelio en los demás simplemente porque el evangelio que predicaba era bueno.
      Para ayudar a las personas a poder absorber completamente el evangelio, primeramente consideró y entendió sus respectivas situaciones.
      De esta manera les instó a convertirse en la luz del mundo.
      En Mateo 5:14, Jesús dijo: "Vosotros sois la luz del mundo".
      Esto significa que ustedes no solo deben hacer brillar su luz en la iglesia, sino que también deben hacerlo en el resto del mundo.
      No deben hablar y comportarse como las personas del mundo en el trabajo o en el hogar y de manera virtuosa en la iglesia.
      La luz de las velas que brilla mientras ellas se derriten, iluminan todo un lugar.
      Por lo tanto, los miembros juegan el papel de la luz.
      Si hacen brillar su luz en la iglesia, la luz no se apagará en sus hogares.
      En Mateo 5:16 Jesús nos enseña cómo convertirnos en la luz del mundo.
      Él dijo: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".
      Significa que las buenas obras que demuestran son la luz que brilla en el mundo.
      Si hacen buenas obras que las personas del mundo no pueden imitar, el mundo dirá: "En realidad las personas que van a la iglesia son diferentes", y de esta manera los reconocerán.
      Eventualmente, Dios el Padre será glorificado.
      Esta es la voluntad de Dios el Padre que hizo que Noé hiciera una ventana y una puerta en el arca.
      Luego, permítanme explicarles el significado de 'hacer el arca con piso bajo, segundo y tercero'.
      Significa que deben pensar en Dios la Trinidad en su corazón en todo tiempo, y nunca olvidarse de Él.
      Y también muestra que el cultivo de la humanidad puede ser dividido en tres períodos.
      Primero es el período de Jehová Dios cuando Dios el Padre mismo lleva a cabo el ministerio.
      Segundo es el período del Señor cuando Jesús vino a este mundo y realizó Su ministerio.
      Y el tercero y último es el período del Espíritu Santo que es desde cuando el Señor resucitó y ascendió hasta el momento cuando el cultivo de la humanidad termine.
      Por consiguiente, en el momento crucial del cultivo de la humanidad -el juicio del diluvio- Dios mostró claramente a través de la estructura del arca que el que gobierna la historia es Dios la Trinidad.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo:
      Luego que Dios el Padre le habló a Noé acerca del diseño del arca, proclamó nuevamente que juzgaría al mundo con un diluvio.
      Dios el Padre dijo en Génesis 6:17: "Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá".
      En este versículo, Él explica nuevamente cómo ocurrirá el diluvio.
      Dice que traerá el diluvio sobre la Tierra para destruir toda carne en la que haya espíritu de vida.
      En este caso 'toda carne en la que haya espíritu de vida' se refiere a todas las personas excepto los ocho miembros de la familia de Noé y todos los animales de la tierra y las aves con exclusión de los animales en el agua.
      Yo les expliqué en el estudio anterior por qué Dios destruyó todos los animales juntos con las personas.
      Fue porque los animales de la tierra y las aves tenían algo que ver con la caída del ser humano.
      Esto fue así porque las personas hicieron ídolos de las imágenes de aquellos animales y les sirvieron.
      Es tal como está escrito en Romanos 1:23 que dice: "...y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles".
      Junto con ello, los animales y las aves se rigen por el hombre y pertenecen a la humanidad, por eso Dios los destruyó con el pueblo.
      En pocas palabras, Dios los hizo corresponsables y colectivamente culpables al mismo nivel.
      Por cierto, hay que prestar atención aquí, Dios dijo que iba a traer el diluvio de agua "sobre la Tierra".
      Esto no solo significa que Él destruiría a todas las personas sobre la Tierra y a todos los animales.
      Esto contiene el significado de que Él destruiría por completo la base de la vida misma.
      Esto hace que sea posible imaginar cuán grandes serían los cambios que tendrían lugar en la Tierra debido a la inundación.
      De hecho, este juicio de diluvio no solo fue porque la tierra fue sumergida bajo el agua mientras los niveles del mal subían.
      Debido al diluvio, la tierra experimentó diastrofismo (destrucción a gran escala de la corteza terrestre).
      Y como resultado de esto, la tierra se enfrentó a un entorno completamente diferente a diferencia de antes.
      Su topografía cambió por completo al igual que el clima.
      También el ecosistema sufrió grandes cambios.
      Permítanme explicarles de mejor manera cómo la topografía pudo cambiar durante el diluvio.
      Génesis 7:24 dice: "Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días".
      A pesar de que llovió por 40 días, toda la Tierra fue sumergida por 150 días bajo el agua.
      Y fueron necesarios 150 días o más para que el agua se drenara y la tierra estuviera seca.
      ¿Qué pasaría si la Tierra estuviera completamente bajo el agua por 150 días?
      ¿Acaso la superficie de la tierra estaría como un lago en calma? ¡Por supuesto que no!
      La Tierra se encuentra entre el sol y la luna, por ende se presenta la gravitación.
      Debido a esta fuerza de gravitación (el sol y la luna hacen que la Tierra esté atraída hacia ellos), el agua se acumuló en ambos lados de la Tierra.
      Además de esto, la Tierra gira cada día.
      Mientras la Tierra está rotando, el agua se ve afectada por la gravedad, la cual causa (corrientes en el agua) el movimiento sobre la superficie de la Tierra.
      Este movimiento del agua en la tierra erosiona regiones altas tales como montañas.
      Y el agua empuja el suelo y se junta en el lugar plano inferior.
      Este fenómeno sucedió en toda la Tierra durante cinco meses.
      Como resultado, la mayoría de la civilización que existió antes del diluvio fue destruida.
      Al drenarse el agua, se formó una nueva topografía.
      Este es el significado cuando Dios dijo que Él destruiría completamente la base de la vida misma.
      Amados hermanos y hermanas:
      En Génesis 6:18 Dios le dice Noé: "Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo".
      En este caso, 'mi pacto' que Dios menciona, era: que Él salvaría a Noé y a su familia del juicio de diluvio y reiniciaría la historia del cultivo de la humanidad con ellos.
      Al decir 'estableceré mi pacto contigo', Dios reveló su firme voluntad de que Él, sin duda, cumpliría lo que estaba previsto.
      Dios guarda y cumple por todos los medios Su pacto que establece en Su nombre.
      Es tal como nos recuerda Números 23:19, que dice: "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?"
      Y Dios mismo dice en Isaías 55:11: "Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié".
      No obstante, no significa que Él utilice Su poder supremo y absoluto para cumplir con lo que Él dice.
      Todo lo hace con justicia.
      Se prepara con justicia, para que Satanás no pueda causar acusaciones.
      Con el fin de cumplir con Su voluntad, Él preparó con antelación y gobierna las situaciones que lo rodean.
      Para salvar a Noé y a su familia del juicio del gran diluvio, Él ya había trabajado mucho tiempo antes.
      Los antepasados directos de Noé recibieron la misericordia de Dios para que pudieran reverenciar a Dios.
      Y Noé pudo heredar ese tipo de fe en Dios de parte de sus ancestros.
      Noé mismo reverenció a Dios y vivió una vida distinta del mundo pecaminoso.
      Al igual que lo hizo la esposa de Noé, sus hijos y sus nueras.
      No significa que ellos fueron salvos incondicionalmente sólo porque eran la familia de Noé.
      Ellos mismos aprendieron las enseñanzas de Noé, y siguieron la voluntad de Dios que él les explicó.
      El resultado fue que ellos también pudieron poseer la fe que pudo salvarlos del juicio del gran diluvio.
      De esta manera, Dios pudo establecer el pacto con Noé.
      Tal como pueden ver, cuando Dios estableció un pacto, se hizo efectivo sólo cuando la contraparte de la alianza alcanzó la justicia adecuada.
      Por ejemplo: piensen en los israelitas que escaparon de Egipto.
      Cuando ellos vivieron como esclavos en Egipto, Dios prometió guiarlos fuera de Egipto a la tierra de Canaán.
      No obstante, fue la segunda generación la que pudo ingresar en Canaán.
      Entre la primera generación a la que le fue entregada directamente la promesa de Dios, solo Josué y Caleb ingresaron a Canaán.
      ¿Rompió Dios su promesa? ¡Claro que no!
      Dios mantuvo su promesa con fidelidad.
      La mayor parte de la primera generación del Éxodo fue la que no creyó en la promesa de Dios; ellos dudaron de Él.
      Cuando enfrentaban dificultades en verdad, guardaban rencores contra Dios y se quejaban.
      Únicamente Josué y Caleb creyeron en la promesa de Dios hasta el final.
      De este modo, Números 32:11-12 dice: "No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; excepto Caleb hijo de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Jehová".
      Al final, Caleb obtuvo el monte de Hebrón y lo convirtió en su herencia de generación en generación.
      Como pueden ver, la fe inmutable puede llenar la justicia para que la promesa de Dios se haga real.
      Claro está que Moisés tampoco dudó de la promesa de Dios. Él tuvo que asumir la responsabilidad como líder.
      Él dirigió a los israelitas hasta un poco antes de entrar a la tierra de Canaán y terminó su tarea, entró en el Cielo, que es un lugar mucho mejor que la tierra de Canaán.
      Está escrito en Ezequiel 36:36-37: "Y las naciones que queden en vuestros alrededores sabrán que yo reedifiqué lo que estaba derribado, y planté lo que estaba desolado; yo Jehová he hablado, y lo haré. Así ha dicho Jehová el Señor: Aún seré solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto; multiplicaré los hombres como se multiplican los rebaños".
      Una vez que Dios el Padre proclame Sus palabras, Él ciertamente las cumplirá.
      No obstante, debemos buscar que Sus palabras se cumplan.


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